LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Octubre 27
El trigo va granando en la espiga; pero solamente se llegará a convertir en hostia que se ofrece cuando sea puesto sobre la patena, para llegar a ser Eucaristía.
Cada uno de los actos de tu día podrá llegar a ser transformado en vida, en acción, en fecundidad, en Dios.
Pero antes deberás ponerlo en la patena de tu ofrecimiento, a fin de que se eleve sobre la materialidad de la vida y se llegue a convertir en espíritu.
Y así toda tu vida será una verdadera Misa que transforme y cambie tu existir, que te acerque a Dios y te haga comunión y sacrificio.
Un sacrificio redentor y transformador; desaparecerás tú y, en cambio, en lugar tuyo aparecerá Dios.
Y cuando Dios aparece, todo se ve de otra forma y de otro color, a todo se le da otro significado y otra dimensión; en todo se descubre una proyección más dilatada y promisoria.
“Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida; porque no tenemos puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno” (2 Cor 4,17-18). Todo pasa y pasamos nosotros con todo; solamente permanece Dios y lo que es de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario