Martirologio Romano: En Soissons, de la Galia Bélgica, santos Crispín y Crispiniano, mártires.
Eran dos hermanos patricios romanos, que para huir de la persecución de Diocleciano se instalaron en Soissons (Francia). Se dice que hacían zapatos para ganarse el pan con su trabajo. Y predicaban el evangelio, logrando numerosas conversiones. A los pobres les hacían los trabajos gratis.
Un día, el emperador Maximiano Hercúleo que iba de camino hacia lo que hoy es Bélgica; le llegó la voz de que estos dos hermanos estaban predicando el cristianismo en la región. El emperador ordenó su detención y fueron entregados al prefecto de la Galia: Riciovaro (Rictius Valus) que les infligió toda la gama de los suplicios tradicionales de las “Pasiones” de los santos. Los torturaron a los dos y después los decapitaron.
Existe una improbable tradición inglesa según la cual, nuestros mártires, escaparon de sus perseguidores en Galia y fueron a la ciudad de Faversham en Kent, donde existe un altar dedicado a ellos en la iglesia parroquial. La casa en la que supuestamente habrían vivido y trabajado fue objeto de peregrinación hasta el siglo XVII. Patrones de Soissons, Osnabrück, en Westfalia, donde estarían sus reliquias. Su nombre se conserva en el calendario anglicano porque en su festividad se venció la batalla de Azincourt de 1415. Patrones de los zapateros.
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