Hoy, Miércoles 26 de octubre, la Iglesia recuerda a los santos mártires Luciano y Marciano. Según cuenta el relato de su martirio, ambos habían estudiado la magia negra y se convirtieron al cristianismo al ver que sus supersticiones no tenían poder sobre una doncella cristiana. Quemaron públicamente sus libros y recibieron el sacramento del bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad para fortalecerse con la oración y la mortificación. Más tarde, hicieron varios viajes al extranjero para predicar a Cristo entre los gentiles.
Cuando Decio publicó sus edictos persecutorios en Bitinia, a mediados del siglo III, Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano quién le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. Fueron condenados a la tortura y luego a perecer quemados vivos.
Que el ejemplo de estos santos mártires nos ayude a fortalecer nuestra fe. Cuántas veces vivimos con una fe cómoda y, como ellos en un comienzo, con una fe supersticiosa. Que los Santos Luciano y Marciano nos ayuden a entender la fe como un encuentro vivo con Jesucristo en el día a día de nuestras vidas.
Santos Luciano y Marciano, rueguen por nosotros.
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