jueves, 1 de agosto de 2013

Beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires

51 Mártires claretianos de Barbastro (1936)
Beatificados por SS Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992, fueron fusilados en distintos grupos entre el 2 y el 18 de agosto de 1936.

En la tarde del 20 de julio de 1936 unos sesenta anarquistas armados irrumpieron en la comunidad de Barbastro en que residían sesenta Misioneros Claretianos, para practicar un registro y ver si escondían armas, como se había propagado calumniosamente de los religiosos durante aquellos últimos años. A pesar de no encontrar armas, fueron detenidos. Los misioneros vestían sotana. Durante el registro dos sacerdotes lograron salvar la eucaristía, la distribuyeron en parte y la escondieron en un maletín, entre ropa.

Hasta primeros de agosto, el comité de Barbastro se mantuvo en una actitud moderada. A partir del fusilamiento, por error, de cuatro anarquistas de Barcelona, cargados con un botín de objetos religiosos de oro y plata, se presentó en Barbastro Buenaventura Durruti, el jefe anarquista que atacaba Zaragoza, y exigió que se pusiese fin a tanta sotana y a la vida del Obispo, detenido en los Escolapios.

El 2 de agosto, a las dos de la mañana, se llevaron a cabo dos sacas de veinte presos cada una. Los fusilaron en el cementerio de Barbastro. Entre los ejecutados fueron los tres misioneros PP. Munárriz, Díez y Leoncio Pérez, que animaban a los otros sacerdotes a alcanzar la palma del martirio. Murieron al grito de «¡Viva Cristo Rey!». Desde ese día, ya nadie se hizo ilusiones. Había comenzado la hecatombre de mártires de Barbastro. Cada noche circulaban los nombres de las víctimas, y la certeza de que ningún sacerdote ni seglar católico había renegado de su fe, para salvar la vida, a pesar de las ofertas.

De la homilía del Papa Juan Pablo II el día de la beatificación (25 de octubre de 1992)


Es todo un Seminario el que afronta con generosidad y valentía su ofrenda martirial al Señor. La entereza espiritual y moral de esos jóvenes nos ha llegado a través de testigos oculares y también por sus escritos. A este respecto son bien elocuentes los testimonios personales que los jóvenes seminaristas nos han transmitido. Uno de ellos escribiendo a su familia dice: «Al recibir estas líneas canten al Señor por el don tan grande y señalado como es el martirio que el Señor se digna concederme». Otro escribía también: «¡Viva el Corazón Inmaculado de María! Nos fusilan únicamente por ser religiosos» y añade en su lengua materna: «No ploreu per mi. Soc màrtir de Jesucrist».

Estos mártires expresaban su firme decisión de dedicarse al ministerio sacerdotal en los siguientes términos: «Ya que no podemos ejercer el sagrado ministerio en la tierra, trabajando por la conversión de los pecadores, haremos como Santa Teresita: pasaremos nuestro cielo haciendo bien en la tierra».

Todos los testimonios recibidos nos permiten afirmar que estos Claretianos murieron por ser discípulos de Cristo, por no querer renegar de su fe y de sus votos religiosos. Por eso, con su sangre derramada nos animan a todos a vivir y morir por la Palabra de Dios que hemos sido llamados a anunciar.

Los mártires de Barbastro, siguiendo a su fundador San Antonio María Claret, que también sufrió un atentado en su vida, sentían el mismo deseo de derramar la sangre por amor de Jesús y de María, expresada con esta exclamación tantas veces cantada: «Por ti, mi Reina, la sangre dar». El mismo Santo había trazado un programa de vida para sus religiosos: «Un hijo del Corazón Inmaculado de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura, por todos los medios, encender a todo el mundo en el fuego del divino amor».


Estos son sus nombres y edades (según la fecha de martirio)



Día 2 de agosto
P. Felipe de Jesús Munárriz Azcona (61 años)
P. Juan Díaz Nosti (56 años)
P. Leoncio Pérez Ramos (60 años)
Día 12 de agosto
P. Sebastián Calvo Martínez (33 años)
P. Pedro Cunill Padrós (33 años)
P. José Pavón Bueno (35 años)
P. Nicasio Sierra Ucar (45 años)
E. Wenceslao Claris Vilaregut (29 años)
H. Gregorio Chirivás Lacambra (56 años)
Día 13 de agosto
P. Secundino Ortega García (24 años)
E. Javier L. Bandrés Jiménez (23 años)
E. José Brengaret Pujol (23 años)
E. Antolín Calvo y Calvo (23 años)
E. Tomás Capdevila Miró (22 años)
E. Esteban Casadevall Puig (23 años)
E. Eusebio Codina Millas (21 años)
E. Juan Codinachs Tuneu (23 años)
E. Antonio Dalmau Rosich (23 ños)
E. Juan Echarri Vique (23 años)
E. Pedro García Bernal (25 años
)
Mártires de Barbastro Gabriel Campo, CMF
10
E. Hilario Llorente Martín (25 años)
E. Ramón Novich Rabionet (23 años)
E. José Mª Ormo Seró (22 años)
E. Salvador Pigem Serra (23 años)
E. Teodoro Ruiz de Larrinaga García (23 años)
E. Juan Sánchez Munárriz (23 años)
E. Manuel Torras Sais (21 años)
H. Manuel Buil Lalueza (21 años)
H. Alfonso Miquel Garriga (22 años)
Día 15 de agosto
E. José Amorós Hernández (23 años)
E.
José Mª Badía Mateu (23 años)
E. Juan Baixeras Berenguer (22 años)
E. José Blasco Juan (24 años)
E. Rafael Briega Morales (23 años)
H. Francisco Castán Meseguer (25 años)
E. Luis Escalé Binefa (23 años)
E. José Figuero Beltrán (25 años)
E. Ramón Illa Salvía (22 años)
E. Luis Lladó Teixidor (24 años)
H. Flaviano Manuel Martínez Jarauta (23 años)
E. Luis Masferrer Vila (24 años)
E. Miguel Masip González (23 años)
E. Faustino Pérez García (25 años)
E. Sebastián Riera Coromina (22 años)
E. Eduardo Ripoll Diego (24 años)
E. José Ros Florensa (21 años)
E. Francisco Roura Farró (23 años)
E. Alfonso Sorribes Teixidor (23 años)
E. Agustín Viela Ezcurdia (22 años)
Día 18 de agosto
E. José Falgarona Vilanova (24 años)
E. Atanasio Viadaurreta Labra (25 años)

Textos extraídos de «Murieron Cantando, los 51 mártires claretianos de Barbastro», por Gabriel Campo Villegas, CMF pdf distribuido por el web claretiano.
fuente: Congregación

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