miércoles, 11 de julio de 2012

Misión y poderes a los doce apóstoles


Mateo 10, 1-7. Tiempo Ordinario. Un sacerdote es elegido por Dios y nos trae el mensaje de salvación, paz y gozo a nuestras vidas.

Misión y poderes a los doce apóstoles
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 1-7

Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó. A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigios más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.

Oración introductoria

Señor, tu busco en esta oración sabiendo que el celo por las almas te consume. Confío que así como enviaste a tus doce apóstoles a buscar a las ovejas perdidas, hoy me ilumines para conocer y cumplir mi misión.

Petición

Jesús, quiero colaborar contigo en la obra de la salvación. Hazme ver en dónde y cómo puedo hacerlo.

Meditación del Papa

Es su responsabilidad tener en cuenta el vínculo esencial entre la fe y la caridad, porque se iluminan uno al otro en su propia verdad. La caridad favorece la apertura y el encuentro con el hombre de hoy, en su realidad concreta, para llevar a Cristo y su amor a cada persona y a cada familia, especialmente para aquellos más pobres y solos. Caritas Christi urget nos: es el amor de Cristo que llena los corazones y nos mueve a evangelizar. El divino Maestro, ahora como entonces, envía a sus discípulos por los caminos del mundo para proclamar su mensaje de salvación a todos los pueblos de la tierra. Los desafíos actuales que tienen delante, queridos hermanos, son exigentes. Pienso, en primer lugar, en la indiferencia religiosa, que lleva a muchas personas a vivir como si Dios no existiese, o a conformarse con una religión vaga, incapaz de enfrentarse a la cuestión de la verdad y el deber de la coherencia. Benedicto XVI, 16 de febrero de 2012.

Reflexión

Como en el cuento de Namaan, cfr. 2 reyes 5, el leproso, despreciado por el modo en que el profeta Eliseo le propuso cumplir el milagro de su curación, así, el Dios omnipotente sigue prefiriendo lo que es simple y humilde a los ojos de los hombres, para realizar las grandes obras de su misericordia. La lista de los apóstoles nos da una posterior comprobación. Se trata de hombres de humilde condición social, incultos, a veces pecadores proclamados a los ojos del pueblo. Mateo, en su mismo evangelio, no omite de identificarse como publicano. Parece casi como si quiera decirle al lector: "No, no has escuchado mal, son estos los hombres que elige el Señor".

A menudo, en la vida cristiana, necesitamos recordar esta lección de Dios. Los hombres que Dios elige no son elegidos porque son más perfectos que otros, sino porque fueron predilectos del amor y de la misericordia de Jesús, según el plan misterioso de Dios. Los poderes extraordinarios de que son dotados sus ministros no son fruto de su mérito personal sino por generosa concesión de Dios que, para llevar el regalo de su misericordia infinita a nosotros pobres pecadores, ha elegido hombres incluso pecadores.

El hecho importante no es que un sacerdote sea simpático o antipático, sino que por ser enviado y elegido por Dios nos trae el mensaje de salvación, de paz y de gozo a nuestras vidas. Por ello cuando nos cueste reconocer a Dios en sus representantes, en la misa, en la confesión o en las expresiones de autoridad moral, pidamos luz a Dios. Él siempre está ahí, incluso ahí donde al principio no lo vemos, donde hay mediocridad, poquedad y debilidad.

Propósito

Examinar mi responsabilidad como discípulo y misionero de Cristo y rezar hoy por un sacerdote en particular.

Diálogo con Cristo

Señor, me has elegido a pesar de mi debilidad. Quiero corresponder a tanto amor, imitar tu entrega a la misión. Te ofrezco mi trabajo de este día como respuesta a tu llamado a ser tu discípulo y misionero, sabiendo que el modo más eficaz de comunicarte se logra por la autenticidad de mi testimonio que, con tu gracia, puede iluminar la vida de los demás. 
 miércoles 11 Julio 2012
Miércoles de la decimocuarta semana del tiempo ordinario

San Benito Abad,  Beata Maria Romero Meneses


Leer el comentario del Evangelio por
San Ambrosio : «Y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó»

Lecturas

Oseas 10,1-3.7-8.12.


Israel era una viña exhuberante, que producía su fruto. Cuanto más se multiplicaban sus frutos, más multiplicaba él los altares; cuanto mejor le iba al país, mejores hacía él las piedras conmemorativas.
Su corazón está dividido, ahora tendrán que expiar: el mismo Señor destrozará sus altares, devastará sus piedras conmemorativas.
Seguramente dirán entonces: "No tenemos rey, porque no hemos temido al Señor. Pero el rey ¿que podría hacer por nosotros?".
¡Samaría está completamente perdida! Su rey es como una astilla sobre la superficie de las aguas.
Los lugares altos de Aven, el pecado de Israel, también serán destruidos; espinas y cardos invadirán sus altares. Ellos dirán entonces a las montañas: "Cúbrannos", y a las colinas: "¡Caigan sobres nosotros!".
Siembren semillas de justicia, cosechen el fruto de la fidelidad, roturen un campo nuevo: es tiempo de buscar al Señor, hasta que él venga y haga llover para ustedes la justicia.


Salmo 105(104),2-3.4-5.6-7.


Canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!

¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro;
recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca!

Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.



Mateo 10,1-7.


Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan;
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;
Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos.
Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por

San Ambrosio (hacia 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Lucas, V, 44-45

«Y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó»

«Jesús llamó a sus discípulos y escogió a doce» para enviarlos,
sembradores de la fe, a propagar la ayuda y la salvación de los hombre en
el mundo entero. Fijaos en este plan divino: no son ni sabios, ni ricos, ni
nobles, sino pecadores y publicanos los que escogió para enviarlos, de
manera que nadie pudiera pensar que habían sido arrastrados con habilidad,
rescatados por sus riquezas, atraídos a su gracia por el prestigio de poder
o notoriedad. Lo hizo así para que la victoria fuera fruto de la
legitimidad y no del prestigio de la palabra. Escogió al mismo Judas,
no por inadvertencia sino con conocimiento de causa. ¡Qué grandeza la de
esta verdad que incluso un servidor enemigo no puede debilitar! ¡Qué rasgo
de carácter el del Señor que prefiere que, a nuestros ojos quede mal su
juicio antes que su amor! Cargó con la debilidad humana hasta el punto que
ni tan sólo rechazó este aspecto de la debilidad humana. Quiso el abandono,
quiso la traición, quiso ser entregado por uno de sus apóstoles para que
tú, si un compañero te abandona, si un compañero te traiciona, tomes con
calma este error de juicio y la dilapidación de tu bondad.



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Celebramos la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen el 16 de Julio. Puedes rezar la novena.

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