domingo, 8 de julio de 2012

La violencia gratuita más allá de lo permisible


Spartacus la nueva temporada de la serie televisiva viene, cuatro veces más violenta, cuatro veces más sexual, cuatro veces más salvaje
 
La violencia gratuita más allá de lo permisible
La violencia gratuita más allá de lo permisible
“Son los momentos de irrefrenable ultra-violencia lo que sigue ocupando la esencia de cada episodio de ‘Spartacus’. Cualquier motivo es bueno para ver a los gladiadores amputando miembros a diestro y siniestro. La cámara lenta, los chorros de sangre y el efectismo visual siguen siendo los aliados para llevar al espectador a un estado de furia descontrolada que tiene un efecto prácticamente catártico”.

De esta manera se expresa Toni de la Torre, experto en series de televisión y autor del libro Las Series Que No Me Dejan Dormir, en su crítica publicada en el suplemento ‘TV Mania’ de La Vanguardia del pasado sábado, 30 de junio, sobre la nueva temporada de la serie de televisión ‘Spartacus’.

“Mueren más romanos en el primer episodio de la segunda temporada de ‘Spartacus’ que en toda la primera temporada”, dice el autor al inicio de su crítica.

Sexo y violencia para captar audiencia

“Aplastados con una maza, atravesados con espadas, golpeados a puñetazos hasta reventar, desmenuzados para el placer de un espectador al que la serie le ofrece exactamente lo que espera encontrar: más momentos de impacto televisivo”, agrega.

Cabe recordar que en el estreno de ‘Spartacus: Dioses de la Arena’ ya se prometía que aquella presecuela era “cuatro veces más violenta, cuatro veces más sexual, cuatro veces más salvaje”. Por lo que parece, esta nueva temporada promete más de lo mismo, pero incluso más allá del límite de lo permisible.

De hecho, es a través del sexo y la violencia desenfrenados como se pretende captar más audiencia con esta nueva emisión de capítulos de la serie de gladiadores. “Si tras ver la primera temporada, pensaron que ‘Spartacus’ ya no podía dar más de sí, estaban muy equivocados”, subraya De la Torre.

“La serie regresa con un baño de sangre” donde “los gritos de horror de los romanos y el inconfundible sonido de la carnicería”, así como las “escenas de descarnada mutilación romana” están bien presentes, como ya lo estaban la pasada temporada.

Toni de la Torre considera que “delante del televisor, el seguidor de ‘Spartacus’ es como aquellos espectadores del circo romano que vibraban con el juego de la muerte en la arena y la brutalidad de un espectáculo en el que los hombres acababan partidos en dos o siendo devorados por animales salvajes”.

“Salvajadas” y “odio irracional”

La segunda temporada de la serie “quiere satisfacer y seguir dando carnaza al espectador sea como sea”, y es que “cuando se trata de salvajadas, ‘Spartacus’ se supera”.

De la Torre también opina que “la otra clave de la serie es su capacidad de generar en el espectador un odio irracional […] Los malvados de la serie permiten crear escenas tortuosas que quedan grabadas en la retina del espectador y, al mismo tiempo, garantizan que no se sentirá culpable cuando sean ejecutados a cámara lenta en pantalla”.

No se puede decir que todos estos ‘méritos’ de la nueva temporada de la serie sean precisamente de lo más ‘edificantes’, pero la cuestión de fondo, según el experto en series de televisión, es que “‘Spartacus’ deja de tener sentido en el momento en el que no es capaz de superarse a sí misma”, aunque, “queda mucha carne que rebanar”, concluye.

En cualquier caso, habría que insistir en qué tipo de sociedad estamos construyendo cuando se permite que series de televisión que promueven el “odio irracional” y una violencia que procura el máximo de “salvajadas” posibles sustituyan a filmes o series donde los valores, la creatividad o la convivencia pacífica sean un ejemplo para los espectadores.

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