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Antonio Torriani (De la Torre), Beato |
Médico de cuerpos y almas
Martirologio Romano: En l´Aquila, en la
región Vestina, beato Antonio Torriani, presbítero de la Orden de
los Ermitaños de San Agustín, médico de cuerpos y almas
(1494).
Etimológicamente: Antonio = Aquel que es digno de estima,
es de origen latino.Nació en
Milán (Italia) hacia el año 1424 de la noble familia
de los Torriani o Della Torre. Después de haber estudiado
medicina en la universidad de Pavía y durante algún tiempo
ejercitado su profesión en Milán, vistió el hábito agustiniano en
el convento de San Marcos de esta ciudad, y poco
más tarde recibió la ordenación sacerdotal.
Temiendo que la estima
y admiración de que le iban rodeando pudieran dañar a
su espíritu, con el permiso de los superiores se retiró
al convento de San Nicolás de Foligno, donde tuvo una
visión de la Virgen María, de la que era devotísimo.
Desde allí poco más tarde visitó la santa casa de
Loreto. De la ciudad umbra de Spoleto, hacia el 1454,
pasó a Roma, y después de visitar las tumbas de
los Apóstoles partió en pía peregrinación a Santiago de Compostela.
Estos desplazamientos contribuyeron a difundir su fama de santidad, sobre
todo por la caridad hacia los enfermos y achacosos, a
cuyo servicio ponía con generosidad su conocimientos médicos.
Famoso no sólo
por los milagros que obraba sino también por su predicación
ardiente y eficaz, en 1474 fue enviado a L’Aquila para
aplacar las discordias que laceraban la ciudad. Fue precisamente allí
donde se manifestaron mayormente sus virtudes: heroica penitencia, caridad con
los apestados, humildad y celo incansable, oración asidua y observancia
rigurosa de la regla.
Durante dieciocho años dirigió como maestro de
espíritu el monasterio de las agustinas de Santa Lucía de
L’Aquila, consiguiendo hacer florecer una ejemplar observancia regular. Fundó también
las “manteladas” o “beatas” de San Agustín, con sede en
la iglesia homónima, siempre en L’Aquila, piadosa y benemérita asociación
que perduraría hasta el 1809.
Disfrutó del don de profecía y
de los éxtasis. Al morir el 24 de julio de
1494, fue sepultado en la iglesia de S. Agustín, de
donde en 1808 pasó a la de Collemaggio, y en
1838 a la de S. Bernardo. Muy pronto gozó de
gran veneración, y su fiesta, celebrada en el aniversario del
fallecimiento, contó con misa, himnos y antífonas propias. Su culto
fue confirmado el 1 de julio de 1759 por S.S.
Clemente XIII, y en 1770 fue dado como protector a
la nueva provincia agustiniana aquilana.
Desde 1987 el cuerpo del Beato,
venerado junto al de la Beata Cristina, se encuentra en
la iglesia del monasterio de las agustinas de San Amico
de L’Aquila.
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