Seis cosas que dan honra
Autor: Padre José Luis Martín Descalzo
La Primera y Principal, el valor de la propia hondura de alma, en capacidad de amor y en apertura de espíritu.
La Segunda, el trabajo, la entrega emocionada a la propia tarea, sea ésta la que sea, hágase con las manos o con el alma, puesto que cuanto hacemos con las manos lo hacemos a la vez con el alma.
La tercera, la entrega a cuantos nos rodean, la solidaridad con todos por encima de razas, colores, aperridos, clases, grupos sociales, sociedades, pensamientos y fortunas.
La cuarta, una incesante búsqueda de la justicia, un agudísimo olfato para encontrar las menores virutas de dolor en los otros, un incansable desasosiego mientras no hayamos encontrado la suficiente felicidad para todos.
La quinta, un apasionado amor a la verdad, un verdadero terror a todo tipo de prejuicios (de derechas o de izquierdas), un constante valor para decir la verdad entera y para decirla -como decía Bernanos- <>.
La sexta, e importantísima, una fe radical en el futuro, un saber que los que vienen detrás serán mejores que nosotros, un luchar para que lo sean, una esperanza sin sueños, contruída día a día por todos, y, sobre todo, una invencible alegría, basada en la certeza de que somos amados desde lo alto de los cielos y desde lo ancho de la tierra.
Me gustaría vivir en un mundo en el que fueran estas cosas las valoradas por todos ¿y a ti?
Autor: Padre José Luis Martín Descalzo
La Primera y Principal, el valor de la propia hondura de alma, en capacidad de amor y en apertura de espíritu.
La Segunda, el trabajo, la entrega emocionada a la propia tarea, sea ésta la que sea, hágase con las manos o con el alma, puesto que cuanto hacemos con las manos lo hacemos a la vez con el alma.
La tercera, la entrega a cuantos nos rodean, la solidaridad con todos por encima de razas, colores, aperridos, clases, grupos sociales, sociedades, pensamientos y fortunas.
La cuarta, una incesante búsqueda de la justicia, un agudísimo olfato para encontrar las menores virutas de dolor en los otros, un incansable desasosiego mientras no hayamos encontrado la suficiente felicidad para todos.
La quinta, un apasionado amor a la verdad, un verdadero terror a todo tipo de prejuicios (de derechas o de izquierdas), un constante valor para decir la verdad entera y para decirla -como decía Bernanos- <
La sexta, e importantísima, una fe radical en el futuro, un saber que los que vienen detrás serán mejores que nosotros, un luchar para que lo sean, una esperanza sin sueños, contruída día a día por todos, y, sobre todo, una invencible alegría, basada en la certeza de que somos amados desde lo alto de los cielos y desde lo ancho de la tierra.
Me gustaría vivir en un mundo en el que fueran estas cosas las valoradas por todos ¿y a ti?
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