viernes, 21 de octubre de 2011

Gracias Señor



Gracias, Señor, por ese mundo lleno de cielo que sale a nuestro paso
para llenar el corazón con su belleza.
Gracias por el pan que nos das para aplacar el hambre.
Por la risa del niño que se vuelve caricia.
Por el mar y la nube. Por el don de sentir a plenitud la vida.

Gracias por cada hora, aún cuando no todas sean iguales de buenas.
Gracias por el valor de la mariposa que enciende sin conciencia de su
milagro, un pabilo de ensueño. Gracias, Señor, por los espejos
maravillosos del mirar de nuestros padres y nuestras mentes. Por la
amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.
Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora, por haber
puesto trinos y alas en las ramas. Gracias por cada gota de rocío y
por el arco y por el árbol que madruga su júbilo en el fruto.

Gracias, Señor, por el ayer que se prendió al recuerdo. Por el hoy
que vivimos y por el mañana que nos espera con sus brazos repletos de
misterio. Gracias, a través de mis labios, desde mi alma, en nombre
de aquellos que se olvidaron de dártelas, en nombre de los que somos
y los que seremos.
Gracias por toda la eternidad
Amén

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