miércoles, 7 de agosto de 2013

Alberto degli Abbati, Santo


Presbítero Carmelita, 7 de agosto
 
Alberto degli Abbati, Santo
Alberto degli Abbati, Santo

Presbítero Carmelita

Martirologio Romano: En Mesina, de Sicilia, san Alberto degli Abbati, presbítero de la Orden de los Carmelitas, que convirtió a muchos judíos a la fe en Cristo y proveyó de víveres a su ciudad sitiada (c. 1306/1307)

Etimológicamente: Aquel que brilla por su nobleza, es de origen germánico.

También conocido como San Alberto de Mesina o San Alberto de Sicilia.

Nació en Trápani, Sicilia (Italia). Sus padres -Benito d degli Alberti y Juana Palizi- llevaban veintiséis años de estéril matrimonio. Fervorosos crisitanos, habían prometido a la Virgen de Trápani consagrar al servicio del Señor al hijo que les concediera.

De muy niño ingresó en el Carmelo de Trápani con el propósito de servir a Dios y a la Santísima Virgen, ha quien está consagrada la Orden del Carmen.

Era entonces la "edad de oro" del Carmelo, en la que el ideal eliano-mariano de la Orden se mantenía vivo a base de un justo equilibrio de la contemplación y acción apostólica.

Desde que profesó en la Orden se distinguió por su fervor y austeridad de vida. Sus biógrafos nos dicen que sus ayunos eran continuos, que nunca tomó carne y que mezcalaba su parco alimento con ajenjos. Su cama era un zarzo de sarmientos y dedicaba largas horas del día y de la noche a la oración.

La obediencia era en él pronta y alegre, la pobreza le distinguía entre todos por su total desprendimiento y la castidad fue su flor preferida y mejor guardada, por eso se le representa con un lirio y un crucifijo en la mano, o el niño Jesús en brazos.

Recibidas las sagradas órdenes, se difundió pronto su fama de religioso santo y de persuasivo orador.

Pasó algún tiempo en el convento de Messina, ciudad a la que libró del hambre causada por un asedio: algunas naves cargadas de víveres consiguieron llegar milagrosamente hasta los asedios.

Fervoroso predicador, recorrió la mayor parte de los pueblos de la isla.

Fue nombrado provincial de Sicilia por el 1296, cargo que desempeñó con una entrega total al servico de Dios y de las almas.

Cuando visitaba los conventos, no llevaba otra cosa que un poco de pan, el báculo y un cantarito de agua.

Fundó varios conventos y escribió algunos tratados, que no se han conservado.

Recibió del Señor la gracia de hacer milagros llegando a ser el gran taumaturgo y apóstol de Sicilia.

Por eso su culto ha sido siempre muy extenso e intenso en toda la Orden, que lo ha venerado en todas sus iglesias y conventos. Sus reliquias se han esparcido por todo el mundo y con ellas se bendice el agua para los enfermos.

Acaeció su muerte en 1307 y al celebrar sus exequias se dice que voces misteriosas entonaron el "os justi" de la misa de confesores en vez de la misa de requiem.

Su culto fue confirmado por bula del papa Sixto IV en 1476.


San Alberto degli Abbati, religioso presbítero
fecha: 7 de agosto
†: c. 1307 - país: Italia
otras formas del nombre: Alberto de Trapani
canonización: Conf. Culto: Sixto IV 21 may 1476
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Mesina, de Sicilia, san Alberto degli Abbati, presbítero de la Orden de los Carmelitas, que convirtió a muchos judíos a la fe en Cristo y proveyó de víveres a su ciudad sitiada.

Alberto de Trapani, llamado también Alberto de Sicilia, nació en la población siciliana de Trapani. Se dice que sus padres, Benito Adalberti y Juana de Palizze, no habían tenido hijos en muchos años de matrimonio y prometieron que, si el cielo les concedía uno, le consagrarían a Nuestra Señora del Carmen. Como quiera que haya sido, el joven Alberto ingresó en el Carmelo. Después de su ordenación, fue enviado al convento de Messina, donde predicó con gran éxito, sobre todo entre los judíos. A las mortificaciones de regla, añadía muchas austeridades voluntarias, entre otras, la de rezar todas las noches antes de acostarse, de rodillas ante un crucifijo, el salterio entero. Por desgracia, la biografía del santo data de mucho después de su muerte, y contiene detalles dudosos que le quitan crédito. Por ejemplo, su biógrafo cuenta que el santo hizó una peregrinación a Tierra Santa, donde los milagros que realizó le hicieron famoso; sin embargo, está probado que no hubo tal peregrinación.

El biógrafo de san Alberto cuenta que, cuando el rey de Nápoles puso sitio a Messina, los habitantes estaban a punto de morir de hambre y, por otra parte, Federico III de Sicilia concibió la idea de poner fuego a la ciudad para evitar que cayese en manos del enemigo. Entonces, los habitantes acudieron a san Alberto, y atribuyeron a su intercesión la llegada de varios navíos cargados de víveres que habían logrado romper el sitio. San Alberto pasó los últimos años de su vida en una ermita de las cercanías de Messina. Trescientos años después, cuando santa María Magdalena de Pazzi se sintió tentada a abandonar la comunidad carmelita de Florencia y retornar al mundo, imploró la intercesión de san Alberto en el cielo: el santo la libró de esa tentación y se le apareció para confirmarla en su buen propósito. San Alberto no ha sido nunca canonizado formalmente, pero su culto fue aprobado en 1476.

Todas las biografías se basan directa o indirectamente en la biografía latina, que puede verse en Analecta Bollandiana, vol. XVII (1898), pp. 317 ss. Dicha biografía data de principios del siglo XV.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

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