miércoles, 13 de marzo de 2013

Marcel o Marcelo Callo, Beato


Mártir Laico, Marzo 19
 
Marcel o Marcelo Callo, Beato
Marcel o Marcelo Callo, Beato

Mártir

Martirologio Romano: En el lugar de Mauthausen, en Austria, beato Marcelo Callo, mártir, que siendo un joven oriundo de la región de Rennes, en Francia, durante la guerra confortaba en la fe, con cristiano ardor, a los compañeros de cautiverio, que se hallaban agotados por los duros trabajos, y por este motivo se le hizo morir en un campo de exterminio (1945).

Etimológicamente: Marcelo = Nacido en Marzo, relativo al dios Marte, es de origen latino.
El Beato Marcel Callo nació en Rennes, Francia, el 6 de Diciembre de 1921, es el segundo de nueve hijos, fue bautizado dos días después en la Iglesia de Nuestra Señora de la Buena Nueva.

Cuando tenía 12 años, se convirtió en aprendiz de imprenta y tomó el rol de hijo mayor cuando su hermano mayor entró al seminario.

Era miembro de la Cruzada Eucarísica, que enseñaba a los jóvenes a vivir una oración ininterrumpida poniendo a la Eucaristía en el corazón de su vida. También era un Scout.

Se convirtió en militante del movimiento Juventud de Obreros Católicos, ya que buscaba vivir su fe en el mundo secular del trabajo. Con la ocupación nazi de Francia, la vida cambió radicalmente para todos, especialmente para los católicos practicantes. Por ejemplo, se prohibieron oficialmente las actividades de las asociaciones cristianas, y las ramas del movimiento de Juventud de Obreros Católicos tuvo que pasar a la clandestinidad. La gente se refería a ellos como los Juventud de Obreros Católicos de las Catacumbas.

En 1943, una de las hermanas de Marcel murió durante el bombardeo. En ese momento, también se vio obligado a realizar servicios de trabajos forzados. Estaba comprometido para casarse en ese tiempo; sin embargo, aceptó realizar los trabajos forzados porque temía por lo que le podía pasar a su familia si se negaba. También veía el servicio de trabajo como una oportunidad para evangelizar.

En Zelha-Melhis, a donde lo enviaron a trabajar, experimentó períodos de angustia y desaliento. Sin embargo, encontró la fuerza para organizar de manera clandestina la vida cristiana de los trabajadores.

El 19 de abril de 1944 lo arrestaron por ser "demasiado católico". Primero, lo enviaron a la prisión en Gotha y luego a los campos de concentración en Flossenburg y Mauthausen.

Marcel y los otros detenidos sufrieron de manera terrible con el régimen de los nazis.
Testigos supervivientes declararon, que aunque en el cautiverio, Callo siguió encabezando a los prisioneros en las oraciones y la instrucción religiosa. Igual que a los otros, lo obligaron a trabajar y a alimentarse con papas podridas y agua arenosa. Durante los seis meses últimos de su vida, se encontraba tan débil que lo dejaban en una cama, que compartía con varios cadáveres. Finalmente murió el 19 de marzo de 1945, después de fuertes dolores de estómago.

En su viaje de fe y en el camino a la santidad, no estaba solo. De hecho, la familia de Marcel, la Diócesis de Rennes, el movimiento de Juventud de Obreros Católicos todos tuvieron un rol en el camino a la santidad de este joven.

El 4 de octubre de 1987, el Papa Juan Pablo II beatificó a Marcel Callo.

"Marcel no se convirtió en un hombre del Evangelio por si solo", dijo el Papa cuando beatificó a Marcel. "Lleno de talento y buena voluntad, también luchó contra este mundo, él mismo, y contra las presiones de los demás. Abierto por completo a la gracia, dejó que el Señor lo guiara, incluso hasta el martirio.

"Las pruebas hicieron madurar su amor a Cristo. Desde la prisión escribió a su hermano, quien hacía poco tiempo había sido ordenado sacerdote: ´Afortunadamente, Él es un amigo que nunca me abandona y sabe cómo consolarme. Con Él, siempre puedo superar los peores momentos. Cuánto agradezco a Cristo por haberme conducido al lugar donde me encuentro ahora.

"Sí, Marcel encontró la Cruz. Separado de su familia y de su novia, a quien amaba tierna y castamente, se fue a Alemania, donde restableció el Movimiento de la Juventud de Obreros Católicos. Muchos de sus amigos del movimiento también murieron como testigos fieles de Jesucristo. Perseguido por la Gestapo, Marcel fue un testigo hasta el final. Como el Señor, amó a su prójimo hasta el extremo y toda su vida se convirtió en la Eucaristía...

"Nos recuerda a todos, laicos, religiosos, sacerdotes, obispos, el llamado universal a la santidad y a la espiritualidad juvenil que nuestro mundo tanto necesita para poder continuar proclamando el Evangelio."

Beato Marcel Callo, danos el coraje para seguir tu ejemplo de santidad.



Beato Marcelo Callo, mártir
fecha: 19 de marzo
n.: 1921 - †: 1945 - país: Austria
canonización: B: Juan Pablo II 4 oct 1987
hagiografía: Santi e Beati
En Mauthausen, en Austria, beato Marcelo Callo, mártir, joven oriundo de la región francesa de Rennes, que en tiempo de guerra fue encarcelado en ese campo de concentración, donde con cristiano ardor confortaba en la fe a los compañeros de cautiverio agotados por los duros trabajos, motivo por el cual se le hizo morir en ese lugar de exterminio.

Ejemplo de fe cristiana vivida heroicamente en los horrores de la II Guerra Mundal, un laico cercano a nosotros que se yergue como señal frente a los extravíos de ideologías portadoras de odio racial y religioso, en definitiva de inhumanidad. Marcelo Callo nació el 6 de diciembre de 1921 en Rennes, Francia. Segundo de nueve hermanos, creció en una familia profundamente cristiana. Cada mañana durante siete años, iba a la iglesia para servir a la santa misa.
El 1 de octubre de 1934, a los 13 años, ingresó como aprendiz en una tipografía de Rennes, y alternaba el duro trabajo con su pasión como scout (niño explorador), que sin embargo dejó hacia el fin de 1935 para ingresar en el IOC (movimiento de acción católica del ambiente obrero), donde trabajó en el apostolado de manera entusiasta, hasta llegar a la presidencia de su sección.
En plena guerra mundial, en marzo de 1943, a los 22 años, fue enrolado por los Servicios de Trabajo Obligatorio de los invasores alemanes, y enviado a Alemania, al campo de trabajo de Zelha-Melhis en Turingia; en este campo, en la clandestinidad y armado de una gran fe, trató de desenvolver un apostolado de consuelo religioso, atento a amortiguar, en cuanto pudiera, las amarguras y sufrimientos de sus compañeros de desventura. Fue acusado de ser «demasiado católico», y por eso recluido en las prisiones de Gotha, el 19 de abril de 1944, donde permaneció por cinco meses, padeciendo indecibles sufrimientos físicos y morales, soportándolos con espíritu heroico en un continuo ascenso a la santidad.
El 4 de octubre de 1944 fue internado en el infame campo de concentración de Mauthausen, y destinado después, el 7 de noviembre, al vecino campo de Güssen II, donde el 19 de marzo de 1945 murió, completamente destruido por los sufrimientos físicos, por las privaciones de todo género, por el demoledor trabajo y el aislamiento de no haber sabido más nada de su familia. Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987.
 

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