miércoles, 13 de marzo de 2013

Sibilina (Sibila) Biscossi de Pavia, Beata

Beata Sibilina Biscossi, virgen y reclusa
fecha: 19 de marzo
n.: 1287 - †: 1367 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 17 ago 1854
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En Pavía, en Lombardía, beata Sibilina Biscossi, virgen, que, ciega desde los doce años, transcurrió sesenta y cinco recluida junto a la iglesia de la Orden de Predicadores, alumbrando con su luz interior a muchos de los que acudían a ella.
patronazgo: patrona de las criadas.

Nace en Pavía en 1287 y al quedar huérfana en la infancia, se gana la vida como criada, pero a poco queda ciega y entonces la acogen unas dominicas terciarias que vivían en comunidad. Toma el hábito de terciana seglar y se recluye a vivir en una capilla adjunta a la iglesia de los dominicos, donde los fieles por caridad le proporcionaban comida. Allí persevera en la oración y la penitencia durante muchos años, dando buenos consejos y exhortaciones a quienes se acercaban a visitarla. Murió el 19 de marzo de 1367 y su culto fue confirmado el 17 de agosto de 1854.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003

Terciaria Dominica, Marzo 19
 
Sibilina (Sibila) Biscossi de Pavia, Beata
Sibilina (Sibila) Biscossi de Pavia, Beata

Terciaria Dominica

Martirologio Romano: En Pavía, en Lombardía, beata Sibilina Biscossi, virgen, la cual, ciega a los doce años, transcurrió sesenta y cinco recluida junto a la iglesia de la Orden de Predicadores, alumbrando con su luz interior a muchos que acudían a ella (1367).

Etimológicamente: Sibilina = Sibila = Aquella que es capaz de adivinar el futuro, es de origen griego.
Se le suele llamar indistintamente Sibilina o Sibila.

Nació en Pavía, Italia, en el año 1287. Murió en el año 1367.

Toda su existencia transcurrió en Pavía. Desde los 12 años, se quedó ciega para el resto de su vida.

A los quince ingresó a la Terciaria orden dominica, donde vivió hasta su muerte, enclaustrada en una estrecha celda, cerca del templo de los dominicos en Pavía. Su habitación tenía dos ventanas, una daba hacia el templo y la otra a la calle; a través de la primera recibía la Eucaristía, por la segunda brindaba sabios y prudentes consejos a los numerosos fieles que acudían a ella y enseñaba catecismo a los niños.

Cada día encontraba fuerzas para vivir santa y elegantemente participando de la Eucaristía.

Conocía bien a cualquiera que hablaba con ella, le daba buenas orientaciones y consejos para vivir bien la preciosa vida que Dios nos ha dado.

Nada le impedía hacer el bien. Era el lema de su vida.

Poseía un grado tal de amor y de caridad que nunca se agotaba. Cuando se le presentaba alguna dificultad, acudía a sus fuentes interiores , para desde ellas, sacar el agua necesaria que le quitase la sed o la dificultad que podía atormentarla.

Los santos no nacen. Se hacen cuando viven el Evangelio y su novedad de vida.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

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