La cruz de Jesús es la tabla de salvación para sus seguidores. El que es fiel en el seguimiento, carga con la cruz de cada día y sigue al Señor, ése vence las dificultades, porque el propio Jesús le ayudará en medio de los barrizales de la vida.
La cruz es vida y nos regala lo mejor de la vida, que es la proximidad con Cristo. Podemos tenerlo todo y zambullirnos en el vacío. Podemos creer que la felicidad está en el disfrute más pasajero. En seguir a Jesús y servir a los hermanos, hallaremos la clave del vivir.
Y recuerda: confía siempre. Jesús, con su cruz, no dejará que caigamos en el fango o en las cunetas de la historia.
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