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Ludgero (Liudgero) de Münster, Santo |
Obispo
Martirologio Romano: En el monasterio de Werden, en Sajonia, tránsito de san Liudgero o Ludgero, obispo, que fue discípulo de Alcuino y predicó el Evangelio en Frisia, Dinamarca y Sajonia, estableciendo la sede de Münster y fundando varios monasterios, convertidos en centros para la propagación de la fe (809).
La historia de san Ludgero, primer obispo de Münster, nacido hacia el 745 en Suescnon, Frisia, está unida a un hecho nuevo en el mundo cristiano: en ese tiempo el cristianismo superó las fronteras del imperio romano, con la evangelización de la Germania transrenana. En esta obra misionera, que logró el máximo desarrollo con san Bonifacio, encontramos comprometido a san Ludgero, discípulo de san Gregorio y de Alcuino de York.
Después de la ordenación sacerdotal, que recibió en Colonia en 777, Ludgero se dedicó a la evangelización de la región pagana de Frisia, en donde san Bonifacio había sufrido el martirio.
Los métodos usados por el emperador Carlomagno para someter esta región y cristianizarla no estaban muy de acuerdo con el espíritu evangélico. En el 776, durante la primera expedición, el monarca impuso el bautismo a todos los soldados vencidos; pero con la revuelta de Widukindo hubo una apostasía general. Ludgero tuvo que huir y, después de haber pasado por Roma, llegó a Montecasino, en donde vistió el hábito monacal sin haber emitido todavía los votos.
La rebelión de Widukindo fue aplastada en el 784, y la represión fue brutal. El rechazo del bautismo y el incumplimiento del ayuno cuaresmal se castigaban con la muerte; pero este régimen de terror, contra el que se levantó el gran maestro Alcuino, hacía odioso al mismo cristianismo, que sin embargo, floreció maravillosamente, gracias a los auténticos predicadores del evangelio, como san Ludgero, a quien el mismo emperador fue a buscar a Montecasino para que regresara a la patria y se dedicara a predicar en Frisia. Poco después, para premiarlo por su celo, le ofreció el episcopado vacante de Tréveris, mas el santo lo rechazó. Pero sí aceptó su tarea de misionero y, entonces, tomó el puesto del abad Bernardo en el territorio de Sajonia.
En el año 795 Ludgero erigió allí un monasterio, alrededor del cual surgió la ciudad actual de Münster (en alemán Münster quiere decir monasterio). El territorio pertenecía a la jurisdicción eclesiástica de Colonia, pues Ludgero aceptó solamente en el 804 ser consagrado obispo de la nueva diócesis. Antes de esta fecha el infatigable misionero no tenía residencia fija.
Construyó iglesias y escuelas y fundó nuevas parroquias que confió a los sacerdotes que él mismo había formado. También se debe a él la fundación del monasterio benedictino de Werden en donde después fue sepultado. Murió el 26 de marzo del 809 e inmediatamente fue venerado como santo. Su tumba en Werden sigue siendo meta de peregrinaciones.
San Liudgero de Münster, abad y obispo
fecha: 26 de marzo n.: c. 745 - †: 809 - país: Alemania otras formas del nombre: Ludger, Ludiger, Ludguerio canonización: pre-congregación hagiografía: Santi e Beati
En el monasterio de Werden, en Sajonia, tránsito de san Liudgero, obispo, que fue discípulo de Alcuino. Predicó el Evangelio en Frisia, Dinamarca y Sajonia, estableció la sede de Münster y fundó varios monasterios, que se convirtieron en centros para la propagación de la fe.
La historia de san Ludgerio, primer obispo de Münster, nacido alrededor del 745 en Frisia, de una noble familia, está ligada a un hecho nuevo en el mundo cristiano: en esa época el cristianismo traspasó las fronteras del Imperio Romano, con la evangelización de la Germania transrenana. En esta misión, que alcanzó su máximo desarrollo con san Bonifacio, encontramos comprometido a san Ludgerio, discípulo de san Gregorio y Alcuino de York. Después de su ordenación como sacerdote en Colonia en el 777, Ludgerio se dedicó a la evangelización de la región pagana de Frisia, donde san Bonifacio había sufrido el martirio.
Los métodos utilizados por el emperador Carlomagno para someter esta región y cristianizarla estaban en poca armonía con el espíritu del Evangelio: en el 776, durante la primera expedición, el rey impuso el bautismo a todos los guerreros vencidos; pero la posterior rebelión de Widukind vino acompañada de una apostasía general. Ludger tuvo que huir, y después de visitar Roma llegó a Montecassino, donde vistió el hábito monástico sin emitir votos. La sublevación fue aplastada en el 784 y la represión fue muy intensa: el rechazo del bautismo y la ruptura del ayuno de Cuaresma se podían castigar con la muerte, pero este régimen de terror -contra el cual se dirigió la condena del gran maestro Alcuino- hacía aborrecible el propio cristianismo, que sin embargo echó raíces y floreció en abundancia gracias a los auténticos propagadores del Evangelio, como san Ludgerio, a quien el mismo Carlomagno fue a buscar a Montecassino, y lo envió de nuevo a su patria, con el encargo de continuar la misión en Frisia. Poco después, para premiar su celo, le ofreció la sede vacante de Tréveris, pero el santo se negó. No eludió, en cambio, su deber como misionero, aceptando ocupar el lugar del abad Bernardo en el territorio de Sajonia.
En el 795 Ludgerio erigió el monasterio, alrededor del cual surgió la actual ciudad de Münster (precisamente «Münster» en alemán se relaciona con «monasterio»). El territorio pertenecía al distrito eclesiástico de Colonia, ya que Ludger sólo aceptó en el 804 ser consagrado obispo de la nueva diócesis. Antes de esta fecha, el infatigable misionero no tenía sede fija. Construyó iglesias y escuelas, y fundó nuevas parroquias que confió a sacerdotes que él mismo había formado en su escuela de la Catedral de Mimigernaeford. A él se debe también la fundación del monasterio benedictino de Werden [perteneciente hoy a la región de Essen], donde más tarde fue enterrado. Murió el 26 de marzo del 809 y fue venerado enseguida como santo. Su tumba en Werden es meta de peregrinación.
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