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Balbina de Roma, Santa |
Virgen y Mártir
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Balbina, cuyo título situado en el Aventino muestra la veneración que se tributó a su nombre (antes de 595).
Etimológicamente: Balbina = Aquella con dificultad para hablar, es de origen latino.
Se encuentran en Roma recuerdos de Santa Balbina en tres puntos diferentes, que están relacionados con las primeras antigüedades de la Cristiandad en esa ciudad.
En el relato puramente legendario del martirio de San Alejandro (acta SS., Maii, I, 367 sqq.) se menciona al tribuno Quirino, quien murió mártir y fue enterrado en la catacumba de Praetextatus sobre la Via Appia.
Su gracia fue estimada con gran veneración y se describe en los viejos itinerarios (guías para los peregrinos) de las catacumbas romanas. La tradición dice que su hija Balbina, quien había sido bautizada por San Alejandro y que pasó su vida siendo soltera, fue enterrada luego de la muerte de su padre en la misma catacumba.
La fiesta de Santa Balbina se celebra el 31 de marzo. Usuardo habla de ella en su martirologio, y su relato de Santa Balbina se apoya en los registros del martirio de San Alejandro.
Existe otra Balbina cuyo nombre fue dado a una catacumba (come. Balbinae) que se extiende entre la Via Appia y la Via Ardeatina, a poca distancia de la pequeña Iglesia llamada Domine quo vadis (Dónde vas Señor).
Sobre este cementerio en el siglo cuarto el Papa Marcos erigió una basílica. Existe todavía sobre la pequeña Aventina dentro de la misma ciudad el viejo título de San Balbina, primero mencionado en un epitafio del siglo sexto y en las firmas del Consejo romano (595) en tiempos del Papa Gregorio I. Esta iglesia fue erigida en un antiguo y amplio salón. Su santo titular se supone es idéntico con San Balbina que fue enterrada en las catacumbas de Praetextatus y cuyos huesos junto con los de su padre fueron traídos aquí en fecha más tardía. Sin embargo, no es seguro que los dos nombres se refieran a la misma persona.
Santa Balbina, virgen
fecha: 31 de marzo †: a. 595 - país: Italia canonización: pre-congregación hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Roma, conmemoración de santa Balbina, cuyo título erigido en el Aventino muestra la veneración que se tributó a su nombre.
patronazgo: protectora contra el bocio y el dolor de cuello.
En el Martirologio Romano anterior a la última reforma se leía: «En Roma, Santa Balbina, virgen, hija de san Quirino, mártir, que fue bautizada por el papa Alejandro y escogió a Cristo como su esposo en santa virginidad; después de terminar su curso en este mundo, fue sepultada en la Vía Apia, cerca de su padre.» Este relato, el tradicional de la santa, desgraciadamente depende de la inserción completamente gratuita del martirologista Ado, quien tomó ciertos detalles de las «Actas del papa Alejandro», que Beda prudentemente pasó por alto, y usó los nombres de Quirino, Teodora y Balbina para llenar tres nombres dejados en blanco en el mes de marzo. Las así llamadas «Actas de Balbina» son meramente un tardío plagio de las actas de Alejandro.
Todo lo que sabemos es que a mitad del camino entre la Vía Apia y la Vía Ardeatina, hubo un monasterio de Balbina, probablemente llamado así, porque fue construido en las propiedades de una dama cristiana, llamada Balbina. Por otra parte, parece que hubo una Balbina, llamada hija de Quirino, pero no puede haber sido la misma, ya que la primera vivió en época muy anterior y fue sepultada en la catacumba de Pretéxtato. Balbina fue honrada en una pequeña iglesia del siglo IV, en el Aventino, que llevó su nombre, pero es difícil determinar de cuál Balbina se trataba. La fecha que le asigna el Martirologio (anterior al 595) proviene de que esa pequeña iglesia es el único dato cierto que tenemos.
La fabulosa historia de Santa Balbina está publicada en el Acta Sanctorum, marzo, vol. III, pero está sacada de las Actas de Alejandro, en una versión en la que Balbina es presentada como mártir. Ver también Dom Quentin, Les martyrologes historiques, especialmente pp. 113 y 490; Leclercq en Dictionnaire d'Archéologie chrétienne et de Liturgie, vol. II, pp. 137-157; y J. P. Kirsch, Die Rómischen Titelkirchen im Altertum, pp. 94-96..
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
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