Mártir, 31 de marzo | |||
Beata Natalia Tulasiewicz, mártir
fecha: 31 de marzo
n.: 1906 - †: 1945 - país: Alemania canonización: B: Juan Pablo II 13 jun 1999 hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En la aldea de Ravensbrück, en Alemania, beata Natalia Tulasiewicz, mártir, que, al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, por un régimen contrario a Dios y a la dignidad humana, fue recluida en un campo de concentración, donde, en una cámara de gas, entregó su alma al Señor.
Ver más información en:
108 Mártires polacos durante la ocupación nazi (1939 - 1945) Nació en Rzeszów (Polonia) el 9 de abril de 1906. En 1921 se trasladó con su familia a Poznam y estudió en el liceo de las hermanas ursulinas, pasando con posterioridad a la universidad en la que se licenció en letras. De 1933 a 1937 fue profesora de la escuela de San Casimiro de Poznam y desde ese año pasó a enseñar en el liceo de las ursulinas. En 1939 se dictó contra ella orden de extrañamiento y se la obligó a vivir primero en Ostrowiec Kielecki y luego en Cracovia, a donde se fue con ella el resto de su familia. Dejó entonces la enseñanza abierta y pasó a trabajar en la enseñanza superior clandestina. En 1943 se ofreció voluntariamente a trabajar en Alemania como obrera de fábrica. La suya era una intención apostólica: quería ayudar a sus compañeras a conservar la fe y la espiritualidad. Trabajó en Hannover en la fábrica Günther-Wagner, alojada con otras muchas mujeres, entre ellas trescientas polacas. Su trabajo religioso no pasó inadvertido, siendo arrestada en abril de 1944 por la Gestapo y llevada a la cárcel de Colonia donde fue torturada. El 26 de septiembre de aquel año pasó al campo de exterminio de Ravensbruck, en cuya cámara de gas halló la muerte el sábado santo 31 de marzo de 1945, en vísperas de la entrada de las tropas aliadas. Fue beatificada el 13 de junio de 1999.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
|
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 27 de marzo de 2013
Natalia Tulasiewicz, Beata
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario