miércoles, 21 de agosto de 2013

Lecturas Jueves XX Semana Tiempo Ordinario. 22 de agosto, 2013

 
La Santísima Virgen María, Reina
Memoria
    Transfigurada hasta en su cuerpo, María aparece en la gloria de su Asunción, como la realización plena de la Redención. Marra, la "Toda hermosa", es también "la que todo lo puede", porque es la Madre de Aquel cuyo Reino no tendrá fin.
    Desde hace muchos siglos, el pueblo cristiano la saluda como Reina poderosa por su intercesión.

Un hijo nos ha sido dado
Lectura del libro del profeta Isaías     9, 1-6

El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz.» Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.

Palabra de Dios.


SALMO
     
Sal 112, 1-2. 3-4.5-6. 7-8 (R.: cf. 2)

R.
 Bendito sea el nombre del Señor para siempre.
O bien:

Aleluia.
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. 
R.

Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. 
R.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? 
R.

El levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo. 
R.


ALELUIA     
Cf. Lc 1, 28

Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres.


EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     1, 26-38

El Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo
Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.»
María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?»
El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.»
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.» Y el Angel se alejó.

Palabra del Señor
.
Comentario:
Hoy la Iglesia quiere ponernos a María como ejemplo de obediencia, de humildad y de acatamiento de los Planes de Dios. Si Dios así lo ha dispuestos, « He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra ». No voy a modificar nada, ni agregar una sola coma, no quiero nada más que se haga Su Voluntad. Pensemos un momento, ¿cuál hubiera sido nuestra reacción ante aquella circunstancia? Bueno pues, pero ¿Cuánto hay? ¿Cuál será mi beneficio? ¿Qué gano yo? ¿Cuáles son las condiciones? Y, extremando más las cosas…¿Por qué no viene Dios a decírmelo? ¿Por qué envía a un emisario? Yo quiero oírlo de su propia boca, sobre todo siendo esto tan importante para mi vida y la de la humanidad. Y entonces podríamos empezar a filosofar y llenar libros con las razones para aceptar, los motivos de nuestra selección y la justeza o no de las condiciones, para después ponernos a evaluar y pensar, durante semanas interminables, sometiendo nuestra decisión atoda clase de consultas, para después terminar respondiendo seguramente, que necesitamos más elementos de juicio…que vuelva el ángel a Dios y nos traiga algunos elementos de juicio adicionales, algunas pruebas y un contrato, en el que se registrarán las condiciones de ambas partes, sobre todo, los beneficios y condiciones de nuestra aceptación. Así, hasta ahora, seguramente no hubiera llegado Jesús.
Por eso Dios, en su sabiduría, eligió a esta mujer, María, símbolo de la humildad, de la pureza, de un alma y un cuerpo no contaminados, puestos al permanente servicio de Dios. Una joven mujer, muy sencilla, capaz de asombrarse y creer, que no pone en duda la procedencia del Ángel y que si se siente asombrada y tal vez algo confundida es por el hecho de ser ella la elegida. ¿Por qué yo, si además, no conozco varón? Se sabía pura y dedicada a cultivar la virtud, pero al mismo tiempo era lo suficientemente humilde para preguntarse ¿por qué yo? Pero ante las respuestas del Ángel, no duda en responder aquellas magníficas palabras, que constituyen un modelo, un ejemplo de la aceptación incondicional y acatamiento a la Voluntad de Dios. « He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra ».
 Fuente: Misal Romano y Leccionario IV

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