miércoles, 7 de agosto de 2013

Jordán Forzaté, Beato


Abad, 7 de agosto
 
Jordán Forzaté, Beato
Jordán Forzaté, Beato

Abad

Martirologio Romano: En Venecia, beato Jordán Forzaté, abad, fundador de monasterios en Padua. No habiendo podido evitar la ruina de su patria a pesar de todos sus esfuerzos, padeció el destierro, que vivió piadosísimamente. Insigne por su modestia, probidad de costumbres y ciencia, se durmió devotamente en el Señor (c. 1248).
Jordán Forzaté nació alrededor de 1158. Existe un documento de 1203 que menciona a Jordán como monje benedictino en Padua, en un monasterio posiblemente fundado por la familia Transelgardi, de la que él formaba parte. Ya en 1213 está documentado que él era el Prior de dicho monasterio.

El gobierno de Jordán se caracterizó por un intenso espíritu de reforma que hizo del convento de Padua el centro del movimiento de los «albi» que el mismo había fundado, y del que formaban parte hospitales, casas parroquiales, pequeñas comunidades de fratres y eremitas. El 30 de mayo de 1224 el movimiento dio vida a una congregación aprobada por el obispo local y sostenida por, además de Jordán, los otros seis monasterios de las ciudades del territorio que se convirtieron en sede de otras comunidades albe.

Jordán se dedicó en esos años a visitar monasterios benedictinos exentos, los conventos de los regulares, las casas de los Humillados y a los hospitales de Padua, Venecia y Treviso.

Inocencio III le había ofrecido, el 7 de junio de 1211, el episcopado de Ferrara, tras la muerte de Ugoccione de Pisa, pero Jordán renunció al cargo por su intensa dedicación a la vida religiosa y civil de Padua, donde era delegado apostólico y árbitro enviado por las fuerzas políticas locales para pronunciarse en las situaciones más conflictivas y delicadas.

Entre las misiones que le confiaron en su calidad de delegado apostólico resalta su papel de supervisor en el proyecto de Inocencio III de pacificación de la Marca de Treviso, que luego sería la cuarta cruzada. De hecho, Jordán era uno de los ejes alrededor de los cuales se movía buena parte de las actividades políticas y eclesiásticas de Padua. Por ello, cuando Ezzelino III conquistó Padua, el prior benedictino fue uno de los primeros en ser buscado y encarcelado en la fortaleza del Pedemonte.

Luego de la intervención de Federico II, Jordán pudo huir hacia Venecia donde encontró refugio en el monasterio de Celestia, donde murió el 7 de agosto de 1248. En 1260, su cuerpo regresó a Padua, el gobierno de Ezzelino había terminado y Padua estaba en plena restauración. Jordán, que incluso en vida ya había sido considerado Pater Paduae, se convirtió en un símbolo de la libertad reconquistada. Pronto nació su fama de santidad que produjo, aunque siglos después, por la necesidad de que la devoción popular fuese ratificada por el ordinario diocesano, que en 1470 se nombre una comisión a la que se le encargó el pedir al obispo de Padua, Jacopo Zeno, examinar los milagros realizados junto al cuerpo de Jordán Forzaté, de aquí se obtuvo un expediente con el que las monjas de San Benito pidieron a la Congregación de Ritos, el 15 de enero de 1766, poder disfrutar de la dispensa de la recitación del Oficio y de la misa el día de la fiesta del Beato. El 18 de mayo de 1767, Clemente XIII aprobó la fiesta y en 1769 promulgó la concesión a toda la diócesis.
Beato Jordán Forzaté, abad
fecha: 7 de agosto
n.: 1158 - †: c. 1248 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Clemente XIV 6 sep 1769
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En Venecia, beato Jordán Forzaté, abad, que fue fundador de monasterios en Padua y, no habiendo podido evitar, pese a sus esfuerzos, la ruina de su patria, fuera de ella se durmió devotamente en el Señor, dejando un insigne ejemplo de honestidad, integridad de costumbres y sabiduría.

En el seno de la noble familia Forzaté Transelgardi nace Jordán, en Padua, el año 1158. Su ida al monasterio de San Benito en las afueras de la ciudad no fue movida por la vocación religiosa sino porque, huyendo del pavoroso incendio que destruyó más de media ciudad, se refugió en él. Pero una vez allí, el joven, que tenía en ese momento 15 años, encontró sumamente atractiva la vida religiosa. Profesó en el monasterio y en él siguió como monje muchos años, hasta que sus buenas cualidades le trajeron el ser nombrado prior del mismo.

Como tal reconstruyó el monasterio haciendo un doble edificio, uno para monjes y otro para monjas, divididos entre sí por un alto muro. Otros monasterios similares se harían por toda la diócesis paduana. No tuvo inconveniente en participar en la vida ciudadana como incansable fomentador de la paz, y por ello aceptó el ser consejero del municipio, alcanzando un gran prestigio y respeto social. Procuró evitar la caída de Padua en manos de Ezzelino Romano, y cuando el 25 de febrero de 1237 la ciudad fue efectivamente ocupada por el tirano, Jordán dejó la ciudad y se retiró al castillo paterno de Montemerlo.

Su prestigio dentro de la Iglesia fue también grande y los papas Inocencio III y Gregorio IX le confiaron delicadas misiones. Tras la muerte en Padua de san Antonio, Jordán intervino activamente en su proceso de canonización. Apresado y conducido ante Ezzelino, éste lo acusó de procurar su caída y lo mandó a prisión al castillo de san Zenón, sin que la intervención del obispo y del clero de Padua fuera suficiente para liberarlo. Dos años más tarde, el emperador Federico II quiso verlo y fue encomendado al patriarca de Aquileya, de cuyas manos huyó al monasterio cisterciense La Celestia, de Venecia, donde moriría el 7 de agosto de 1248, sin haber podido volver a Padua. Sus virtudes religiosas y sus insignes dotes están atestiguadas por todos sus contemporáneos. Llevado su cuerpo a Venecia, fue enterrado en la iglesia de San Benito y tenido venerado enseguida como santo. El papa Clemente XIV confirmo el culto el 6 de septiembre de 1769.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
 
 
 

 
bibliografía: Diccionario de los Santos, Volumen II
C. Leonardi, A. Riccardi, G. Zarri
Editorial San Pablo ISBN: 84-285-2259-6

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