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Aristarco, Santo |
Discípulo de San Pablo
Martirologio Romano: Conmemoración de san Aristarco de Tesalónica, que fue discípulo de san Pablo, fiel compañero en sus viajes y prisionero con él en Roma (s. I).
Etimología: Aristarco = príncipe excelente. Viene de la lengua griega.
Contempla sólo la meta y no veas lo difícil que es alcanzarla. Esta palabras toman cuerpo y realidad en este joven griego.
Nació en Tesalónica. Resulta que san Pablo había llegado a esta ciudad para evangelizarla y alejarla de la idolatría a la que estaba sometida.
Aristarco, conmovido por la palabra de Pablo, se convirtió al cristianismo.
Y no solamente esto: desde su conversión siguió a san Pablo por todos los caminos y lugares en los que se anunciaba la Palabra de Dios.
Cerca de Efeso, en Izmir, hoy Turquía, le pasó algo milagroso en su vida personal.. De todas partes venía gran muchedumbre para adorar a la diosa Diana, hija de Júpiter.
El templo era preciso porque había sido construido por Erostrato.
Era una de las siete maravillas de entonces. El orfebre Demetrio fabricaba pequeñas estatuas de plata para la venta de los que iban a adorar a su diosa.
Y vio que se quedaba sin trabajo y sin ventas debido a que la mayoría de la gente adoraba ya al Dios único y verdadero, el Dios que anunciaba san Pablo.
Entonces, aprovechando que san Pablo estaba fuera de la ciudad, armó tal revuelo en la ciudad que todo el mundo se quedó confuso.
Los Efesios, sin embargo, siguieron a Aristarco y a Cayo. Los llevaron al anfiteatro. Estando allá, todo se calmó. Pablo y sus seguidores se encaminaron a Roma para alejarse del peligro inminente que caía sobre sus cabezas.
En la carta a los Colosenses dice:"Aristarco, mi compañero de cautividad os saluda".
Fue un fiel amigo incluso cuando Pablo estaba en la cárcel. Murió en el siglo I.
San Aristarco, santo del NT
fecha: 4 de agosto canonización: bíblico hagiografía: Abel Della Costa
Conmemoración de san Aristarco de Tesalónica, que fue discípulo del apóstol san Pablo, fiel compañero en sus viajes y prisionero junto a él en Roma.
La conmemoración de los santos mencionados en el Nuevo Testamento nos pone siempre ante la frustración de comprobar lo poco que sabemos de los detalles cotidianos de la Iglesia en su primer siglo. Leemos, por ejemplo, Hechos de los Apóstoles o las cartas paulinas, y como estamos centrados en el «mensaje», prestamos escasa atención a las decenas de nombres de personas que van pasando bajo nuestra vista. Hasta que un día llega la conmemoración de éste o aquél, y lo queremos conocer más en particular. Llega el 4 de agisto, por ejemplo, y el Martirologio nos propone conmemorar a san Aristarco, compañero de san Pablo. Es mencionado cinco veces en todo el Nuevo Testamento:
-En la «revuelta de los plateros» (Hechos 19), se nos dice que en la confusión «todos a una se precipitaron en el teatro arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo.» (v. 29) Primera vez que se lo menciona, y con un dato complementario: sabemos que es macedonio; unos versículos más abajo se nos precisará que es de la ciudad de Tesalónica (Hechos 20,4). Su nombre es griego, y es probable que sea un cristiano enteramente gentil, no un judío griego, aunque esto es una deducción, no un dato cierto que nos dé el relato. Algunos especialistas indican que el modo como aparece mencionado en 20,4, junto con otros seis personajes y la precisión que da de sus respectivas procedencias indica que pertenecía al grupo de los que llevaban la colecta para la Iglesia de Jerusalén (cfr 2Cor 8-9), a la que Hechos presta escasa atención (apenas mencionada en 24,17).
-En Hechos 27 estamos ya en una de las llamadas «secciones 'nos'» del libro, es decir, de los fragmentos narrados en primera persona del plural, que dieron durante mucho tiempo la convicción de que el propio autor del libro había sido protagonista de los hechos que narra. La mención en este pasaje parece destacada: «Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica». Comienza en este capítulo el viaje de cautiverio que llevará a Pablo hasta Roma, última etapa del libro de los Hechos. El exégeta Conzelmann -entre otros- sugiere la hipótesis de que la mención destacada de Aristarco en este versículo proviene de que Aristarco fue el que transmitió la información del viaje al autor, por tanto mencionarlo explícitamente sería un modo de dejar en claro la solidez de las fuentes empleadas.
No sabemos de él nada más. En Colosenses (4,10) se lo vuelve a mencionar como compañero de cautiverio, pero la época y circunstancia de esa carta están muy discutidas, y podría ser que la expresión «compañero de cautiverio» sólo esté dicho para recordar que Aristarco había acompañado a Pablo hacia su cautiverio romano. Alguna tradición posterior, pero completamente espuria, lo hace obispo de Tesalónica. Aunque no merezca ningún crédito, conocer el dato sirve para comprender el modo como aparece representado en la escasa iconografía a él dedicada.
Puede verse J.A. Fitzmyer, «Los Hechos de lso Apóstoles», tomo II, Sígueme, esp. pág 506; también Nuevo Comentario Bíblico san Jerónimo, NT, EDV, esp. pág. 255-257.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
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