martes, 2 de julio de 2013

Cesidio Giacomantonio de Fossa, Santo

Mártir, Julio 4
 
Cesidio Giacomantonio de Fossa, Santo
Cesidio Giacomantonio de Fossa, Santo

Mártir

Angel nació en Fossa, Abruzzo, provincia de Aquila, el 30 de agosto de 1873. Ya desde jovencito a menudo se iba al solitario convento de Ocre, donde reposan los restos del Beato Bernardino de Fossa y del Beato Timoteo de Monticchio. Orando ante aquellas urnas sintió germinar en su corazón la vocación religiosa y la idea de la vida franciscana.

El 21 de noviembre de 1891 fue recibido en la Orden de los Hermanos Menores, vistiendo el hábito franciscano con el nombre de Cesidio, en memoria de un jovencito mártir. Después de la profesión religiosa, en varios conventos completó sus estudios y fue ordenado sacerdote. Por algún tiempo ejerció el ministerio de la predicación. Luego fue enviado a Roma como candidato a las misiones. Después de que completó su formación misionera, junto con dos cohermanos partió para la China. Al llegar fue acogido con inmensa alegría por el Vicario Apostólico, el obispo Antonino Fantosati. A pesar del ambiente de persecución, en él persistía siempre el gran deseo de predicar, de convertir y de bautizar en el nombre del Señor el mayor número posible. Para esto aprendió bien la lengua china y su apostolado se vio colmado de satisfacciones.

En una carta a sus padres poco antes del martirio, describe su alegría de encontrarse en la China y pide oraciones por la conversión de muchos infieles. Luego añade: “Procuremos hacernos santos, si alcanzamos esta gracia podremos cantar en el cielo el eterno aleluya”.

El 4 de julio de 1900, la misión donde él se encontraba fue invadida por los bóxeres. El Padre Cesidio corrió a la capilla a consumir el Santísimo Sacramento y luego se enfrentó a la rabia de sus perseguidores. Fue asesinado a golpes de lanza y bastonazos. Tenía solamente 27 años y fue así el primer mártir en la persecución de los boxers de 1900.

Fue canonizado por S.S. Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000 como parte de los 120 mártires en China.


San Cesidio Giacomantonio, presbítero y mártir
fecha: 4 de julio
n.: 1873 - †: 1900 - país: China
canonización: B: Pío XII 24 nov 1946 - C: Juan Pablo II 1 oct 2000
hagiografía: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
En la ciudad de Hengyang, en la provincia de Hunam, en China, san Cesidio Giacomantonio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que en la persecución llevada a cabo por los seguidores del movimiento Yihetuan, al intentar proteger el Santísimo Sacramento de las turbas incontroladas, murió tras ser apedreado y quemado vivo, envuelto con un lienzo empapado en petróleo.
Su nombre de bautismo era Ángel. Nació en Fossa, Abruzzo, provincia de Aquila, el 30 de agosto de 1873. Ya desde jovencito a menudo se iba al solitario convento de Ocre, donde reposan los restos del beato Bernardino de Fossa y del Beato Timoteo de Monticchio. Orando ante aquellas urnas sintió germinar en su corazón la vocación religiosa y la idea de la vida franciscana.

El 21 de noviembre de 1891 fue recibido en la Orden de los Hermanos Menores, vistiendo el hábito franciscano con el nombre de Cesidio, en memoria de un jovencito mártir. Después de la profesión religiosa, en varios conventos completó sus estudios y fue ordenado sacerdote. Por algún tiempo ejerció el ministerio de la predicación. Luego fue enviado a Roma como candidato a las misiones. Después de que completó su formación misionera, junto con dos cohermanos partió para la China. Al llegar fue acogido con inmensa alegría por el Vicario Apostólico, el obispo Antonino Fantosati. A pesar del ambiente de persecución, en él persistía siempre el gran deseo de predicar, de convertir y de bautizar en el nombre del Señor el mayor número posible. Para esto aprendió bien la lengua china y su apostolado se vio colmado de satisfacciones.

En una carta a sus padres poco antes del martirio, describe su alegría de encontrarse en la China y pide oraciones por la conversión de muchos infieles. Luego añade: «Procuremos hacernos santos, si alcanzamos esta gracia podremos cantar en el cielo el eterno aleluya». El 4 de julio de 1900, la misión donde él se encontraba fue invadida por los bóxeres. El Padre Cesidio corrió a la capilla a consumir el Santísimo Sacramento y luego se enfrentó a la rabia de sus perseguidores. Fue asesinado a golpes de lanza y bastonazos. Tenía solamente 27 años y fue el primer mártir en la persecución de los boxers de 1900. Fue canonizado, con un numeroso grupo de mártires en China, el 1 de octubre del 2000.

 

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