jueves, 21 de marzo de 2013

¿Qué ofrece el nuevo Papa?

 

 

Los primeros días del Pontificado del Papa
Francisco ya muestran cómo abordará
los problemas actuales de la Iglesia.


Ya tenemos Papa y es argentino. Aunque, por un parte, surge el gusto y la emoción de que sea latinoamericano, por otra, siguen pendientes importantes cuestiones dentro de la Iglesia que requieren respuestas. ¿Qué hará Su Santidad Francisco para resolverlas?



En los días previos al Cónclave, los cardenales se reunieron en las llamadas “Congregaciones generales”, para discutir los problemas actuales de la Iglesia. Más que postular candidatos, cada purpurado expuso las dificultades que tendría que resolver el elegido.



Los cardenales pusieron sobre la mesa los grandes retos de la Iglesia Católica: desde la nueva Evangelización hasta el diálogo con las otras confesiones religiosas, pasando por las finanzas del Vaticano y el tema del combate a la pederastia.



Aunque es muy pronto para tener respuestas definitivas, ya tenemos algunas pistas importantes sobre como el Papa Francisco llevará enfrentará esta compleja problemática.



El día de su aparición por el balcón para dar la bendición “urbi et orbi”, el Pontífice realizó varios gestos muy significativos, como el pedir oraciones por su antecesor Benedicto XVI. Esto manifiesta un deseo de continuidad con el pontificado anterior, durante el cual se inició una gran operación de “limpieza” al interior de la Iglesia.



Luego, Francisco se dirigió a los fieles de la diócesis de Roma, y les manifestó que iniciaban juntos un nuevo camino. Esto significa que el Papa entiende su Ministerio petrino como una labor de conjunto entre el obispo y sus fieles.
En otras palabras, Su Santidad nos da a entender que quiere involucrar a todos los fieles para sacar adelante la misión de la Iglesia. No será una labor sólo del Papa, sino de todos. Se trata de una invitación a todos los católicos a una participación más activa en la vida eclesial.



En el Misa de conclusión del Cónclave, al día siguiente de su elección, el Papa Francisco dirigió un mensaje exigente a los cardenales, y a todos los fieles. Afirmó que lo esencial de la Iglesia es estar centrada en Cristo, pues de lo contrario se desvirtúa su naturaleza.



“Podemos caminar –expresó– cuanto queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor” (Homilía, 14.mar.2013).



En su encuentro con los periodista acreditados para transmitir el Cónclave, encontramos otra clave. Ahí el Papa Francisco se manifestó agradecido con ellos, y les deseo una bendición tanto a los creyentes como a los no creyentes.



Luego improvisó unas palabras, para explicarles los motivos que le llevaron a escoger el nombre de Francisco. Por eso, esperamos un Pontífice cercano a los medios, porque es un modo de estar próximo a la gente y es una gran señal de transparencia.



En esa misma reunión, les expresó a los comunicadores un aspecto que será central para entender este Pontificado. Afirmó el Santo Padre que “Cristo es el centro, no el Sucesor de Pedro”. Reiteró que “Cristo es la referencia fundamental, el corazón de la Iglesia. Sin él, ni Pedro ni la Iglesia existirían ni tendrían razón de ser”.



De esta manera, suponemos que el nuevo Papa enfrentará los problemas que hoy afectan a la Iglesia, siguiendo la línea de disciplina en el interior de la Iglesia, fomentando la participación de los católicos, buscando una Iglesia centrada en su cometido espiritual y con una relación más cercana a los medios. Seguramente esto atraerá la confianza y la credibilidad de millones de fieles y de personas de buena voluntad.

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