Consuelo del alma
¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo: Inspíranos siempre lo que debemos pensar, lo que debemos decir, lo que debemos hacer, lo que debemos evitar; para procurar vuestra gloria y el bien de los demás. Amén.
Dones y frutos del Espíritu Santo
Los dones del Espíritu Santo son disposiciones
permanentes que crea en nosotros para hacernos plenamente dóciles a sus
inspiraciones. Siete se enumeran en la Sagrada Escritura: Sabiduría:nos hace conocer y gozar las cosas de Dios. Inteligencia:ayuda a penetrar en la comprensión de los misterios de la fe. Consejo:para discernir lo que conviene en momentos de especial dificultad. Fortaleza:para confesar la fe hasta el martirio y aceptar la cruz. Ciencia:nos ayuda a ver a Dios en toda persona y todo acontecimiento. Piedad:despierta y cultiva en nosotros la conciencia de hijos de Dios. Temor de Dios:es una delicadeza especial para no ofender a Dios en nada.
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