*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
lunes, 17 de diciembre de 2012
Paula Isabel Cerioli, Santa
Fundadora, 24 Diciembre
Paula Isabel Cerioli, Santa
Diciembre 24
Fundadora
Etimológicamente significa “pequeña”, viene de la lengua latina; Isabel = juramento divino”, viene de la lengua hebrea.
Cuando un ser humano ya no responde a la sed de absoluto que hay en él, las energías se agotan en la monotonía, las huidas y al aburrimiento. ¿Te parece mentira, o es que no lo ves en muchos rostros que te rodean?
Esta joven vino al mundo en Cremona en el año 1816 y murió tal día como hoy en Bérgamo en 1865.
Los Carioli eran una familia célebre en la ciudad porque, entre otras cosas, eran condes.
Por eso, cuando todavía no había cumplido los 20 años, se casó con el conde Gaetano, 40 años mayor que ella..
Además de su edad, resulta que era un excéntrico, apasionado por la música y con muchos celos.
Total, lo tenía todo para hacerle la vida insoportable a la pobre chica.
Así, por ejemplo, quisiera o no, tenía que estar en los conciertos del castillo y en todas sus fiestas.
Tuvieron tres hijos, pero sólo sobrevivió el mayor. Y para colmo, tuvo que llevárselo fuera porque no aguantaba que lo quisiera tanto, aún siendo su madre.
Ella se lo tomó todo como un modo de santificarse. El hijo se le murió a los 16 años, poco después de la muerte de su marido.
Su propio hijo le decía antes de cerrar los ojos por última vez:" Consuélate, mamá, Dios te enviará otros hijos".
Así fue. Le envió centenares a los que adoptó en el castillo. Se hizo ayudar por compañeras con las que fundó la Santa Familia de Bérgamo. Su misión era recoger a los niños y niñas abandonados en los campos. Ella fue prudente, humilde y piadosa. No dejaba a sus chicas hasta que hubieran encontrado marido.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
“Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio” (Franklin).
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