*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
lunes, 24 de diciembre de 2012
Las profecías mesiánicas
Luego de la promesa mesiánica en Gn 3:15, Dios por medio de su palabra va anunciando al Salvador de su pueblo y de los que estaban fuera de Israel
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