Diciembre 27
Etimológicamente significa “laurel”. Viene de la lengua
latina.
Jesús dice: “ Volveos hacia Dios, porque está llegando el reino
de los cielos”.
Loreta o Lorena fue monja en el siglo XV.
Nació en
Nurcia, Italia, en la misma patria de san Benito, el gran fundador de la Orden
benedictina.
Era hija de una familia importante en la ciudad. Su padre
era senador en Roma.
Era amigo del Papa Urbano IV. Tanta era su
influencia que llegó a salvar al Papa de un atentado que iba a cometer Banderesi
contra él.
Fue un padre ejemplar en casa.
Su hija Loreta encontró
en casa los primeros gérmenes de su vocación religiosa.
En el 1400,
meditando todo en su corazón y ante la presencia de Dios, tomó la opción de
entregarse a Dios por completo en la vida religiosa, y en un convento de las
dominicas.
Vistió el hábito en el convento de su ciudad, hizo su
postulantado y a continuación el año de noviciado, tras el cual profesó
solemnemente en la Orden.
Toda su vida la pasó en el mismo convento.
Estuvo en él 30 años, hasta su muerte, acaecida en el año
1430.
Durante este tiempo, se dedicó entera e intensamente a la oración,
a la penitencia, pureza y al heroísmo de la caridad por los más
necesitados.
En el gran árbol dominico había nacido una flor nueva de
santidad en esta chica Lorena.
¡Felicidades a quien lleve este
nombre!
“Perdona a menudo a los demás, nunca a ti mismo” (Siro).
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario