domingo, 15 de julio de 2012

La misión de los apóstoles


Marcos 6, 7-13. Tiempo Ordinario. Con tu testimonio de alegría y de fidelidad estarás evangelizando.
 
La misión de los apóstoles
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que tomasen para el camino, un bastón y nada más pero ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos. Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Oración introductoria

Señor, así como a la misión envías de dos en dos, así mi oración necesita de la presencia de tu Espíritu Santo, para que seamos dos los que busquemos tener un momento de intimidad contigo en la oración y poder conocer cuál es tu voluntad para este día.

Petición

Espíritu Santo, concédeme experimentar el gran amor que Dios me tiene, para poder corresponderle.

Meditación del Papa

Tenemos que abrir nuestra vida a este amor; cada día Jesucristo nos llama a la perfección del amor del Padre. La grandeza de la vida cristiana consiste en efecto en amar "como" lo hace Dios; se trata de un amor que se manifiesta en el don total de sí mismo fiel y fecundo. San Juan de la Cruz [...] invita a actuar de acuerdo con Dios: "No piense otra cosa sino que todo lo ordena Dios. Y donde no hay amor, ponga amor, y sacará amor".
En este terreno oblativo, en la apertura al amor de Dios y como fruto de este amor, nacen y crecen todas las vocaciones. Y bebiendo de este manantial mediante la oración, con el trato frecuente con la Palabra y los Sacramentos, especialmente la Eucaristía, será posible vivir el amor al prójimo en el que se aprende a descubrir el rostro de Cristo Señor. Para expresar el vínculo indisoluble que media entre estos "dos amores" - el amor a Dios y el amor al prójimo - que brotan de la misma fuente divina y a ella se orientan, el Papa san Gregorio Magno se sirve del ejemplo de la planta pequeña: "En el terreno de nuestro corazón, (Dios) ha plantado primero la raíz del amor a Él y luego se ha desarrollado, como copa, el amor fraterno." Benedicto XVI, 13 de febrero de 2012, Mensaje para Jornada mundial de oración por las vocaciones.

Reflexión

Dicen que el recuerdo de los buenos profesores queda marcado en el alma de todo estudiante. Uno de mis profesores de ética, solía decir: "Crean descaradamente en el bien. Tengan confianza en que a la larga terminará siempre por imponerse. No se angustien si otros avanzan aparentemente más rápido por caminos torcidos. Crean también en la lenta eficacia del amor. Sepan esperar".

Jesús envía a los doce a evangelizar. Esta palabra significa que hay que predicar a los hombres el Evangelio, es decir, un mensaje de alegría, el anuncio de la salvación traída por Jesucristo. No se trata de un fardo insoportable de ideas o de nociones, sino de lo que Dios ha hecho por nosotros. Al evangelizado le llega un mensaje, una carta recomendada, personal y urgente; un telegrama dirigido de hermano a hermano: "Ábrelo rápido, lee. Te interesa. Aprovéchalo y da una respuesta inmediata".

Pero no basta sólo con poseer el contenido del mensaje. Se añade: "Déjate poseer por este mensaje. Él quiere guiarte hacia alturas insospechadas en tu vida. Quiere hacerte feliz de verdad". Todos como cristianos estamos llamados a esta misión. La eficacia y el éxito de este envío depende de Dios. Es Él quien da los frutos si nosotros colaboramos y nos prestamos. Hay que confiar y mucho con esa fe de la que hablaba mi profesor de adolescencia.

Sí, el bien tiene la última palabra. Tarde o temprano vencerá. Jesús nos pide también a nosotros que vayamos. No hace falta hacer un largo viaje a una tierra desconocida. El anuncio de la Buena Nueva sin alforja, ni calderilla, ni túnica..., debe llegar al seno de mi familia, a la oficina de trabajo, a todas y cada una de las personas con las que a diario me cruzo por el camino. Con mi testimonio de alegría y de fidelidad estaré evangelizando y experimentaré una felicidad incomparable.

Propósito

Ofrecer mi oración, mi tiempo y mis talentos para impulsar la Nueva Evangelización.

Diálogo con Cristo

Jesús, ante la dificultad que puede presentar la misión, es maravilloso confirmar que no estoy solo. Tú pones personas en mi camino para que me ayuden y, al mismo tiempo, yo puedo ayudar a otros. No quieres que sea mi esfuerzo personal, ni la tecnología ni los programas o los métodos mi seguridad. Tú lo dices claramente, no necesito nada, sólo a Ti. confiar en Ti y en la misión que me has encomendado. 
 
 domingo 15 Julio 2012
Decimoquinto Domingo del tiempo ordinario

San  Buenaventura


Leer el comentario del Evangelio por
Beato Juan Pablo II : “Los envía por primera vez”

Lecturas

Amos 7,12-15.


Después, Amasías dijo a Amós: "Vete de aquí, vidente, refúgiate en el país de Judá, gánate allí la vida y profetiza allí.
Pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque este es un santuario del rey, un templo del reino".
Amós respondió a Amasías: "Yo no soy profeta, ni hijo de profetas, sino pastor y cultivador de sicómoros;
pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: 'Ve a profetizar a mi pueblo Israel'.


Salmo 85(84),9ab-10.11-12.13-14.


Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos,
y para los que se convierten de corazón.


Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra.

El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo.

El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos.



San Pablo a los Efesios 1,3-14.


Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.
En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia,
que Dios derramó sobre nosotros, dándonos toda sabiduría y entendimiento.
El nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo,
para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo.
En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad-
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
En él, ustedes, los que escucharon la Palabra de al verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello por el Espíritu Santo prometido.
Ese Espíritu es el anticipo de nuestra herencia y prepara la redención del pueblo que Dios adquirió para sí, para alabanza de su gloria.


Marcos 6,7-13.


Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero;
que fueran calzados con sandalias, y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: "Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir.
Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión;
expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por

Beato Juan Pablo II
Mensaje para la 42 Jornada Mundial de oración por las vocaciones 17/04/2005 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana)

“Los envía por primera vez”

Jesús dice a Pedro: "Duc in altum – Remar mar adentro" (Lc 5, 4).
“Pedro y los primeros compañeros se fiaron de las palabras de Cristo, y
echaron las redes” (Novo millennio ineunte, 1)... Quien abra el corazón a
Cristo no sólo comprende el misterio de la propia existencia, sino también
el de la propia vocación, y recoge espléndidos frutos de gracia. Primero,
creciendo en santidad por un camino espiritual que, comenzando con el don
del Bautismo, prosigue hasta alcanzar la perfecta caridad (cfr ibid, 30).
Viviendo el Evangelio "sine glossa", el cristiano se hace cada vez más
capaz de amar como Cristo, a tenor de la exhortación: "Sed perfectos como
vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5, 48). Se esfuerza en
perseverar en la unidad con los hermanos dentro de la comunión de la
Iglesia, y se pone al servicio de la nueva evangelización para proclamar y
ser testigo de la impresionante realidad del amor salvífico de Dios.
Particularmente a vosotros, queridos adolescentes y jóvenes, os repito la
invitación de Cristo a "remar mar adentro"... confiad en Él, escuchad sus
enseñanzas, mirad su rostro, perseverad en la escucha de su Palabra. Dejad
que sea Él quien oriente vuestras búsquedas y aspiraciones, vuestros
ideales y los anhelos de vuestro corazón... pienso también en las palabras
dirigidas por María, su Madre, a los servidores en Caná de Galilea: "Haced
lo que Él os diga" (Jn 2, 5). Cristo, queridos jóvenes, os pide «remar mar
adentro» y la Virgen os anima a no dudar en seguirle. Suba desde cada
rincón de la tierra, reforzada con la materna intercesión de la Virgen, la
ardiente plegaria al Padre celestial para conseguir "obreros para su mies"
(Mt 9, 38): Jesús, Hijo de Dios,en quien habita la plenitud de la
divinidad,que llamas a todos los bautizados a "remar mar
adentro",recorriendo el camino de la santidad,suscita en el corazón de los
jóvenesel anhelo de ser en el mundo de hoytestigos del poder de tu
amor.Llénalos con tu Espíritu de fortaleza y de prudenciapara que lleguen a
descubrir su auténtico sery su verdadera vocación. Salvador de los
hombres,enviado por el Padre para revelar el amor misericordioso,concede a
tu Iglesia el regalode jóvenes dispuestos a remar mar a dentro,siendo entre
sus hermanosmanifestación de tu presencia que renueva y salva. Virgen
Santísima,Madre del Redentor,guía segura en el camino hacia Dios y el
prójimo,que guardaste sus palabras en lo profundo de tu corazón,protege con
tu maternal intercesióna las familias y a las comunidades cristianas,para
que ayuden a los adolescentes y a los jóvenesa responder generosamente a la
llamada del Señor.Amén.

 

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