Postulador del niño cristero: Es un mártir de los derechos fundamentales de la persona
(ACI).- El Postulador de la Causa de José Sánchez del Río, conocido por muchos como “el niño Cristero” o simplemente por “Joselito”, es el P. Fidel González, quien conoce todos los detalles que han posibilitado que sea canonizado por el Papa Francisco el domingo 16 de octubre y asegura que “es un mártir de los derechos fundamentales de la persona”.
“Muchos lo llaman niño, pero tenía 14 años y estaba a punto de cumplir los 15, era un adolescente que desde un punto de vista psicológico, sus actitudes correspondían a un joven de unos 18-20 años de los de hoy”, aseguró el postulador a ACI Prensa.
“Esto se ve en la madurez de sus respuestas y en el modo en cómo se enfrenta con una de las persecuciones más violentas del siglo XX. Este siglo es el de los mártires, como dijo Juan Pablo II, es el siglo de los grandes totalitarismos que mandaron al martirio unos 27 millones de personas, más que todo el resto de la historia del cristianismo”.
El sacerdote asegura que el caso de Joselito “es excepcional”, porque “un muchacho de casi 15 años que acepta la muerte con la conciencia total de que su decisión le podía llevar al martirio y que incluía torturas psicológicas y su asesinato es de una persona heroica”.
“La última tortura que sufrió fue que le desollaron los pies y le hicieron caminar desde la iglesia parroquial donde fue bautizado hasta el cementerio, casi a media noche, al tiempo que dejaba las huellas de sus pies en el camino”. Además, “le habían roto la mandíbula y los dientes con la culata de un fusil, y así ensangrentado, gritaba ‘¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!’”, continuó.
Antes de morir, “escribió una carta a su madre en la que dijo ser consciente de que iba a ser fusilado, en la que confesaba su fe en Cristo y que aceptaba esa muerte e invitaba a sus hermanos a unirse también en esta ‘protesta’ religiosa por los derechos humanos”.
El postulador de la causa recuerda que lo que pedían era “la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, no pedían privilegios de ningún tipo, pero algo que el gobierno de entonces negaba”.
José Sánchez, “no fue solo un mártir del cristianismo, sino de lo que es el hombre, en defensa de los derechos fundamentales de la persona desde que nace hasta que muere” y él “muere con la conciencia de todo esto”, dice el P. Fidel.
Para el postulador, la persecución que vivió México entonces “fue algo diabólico” en el que se intentó “deshacer el rostro de Dios en la persona”.
Una vez asesinado “a pesar del toque de queda, la gente salió de sus casas a recoger la tierra ensangrentada dejada en el camino por Joselito, y la tumba se convirtió en un imán que el gobierno nunca pudo parar”.
Pero existen otros dos detalles poco conocidos en la historia del próximo santo mexicano. Uno de ellos es sobre el jefe político “responsable inmediato de la orden de acabar con la vida de José Sánchez”. “Pertenecía a una buena familia, había perdido su fe y había traicionado la tradición familias porque tenía dos hermanas religiosas, una buena esposa y llegaría a tener dos hijos, uno de los cuales se ordenó sacerdote y aún vive”.
Con él se ha dado “el primer milagro moral” de Joselito, porque “al final de su vida –recordemos que le llevó a la muerte– fue asesinado en un viaje en un tren por un adversario político del mismo partido”. “Estando moribundo, pidió un sacerdote (entonces ser sacerdote significaba estar condenado a muerte). Se levantó un viajero y dijo que él lo era y asistió al político en sus últimos minutos de vida”.
El postulador asegura que “las víctimas de esta represión no son menos de 100 mil personas” y revela que “tengo una lista de unas 300 personas que murieron de forma similar a Joselito y podrían ser canonizadas mañana mismo”. Pero “José Sánchez es el más famoso y el más significativo y por eso su figura es relevante entre todo el martirologio del siglo XX. Es el único muchacho de esas edad”.
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