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Temístocles de Licia,
Santo |
Mártir
Etimológicamente significa “glorioso por la
justicia”. Viene de la lengua griega.
Elegir a Cristo supone avanzar por
un solo camino, no sobre dos a la vez.
La “Pasión” o teatro que da a
conocer la vida del santo continúa inédita, aunque se sabe que existe en lengua
griega.
La noticias de su martirio nos ha llegado gracias a los
bizantinos que la colocan tal día como hoy.
Era originario de Mira en
Licia. Le tocó vivir el tiempo difícil del emperador romano Decio
(249-251).
Se desencadenó una terrible persecución contra los cristianos.
Los gobernadores de cada región tenían que cumplir escrupulosamente las órdenes
que emanaban del imperio.
Lo primero que hacían era la búsqueda policial
de todos los cristianos, principalmente aquellos o aquellas que sobresalían
entre los demás.
Uno de los más conocidos era Dioscoride, pero se refugió
y escondió en la montaña, muy cerca de donde estaba Temístocles. Este era un
pastor que guardaba y apacentaba el ganado.
La policía no tardó en
encontrarlos. Una vez que los cogieron, les preguntaron por el motivo de su
fuga.
Temístocles se guardó bien de denunciar a su amigo. Y no solamente
no lo denunció, sino que él mismo se confesó cristiano.
Inmediatamente lo
llevaron a la cárcel. Tras torturas y sufrimientos, lo trasladan ante la
presencia del gobernador. La interrogación fue una farsa. Al confirmar su fe en
Cristo, lo mandó asesinar.
¡Felicidades a quien lleve este
nombre!
“Un santo triste es un triste santo” (San Francisco de
Sales).
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