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¿Por fin llega la
navidad? |
Cada año, se va adelantando y
aumentando el periodo de la Navidad. Todavía no se han caído las hojas de los
árboles y ya empezamos a ver adornos navideños en algunos escaparates. El turrón
aparece casi antes que las castañas y sin habernos puesto el abrigo. Las tiendas
de juguetes tienen unos atractivos juguetes y juegos, bueno más que atractivos
¡lo último y más divertido! Y por tanto, lo más solicitado! Claro que para
conseguirlo hay que adelantarse a la caída de las hojas, las castañas y a los
abrigos. Hay que hacer todo lo posible por no quedarse sin ese único y último
juguete, si no queremos frustrar a nuestros hijos. Esto es la Navidad. Esto es
lo que los niños ven y entienden por Navidad. Por tanto, hoy en día, la Navidad
es un amplio periodo de tiempo, delimitado por los comercios, es un conjunto de
luces, alegre decoración y color, preciosos regalos y juguetes… Pero realmente,
la Navidad es mucho más y desde la familia se puede llegar a transmitir su
verdadero sentido.
En primer lugar, explicad a vuestros hijos que
estamos celebrando: el nacimiento del Hijo de Dios. Poned el Nacimiento en casa,
mejor si es de un material que los niños puedan manipular sin que se rompa, para
que puedan besar al Niño, y desde pequeños tengan un gran cariño a María, a José
y al Niño Jesús.
Aprovechad a vivir unas fiestas en familia, a estar
juntos, dedicaros tiempo entre vosotros padres y hacia vuestros hijos. Disfrutad
de ese alegre ambiente que llevan implícitos estos días y dedicar vuestro y su
tiempo en algo valioso, como puede ser cuidaros, mimaros, complaceros. Cada uno
podéis aportar un plan, una idea y llevarla a cabo. Muchos de estos planes
familiares pueden ser actividades para realizar fuera de casa, como visitar los
belenes de la ciudad, a veces verdaderas obras de arte, pero en este tiempo, en
el frío suele estar presente, puede ser un buen momento para disfrutar todos
juntos de actividades y planes dentro del hogar, con el sonido de los
villancicos decorando el ambiente de Navidad. Existen muchas actividades que
pueden divertir a los niños y en la que toda la familia se puede ver implicada.
Los juegos de mesa tradicionales pueden ser una buena opción. Con ellos podemos,
además de divertirnos, enseñarles a estar sentados y quietos en la mesa durante
un tiempo determinado, esperar su turno, hacer y trabajar en equipo… Además,
podemos entretenernos con otros muchos juegos sencillos, utilizando materiales
cotidianos: disfrazarse con ropas y complementos viejos, inventar historias,
crear un mural en familia, elaborar las felicitaciones de Navidad
personalizadas…
A la hora de planificar todas estas actividades es
importante tener en cuenta las aportaciones de todos los miembros de la familia.
Es bonito cumplir tus propios sueños pero más aún cumplir el de los demás.
Enseñemos a nuestros hijos a complacer y pensar en los demás. La Navidad es un
buen periodo para aprovechar a educar y transmitir a los niños valores como la
generosidad. Es verdad que debemos tener presentes y trabajar los valores
durante todo el año, pero hay que aprovechar la Navidad, periodo lleno de buenos
propósitos e intenciones para que los niños entiendan y aprendan de una manera
práctica el hecho de pensar y ayudar a los demás. Para ello, dentro de las
actividades familiares se puede incluir visitas a algún familiar enfermo o que
viva solo, colaboración familiar en algún centro de acogida, asociación… Es un
modo de encontrar la felicidad y satisfacción personal ayudando a los demás,
lejos de los regalos y lo puramente material.
Así pues, hagamos que estas
vacaciones navideñas no sean unas fiestas más, esforcémonos por darles lo mejor
a nuestros hijos: tiempo, dedicación y un verdadero sentido de la Navidad
¡Feliz
Navidad!
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