SANTIAGO DE CHILE: Cientos de fieles caminaron por las calles de Maipú, en Santiago de Chile, con el fin de venerar a Santa María y cooperar con su apostolado. Este es el tercer año consecutivo en que se realiza esta procesión, organizada por la Familia Sodálite en Chile.
La jornada comenzó a las cinco de la tarde, cuando las campanas del Centro Pastoral Madre de los Apóstoles, anunciaban que Nuestra Señora de la Reconciliación saldría a recoger las intenciones de sus hijos. Tras la bendición del sacerdote sodálite Hernán Álvarez, y la entonación del himno nacional, los fieles se pusieron a caminar mientras rezaban el santo rosario y meditaban sobre la presencia de María en sus vidas.
Quien estuvo a cargo de llevar a Santa María fue la Hermandad de Nuestra Señora de la Reconciliación, que hizo posible que la Madre pudiera recorrer las calles de Maipú. “Para mí fue un orgullo tremendo, qué mejor que cargar a tu Madre por la calles acercándola a las personas que quizás nunca pensaron estar tan cerca de ella”, comentó Felipe Pérez, uno de los cargadores de las andas que llevaban a la Virgen. Y agregó: “Me sentí como haciendo un bien al prójimo y a mí mismo”.
Como muestra de amor a Santa María, el conjunto folclórico Madre Tierra, conformado por adultos del Movimiento de Vida Cristiana (MVC), le presentó un cuadro de bailes típicos de la zona centro de Chile, entre ellos la cueca, baile nacional. Además, le ofrecieron unas décimas en donde expresaban su gratitud por su compañía y amor. “Para nosotros fue muy importante, era una homenaje a la Virgen y nos preparamos especialmente para ella. Nosotros pasamos a segundo plano porque lo que importaba era ella”, comentó Ramón Salinas, miembro del conjunto folclórico.
Así mismo, los niños también quisieron rendir homenaje a la Virgen acompañándola con globos y banderas, mientras que los jóvenes le prepararon una alfombra de flores, en donde representaron el Inmaculado Corazón de Santa María. “Es una instancia muy especial en que nuestra Madre puede llegar a muchas más personas, incluso personas que por distintos motivos no participan en la Iglesia”, comentó Vanessa Palma, quien participó de esta celebración con motivo del Mes de María, que en Chile se realiza en noviembre.
La procesión culminó con la celebración de la Santa Misa, en donde los fieles pudieron compartir el don de la Eucaristía y hacer vivo el proceso de amorización: “Por Cristo a María y por María más plenamente al Señor Jesús”. La Misa fue presidida por el padre Hernán, quien exhortó a los miembros de la comunidad a “mirar a María como nuestra mamá”, ya que ella conoce nuestra necesidad de hijos para poder llegar al Señor Jesús. Por otra parte, invitó a que aprendamos de ella y de su Inmaculado Corazón, porque “solo buscando tener un corazón como el de ella, podremos configurarnos al Sagrado Corazón del Señor”.
La jornada comenzó a las cinco de la tarde, cuando las campanas del Centro Pastoral Madre de los Apóstoles, anunciaban que Nuestra Señora de la Reconciliación saldría a recoger las intenciones de sus hijos. Tras la bendición del sacerdote sodálite Hernán Álvarez, y la entonación del himno nacional, los fieles se pusieron a caminar mientras rezaban el santo rosario y meditaban sobre la presencia de María en sus vidas.
Quien estuvo a cargo de llevar a Santa María fue la Hermandad de Nuestra Señora de la Reconciliación, que hizo posible que la Madre pudiera recorrer las calles de Maipú. “Para mí fue un orgullo tremendo, qué mejor que cargar a tu Madre por la calles acercándola a las personas que quizás nunca pensaron estar tan cerca de ella”, comentó Felipe Pérez, uno de los cargadores de las andas que llevaban a la Virgen. Y agregó: “Me sentí como haciendo un bien al prójimo y a mí mismo”.
Como muestra de amor a Santa María, el conjunto folclórico Madre Tierra, conformado por adultos del Movimiento de Vida Cristiana (MVC), le presentó un cuadro de bailes típicos de la zona centro de Chile, entre ellos la cueca, baile nacional. Además, le ofrecieron unas décimas en donde expresaban su gratitud por su compañía y amor. “Para nosotros fue muy importante, era una homenaje a la Virgen y nos preparamos especialmente para ella. Nosotros pasamos a segundo plano porque lo que importaba era ella”, comentó Ramón Salinas, miembro del conjunto folclórico.
Así mismo, los niños también quisieron rendir homenaje a la Virgen acompañándola con globos y banderas, mientras que los jóvenes le prepararon una alfombra de flores, en donde representaron el Inmaculado Corazón de Santa María. “Es una instancia muy especial en que nuestra Madre puede llegar a muchas más personas, incluso personas que por distintos motivos no participan en la Iglesia”, comentó Vanessa Palma, quien participó de esta celebración con motivo del Mes de María, que en Chile se realiza en noviembre.
La procesión culminó con la celebración de la Santa Misa, en donde los fieles pudieron compartir el don de la Eucaristía y hacer vivo el proceso de amorización: “Por Cristo a María y por María más plenamente al Señor Jesús”. La Misa fue presidida por el padre Hernán, quien exhortó a los miembros de la comunidad a “mirar a María como nuestra mamá”, ya que ella conoce nuestra necesidad de hijos para poder llegar al Señor Jesús. Por otra parte, invitó a que aprendamos de ella y de su Inmaculado Corazón, porque “solo buscando tener un corazón como el de ella, podremos configurarnos al Sagrado Corazón del Señor”.
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