martes, 18 de junio de 2013

Rodolfo de Bourges, Santo


Obispo, Junio 21
 
Rodolfo de Bourges, Santo
Rodolfo de Bourges, Santo

Obispo de Bourges

Etimológicamente significa “glorioso”. Viene de la lengua alemana.

Este Obispo, que murió el 21 de junio del año 866, era hijo del conde de Cahors.

Tan buena educación le dieron los padres que no tuvieron la menor duda en dejar que fuese él quien eligiese el lugar, la vocación y la libre voluntad para vivir religiosamente.

Esta libertad se transgrede hoy por otros motivos que, por supuesto, no tienen que ver nada con la libertad del hijo a la hora de seguir su vocación. Hoy prima el dinero ante todo y sobre todo.

Rodolfo llegó a ser obispo de Bourges. El abad Bertrand de Solignac y otros benedictinos célebres lo habían preparado muy bien para ser monje y abad en varios monasterios.

Con este bagaje cultural religioso y un buen grado de santidad, aceptó gustoso el nombramiento de obispo de Bourges.

Durante su episcopado asistió a varios sínodos. El más importante, sin duda alguna, fue el Meaux en el 845.

Pero no solamente se preocupaba de estar al día en cosas o temas de la Iglesia, sino que también se dedicaba a la gente pobre, a fundar nuevos monasterios en su diócesis.

Quedan de sus escritos un Sumario de Instrucciones Pastorales dedicadas al clero.

Consta de 45 capítulos. Tenía un gran talento para la diplomacia. Tan acertadamente supo solucionar todos los problemas que se presentaron en su tiempo, que todo el mundo le llamaba cariñosamente “El Padre de la patria”.

Una de sus grandes tareas pastorales fue la educación y la enseñanza centradas en la comunión diaria.

Murió hacia el año 866.

San Radulfo de Bourges, obispo
fecha: 21 de junio
n.: c. 800 - †: 866 - país: Francia
otras formas del nombre: Ralph, Raúl
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Bourges, en Aquitania, san Radulfo, obispo, el cual, solícito por la vida sacerdotal, junto con presbíteros de la Iglesia que tenía encomendada recogió textos de los santos Padres y de los cánones para uso pastoral.

San Raúl, cuyo nombre aparece también como Ralph, Rodulphus y Radulfo, era el hijo del conde Raúl de Cahors. Desde su niñez fue confiado a la tutela de Bertrand, el abad de Solignac, de quien aprendió a amar las órdenes monásticas, a pesar de que se tiene entendido que él mismo nunca recibió el hábito. Pero ya fuese o no religioso, lo cierto es que en varias ocasiones desempeñó el puesto de abad, incluso quizá en los famosos monasterios de Saint-Médard y Soissons, a los que habían hecho donativos y otorgado privilegios los padres de Raúl.

En 840, fue elevado a la sede arzobispal de Bourges y, a partir de entonces, desempeñó un papel descollante en los asuntos eclesiásticos, dentro y fuera de su diócesis. Se le consideraba como uno de los clérigos más sabios de su tiempo, y en todos los sínodos se reclamaba su presencia. En una de aquellas asambleas, la de Meaux, en 845, se adoptaron las medidas para salvaguardar los ingresos para los hospicios, particularmente los de Escocia {en realidad, Irlanda), y se determinó que todo aquel que metiese mano en dichos ingresos recibiría el estigma de «asesino de los pobres».

San Raúl empleó toda su fortuna personal en la fundación y construcción de monasterios para hombres y mujeres. Entre sus abadías más famosos figuran la de Dévres, en Berri, la de Beaulieu-sur-Mémoire, la de Végennes, en la región del Limousin y la de Sarrazac, en Quercy.

No fue el menor de sus muchos servicios a la Iglesia la compilación de un libro de instrucciones pastorales destinadas a sus clérigos, y fundado en las capitulares de Teodulfo, obispo de Orléans. Su principal objetivo era el de reanimar el espíritu de los antiguos cánones y corregir los abusos. Por entonces se necesitaban con toda urgencia directivas claras y precisas con respecto al tribunal de la penitencia, a fin de remediar los errores provocados por la ignorancia y por la adopción de normas no autorizadas que se atribuían, equivocadamente, a varios santos y maestros famosos. San Raúl actuó con mucha prudencia al someter a la consideración de sus clérigos aquellas instrucciones, antes de dar su libro a la publicidad. Al cabo de algún tiempo, la obra fue olvidada y no volvió a saberse de ella hasta principios del siglo XVII, cuando fue descubierta de nuevo. El escrito demuestra que su autor era muy versado en los escritos de los Padres y en los decretos de los concilios. Murió el 21 de junio de 866. No existe, al parecer, una biografía propiamente dicha de san Raúl, escrita en los tiempos medievales.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI





¡Felicidades a quien lleve este nombre!

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