sábado, 8 de junio de 2013

Qumrán


 





 Qumran (Ḥirbet Qumrān)
Torrente (uadi) del mar Muerto (Israel), en cuyas orillas radican las ruinas de un monasterio esenio. En las grutas de los alrededores se descubrieron, entre 1946 (o 1947) y 1956, unos manuscritos escritos en hebreo y en arameo de gran importancia para la historia del judaísmo y los orígenes del cristianismo y que fueron publicados entre 1955 y 2002.

    
 
Cuevas cercanas a Qumrán.
Qumrán (en hebreo קומראן) es un valle del Desierto de Judea en las costas occidentales del Mar Muerto, en Cisjordania, cerca del kibbutz de Kalia (Israel). La importancia de este uadi es la presencia de las ruinas (quiryat) de Qumrán y de las cuevas descubiertas en 1947 y que contenían un valioso tesoro arqueológico y bíblico. El sitio fue construido durante o con anterioridad al reinado de Juan Hircano entre el 134 y el 104 a. C. y tuvo diferentes etapas de ocupación hasta probablemente la caída de Jerusalén en el año 70, cuando Tito y la Legio X Fretensis destruyeron el asentamiento de los esenios en el 68.

Localización

 
Localización de Qumrán en la región occidental del Mar Muerto.
Qumrán es el nombre árabe contemporáneo dado a unas ruinas, donde habría habitado una comunidad de la congregación judía de los esenios, situadas en una terraza a cerca de dos kilómetros del Mar Muerto y 13 km al sur de Jericó, sobre los acantilados que se hallan tras la estrecha franja costera, cerca del oasis de Ayin Feshja, a 375 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo.
Cerca de estas ruinas, entre los riscos al occidente, se encuentra un conjunto de cuevas, donde en 1947 unos beduinos descubrieron casualmente rollos con textos religiosos. Excavaciones arqueológicas realizadas desde 1950 en once cuevas, han permitido encontrar diversos manuscritos sobre la historia, tesis, estatutos y reglamentos de la Comunidad de la Alianza, que habitó el sitio; libros apócrifos intertestamentarios; y las versiones de libros de la Biblia, en hebreo y arameo, más antiguas que se conocen. Desde 1951 fueron excavadas también las ruinas.

Nombre

El nombre de Qumrán se deriva del vocablo árabe "KAMER", que significa luna. El significado entero del nombre completo es - doble luna. En noches de luna llena el reflejo de la luna sobre las calmas aguas del Mar Muerto presentan esa particular imagen.[1]

Historia

 
Qumran.
La construcción original data del siglo VIII a. C. y duró abandonada varios siglos antes de ser reutilizada por los esenios; era una pequeña fortaleza, con algunas habitaciones en el interior y una cisterna circular para el abastecimiento de agua. Autores creen que era el sitio que algunos escritos antiguos llaman Secacah. Lo que quedaba en pie, fue ocupado por una comunidad hacia el 135 a. C. o unos años antes, cuando se añadieron dos cisternas rectangulares, una red de acequias, y dos hornos de alfarería. Los escritos de la comunidad, se refirieron desde entonces al sito como Damasco.
Hacia el 100 a. C. la construcción fue ampliada notablemente para servir a un número mayor de personas. Fue construido un sistema mucho más complejo de abastecimiento de agua alimentado por una corriente estacional que corría cerca, y llevado por un túnel y canales hacia grandes cisternas de almacenamiento, tres de ellas enormes.
 
Ruinas de Qumrán
 
Cuevas cercanas a Qumrán.
Se levantó una torre maciza cuadrada que protegía la entrada, y se construyeron también depósitos y salones amplios, uno de ellos con bancos a lo largo de las paredes, apto para reunir muchas personas y otro, al lado, con una cocina y una despensa adyacentes, vajillas y otras señales de haber servido como comedor. La mayoría de las personas que usaban estos salones no tenían instalaciones adecuadas para residir permanentemente allí, por lo que se supone que una parte habitaba extramuros, en campamentos en Ayin Feshja y sitios cercanos, donde hombres y mujeres practicaban labores agrícolas o pastoriles para garantizar su sustento, tal y como lo exigían las propias reglas de la comunidad encontradas en las cuevas.
La construcción principal tenía 40 por 30 metros y el conjunto se extiende 80 metros a lo ancho y tiene 90 m de profundidad en su ala oeste, 40m en el centro y 70 m en el ala este.
Se encontró en Qumrán un ostracón (tiesto inscrito) con varias líneas en escritura hebrea. Es un contrato en el que un hombre llamado Honi dona sus posesiones, incluido un edificio, un olivar y un huerto de higueras, a un grupo llamado yajad (hebreo, juntos, comunidad). Si esta lectura es correcta, sirve de evidencia para identificar a la congregación que vivía en Qumrán, y el nombre por el cual los miembros del grupo se designaban así mismos. Este término aparece en otros manuscritos de los esenios.
Se han encontrado mil doscientas tumbas, cubiertas de piedra y alineadas en sentido norte-sur, contrariando la costumbre judía. Aunque la mayor parte de los enterramientos son de varones, hay también de mujeres y unos pocos de niños. El único lugar donde se han encontrado tumbas judías similares, una docena, es En el-Ghuweir, 15 km al sur de Qumrán, donde hay unas ruinas de dimensión mucho menor, que datan del siglo I a. C.
La antigua fortaleza parece haber sido abandonada tras un terremoto o por otras causas en el 31 a. C. y reocupada desde el 4 a. C. Entonces fueron reconstruidas todas las instalaciones. Se han encontrado una gran cantidad de piezas de cerámica idéntica a la descubierta en la primera cueva, e incluso una jarra idéntica a la usada para depositar los rollos, así como tres mesas largas cubiertas de yeso y varios tinteros que datan de esta época final de la ocupación del sitio y que indican que en el primer piso había un lugar destinado para escribir o copiar manuscritos como los encontrados en las cuevas. La construcción fue destruida por los romanos en el 68 d. C. y ellos mantuvieron allí por un tiempo corto un puesto militar.

Referencias

1 ^Tomado del sitio del Ministerio de Turismo del Estado de Israel. Ver: http://www.tourism.gov.il/tourism_heb2/Articles/Places+to+See/Moon+Night+of+Qumran.htm?- Editado y ampliado por Aaron David Kerpel

Véase también

Enlaces externos

Manuscritos del Mar Muerto

   
 
Manuscrito del Mar Muerto, parte del manuscrito de Isaías.
Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán (llamados así por hallarse los primeros rollos en una gruta situada en Qumrán, a orillas del mar Muerto), son una colección de alrededor de 800 escritos de origen judío, escritos en hebreo y arameo por integrantes de la congregación judía, probablemente de los esenios, y encontrados en once grutas en los escarpados alrededores del mar Muerto. La mayoría de los manuscritos se encuentran hoy en el Museo de Israel en Jerusalén, en el Museo Rockefeller de Jerusalén, así como en el Museo del Departamento de Antigüedades en Ammán (Jordania). Datan de los años 150 AC hasta 70 DC.

Descubrimiento

Se sabe que hace años en la región fueron descubiertas en diferentes circunstancias, vasijas de barro con manuscritos bíblicos y otros escritos en hebreo y griego. Un hallazgo ocurrió en una vasija de barro cerca de Jericó, en el año 217 y Orígenes utilizó manuscritos de los Salmos descubiertos allí; luego en el siglo IX se informó de otro hallazgo realizado por judíos que informaron de ello a una iglesia cristiana.[1]
Los primeros siete rollos que con certeza proceden de las cuevas de Qumran, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Lo hallaron de casualidad mientras perseguían a una de sus cabras.
Estos rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio), mediante diversas vicisitudes a dos anticuarios de Belén. Cuatro de ellos fueron vendidos (por una pequeña cantidad) al archimandrita del monasterio sirio-ortodoxo de San Marcos en Jerusalén, Atanasio Josué Samuel (más conocido como Mar Samuel). Los tres siguientes, al final, fueron a parar al profesor judío Eleazar Sukenik, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén que dándose cuenta del valor de los mismos los compró en 1954.
Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos de fragmentos.
Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C., estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Tanaj o Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en aquellos años.

Biblioteca

 
Cuevas cercanas a Qumrán.
Entre los manuscritos se encuentran:
  • Los libros del Tanaj, incluido una versión más extensa del Libro I de Samuel, con la excepción de Ester, así como los deuterocanónicos como el Sirácida y el Libro de Tobías.
  • Estudios sobre cada libro de la Escritura, desde un punto de vista esenio.
  • Los manuales, reglamentos y oraciones propias de la comunidad que habitó el sitio, entre los cuales destaca el Documento de Damasco, que ya había sido encontrado en 1896 en el depósito de una sinagoga, en una versión manuscrita por los karaitas del siglo IX.
  • Un rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros.
  • Diversos textos religiosos intertestamentarios como:
El traductor de estos manuscritos, Florentino García Martínez, escribió que, con la única excepción del rollo de cobre, se trata de una "biblioteca sectaria", pues los rollos forman un conjunto articulado de concepciones teológicas, escatológicas, morales y éticas (1992:36-39). Las normas de la comunidad citan y hacen referencia a todos los textos bíblicos, apócrifos y seudoepigráficos encontrados, de manera que estos sustentan a aquellas, que a su vez se consideran intérpretes de textos inspirados que están en la "biblioteca". El uso del antiguo calendario solar hebreo por la comunidad, claramente diferente al oficialmente vigente en el siglo I, distingue a la biblioteca de los textos de otras corrientes judías, como los fariseos.
En el año 2010 se concretó un proyecto entre la empresa Google y la Autoridad de Antigüedades de Israel, con un costo de 3,5 millones de dólares, que tiene como objetivo digitalizar los 3.000 fragmentos del documento, los que estarán disponibles en Internet en un plazo de 5 años. Estos incluirán traducciones de los textos.[2] [3]
El 26 de septiembre de 2011 el Museo de Israel lanza su proyecto digital de los Manuscritos del Mar Muerto, que permite a los usuarios explorar estos antiguos manuscritos bíblicos con un nivel de detalle imposible de alcanzar hasta la fecha.[4]

Concepciones

 
Ruinas de Qumrán.
 
Cuevas cercanas a Qumrán, donde fueron hallados los manuscritos del Mar Muerto.
Las concepciones de los miembros de esta comunidad chocan con las de los poderes sociales. En el comentario esenio de Habacuc (1Qp Hab VII:2-5), rendir culto a las armas e insignias de guerra se considera sinónimo de idolatría, tal como lo expone Jeremías 7:18 acerca del culto al ejército: “Los hijos recogen leña, los padres prenden fuego, las mujeres amasan para hacer tortas al ejército y se liba en honor a otros dioses para exasperarme”, dice en las versiones hebreas y manuscritos griegos Sinaítico y Vaticano, los más antiguos. Este versículo fue modificado tardíamente por la Vulgata latina y a posteriori por el griego Alexandrino en el siglo V d. C., que colocan en 7:18 en vez de "ejército", las palabras "Reina de los Cielos", tomadas del capítulo 44 (17-25), tal vez por temor a enfrentar el viraje de la jerarquía de la iglesia oficial en favor de los ejércitos imperiales, en contra de los primeros cristianos.
En el Documento de Damasco, (IX:1-6,9) insiste en que no se debe tomar venganza y sólo Dios puede vengar y repite como Pablo (Romanos 12:19) “no te harás justicia por tu mano”, una cita del Testamento de los Doce Patriarcas (Gad 6:10). Contra el derecho de gentes romano y la propia costumbre del Antiguo Testamento, el mismo Documento (XII:6-7) declara: "ninguno extienda su mano para derramar sangre de alguno de los gentiles por causa de riqueza o ganancia, ni tampoco tome nada de sus bienes".
Otro escrito de Qumrán (1Q27:9-10) dice:
¿No odian todos los pueblos la maldad? Y sin embargo todos marchan de su mano. ¿No sale de la boca de todas las naciones la alabanza a la verdad? y sin embargo ¿Hay acaso un labio o una lengua que persevere en ella? ¿Qué pueblo desea ser oprimido por otro más fuerte que él? ¿Quién desea ser despojado abusivamente de su fortuna? Y sin embargo ¿cuál es el pueblo que no oprime a su vecino? ¿Dónde está el pueblo que no ha despojado la riqueza de otro?".
Se aclara así la separación entre la visión esenia y el nacionalismo celota. De ninguna manera los esenios veían una alternativa contra Roma en el establecimiento nacional judío oficial.
Se aclara también el papel de los fariseos, quienes en los Evangelios posteriores se presentan como símbolo de severidad o celo por la ley; mientras en realidad eran liberales legalistas, de “interpretaciones fáciles”, que “cuelan el mosquito pero dejan pasar el camello” (Mateo 23:24); el camello es el rico Mateo 19:24).
Los fariseos cambiaban los preceptos de Dios por sus tradiciones (Marcos 7:9-13); declaraban santos sus bienes para no darlos solidariamente, inventaban sistemas para burlar los Jubileos (en los que había que devolver la tierra a quienes la habían perdido) y los años sabáticos (en los que se debían perdonar las deudas) y evadir todos los compromisos con los más necesitados. Así, permitían declarar cosa sagrada aquello con que se debía auxiliar a los ancianos, para evitar donárselo (Mateo 13:3-6). En cambio, el Documento de Damasco ordenó a los esenios que nadie declarara sagrado nada de su propiedad (XVI 16).
Doctores fariseos, como el rabino Hillel (presidente del sanedrín, quien murió el 10 a. C.) ingeniaron soluciones para evadir la condonación de deudas de los años sabáticos y la reforma agraria de los jubileos, dispuestas para recomponer la equidad social cada 7 años (año sabático) y cada 50 años (Jubileo).
Según S. W. Baron, el rabino Hillel se inventó el prosboul para transferir las deudas al tribunal y no perdonarlas cuando era debido. Los reyes —especialmente los Herodes— atropellaron a los campesinos con tributos: el campesino se obligaba con deudas para pagarlos y luego perdía la tierra y hasta la libertad.
Los fariseos eran realmente "celosos de la riqueza" (Lucas 16:14 y Reglamento de la Comunidad de Qumrân XIX:2) y enfatizaban en una observancia ritual del sábado y no en el amor al prójimo. Mientras los fariseos ("vosotros" Mateo 12:11) permitían que un sábado se sacara de un pozo a una res accidentada, para salvar una propiedad, se oponían a curar a las personas en sábado. Los esenios, como escribieron en el Documento de Damasco (XI:12-15), se oponían a preocuparse por las riquezas el sábado, o a mandar a los criados a cuidar de ellas. Si a un rico se le caía una vaca al pozo, mandaba a un trabajador a sacarla, así fuera Sábado, pero un pobre no tenía suficientes vacas para no encerrarlas el sábado o no tenía ninguna. En cambio, “un hombre pobre o rico podía accidentarse un sábado y en ese caso, los esenios mandaban quitarse las ropas y rescatar con ellas a la persona que hubiera caído al agua inmediatamente, el mismo sábado”, (4Q 265, f.1, c.II:6-7).
Contra la hipocresía y el legalismo característico de una vida de burla a la voluntad de Dios, se propusieron el amor y la misericordia, que varios apócrifos intertestamentarios muestran como la característica por excelencia de Dios.

Relaciones con el cristianismo primigenio

El estudio del contenido y significado de los Manuscritos del Mar Muerto, ratifica con profundidad la relación entre el cristianismo primitivo y los israelitas que esperaban el Reino de Dios, enfrentados a los sacerdotes y escribas fariseos y saduceos, las castas dominantes judías, que los persiguieron (como atestiguan repetidamente los mismos manuscritos).
Sin embargo no se puede confundir a los esenios autores de estos manuscritos con los cristianos. Con frecuencia se trató de identificar a Jesús de Nazaret con el Maestro de Justicia que fundó la congregación esenia autora de los manuscritos, pero el nombre de Jesús no se menciona allí ni una sola vez, ni siquiera mediante alusión o clave y tanto los análisis de la antigüedad de los rollos encontrados, como los estudios arqueológicos y el análisis histórico muestran que el Maestro de Justicia vivió a comienzos del siglo II antes de Cristo.
Otra cosa es la evidencia real de que algunas enseñanzas de los manuscritos son similares o antecedentes teológicos de las aparecidas posteriormente en el Evangelio de Juan y otros libros del Nuevo Testamento.
Se puede afirmar entonces que los manuscritos y especialmente la corriente espiritual y el testimonio de vida de los esenios autores del Manuscritos del Mar Muerto fueron una fuente del cristianismo primitivo y prepararon en el desierto el camino de Jesús. La propia vida de Juan Bautista en las cercanías de Qumrán, podría llegar a interpretarse como un elemento que preparó el camino para el mensaje del nazareno.
¿Vivían cristianos juntos con esenios y luego se separaron? El hecho es que Pablo escribió que fue al Desierto y volvió a Damasco, completando tres años (Gálatas 1:17-18), tiempo de iniciación y prueba de los esenios, tanto según Flavio Josefo como según los Manuscritos del Mar Muerto (1QS VI 14-23): el primer año como tiempo de iniciación e instrucción para la afiliación provisional y luego dos años de prueba.
Los esenios de Damasco, como la oposición galilea y los celotas de Masada, enfatizaron su disidencia celebrando las fiestas religiosas con un calendario diferente al oficial: el antiguo hebreo, de origen cananeo o amonita (Morgenstern 1955), dispuesto en El Libro de los Jubileos, el Libro de Enoc, 4Q 327 y el "Rollo del Templo" (una serie de disposiciones para las fiestas y sacrificios).
Así, Jesús celebró su última cena en Pésaj según el calendario de Damasco (Jaubert 1957; ver: Mateo 26:17-20; Marcos 14:12-17; Lucas 22:7-14). Era un martes por la noche según nuestro punto de vista o el inicio del miércoles según el punto de vista judío y no un jueves como dice la tradición. Luego, Jesús murió el día (miércoles o tal vez un jueves) en cuya noche se celebraba la cena de la Pascua oficialista (Juan 18:28,39; Juan 19:31) según el calendario lunar (de origen babilónico-griego), rechazado por la Comunidad de Qumrân y por los Rollos.
Jesús habría sido así el Cordero sacrificado para la Pascua oficial, pero él celebró la Pascua según el calendario esenio, que además es el mismo que siguen la mayoría de los libros del Tanaj, por ejemplo Ezequiel (no así Ester que no ha sido encontrado en Qumrán). Como demostró Jaubert (1953), el calendario esenio era el observado por los redactores sacerdotales de las Crónicas y por el Pentateuco y, se usó en Judea durante toda la época de la hegemonía persa y según Barthélemy (1955), hasta que comenzó la época helénica.
Las disputas por el calendario no estaban aisladas de las cuestiones más candentes de la época, sino que simbolizaban el debate sobre el seguimiento a la voluntad de Dios en la vida social y política. Así, el Libro de los Jubileos no se limita a proclamar un calendario, sino que abiertamente ataca a la monarquía y dice (11: 2) que la corrupción de los descendientes de Noé se hizo evidente porque propiciaron el dominio de un hombre sobre los otros, establecieron la monarquía e hicieron la guerra de una nación contra otra. Gira en torno al Jubileo, institución socioeconómica que expresa el amor mutuo que Dios quiere entre el pueblo y afirma (23:21) que quienes son movidos por la riqueza y la avaricia no invocan a Dios con justicia y verdad (ver Juan 4:23 y 4Q176).
Aparte de estos detalles y su interpretación, los Manuscritos del Mar Muerto son claves para la comprensión más clara de cómo se desarrollaron el cristianismo y el judaísmo. Evidencian un judaísmo distinto al oficial de entonces y de hoy y establecen un temática que sería fundamental en el origen del cristianismo.
Diferentes escritos de Qumrán enfatizan temas claves resaltados por Jesús y los cristianos:
  • la Nueva Alianza (Documento de Damasco VI:19 Mateo 26:28);
  • la venida del Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, llamado Hijo del Altísimo (4Q246), que expiaría por los pecados de los demás (4Q540; Documento de Damasco XIV:19)
  • el Mesías engendrado por Dios (1Q28a) y a la vez Siervo Sufriente (4Q381, 4Q540);
  • el Espíritu Santo (1QHa XX; Documento de Damasco II:12, VII:4, 4Q267);
  • el "Pozo de Agua Viva" (1QHa XVI);
  • bautismo, tiempo en el desierto después de la conversión (4Q414);
  • Cena Sagrada de pan y vino (1Q28a; 1QS VI);
  • el sacerdocio de Melquisedec y su identificación con el Mesías (11Q13; Hebreos 7);
  • Rechazo a todo celo por la riqueza material
(Regla de la Comunidad XI:2 con Lucas 16:4; 4Q267,2,II con 1Timoteo 6:10). Condena del saqueo y explotación (4Q267,IV; 4Q390);
  • Los hijos de la Luz (Regla de la Comunidad III:13, 4Q260)
  • Justificación por la Fe y salvación por la Gracia (1QH V; 11Q5 XIX);
  • Humildad, pobreza de espíritu (1Q33 XIV; 4Q491), bienaventurados los humildes (Mateo 5:3-4, 11Q5, 1QHa VI), "responder humildemente al arrogante" (Mateo 5:40);
  • Caridad, amor, compartir (4Q259 III; 4Q267 18 III);
  • La imperfección de los juicios humanos en contraste con la Justicia divina, rechazo a la venganza humana (4Q269 Romanos 12:17, 19, 21); no dar a un hombre la recompensa del mal", ni hacer justicia por cuenta propia (Documento de Damasco IX:9, 4Q269) sino responder al mal con bien (Regla de la Comunidad X:17-18, 4Q258);
  • perdón para quien se convierte (Regla de la Comunidad X:20)
  • corrección fraterna mutua (1QS V; 5Q12 Mateo 18:15-17); confesión (Santiago 5:16) y enmienda mejor que sacrificio de animales (1QS IX);
  • La caída de los reyes de la tierra (1QM XI), el Tiempo del Juicio, la Nueva Jerusalén (2Q24; 5Q15);
  • La comunidad de amor (1QS II) y fe como templo de Dios;
  • Rechazo al repudio de la esposa (Documento de Damasco IV:21; 4Q271);
  • Condena de interpretaciones "fáciles" (4Q169) de la Palabra de Dios, rechazo a cambiar la Palabra de Dios por las tradiciones humanas... (Mateo 15:3-9)
  • Denuncia de la hipocresía de los fariseos (1QHa XII) y de las prácticas de los saduceos (1Q14; 4Q162):
Ellos buscaron interpretaciones fáciles, escogieron ilusiones, buscaron brechas; eligieron el cuello hermoso, justificaron al culpable y condenaron al justo; transgredieron la alianza, quebrantaron el precepto, se unieron contra la vida del justo, su alma aborreció a todos los que caminan con rectitud, los persiguieron con la espada y fomentaron la disputa del pueblo. (Documento de Damasco I:18-21, 4Q267)
Creían en la resurrección (1QH 1:29,34; 4Q521). Aunque al revisar el tratamiento de estos temas, parece claro que los rollos de Qumrán no fueron escritos por los cristianos, es imposible sostener que no tienen nada que ver con el cristianismo primigenio, cuyo camino indudablemente fue allanado de alguna forma por los esenios.
Este es el tiempo de preparar el camino en el desierto (4Q258)
Se separan de en medio del domicilio de los hombres de iniquidad, para marchar al desierto para abrir allí el camino de Aquel. Como está escrito: "en el desierto, preparad el camino de ***, enderezad en la estepa una calzada para nuestro Dios" (1QS VIII Lucas 3:2-11)
Pues los cielos y la tierra escucharán a su Mesías, y todo lo que hay en ellos no se apartará de los preceptos santos. ¡Reforzaos, los que buscáis al Señor en su servicio! ¿Acaso nos encontraréis en eso al Señor, todos los que esperan en su corazón. Porque el Señor mirará a los piadosos y llamará a los justos, y sobre los pobres posará su Espíritu, y a los fieles los renovará con su poder. Pues honrará a los piadosos sobre el trono de la realeza eterna, liberando a los prisioneros, dando la vista a los ciegos, enderezando a los torcidos. Por siempre me uniré a los que esperan. En su misericordia Él juzgará y a nadie le será retrasado el fruto de la obra buena; y el Señor obrará acciones gloriosas como no han existido, como Él lo ha dicho, pues curará a los malheridos, y a los muertos los hará vivir, anunciará buenas noticias a los humildes, colmará a los indigentes, conducirá a los expulsados y a los hambrientos los enriquecerá.
(4Q521;Lucas 4:17-22; Mateo 11:2-6)
Los textos descubiertos en Qumrán podrían mostrar entonces antecedentes inmediatos del Evangelio.

Referencias

  1. Hodge, Stephen (2001) Los Manuscritos del Mar Muerto: 31-37. Madrid: EDAF, 2002.
  2. «Los pergaminos del Mar Muerto, a un click». Consultado el 19 de octubre de 2010.
  3. «Google e Israel llegaron a un acuerdo para publicar los rollos del Mar Muerto». Consultado el 21 de octubre de 2010.
  4. «Los manuscritos del Mar Muerto, disponibles en internet». Consultado el 26 de septiembre de 2011.

Bibliografía

Los Manuscritos del Mar Muerto pueden leerse en castellano en:
  • García Martínez, Florentino (editor y traductor); Textos de Qumrán; Editorial Trotta, Madrid, 1992 (6ª edición 2009). Traducciones: p.p. 45-480; listado: 481-518.- ISBN 978-84-87699-44-3.
Sobre los manuscritos
  • Burrows, Millar; Los Rollos del Mar Muerto. Fondo de Cultura Económica: México, 1959.
  • Casciaro Ramírez, José M.; Qumran y el Nuevo Testamento. EUNSA: Pamplona (Navarra), 1982. ISBN 978-84-313-0751-6
  • Cullmann, Oscar; Jesús y los Revolucionarios de su Tiempo. Herder: Barcelona, 1980. ISBN 978-84-254-1130-4
  • Daniélou, Jean; Los Manuscritos del Mar Muerto y los Orígenes del Cristianismo. Ediciones Criterio: Buenos Aires, 1959.
  • Gélin, Albert; Los pobres de Yavé. Colección BIBLIA 64, Ediciones Cristianas del Azuay: Iglesia de Cuenca, 1994.
  • Paul, André; Intertestamento. Cuadernos Bíblicos 12, Editorial Verbo Divino: Estella, 1979. ISBN 84-7151-221-1
  • Piñero, Antonio y Dimas Fernández-Galiano (eds.); Los manuscritos del Mar Muerto. Balance de hallazgos y de cuarenta años de estudios. Ediciones El Almendro de Córdoba, 1994. ISBN 84-8005-017-9
  • Segovia, Carlos A.; "Los manuscritos del mar Muerto: La biblioteca oculta de los esenios". Historia National Geographic 88 (2011): 40-48.
  • Stegmann, Hartmut. Los Esenios, Qumran, Juan Bautista y Jesús. Editorial Trotta: Madrid, 1996. ISBN 84-8164-077-8
  • Trebolle, Julio; Paganos, Judíos y Cristianos en los Textos de Qumran. Editorial Trotta: Madrid, 1999. ISBN 84-8164-311-4
  • VanderKam, James y Peter Flint (traducción de Andrés Piquer, Pablo Torijano); El significado de los rollos del Mar Muerto. Su importancia para entender la Biblia, el judaísmo, Jesús, y el cristianismo. Colección: Estructuras y Procesos. Religión. Madrid: Editorial Trotta, 2010. ISBN 978-84-9879-091-7
  • Varios; "Apocalíptica: Esperanza de los Pobres"; Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana Nº 7. Editorial DEI: San José, Costa Rica y Ediciones Rehue: Santiago, Chile, 1992.
  • Vermès, Géza; Los Manuscritos del Mar Muerto: Qumrán a distancia. Muchnik: Barcelona, 1994. ISBN 84-7669-217-X
  • Vidal Manzanares, César; Los Documentos del Mar Muerto. Alianza Editorial: Madrid, 1993. ISBN 84-206-9680-3
  • Yadin, Yigael; Masada. La fortaleza de Herodes y el último bastión de los zelotes. Ed. Destino: Barcelona, 1986. ISBN 978-84-233-0537-7

Enlaces externos




I. QUMRAN

Qumrán, cuyo nombre completo es Wadi Qumran, es un valle del desierto de Judea en la costa occidental del Mar Muerto, cerca del actual kibutz o asentamiento de Kalia, en Israel. La importancia de ese uadi, o cauce seco, es la presencia de las ruinas de Qumrán y de las cuevas descubiertas en 1947, las cuales contenían un valioso tesoro arqueológico y bíblico. El sitio fue construido durante el reinado de Juan Hircano alrededor del año 134 a.C. y tuvo diferentes etapas de ocupación, hasta la caída de Jerusalén en el año 70 d.C., cuando Tito y la Legio X Fretensis destruyeron ese asentamiento ocupado por los esenios.
Monografias.com
Qumrán está situado en una terraza a dos kilómetros del Mar Muerto, a 13 kms. Al sur de Jericó, sobre los acantilados que se hallan tras la estrecha franja costera, cerca del oasis de Ayín Feshjá, a
375 metros bajo el nivel del Mar Mediterráneo.
Cerca de esas ruinas, entre los riscos al occidente, se encuentra un conjunto de cuevas donde en
1947 unos pastores beduinos descubrieron casualmente unos rollos o pergaminos con textos religiosos. Excavaciones arqueológicas posteriores en once de las cuevas y en las ruinas han permitido encontrar diversos manuscritos sobre la historia, estatutos y reglamentos de la comunidad esenia que habitó en aquel lugar, así como manuscritos apócrifos y algunas versiones de libros de la Biblia, en hebreo y en arameo.
La construcción original de Qumrán data del siglo VIII a.C. y estuvo abandonada durante varios siglos antes de ser reutilizada por los esenios. Era una pequeña fortaleza, con algunas habitaciones en el interior y una cisterna circular para el abastecimiento de agua. Lo que quedaba en pie
empezó a ser ocupado por la comunidad esenia alrededor del año 170 a.C., quienes añadieron dos cisternas rectangulares, una red de acequias y dos hornos para alfarería. Los escritos de la comunidad esenia se refirieron desde entonces al lugar como Damasco para así quedar disimulados y fuera de la atención directa de sus enemigos.
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Se encontró en Qumrán un ostracón (fragmento de cerámica) con varias líneas en escritura hebrea. Es un contrato por el que un hombre llamado Honi dona sus posesiones, incluido un edificio, un olivar y un huerto de higueras, a un grupo denominado yahad, que en hebreo significa comunidad. Este mismo texto aparece en otros manuscritos esenios. Qumrán fue destruida por los romanos entre los años 68 y 70 d.C. y ellos mismos mantuvieron ahí por corto tiempo un destacamento militar.

II. LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO

En 1945 Jum"a, un pastor beduino de la tribu ta"amireh se dio cuenta de que se le había extraviado una oveja mientras pastaba en el desierto de Judea, cerca del Mar Muerto. Intranquilo, Jum"a empezó a buscarla junto con su primo Mohammed ed-Dhib y así llegaron a una de las cuevas de Qumrán. Allí descubrieron varios recipientes de cerámica con pergaminos en su interior y Jum"a utilizó algunos de los rollos encontrados para hacer una hoguera en la cual calentarse. Jum"a pensó entonces que su hallazgo podría tener algún valor monetario y el resto de los rollos los vendió a un anticuario en el mercado local, aunque previamente los había troceado para aumentar su precio. Con el tiempo algunos de los rollos fueron a parar a Egipto y otros a Estados Unidos. Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando gran interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto fue el hallazgo de otros 600 pergaminos y cientos de fragmentos, algunos en perfecto estado de conservación.
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Lo más importante de ese hallazgo es su antigüedad, lo cual permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo primitivo. La mayoría de los textos más antiguos de que se dispone están redactados en lengua hebrea y pertenecen al Tanaj o Antiguo Testamento bíblico.
Entre los manuscritos hallados se encuentran los siguientes:
Monografias.comLos Libros del Tanaj o del Antiguo Testamento, incluida una versión más extensa del Libro primero de Samuel, con la excepción de Ester, así como deuterocanónicos como Sirácides y el Libro de Tobías.
Estudio sobre cada Libro de las Escrituras, desde el punto de vista esenio.
Los manuales, reglamentos y oraciones propias de la comunidad esenia que habitó el sitio, entre los cuales destaca el Documento de Damasco.
Monografias.comUn rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros.
Monografias.comDiversos textos religiosos, tales como:
o El Libro de Enoc
o El Testamento de los Doce Patriarcas
o El Libro de los Jubileos
Los manuscritos del Mar Muerto o de Qumrán son la clave para una comprensión más clara de cómo se desarrollaron el cristianismo y el judaísmo. Evidencian un judaísmo distinto al oficial de entonces y de hoy y establecen una temática que sería fundamental en el origen del cristianismo.
Diferentes escritos hallados en Qumrán enfatizan temas clave que fueron resaltados posteriormente por Jesús y los Apóstoles. A modo de ejemplo se detallan seguidamente algunos de ellos:
01 La Nueva Alianza (Documento de Damasco VI)
02 La venida del Hijo del Hombre como Hijo de Dios, llamado Hijo del Altísimo (4Q246)
03 El Mesías engendrado por Dios (1Q28a)
04 El Espíritu Santo (1QHa XX)
05 El Pozo de agua viva (1QHa XVI)
06 Bautismo y tiempo en el desierto después de la conversión (4Q414)
07 Cena Sagrada con pan y vino (1Q28a y 1QS VI)
08 El Sacerdocio de Melquisedec y su identificación con Jesús (11Q13)
09 Justificación por la fe y salvación por la gracia (1QHV)
10 Humildad y pobreza de espíritu (1Q33 XIV)
11 Bienaventurados los humildes (11Q5 y 1QHa VI)
12 Caridad y amor (4Q259 III y 4Q267 18 III)
13 Rechazo a la venganza humana (4Q269 19,21)
14 Perdón para quien se convierte (Regla de la Comunidad X:20)
15 Corrección mutua fraterna (1QS V y 5Q12)
16 La Nueva Jerusalén (2Q24 y 5Q15)
17 La comunidad de amor (1QS II)
18 Rechazo al repudio a la esposa (Documento de Damasco IV:21)
19 Denuncia de la hipocresía de los fariseos (1QHa XII)
Nota: Las siglas y números que aparecen entre paréntesis después de cada tema corresponden a la identificación de cada manuscrito de Qumrán.
Muchas son las similitudes y coincidencias temáticas con algunas de las enseñanzas de Jesús, teniendo en cuenta de que los textos esenios fueron escritos muchos años antes del nacimiento de Cristo. Por ello los textos descubiertos en Qumrán podrían entonces mostrar algunos antecedentes inmediatos del Evangelio.
El descubrimiento inicial de los rollos fue seguido de una exploración científica de los mismos y de las cuevas vecinas bajo el patrocinio del Departamento de Antigüedades de Jordania, la École Biblique et Archéologique dominicana de Jerusalén (católica) y el Museo Arqueológico de Palestina (hoy Museo Rockefeller). Todos los manuscritos o rollos encontrados han sido traducidos y puestos a la disposición de aquellas personas que deseen conocerlos e investigar sobre ellos. Sin embargo hay que hacer la salvedad de que 300 de los manuscritos encontrados se hallan en poder del Archivo Secreto del Vaticano y no está permitida su consulta para nadie. Por ello se desconoce el contenido de dichos rollos.

III. SECTAS EN LOS TIEMPOS DE JESUS

Para poder entender mejor la Biblia y su entorno debemos empezar primero por conocer el marco histórico de cada época, para así poder centrarnos en ella a fin de que la comprensión de situaciones y de personajes tenga mayor realce, ya que muchas de sus reacciones vendrán dadas por su propio entorno.
En aquella época existían diversas sectas en Jerusalén y en el resto de lo que ahora conocemos como Israel. Ninguna de ellas excluía a la otra como practicante de la Ley y de los Mandamientos en general; sus discrepancias radicaban en la forma de llevarlas a cabo. Es decir, sus discusiones eran con respecto a la forma de aplicar la Halajá a sus vidas, o sea, la práctica de la Ley.
La discrepancia en estos asuntos se refleja en el Nuevo Testamento, donde la aguda crítica de Jesús revela la forma exterior de la práctica de los fariseos y las creencias morales de los saduceos, acciones que precipitan la salida de Jerusalén de los esenios, conduciéndoles a una vida de retiro y purificación en comunidad.
Las sectas mayoritarias en activo en aquella época histórica eran las siguientes:
Fariseos Saduceos Zelotes Esenios
Antes de entrar a conocer la vida de los esenios, que es el objetivo de este trabajo, haremos una breve descripción de las demás sectas para así poder analizar su interrelación.
Fariseos
Fue una de las sectas más antiguas en el judaísmo. Eran los Maestros de la Ley de Moisés, encargados de enseñar e interpretar las Escrituras y la Ley Oral al Pueblo. Los fariseos ya habían formado sus ideas básicas sobre la Ley y mostrado su adhesión a las Tradiciones de los Padres, que es conocida también como Ley Oral por haber sido transmitida a lo largo de los siglos, de maestro a maestro.
Estimaban tanto la Escritura como la Tradición Oral, aunque se inclinaban más por la Tradición pues ésta explicaba la Ley escrita. Gracias a sus tradiciones los maestros conservaban sus ritos y la Toráh quedaba intacta posibles interpretaciones desviadas por parte de los gentiles.
Los fariseos eran de clase popular: un partido del pueblo. Sin embargo despreciaban la ignorancia religiosa del pueblo, al que denominaban las gentes del país o en hebreo, amme-ha-arets. No eran de origen sacerdotal o levítico, sino que eran generalmente pequeños comerciantes que vivían de su trabajo. Su piedad era muy estimada por la gente, quienes llamaban respetuosamente Rabí a los más instruidos.
Consideraban el Templo como una institución clave en su vida y su fe. Insistían en la oración ritual, en el ayuno y en el pago de diezmo. Todo lo religioso dependía de su propia interpretación y creían en la resurrección, en la existencia de los ángeles y en la inmortalidad del alma, además de guardar devota y meticulosamente el día sábado.
Sin embargo sus creencias no estaban de acuerdo con su conducta e incluso el propio Jesús se lo recriminó públicamente cuando les dijo a sus discípulos: guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía (Lucas 12:1).
Saduceos
Tenían funciones hereditarias y representaban el grupo sacerdotal que controlaba el Sumo Sacerdote, que era uno de ellos. Originalmente los saduceos habían sido sacerdotes piadosos, deseosos de servir a Dios en su Templo de acuerdo a sus tradiciones y reglas. Existieron remanentes de saduceos piadosos hasta la destrucción del Templo en el año 70 d.C.
Los sacerdotes saduceos representaban a los que preferían al gobierno romano, y generalmente su religiosidad encubría ambiciones personales e intereses, así como ambiciones políticas.
Afirmaban que la interpretación de las Escrituras era por medio de la forma escrita, sin dependencia de la Tradición Oral, propia de los fariseos. Los saduceos eran seguidores innatos del Pentateuco, o sea, de los cinco primeros Libros de la Biblia. También consideraban el Templo como una institución clave para su vida y su fe.
Los saduceos no creían en la resurrección y esto les diferenciaba en mucho de los fariseos. Estaban convencidos de que las almas se desvanecen al mismo tiempo que los cuerpos, y no se preocupaban en observar nada más que la Ley. Ellos sólo se preocupaban por su bienestar temporal ya que creían que la retribución divina no era futura y ultraterrena, sino inmediata y material. Los saduceos poseían riquezas, y eso era la prueba de que Dios les bendecía puesto que ellos eran justos.
Zelotes
Este movimiento nació antes del final del reinado de Herodes en el año 4 d.C. Su fundador había sido Judas de Gamala, llamado Judas Galileo quien, unido al fariseo Sadok, había fundado el partido de los Zelotes, el cual se caracterizaba por su celo en defensa de la libertad y por su aceptación única de la soberanía divina. Manifestaban que era vergonzoso el pago de tributos a Roma y el tener que soportar a unos dueños mortales; los romanos (Josefo: Guerra de los judíos II:18).
Su nombre hebreo era ganaim, que provenía del término celar (celo por Yahvé). Josefo describió al movimiento como la cuarta filosofía, después de los fariseos, los saduceos y los esenios. Sus adeptos estaban de acuerdo en muchos aspectos con el pensamiento fariseo, pero sentían un deseo desenfrenado por la libertad y la independencia porque creían que sólo Yahvé era el auténtico dueño y Señor. Les importaba muy poco padecer cualquier tipo de castigo o de muerte, siempre que ello fuera en defensa de la libertad. Su objetivo era el de no dar nunca el título de Señor a ningún ser humano.
En sus comienzos ese radical partido no tuvo gran éxito; la revuelta contra Roma en los años 66 y
67 d.C. fracasó y Judas perdió la vida (Hechos 5:37). Sus hijos continuaron la lucha y otro descendiente, su hijo Menahem junto con Eleazar ben Yair, comandó la defensa de la fortaleza de Masada, donde se habían refugiado ante el asedio de las fuerzas romanas, el cual finalizó con el suicidio colectivo de 960 zelotes, sobreviviendo únicamente dos mujeres y cinco niños a principios de año 73 d.C.

IV LOS ESENIOS

Los esenios eran una secta judía cuyo origen se remonta al hijo adoptivo de Moisés y nieto de Aarón, llamado Esén, aproximadamente 1,500 años a.C. Sobre el origen de la palabra esenios se han aportado distintas hipótesis, algunas de las cuales detallamos a continuación:
Nombre
Significado
Idioma
ossa
los santos
griego
hesé
los piadosos
arameo
osén
hacedores de la Ley
hebreo
El Talmud les llamó bautistas matinales (tovilé shahrit) y algunos escritos árabes se refieren a ellos como magaritas, que significa de las cuevas.
Antiguamente han sido conocidos por medio de los escritos de diversos autores, tales como Plinio el Viejo (62-113), Flavio Josefo (38-101), Filón de Alejandría (15 a.C. – 50 d.C.), Dion Crisóstomo (40-
120), Hipólito de Ostia (170-235) y Epífano de Salamina (315-403). Su existencia histórica ha sido confirmada por los hallazgos de los rollos o manuscritos de Qumrán en 1945. Todos los autores mencionados elogiaban tanto su Regla como su forma de vida. Plinio decía que eran gente solitaria y muy superior al resto de la humanidad. A Filón le inspiraron para escribir su Tratado, donde probaba que todo hombre bueno también es libre. Flavio Josefo, en el capítulo II de su libro Guerra de los judíos, nos decía que los esenios constituyen una hermandad similar a los pitagóricos y que habían renunciado al placer y a las riquezas de la vida. Arnauld de Saint-Jacques, en su obra Los Templarios y el Evangelio de San Juan, manifestaba que la fuente de Moisés fue Egipto y que los iniciados esenios aprendían de esa misma fuente, aparte de recoger la tradición hebrea en toda su pureza.
Su origen
El origen de la comunidad esenia se remonta alrededor del año 170 a.C. cuando un grupo de judíos huyeron al desierto de Judea, a orillas del Mar Muerto, donde establecieron el primer asentamiento que posteriormente ampliaron con casas sencillas de piedra, una plaza, un comedor comunitario, depósitos para áridos y agua potable, así como una biblioteca con algunos textos sagrados que habían logrado sacar de Jerusalén.
Esa primera emigración hacia Qumrán se originó debido a que el rey de Siria, Antíoco Epífanes, de la dinastía seléucida, al ingresar a Jerusalén buscando el exterminio tanto de los judíos como de su religión, profanó el altar del Templo vertiendo sangre de cerdo sobre el altar. El cerdo era un animal impuro para los israelitas y no era apto ni para el sacrificio ritual ni para el consumo humano.
Pero el establecimiento definitivo de la comunidad esenia tuvo lugar en el transcurso de la segunda emigración, ocurrida alrededor del año 160 a.C., después de la revuelta macabea, cuyos resultados no apoyaron los esenios de Jerusalén. Los Macabeos o hasmoneos liberaron a Judea de la hegemonía griega, pero usurparon el cargo de Sumo Sacerdote y ello ocasionó que un grupo de personas fueran a incorporarse a la comunidad esenia ya existente en Qumrán, y así preparar el camino del Señor bajo el mando de un nuevo líder: el Maestro de Justicia.
El Maestro de Justicia
El Maestro de Justicia o More Tzadek fue una persona religiosa y destacada en la comunidad judía de Jerusalén, quien se opuso al Sumo Sacerdote Jonatán, hermano de Judas Macabeo, al considerar que éste había abandonado la fidelidad a Yahvé. Dicho Maestro de Justicia organizó e impulsó la comunidad esenia, pero no se le podía considerar como Sumo Sacerdote por razones de genealogía. Sin embargo él era quien efectuaba la preparación de los discípulos, la enseñanza de los iniciados y la administración de la Ley mesiánica, la Halajá esenia.
El ingreso del Maestro de Justicia a la comunidad esenia fue trascendental ya que sus propios discípulos consideraban que antes de su llegada la comunidad había caminado a tientas, mientras que cuando se hizo presente la figura del Maestro de Justicia apareció la luz en la comunidad. Los manuscritos de Qumrán revelan que el documento conocido como Regla de la Comunidad procede sin duda de la inspiración personal del Maestro de Justicia, así como los Himnos o los Hodayot, que nos permiten acceder hasta la raíz de su subjetividad espiritual.
La tarea de identificar históricamente la figura del Maestro de Justicia ha sido objeto de diversas especulaciones desde el mismo descubrimiento de los rollos de Qumrán. Sin embargo la tesis que lo compara con Jesús es totalmente nula e imposible de sostener ya que el Maestro de Justicia vivió mucho antes del nacimiento de Cristo.
Sin embargo hay una tesis no demostrada, pero tampoco exenta de posibilidad, de que uno de sus sucesores haya sido Santiago, conocido como el hermano de Jesús. Esta hipótesis tiene visos de realidad si leemos detenidamente la vida de Saulo de Tarso, de quien haremos mención al final de este estudio.
Iniciación y forma de vida
Las Reglas de Vida y la estricta disciplina que éstas implicaban no constituían un freno para los esenios, sino una libre aceptación de un medio para forjar el carácter y desarrollar la parte más elevada de su ser.
Por ello si alguien deseaba ser miembro de la comunidad esenia debía ser aceptado, ser instruido durante un año y luego pasar un período de prueba de otros dos años antes de ingresar definitivamente en la comunidad. Después de la aceptación inicial, el candidato tenía que practicar una especie de meditación en la cual, en completa calma, examinaba su vida pasada para poder hacer un recuento objetivo y sincero de la misma. Tenía que discernir entre los mandatos celestiales que había recibido desde su infancia y analizar la forma en que había respondido a los mismos
Después de su aceptación y luego de haber hecho el juramento, el recién ingresado recibía, junto con sus blancas ropas de lino, una misión que debía desempeñar durante el resto de su vida. La misión tenía un propósito, una orientación que nunca debería abandonarle y que era una forma de unirle a Yahvé y de hacerlo útil para su comunidad. Nunca debía separarse del hilo conductor de esa misión. Esto era lo que le daba un significado positivo a su vida y le convertía en un verdadero ser humano.
Se les exigía además una vida dedicada al estudio de la Ley, humildad y disciplina, obligados a decir siempre la verdad. Sus bienes pasaban a ser parte de toda la comunidad y, al igual que los frutos del trabajo personal, se distribuían según las necesidades de cada uno, dejando una parte para auxiliar a pobres, viudas, huérfanos, mujeres solteras, ancianas, desempleados y para aquellos forasteros que sin ser parte de la comunidad, requerían de ayuda temporal.
En su juramento el nuevo esenio se comprometía a respetar la tierra como ser viviente para honrarla y cuidar de su sana evolución, para lo cual él debía tener siempre sus pies en contacto con la tierra, por lo que siempre caminaban descalzos.
Se le imponía la observancia de una estricta disciplina, cuya base era la corrección fraterna mutua. Las mujeres no eran aceptadas dentro de la comunidad esenia y sólo los hombres podían formar parte de la misma. La purificación constante lavándose los pies, las manos y el cuerpo era muy importante para los esenios. Se purificaban física y espiritualmente antes de entrar a alguna casa, como también al comenzar el día e incluso antes de las comidas y de la oración.
Se lavaban los pies los unos a los otros en señal de amistad y cultivaban la idea que tenían de cuidarse los unos a los otros, así como Yahvé cuidaba de ellos. También se bendecían unos a otros imponiéndose las manos sobre la cabeza, para conservar la unidad y reforzar el amor que fluía entre ellos.
Los esenios ingresaban regularmente a los enfermos en los hospitales y para ello disponían de edificaciones sencillas pero especialmente construidas para ese propósito. La forma en que sanaban a los enfermos es el origen de la existencia de nuestros hospitales modernos. Los esenios aprendían desde muy jóvenes a ver la parte divina de cada persona, ya que así era el propio Yahvé quien visitaba al enfermo en la persona del esenio. Cuidando del individuo, el esenio cuidaba también la parte espiritual que habitaba en el enfermo. Este es el profundo significado de la verdadera medicina y de cada proceso terapéutico. El cuerpo y el alma espiritual de la persona eran, para los esenios, la vestidura del espíritu universal y divino. Sin él no habría verdadera hospitalidad, y lamentablemente en nuestros días el dinero ha reemplazado la visión del Supremo.
A todo esenio se le exigía el respeto a la privacidad ajena. La soledad era considerada sagrada porque cuando una persona está sola consigo misma, se encuentra ante la presencia de Dios. La vida de la pareja también se consideraba sagrada, así como la vida comunitaria. Para los esenios existían tres grados de vida individual: la vida privada, que correspondía al interior del cuerpo físico, nuestro templo; la vida externa, que correspondía a la comunidad; la vida interna, que es la de la pareja. El esenio tenía que observar esos tres niveles de vida y mantenerse siempre honesto, auténtico y moralmente recto y puro.
Los esenios se consideraban guardianes de las enseñanzas divina, las cuales no podían revelar a personas que no estuvieran preparadas para recibirlas. La ley del silencio y el discernimiento se imponía de manera estricta. Así, un esenio nunca trataba de convertir a otra persona a sus creencias, tal como expresa la advertencia de Jesús: No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, se vuelvan y os despedacen (Mateo 7:6).
La doctrina esenia condenaba fuertemente la esclavitud y cualquier otra forma de servidumbre. Ningún esenio podía tener sirviente; eso era pecado. También lo era el hecho de trabajar para hacer dinero, porque so igualmente se convierte en una forma de esclavitud. Cualquier persona que se afiliara a la comunidad esenia tenía que liberar a sus esclavos y también abstenerse de comer carne. Para ellos la esclavitud también estaba vinculada al aspecto carnívoro, porque aquel que no puede dejar de comer carne animal no puede controlar las pasiones de su naturaleza animal y, por lo tanto, no puede pensar con claridad y queda reducido a la esclavitud por su propia naturaleza.
Los esenios se consideraban guardianes de las divinas enseñanzas. Poseían un gran número de manuscritos muy antiguos, algunos de los cuales databan del inicio de los tiempos. Una parte de la comunidad esenia se dedicaba de lleno a descifrar los códigos de los manuscritos, traduciéndolos y reproduciéndolos para perpetuar y preservar ese avanzado conocimiento.
El movimiento esenio no se limitó únicamente a Qumrán y alrededores, como tampoco todos vivían en grutas o cuevas, sino que una parte residía en sencillas construcciones. Se sabe que en el siglo I a.C. había un barrio esenio en Jerusalén. Según Flavio Josefo, unos cuatro mil esenios vivían en las ciudades, aunque seguían y practicaban la forma de vida de los esenios que estaban en Qumrán.
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Algunas consideraciones esenias
La fuente en que se basa este tema son los rollos o manuscritos hallados en Qumrán y, especialmente, aquellos que contienen lo que los esenios denominaban El Manual de Disciplina y el Himnario o Salmos de acción de gracias. La creencia de que por causa de la usurpación del cargo de Sumo Sacerdote en tiempos de los Macabeos el rito del templo era impuro e inválido, es la que da cabida a todas las posturas teológicas esenias. De acuerdo a ello, las siguientes son las convicciones propias de aquella comunidad:
Los esenios se creían parte de la verdadera Congregación de Israel, fieles al Pacto con Yahvé.
Monografias.comSe consideraban los sucesores de los israelitas del Éxodo de los tiempos de Moisés, ya que los esenios fueron al desierto y allí se establecieron. Ellos creyeron que por medio de esa salida al desierto seguían ritualmente puros y que allí esperarían al Mesías prometido, que se manifestaría entre ellos debido precisamente a esa pureza de vida.
Monografias.comLos esenios se denominaban a sí mismos como los justos escogidos, refiriéndose a la elección de Israel en el Monte Sinaí.
Monografias.comSe conocían también como Hijos de Zadoc por asimilación a la familia de Zadoc, el fiel sacerdote del rey David (Samuel 8:17), considerándose a sí mismos como casta de sacerdotes de Ezequiel.
Con el paso del tiempo algunos esenios desistieron de la espera del Nuevo Pacto y se consideraron como verdaderos poseedores de la verdadera Ley o la Toráh. Pero otros esenios se volvieron a la fe por Jesús, el Mesías.
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Los esenios y el cristianismo
El profundo estudio del contenido y del significado de los manuscritos hallados en el Mar Muerto y posteriormente en Nag-Hammadi ratifica en profundidad el estrecho vínculo que existía entre los esenios y los primitivos cristianos, aún cuando no podemos ni debemos confundir a estos últimos con los esenios autores de los manuscritos.
La corriente espiritual y el testimonio de vida de los esenios fueron una fuente del cristianismo primitivo y una preparación del camino de Jesús. La propia vida de Juan Bautista en las cercanías de Qumrán podría llegar a interpretarse como un elemento que preparó el camino para el mensaje de Cristo Jesús.
Por la interpretación mesiánica de las Escrituras, los esenios creían que un Ungido o Mesías llegaría para liberar a Israel de sus aflicciones, y aún cuando nunca se ha podido demostrar explícita ni históricamente la pertenencia de Juan Bautista ni de Jesús a los esenios, la evidencia en el Nuevo Testamento indica una conexión ideológica muy cercana. Basta con decir que los Apóstoles esperaron hasta el último momento que Jesús se declarara el Mesías liberador de los opresores romanos, y no el Mesías que realmente resultó ser.
Una cosa sí está clara, y es que cada vez se hace más evidente la aportación de los esenios al cristianismo primitivo.
El final de los esenios
Tal era la importancia que habían adquirido los esenios que ya en el año 152 a.C. el Gran Sacerdote de Jerusalén, Jonatán Macabeo, organizó una violenta expedición contra Qumrán, en donde asesinaron al Ministro de Justicia mientras éste oficiaba una ceremonia.
Pero la comunidad esenia siguió unida a pesar de esa acción, e incluso se afianzó más en sus convicciones. Por ello la comunidad esenia fue destruida durante la represión encabezada por Tito en el año 68 d.C. Qumrán fue arrasada y muchos esenios asesinados. Los que pudieron escapar se refugiaron en otras comunidades esenias alejadas de Qumrán.
Tan viva era la fe de los esenios que no temían a la muerte, lo cual causó la admiración de los propios romanos cuando atacaron Qumrán. El historiador Josefo contó textualmente en el libro II, capítulo VII de su escrito Guerra de los judíos, al referirse a los esenios en el momento del ataque de los romanos:
"Menosprecian los peligros, triunfan del dolor por la elevación de su alma y consideran la muerte, cuando se presenta con gloria, como preferible a una vida mortal. La guerra romana ha probado su fuerza de carácter en toda circunstancia: los miembros apaleados, torturados, quemados y sometidos a todos los instrumentos de martirio, con el fin de arrancarles alguna blasfemia contra el Legislador romano o para hacerles comer alimentos por ellos prohibidos. Pero no ha podido obligarles ni a lo uno ni a lo otro; ni siquiera sus torturadores han podido alardear de haberles hecho derramar una sola lágrima. Sonrientes durante los suplicios y burlándose de sus verdugos, expiraban con alegría como si de pronto volvieran a revivir".

V PABLO DE TARSO Y SU CONVERSION

A simple vista da la impresión de que este apartado sobre la conversión de Pablo de Tarso esté fuera de lugar, pero no es así, sino que los hechos que se relacionan con Pablo lo acercan totalmente a la comunidad esenia, y eso es lo que se analizará aquí y se tratará de confirmar.
Vemos en la Biblia que Pablo, quien aún se llamaba Saulo, pidió al Sumo Sacerdote Jonatán que le diera cartas para las sinagogas de Damasco para que, si encontraba cristianos, hombre y mujeres, los pudiera llevar presos a Jerusalén (Hechos 9:1-2). Fue camino a Damasco precisamente cuando oyó la voz de Jesús recriminándole la persecución a los cristianos (Hechos 9:4-6) y debido a la impresión que se llevó Pablo, tuvo que ser conducido a Damasco por los mismos hombres que iban con él (Hechos 9:8). Entre semejante experiencia y por el hecho de que el Señor se valió de Ananías para devolverle la vista, Pablo se convirtió al cristianismo y fue bautizado (Hechos 9:10-
18).
En primer lugar debemos analizar que la distancia por tierra entre Jerusalén y Damasco de Siria era de aproximadamente 350 kms., un trayecto que necesariamente le tomaría unos veinte días como mínimo recorrer, y que más prolongado sería de regreso debido a que llevaría consigo a todos los cristianos que hubiese podido capturar. La distancia actual entre ambas ciudades es de
450 kms. entre ida y vuelta.
Como hemos podido observar antes en este mismo trabajo, cuando la comunidad esenia se asentó en las orillas del Mar Muerto y debido a que deseaban pasar lo más desapercibidos que fuera posible, en previsión de posibles represalias por parte de los Macabeos y de los romanos, los esenios pusieron por nombre Damasco a esa comunidad, que se encontraba a tan solo un día de camino de Jerusalén. Si comparamos la distancia que le separaba de Damasco de Siria, ¿no era más lógico que Pablo y sus acompañantes se hubieran dirigido a Damasco de Qumrán, lugar donde se habían refugiado los cristianos huidos de Jerusalén y a quienes Pablo perseguía?
En Hechos 9:23 Lucas menciona que Pablo estuvo tres años entre aquella comunidad que lo recogió en su conversión, y durante ese tiempo ya había formado a algunos discípulos. De acuerdo a las Reglas de Vida de los esenios, uno de los manuscritos encontrados en el Mar Muerto, toda persona que deseara ser miembro de la comunidad esenia debía ser instruida durante un año y después pasar un período de prueba de dos años antes de su integración definitiva a la comunidad. En total son tres años, el mismo período que según el Libro de los Hechos Pablo pasó con las gentes del lugar donde habitó después de su experiencia con el Señor.
Dejando de lado el hecho de que Pablo fuera o no esenio, a pesar de que por los aspectos mencionados así parece ser, ¿no sería más lógico pensar que el viaje de Pablo para perseguir a los cristianos fuera a la cercana Qumrán y no a la lejana Damasco de Siria?.


Qumrán

También conocido como Kh. Mird, Kh. Qumran, Goumran, Gumran, City of Salt(?), Ir ha-Melah(?), Secacah(?), Kumran, Mesad, Mesad Hasidim (?), Oumran, Qumeran
Khirbet Qumrán

Khirbet Qumrán
A 16.9 km al sur de Jericó, Qumrán era un "callejón sin salida" y proporcionaba el lugar perfecto para vivir de la secta aislacionista de los esenios.
El terreno fue excavado por el sacerdote católico Roland deVaux de 1953 a 1956. Excavaciones más recientes del lugar han sido bajo la dirección de Hanan Eshel.
 
Presa de Qumrán
Los esenios requerían inmensas cantidades de agua para sus ritos diarios de purificación. Ellos tuvieron que canalizar el agua del uadi durante las pocas tormentas de invierno.
Esta presa ayudó a desviar el agua a un acueducto que iba a un terreno con docenas de cisternas, mikvot y piscinas.

Presa de Qumrán
 
Qumrán Scriptorium

El Scriptorium
Basados en tinteros y "pupitres" encontrados en este salón, arqueólogos han sugerido que el segundo piso de este edificio era el lugar en donde se copiaban los rollos.
No se encontraron rollos en este salón o en las ruinas del mismo terreno. Pero el mismo tipo de alfarería única se encontró en las cuevas con los rollos, ayudando a relacionar los dos.
 
El Comedor
Este gran salón se utilizó para cenas en comunidad. Aparentemente tres filas de mesas estaban en el lugar en donde los habitantes de Qumrán comían en silencio.
En el siguiente salón se encontraron más de 1000 vasijas completas incluyendo 708 vasos, 210 platos y 108 vasijas para ensalada. Todos estos eran utensilios para servir ya que nunca se cocieron.

Qumrán Comedor
 
Qumrán Grieta de Terremoto

Grieta de Terremoto
Numerosos mikvot (baños rituales de purificación) estaban en uso aquí para la comunidad que practicaba la inmersión dos veces al día.
Este mikvah da fe de la destrucción del lugar por el terremoto en el 31 A.C. La grieta movió el lado izquierdo del mikvah casi 30 cm (12 pulgadas)
 
Cementerio de Qumrán
De 1200 tumbas encontradas en los cementerios de Qumrán, casi 50 han sido excavadas. El cementerio principal tiene 1100 tumbas, el del norte 30 y el del sur 30.
La presencia de tumbas de mujeres en lo que se conoce como una comunidad célibe de hombres ha sido un misterio. Últimamente, Joe Zias determinó que las tumbas de las mujeres eran sepelios más recientes de los beduinos.

Cementerio de Qumrán

 El cristianismo y los rollos de Qumrán
                                                


Los manuscritos de Qumrán a orillas del Mar Muerto proporcionan un nuevo análisis del texto bíblico. La biblioteca de Qumrán demuestra como las Sagradas Escrituras se han ido transmitiendo fielmente durante siglos. La existencia de estos rollos ponía en cuestión al menos dos puntos:
♦ El canon bíblico judío que establece cuáles son los textos sagrados.
♦ La originalidad del mensaje de Jesús.
Los manuscritos de Qumrán son importantes porque nos permiten conocer mejor el judaísmo rabínico del siglo II a.C., entender los orígenes del cristianismo y del moderno judaísmo. De este modo los manuscritos permiten observar que las sectas que florecieron durante el judaísmo del Segundo Templo tenían una teología específica altamente desarrollada, junto con una visión concreta del Mesías. Además llegamos a la conclusión de que el nacimiento del cristianismo no supuso una innovación o una quiebra del sistema judaico, sino que constituyó una continuación a lo anteriormente formulado y por otro lado podemos conocer el contexto histórico, cultural y religioso en el que se movía Jesús de Galilea.

Un poco de historia
A finales de 1946, tres pastores beduinos llamados Jalil Musa, Jum'a Mohamed ed Dhib descubrieron por casualidad una serie de manuscritos escondidos en una cueva a la que posteriormente se la llamaría número 1. Tras un par de visitas, los pastores se apoderaron de 7 rollos junto a las jarras que contenían los pergaminos. No pasó mucho tiempo hasta que los rollos estaban en poder de dos anticuarios árabes. Poco después los manuscritos fueron comprados por el archimandrita del convento de San Marcos en Jerusalén y la Universidad Hebrea de Jerusalén compró los tres restantes. Al cabo de 7 años la Universidad Hebrea tenía todos los manuscritos de la cueva número 1.
Lógicamente los arqueólogos iniciaron sus excavaciones. En esta primera etapa pudieron hallarse más de 600 fragmentos procedentes de más de 70 manuscritos, fragmentos de terracota y otros materiales.
La segunda etapa se dio entre los años 1951 y 1965, llegándose a la conclusión de que un asentamiento en principio estable llamado "Comunidad de Qumrán" se había instalado en aquella zona durante varios siglos.
Sin embargo no sólo los arqueólogos trabajaban para hallar más manuscritos, sino que los beduinos se esforzaban en encontrar más pergaminos y en esta competición por encontrar los viejos escritos el resultado fue:
En la cueva 4 se descubrieron más de 15.000 fragmentos pertenecientes a 550 manuscritos, de los cuales 100 de ellos son reproducciones del Antiguo Testamento sin apócrifos, salvo el libro de Esther.
Y después del trabajo arqueológico, comenzó el científico: Investigación, evaluación y publicación.
Publicación que fue paulatina durante los años 50 y 60, pero que en los '70 se estancó. Esta falta de actividad editora provocó un retraso que fue duramente criticado, entonces ciertas declaraciones y el silencio provocaría el nacimiento de una literatura casi fantástica que revelaba los secretos ocultos en los rollos que las autoridades eclesiásticas estaban interesadas en ocultar.
En los años 80 se quiere borrar esa imagen falsa de los manuscritos y publicar definitivamente los mismos. Para ello se aumentó el número de especialistas que pudieran tener acceso a los manuscritos, pasando a ser un patrimonio común de investigación y poniendo una fecha tope para la publicación: diciembre de 1993.

¿Quiénes eran los esenios?
Era una secta que se había separado del Templo de Jerusalén, una especie de monjes que se regían por un consejo de 12 personas a cuyo mando estaba un enigmático personaje llamado "maestro de justicia", pero tras la muerte de su líder, pocos discípulos sobrevivirían y al llegar Herodes el Grande algunos quisieron reintegrarse a la sociedad judía, la razón más importante era que la profecía de Jacob en el Génesis hacía referencia expresa de que el Mesías llegaría cuando el cetro de Israel ya no se hallara en manos de un judío y curiosamente Herodes no era judío, sino idumeo. ¿Tal vez dejaron su vida monástica para encontrar al Mesías?, lo cierto es que Herodes les defraudó y cuando le sucedió su hijo Arquelao, volvieron a Qumrán. Allí se mantuvieron hasta el 68 d.C en que las tropas romanas
                                                
destruyeron el monasterio Qumraní, aunque previamente a los monjes les había dado tiempo para ocultar en las cuevas su biblioteca.
Para ciertos estudiosos los textos de Qumrán no habrían sido conocidos por Jesús y sus apóstoles, aunque muchos de la comunidad, tras la destrucción del monasterio, podrían haber huido con copias de sus manuscritos, de modo que los autores de los Evangelios podrían haber conocido el contenido de estos manuscritos o bien personas que conociesen los textos. De hecho hay muchas palabras o frases que nos recuerdan el Nuevo Testamento.
Algunos teólogos sostienen que Jesús visitó o vivió algún tiempo con ellos. Si así fue, Jesús habría leído probablemente estos y otros rollos de los escribas esenios y si al final Jesús no tuvo una relación directa con ellos, lo que es seguro es que al menos si estuvo cerca cuando oraba en el desierto. Por otra parte , ciertas ideas como "la justificación por la fe" y " la paternidad de Dios" que parecían originales del cristianismo ahora se sabe que son corrientes en la cultura religiosa de la época.
Determinados comportamientos litúrgicos como "las inmersiones en el agua" para purificarse eran corrientes durante el siglo I y ello demuestra que el cristianismo no era un mensaje completamente nuevo e innovador, al contrario éste brotaría de un terreno rico. Además el judaísmo en la época del Segundo Templo era mucho más complejo y pluralista que el actual.

El maestro de justicia
Aunque el movimiento de la secta comenzó antes de que llegara este personaje, su ingreso fue de suma importancia para el desarrollo de la misma. El maestro de justicia tiene un papel relevante en el judaísmo del periodo del Segundo Templo, pero no fue el fundador de la comunidad de Qumrán.
Algunos autores creen que fue Jesús de Nazareth, sin embargo eso no es posible porque era sacerdote (de la estirpe de Zadok). Además nunca se atribuyó la identidad del Mesías. Realmente lo que hizo fue crear un sistema de ritos, reglas y conductas dirigidas al cumplimiento estricto de la Torá.
Entre el caos y el pecado el maestro de justicia se sentía salvado por mandato de dios.

El problema de las traducciones
No ha debido ser fácil traducir esos antiguos manuscritos, al parecer la enorme cantidad encontrada, más de 850, de los cuales 300 están tan deterioradosy fraccionados que su traducción carece de interés, además si a todo esto sumamos la complejidad de la caligrafía, la cual carece de vocales y que las palabras suelen estar todas juntas, de modo que según como las separemos se les puede dar un sentido u otro, ha hecho que los filólogos no vayan con prisas a la hora de entregar sus traducciones.
Y fueron en este caso las prisas las que llevaron al británico John Allegro (miembro de la Comisión) a realizar una interpretación errónea de un fragmento. Al parecer al Sr. Allegro le había tocado editar parte del material encontrado en la cueva 4 y este fue el primero en entregar la traducción de su lote, pero las prisas le hicieron errar y necesitó después más de 100 páginas para corregir todas las faltas que había cometido.
Otro problema igual de importante puede ser la utilización de los manuscritos para defender ciertas teorías o ideas de los filólogos traductores. Esto mismo le sucedió al precitado Sr. Allegro quien había escrito "El champiñón sagrado" e iba buscando una confirmación a sus teorías. La tenacidad por encontrar en esos textos algún indicio que apoyara sus ideas hizo ver al británico palabras que no eran.

Los Manuscritos en la actualidad
Los rollos de Isaías, escritos con tinta sobre piel marrón son 1.000 años más antiguos que cualquier otra copia conocida de los textos bíblicos hebreos. Actualmente este pergamino se haya protegido por un relicario especial en forma de ánfora de arcilla dentro del Museo de Jerusalén. Los encargados del museo pulverizan con agua el relicario todos los días, para que el tesoro conserve su temperatura y humedad apropiada, como si estuviese en su cueva del Mar Muerto.
Además actualmente se restauran los soportes de cuero de los manuscritos, debido a que la enorme salinidad ambiental de la zona los deterioraban.

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