jueves, 13 de junio de 2013

Primera epístola a los tesalonicenses




 
 

 

   
 
Mosaico de Pablo en la ciudad de Veria, antigua Berea.
La Primera epístola a los tesalonicenses o 1ª de Tesalonicenses es uno de los veintisiete libros que componen el Nuevo Testamento cristiano. Asimismo, es una de las catorce epístolas atribuidas por la tradición a Pablo de Tarso,[1] una de las siete menores[2] y, en tanto que primera cronológicamente de todas ellas, las mayores y las menores, una candidata a ser considerada obra inaugural de la literatura cristiana.[3] Como su nombre indica, se trata de una epístola dirigida a la comunidad cristiana de Tesalónica[4] y se dice primera porque existe también una segunda carta en el canon bíblico, dirigida a esta misma comunidad. Por su temática, se puede considerar una obra de la escatología cristiana, sin menoscabo de que también contiene una exhortación moral y un extenso apunte biográfico, que ocupa la mitad de la carta y donde Pablo desgrana recuerdos de su prédica.
Como todas las cartas de Pablo, 1 Tesalonicenses está inmersa en un contexto histórico complejo sin cuyo conocimiento es imposible interpretar correctamente su contenido. Para situar dicho contexto es menester, sin embargo, decidir el peso que se va a asignar a los distintos relatos que lega la tradición, dado que a veces no armonizan bien o directamente se contradicen. Dependiendo de esos pesos nos habremos adscrito a una u otra escuela.[5] En el caso de 1 Tesalonicenses, los documentos relevantes son, la propia epístola y el libro neotestamentario de los Hechos de los apóstoles. El resto de la literatura paulina participa también en estas consideraciones, aunque de manera puntual. Destacan la primera epístola a los corintios, importante porque contiene información sobre Corinto, ciudad en la que Pablo redactó su carta a la vecina Tesalónica. También la Epístola a los Gálatas, por la narración del esclarecedor incidente de Antioquía, y Romanos, por algunos pasajes retrospectivos. Con todo este material se pueden reconstruir con cierta seguridad[6] los largos preliminares y la circunstancia final en que Pablo escribió la epístola. Las personas son muy importantes porque, una vez roto el círculo de sus colaboradores antioquenos, Silas entre ellos, en esta etapa de la vida de Pablo se consolidan nuevos nombres que, como Lucas o Timoteo, han pasado a formar parte plena y destacada de la tradición cristiana.[7]
 

El segundo viaje de Pablo

 
Mosaico en la ciudad de Verio, antigua Berea, que representa la visión de Pablo relatada en el libro de los Hechos.
La carta a los Tesalonicenses[8] fue escrita durante el transcurso del segundo viaje de Pablo,[9] un viaje que comienza y termina en Antioquía de Siria[10] y que se desarrolla a lo largo de dos continentes, Europa y Asia. El contexto previo de este viaje es complejo. Antioquía es una ciudad importante en la historia del cristianismo primitivo pues se dice que allí comenzaron los discípulos a llamarse cristianos Hch 11:26. También podría decirse que es el lugar donde los discípulos dejaron, por eso mismo, de llamarse judíos.[11] Pablo no participó en la fundación de esa comunidad pero, según el libro de los Hechos, se incorporó en algún momento posterior a instancias del apóstol Bernabé Hch 11:25. Bernabé y él, a instancias del Espíritu Santo, realizaron el llamado primer viaje Hch 13:2-4 que les llevó primero a Chipre y luego al Asia Menor, actual Turquía. Las comunidades formadas en Asia fueron visitadas durante el segundo viaje. No así la de Chipre, que desaparece ya del horizonte paulino.
En el periodo entre el primer y el segundo viaje tuvo lugar la Asamblea de los Apóstoles o Concilio de Jerusalén. Dicho concilio nos llega descrito a través de Lucas Hechos 15 y Pablo Gálatas 2 que ofrecen dos versiones con interesantes diferencias.[12] Lo común, sin embargo, es que en aquella asamblea se decidió que habría una misión para los judíos o circuncisos y otra para los paganos o incircuncisos Gálatas 2:7-8. Según el relato de los Hechos, estos últimos quedaron exonerados de seguir la ley judía, salvo en lo que concierne a la prohibición de comer carnes sacrificadas a dioses paganos.[13] Pablo, en su carta a los Corintios, opina que el ídolo no es nada en el mundo 1Co 8:4 pero que conviene guardar las apariencias para evitar las flaquezas de los hermanos 1Co 8:10.
Después la asamblea de los apóstoles, ocurre lo que se viene a llamar el incidente de Antioquía, que es mencionado en los Hechos Hch 16:34-41 y por Pablo Ga 2:11-14. Ambos relatos presentan tales diferencias que no es posible conciliarlos, pero su consecuencia parece la misma. Pablo abandona Antioquía acompañado por Silas y comienza su segundo viaje de misión, cuyo objetivo es la formación de comunidades pagano cristianas.
 
Mapa de las regiones de Asia. Pablo atravesó Siria, Cilicia, Pisidia, Galacia, Frigia, Misia y Tróade.

El trayecto asiático[editar]

El segundo viaje de Pablo transcurrió por dos veces en suelo asiático pero la segunda vez es posterior a la redacción de 1 Tesalonicenses por lo que no se tendrá en cuenta. Pablo abandonó Antioquía acompañado de Silas o Silvano. Para saber algo de este trayecto hay que recurrir al relato de Hechos. Lucas ofrece un itinerario del que cabe destacar dos puntos: su paso por Listra y Derbe donde recluta al joven Timoteo Hch 16:1-3 y su llegada a Troas o Tróade, cerca de Troya Hch 16:8. Entre estos dos puntos recorre algunas comunidades confirmando discípulos Hch 15:41. El itinerario asiático es guiado por dos veces por el Espíritu Santo que encamina a Pablo hasta esa marítima ciudad. Allí, Lucas relata un hecho sobrenatural que motivaría el tránsito de Pablo a Europa.
De noche, Pablo tuvo una visión. Vio un varón macedonio que le dijo: Ven y ayúdanos (Hch 16,10).
Este suceso, del que no se tiene constancia directa por Pablo sería la señal esperada para encaminar la misión. En este punto del relato aparece el primero de ciertos fragmentos de los Hechos que se caracterizan por estar en primera persona del plural.
Luego que tuvo la visión, buscamos la manera de pasar a Macedonia, suponiendo que Dios quería que los evangelizáramos. (Hch 16,10)
...

Autor y datación

El mapa muestra la situación de la prefectura de Tesalónica
Es posible que haya sido la primera de las Epístolas de Pablo, escrita hacia fines del año 52, tras el regreso de Timoteo desde Macedonia, puesto que transmite sus comentarios sobre el estado de la Iglesia en Tesalónica (Hechos 18:1-5; 1Tesalonicenses 3:6). Pablo emplea la carta como medio para corregir la iglesia tesalonicense y proporcionarles instrucción moral; se destacan en ella los temas del martirio por Jesús y la fe en la proximidad de la segunda venida (Parusía). Parousia es una palabra griega cuyo significado es la presencia física de alguien de mucha importancia, se usaba para un embajador que venía o un gran representante. Esta carta está incluida en la Vetus Latina, figura en el fragmento Muratori. Es citada por Ireneo de Lyon en el siglo II [cita requerida].

Contenido

Prescripto

La forma de escribir una carta, sobre todo la forma de comenzarla, difiere según el tiempo y el lugar en que se ha escrito.[14] De hecho, se puede proceder al revés y datar una carta por el formulario que utiliza.[15] Cada época ha tenido sus propias costumbres en lo que a escribir se refiere. En tiempos de Pablo se usaban dos modelos: el oriental y el occidental.[16] En ambos casos la carta o escrito se precedía de un encabezamiento o prescripto (pre-escrito) en el que de forma obligada[17] se hacían constar los remitentes, los destinatarios y un saludo. Estos tres elementos se llamaban, por este orden: superscripto, adscripto y salutatio.[18]
El formulario occidental o grecorromano era breve e impersonal.[19]
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las doce tribus de la dispersión, salud. (Santiago 1,1)
El oriental utilizaba una frase en tercera persona con los remitentes en nominativo y los destinatarios en dativo.[20] Estos elementos básicos podían enriquecerse con frases de relativo.
Pablo, apóstol por llamamiento de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús y pueblo santo por llamamiento junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (1 Co 1,1-3)
pudiendo llegar a ser muy complejas.
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado al apostolado, elegido para predicar el evangelio de Dios, que por sus profetas había prometido en las Santas Escrituras acerca de su hijo, nacido de la descendencia de David según la carne. constituido Hijo de Dios, poderoso según el Espíritu de Santidad a partir de la resurrección de entre los muertos, Jesucristo nuestro Señor, por el cual hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe, para gloria de su nombre en todas las naciones, entre las cuales os contáis también vosotros, los llamados de Jesucristo; a todos los amados de Dios, llamados santos, que estáis en Roma, la gracia y la paz con vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (Rom 1,1-7)
La Epístola a los Tesalonicenses comienza con un discretito prescripto oriental.[21]
Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz.(1,1)
Los remitentes son Pablo, Silas y Timoteo, componentes del equipo misional que fundó la comunidad[22] lo que da a la carta un carácter oficial.[23] Los tres provenían de Asia y en el momento de escribir la carta se encuentran reunidos en Corinto.
El destinatario de la carta es la iglesia de los tesalonicenses (gr:ekklesia tessalonikeon).[24] lo que no tendría nada de particular de no ser porque en el año 50 no existía aún la Iglesia.[25] En efecto, el término ekklesia no tenía en boca de Pablo el mismo sentido que se le atribuye hoy.[26] En general, una ekklesia era una asociación de personas.[27] y ya se usaba en el cristianismo primitivo para designar a las comunidades locales cristianas.[28] Por tanto, Pablo no escribe a la Iglesia. Escribe a la asamblea[29] que quedaba constituida cada vez que se reunía la comunidad. De ahí que al final de la carta exhorte a que sea leída a todos los hermanos (5,27).[30] De ahí también que defina y distinga la asamblea como: asamblea de Dios Padre y de Jesucristo.[31] La ciudad de Tesalónica era prolífica en congregaciones o asambleas religiosas con sus particulares dioses y cultos.[32] En el culto predicado por Pablo, el Dios es Dios y asimismo Padre,[33] algo novedoso dentro de los cultos paganos y que proviene del judaísmo.[34] La iglesia de Pablo es también una comunidad escatológica[35] que se distingue por haber sido elegida por Dios.
El saludo de la carta a vosotros, gracia y paz (gr. jaris kai eirênê) es característico de la correspondencia paulina.[36] Se trata de una mezcla personal del saludo griego salud (gr. jairein) y del oriental misericordia y paz (gr. eleos kai eirênê).[37] Jairein (saludar, alegrarse) es convertido en jaris (gracia) que Pablo utiliza ya con un contenido soteriológico.[38] El término eirene tiene el sentido del saludo hebreo shalom (paz, bienestar, plenitud interior).[39] Con este saludo, que utiliza en todas su cartas, Pablo reúne los dos mundos de que procede.[40]

Proemio

En la carta a los Tesalonicenses, el proemio comprende los versículos 1,2-10. Sigue al prescripto y antecede al scripto.[41] Antes de la predicación cristiana, los proemios ya se utilizaban en la literatura[42] pero Pablo les va a dar el carácter de una acción de gracias.[43] Asimismo, los utiliza para anticipar los contenidos de la carta.[44]
Damos gracias continuamente a Dios por vosotros y siempre os recordamos en nuestras oraciones, haciendo memoria ante nuestro Dios y Padre de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestra caridad y de la perseverante esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1,2-3)
La acción de gracias utiliza la primera persona del plural. Un uso que sólo es roto en tres ocasiones a lo largo de la carta:[45] ...al menos yo, Pablo, una y otra vez... (2,18), ...he mandado a saber de vuestro estado... (3,5), ...os conjuro por Jesucristo... (5,27). Este uso constante del plural revela nuevamente el carácter oficial de la carta, pues redacta el equipo misional y no tanto Pablo. Es la carta menos personal de Pablo.[46]
En el versículo 3 menciona a la fe (gr. pistis), la caridad (gr. agape) y la esperanza (gr. elpidos).[47] Son tres términos que aparecen con frecuencia en las cartas de Pablo[48] La primera cita se realiza aquí. La segunda estaría al final de la carta en (5,8) en caso de que no sea una glosa posterior como algunos autores afirman.[49]
La fe, la esperanza y la caridad son una aportación original de la teología cristiana.[50] A lo largo de los siglos adquirirán un significado complejo. En la literatura paulina, sin embargo, su sentido es muy transparente: Fe en Jesucristo, esperanza en la resurrección y caridad o amor al prójimo.[51] Si para la teología posterior son una división clásica y también objeto de especulación, en Pablo son realidades vivas.[52] La teología de Pablo es una teología de la esperanza.[53] y la 1 Tesalonicenses es una carta escrita para devolver la esperanza a una comunidad inmersa en la duda. Caridad y fe no están tan presentes y encontrarán mejor acomodo en Corintios y Romanos. Según Becker, la 1 Tesalonicenses está estructurada de forma ternaria sobre las tres virtudes.[54] De ahí que prefiera considerarla como una unidad.
1Tesalonicenses 1:4-5 En estos dos versos, Pablo describe cómo fue la predicación en Tesalónica. Muy especial tuvo que ser para decir que: no fue sólo en palabras sino en el Espíritu Santo y muy persuasivamente. Es evidente que el contexto de dicha afirmación era conocido por los destinatarios. A la hora de reconstruirlo, es necesario arriesgar una interpretación.
1Tesalonicenses 1:6 Continuando con el recuerdo de la predicación en la ciudad señala Pablo que fue hecha y recibida con gran tribulación, lo que alude a los constantes problemas que encontraba Pablo, por parte de las comunidades judías.
1Tesalonicenses 1:7-10 En estos versos, Pablo pone a la comunidad como ejemplo para otros. Se afirma que Tesalónica, al ser un puerto internacional, fue uno de los semilleros del cristianismo y que desde allí se expandió a todo el imperio.
Ministerio en Tesalónica
 
La Vía Egnatia por la que Pablo recorrió la provincia romana de Macedonia.
1Tesalonicenses 2:1-2 En este verso, Pablo alude no sólo a las dificultades que tuvo para predicar en Tesalónica sino también en Filipos, de dónde venía. No se puede colegir gran cosa de las cartas, pero los Hechos ofrecen una versión plausible en líneas generales de lo que pudo ocurrir.
1Tesalonicenses 2:3-6 En estos versos, Pablo continúa con el recuerdo de su prédica y viene a decir que lo hicieron desinteresadamente, sin buscar la vanagloria o el dinero. Sobre este punto se extiende también Pablo en las dos cartas a los Corintios. Es difícil decidir el contexto por el que las hace. Obviamente, la manutención de un maestro espiritual podía dar lugar a tensiones. Pablo insiste en sus cartas que trabajaba para no ser una carga.
1Tesalonicenses 2:7-8 Pablo se entretiene con un afectuoso apunte que da idea del paternal cariño que tenía a esta comunidad.
1Tesalonicenses 2:9 Contiene un apunte biográfico sobre la independencia económica de Pablo. Trabajábamos día y noche para no ser gravosos a nadie, punto que es tocado en (2 Co 11, 9). Según (Hch 18, 3), Pablo era fabricante de lonas.
1Tesalonicenses 2:10-13 Ver el comentario a 1Tesalonicenses 2:3-6
1Tesalonicenses 2:14-16 Ver el comentario a 1Tesalonicenses 1:6.
1Tesalonicenses 2:17-3:13 Después de su precipitada marcha de Tesalónica, Pablo intentó regresar muchas veces. Preocupado por la suerte de esta joven comunidad, envió a Timoteo y quedó sólo en Atenas. En este punto existe una discrepancia entre Hechos y el relato de la carta. Asimismo, se da a entender que Silas no estaba en ese momento con él.
1Tesalonicenses 4:1-12 En estos versos desarrolla Pablo una exhortación moral sencilla aconsejando abstenerse de la fornicación en aras de la santificación. Otro tema que menciona es la caridad de la que reconoce bien provista a la comunidad. Otras recomendaciones son llevar una vida quieta y laboriosa.
1Tesalonicenses 4:13-5:3 Los siguientes versículos tienen un contenido escatológico y por ellos se puede decir que 1 Tesalonicenses es una obra de la escatología cristiana. El asunto que tratan es el de la resurrección de los muertos. Se sobreentiende que la comunidad de Tesalónica debió preguntarle a Pablo si los que morían antes de la parusía resucitarían también. La respuesta de Pablo es afirmativa. Es el primer desarrollo teológico. Estos versos también sostienen la opinión de que 2 Tesalonicenses es una obra deuteropaulina.
1Tesalonicenses 5:4-11 En estos versos desarrolla la consecuencia moral de la inminencia del fin del mundo, en la que Pablo creía. Estar vigilantes es su recomendación. Para 1Tesalonicenses 5:8, ver el comentario a 1Tesalonicenses 1:3.
1Tesalonicenses 5:12-18 Estos versos contienen unos amables ruegos que Pablo finca en la caridad de unos a otros.
1Tesalonicenses 5:19-20 Contiene una mención del Espíritu Santo en relación con las profecías.

Polémicas

La sinanoga de Tesalónica. El libro de los hechos Hch 17:2 menciona que en la ciudad de Tesalónica existía una sinagoga.
Estancia en Tesalónica. El libro de los hechos Hch 17:2 menciona que Pablo discutió con ellos durante tres sábados. Algunos autores piensan que una estancia inferior a un mes contradice el propio testimonio de la carta.
El paradero de Silas. Silas acompañó a Pablo desde Antioquía. Aparece como remitente en esta carta y como predicador en la comunidad de Corinto 2Co 1:19. Después de eso, desaparece completamente y ya no se sabe lo que con él ocurre. La carta primera de Pedro le menciona 1Pe 5:12, lo cual da pie a pensar, que Silas, asociado primero a la misión de Pablo pasó en algún momento a la misión petrina.

Notas

  1. Pablo de Tarso es uno de los apóstoles de la religión cristiana y su primer y más determinante teólogo. Su figura ha sido agitada para defender posturas enfrentadas, por lo que toda afirmación sobre su persona o su obra es controvertida y depende en buena medida del autor que la formule.
  2. Las catorce epístolas de Pablo de Tarso se dividen tradicionalmente en siete mayores y siete menores, en razón de su longitud e importancia. El orden bíblico es: Romanos, 1 Corintios y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses y 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos. 1 Tesalonicenses es, por tanto, la octava epístola y primera de las menores.
  3. Es una afirmación que precisa de matizaciones. La datación de esta carta es bastante estable y se suele fechar en torno al año 52. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con los evangelios cuya datación es más controvertida. El evangelio de Marcos es posterior en algunos planteamientos pero anterior en otros. Hay que tener en cuenta, además, la posibilidad de que algunas fuentes tempranas no hayan llegado a nosotros.
  4. La ciudad de Tesalónica fue fundada en el siglo IV a. C. por un general de Alejandro Magno, que se llamaba Casandro de Macedonia. Recibió el nombre por su mujer, Thessaonikê, que era hermana de Alejandro. La ciudad estaba emplazada en la Vía Egnatia, por lo que estaba bien comunicada por tierra. Asimismo tenía un importante puerto marítimo del que partían embarcaciones a todos los puntos del imperio. En un plano teológico, Tesalónica fue una de las siete iglesias destinatarias de la correspondencia paulina, idea muy temprana que ya aparece recogida en el fragmento Muratoriano del siglo II. Las siete iglesias paulinas son: Corinto, Éfeso, Filipos, Colosas, Galacia, Tesalónica y Roma. El paralelismo de esta idea con las cartas a las siete iglesias del libro de la Revelación ya lo mencionaba el susodicho fragmento.
  5. El estudio de la cuestión paulina es muy complejo porque depende de la posición que se adopte ante la autoría de las cartas y la veracidad histórica que se atribuya al relato de los Hechos. En el caso de este último no se trata sólo de que sea o no veraz en su conjunto, sino que esa cuestión debe resolverse párrafo a párrafo y polémica por polémica. El resultado es que cada autor lee y presenta a su propio Pablo. En este sentido, la epístola a los tesalonicenses es un remanso de paz, pues sobre ella no se desatan grandes tormentas. Hay polémicas, es cierto, pero no de las severas.
  6. Cabría añadir consenso entre especialistas pero si algo caracteriza la cuestión paulina es la inexistencia de consensos.
  7. Según la tradición, apoyada por unos y rechazada por otros, Timoteo y Lucas se hicieron discípulos de Pablo en el transcurso del segundo viaje.
  8. Está en entredicho la autoría de la Segunda epístola a los tesalonicenses por lo que es posible que la primera epístola sea también la única y la última. De ahí que se diga la carta a los tesalonicenses.
  9. Pablo hizo cuatro viajes, de los cuales el cuarto pudo o no pasar por [España]].
  10. Existe otra ciudad llamada Antioquía de Pisidia que fue visitada durante este viaje.
  11. En Antioquía de Siria se formaron dos comunidades, una judeo-cristiana y otra pagano-cristiana, entre las que se dieron fuertes tensiones. La comunidad pagano cristiana era independiente de la sinagoga, por lo que se acuñó un nuevo nombre para ellos, ya que no eran judíos sino griegos. En consecuencia, se les llamó cristianos (Becker 1996, 114).
  12. Esto cuadra mejor contarlo en la epístola a los Gálatas.
  13. Los sacrificios a los ídolos se hacían con alimentos. Como los ídolos no se la comían, todo ese alimento era luego aprovechado por las personas. Esto hacía que hubiese dos géneros de alimentos, los provenientes del sacrificio y los provenientes del mercado. El judeo cristiano que comía en la mesa de un pagano cristiano se exponía a ingerir alimentos sacrificados.
  14. Cada lugar y tiempo tenía su propio formulario... (Gil Arbiol 2004: 30)
  15. ...podemos saber, aproximadamente, cuándo y dónde se ha escrito una carta si sabemos cómo comienza (Gil Arbiol 2004: 30)
  16. Existía para este tiempo y lugares por los que se mueve Pablo un formulario occidental (grecorromano) y otro oriental (semítico)... (Gil Arbiol 2004: 30)
  17. ...el que quería escribir una carta no podía ser absolutamente original... (Gil Arbiol 2004: 30)
  18. ...se componía de la mención del remitente (superscriptum), del destinatario (adscriptum) y de un saludo (salutatio). (Gil Arbiol 2004: 31)
  19. El griego escribe el encabezamiento en una frase generalmente breve e impersonal. (Becker 2007: 328)
  20. ...frase en tercera persona indicando el nombre del mitente o de los mitentes en nominativo ... y el nombre del destinatario o de los destinatarios en dativo (Vidal 2006: 63)
  21. El prescripto o encabezamiento de esta carta ... sigue el formulario epistolar que se suele llamar oriental. (Vidal 2006: 63)
  22. El mitente de la carta es el equipo misional... (Vidal 2006: 63)
  23. ...misional y oficial, ya que la escribe el equipo de misioneros... (Vidal 2006: 64)
  24. Ver texto griego. (Vidal 2006: 44)
  25. Sólo más tarde ... comienza a referirse a la Iglesia Universal. (Vidal 2006: )
  26. ...nada de eso recoge el sentido original del término... (Gil Arbiol 2004: 32)
  27. ...podía referirse a diversos tipos de asambleas o congregaciones... (Vidal 2006: 65)
  28. ...era ya un término técnico del cristianismo helenista... (Vidal 2006: 64)
  29. Asamblea, pues, es una traducción más ajustada... (Gil Arbiol 2004: 32)
  30. ... la comunidad tesalonicense que en el momento de la proclamación de la carta está congregada... (Vidal 2006: 64)
  31. ...para señalar su singularidad... (Vidal 2006: 65)
  32. Hay constancia en Tesalónica ... de diferentes cultos paganos muy populares. (Gil Arbiol 2004: 17)
  33. ...la expresión griega Dios y Padre... (Vidal 2006: 68)
  34. ...no era nada común en el entorno grecorromano... (Gil Arbiol 2004: 33)
  35. La Iglesia es la humanidad reunida inmediatamente antes del fin... (Becker 2007: 167)
  36. ...tiene un carácter formal fijo en todas las cartas de Pablo... (Vidal 2006: 65)
  37. Pablo hace una mezcla de ambos formularios... (Gil Arbiol 2004: 31)
  38. ...ya resuena en él el denso sentido que adquiere en las cartas de Pablo... señalando frecuentemente el don de la salvación... (Vidal 2006: 65)
  39. ...es aquí una reminiscencia del típico saludo epistolar hebreo... (Vidal 2006: 65)
  40. ...hace del saludo de sus cartas un símbolo de la unión entre el mundo griego y el judío. (Gil Arbiol 2004: 32)
  41. ...entre el encabezamiento y el cuerpo de la carta... (Gil Arbiol 2004: 36)
  42. En general se usaban los proemios... (Gil Arbiol 2004: 33)
  43. ...tiene la forma de acción de gracias a Dios... (Vidal 2006: 67)
  44. ...y su carácter introductorio... (Gil Arbiol 2004: 36)
  45. ...en tres ocasiones... (Vidal 2004: 63)
  46. Es la carta de Pablo que menos utiliza el singular Yo... (Gil Arbiol 2004: 39)
  47. Consultar texto griego. (Vidal 2006: 44)
  48. ...repetidas veces... (Bornkamm 2002: 280)
  49. ...es, probablemente, una añadidura... (Vidal 2006: 106)
  50. ...es una creación cristiana... (Vidal 2006: 68)
  51. Pablo resume toda la ley en el mandamiento del amor al prójimo... (Bornkamm 2002: 277)
  52. (Sobrino 1986: 194)
  53. ...su teología es impensable sin esta espera... (Bornkamm 2002: 280)
  54. ...parecen constituir el armazón de la carta. (Becker 2007: 166)

Bibliografía

  • BECKER, JÜRGEN (2007). Pablo, el Apóstol de los paganos. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1276-0. 
  • GIL ARBIOL, CARLOS (2004). Primera y segunda cartas a los tesalonicenses. Editorial Verbo Divino. ISBN 84-8169-376-6. 
  • VIDAL, SENEN (2006). El primer escrito cristiano. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1614-1. 
  • VIDAL, SENEN (2007). Pablo. De Tarso a Roma. Editorial Sal Terrae. ISBN 84-293-1716-9. 

Véase también

Enlaces externos



Primera epístola a los Tesalonicences
Autor: La Biblia

Tesalónica, la capital de la provincia romana de Macedonia, era un puerto importante del mar Egeo. Pablo llegó a esa ciudad en el año 50, durante su segundo viaje misionero. Allí fundó una comunidad cristiana, compuesta en su mayor parte de paganos convertidos a la fe. Pero su permanencia en Tesalónica fue muy breve, ya que debido a la oposición de los judíos debió abandonar la ciudad precipitadamente (Hech. 17. 1-15). A su salida, la comunidad quedó sola en medio de la persecución y con una insuficiente formación religiosa.

Preocupado por la suerte de los cristianos, Pablo les envió a Timoteo, desde Atenas (3. 1-5). A su regreso, este trajo al Apóstol noticias muy alentadoras: la comunidad se había mantenido firme en la fe y recordaba a Pablo con afecto. Sin embargo, algunos esperaban con impaciencia la Venida del Señor y se negaban a trabajar, resultando una carga para sus hermanos. Otros estaban preocupados, porque suponían erróneamente que los cristianos que ya habían muerto no iban a estar presentes cuando viniera el Señor.

Para responder a estas inquietudes, Pablo escribió poco después de su llegada a Corinto, a comienzos del año 51, su PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES: la lectura de esta Carta, como también la de la segunda a los Tesalonicenses, supone una cierta familiaridad con el estilo "apocalíptico", cargado de imágenes y símbolos, que los Profetas y los Escritores judíos solían emplear para anunciar la llegada del "Día del Señor" (5. 2).
Su salida precipitada, ante las dificultades que tuvo en el momento de consolidar la fe de la comunidad (Hch 17,1-10), no le dejaron tranquilo, y desde Atenas envió a su colaborador Timoteo para que pudiera completar la evangelización. De vuelta, Timoteo informa a Pablo de cómo van las cosas y , ya desde Corinto, donde se habían establecido los misioneros, escribe lo que será el primer texto oficial del Nuevo Testamento. Antes de que los Evangelios tomaran cuerpo, esta carta (1Tes) será la primera manifestación de la misión y del proyecto que el cristianismo deberá llevar a cabo en el mundo de entonces.
Indice:
• Introducción general
1.- 1 Tesalonicences 1
2.- 1 Tesalonicences 2
3.- 1 Tesalonicences 3
4.- 1 Tesalonicences 4
5.- 1 Tesalonicences 5
 
 
PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS TESALONICENSES      
      

 
 
Fecha: El año y el lugar no se han determinado con seguridad. Se cree generalmente que ésta fue la primera de todas las cartas de Pablo y probablemente fue escrita desde Corinto, 49 - 54 d.C.
 
La Iglesia: Fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero. Allí encontró una oposición violenta a su obra, pero tuvo éxito en ganar a algunos judíos y a numeroso griegos, que le hizo posible el establecimiento de una iglesia fiel. Lea Hechos 17:1 - 10.
Marco Histórico: Pablo había enviado a Timoteo a animar y a fortalecer a la iglesia. Este a su regreso le dio un informe que evidentemente motivó al apóstol a escribir la carta. (ver 3:6).
Temas Principales: Esta es una de las cartas más personales de todas las de Pablo. No es tan doctrinal o polémica como algunas de las otras.



El cuerpo de de la carta consiste principalmente de recomendaciones, reminiscencias personales, consejos y exhortaciones. La verdad central, resaltada ampliamente, es la esperanza futura de la venida de Cristo. E
n vida del apóstol Pablo, Tesalónica (la actual Salónica) era la capital de la provincia romana de Macedonia. Gozaba de una economía floreciente, debida en gran parte a su magnífico emplazamiento, con un puerto que se abría al mar Egeo y daba entrada y salida a buena parte del importante tráfico comercial entre Roma y Asia Menor.
La población tesalonicense era numerosa. Estaba formada por una mezcla de residentes nativos y extranjeros, agrupados estos últimos en colonias de las más diversas nacionalidades, entre las cuales se contaba la judía, que debía de ser importante puesto que disponía de su propia sinagoga (Hch 17.1).
El evangelio en Europa
Pablo y sus colaboradores fueron los primeros en llevar a Europa el evangelio de Jesucristo.
 Habiendo zarpado del puerto de Troas, desembarcaron en Neápolis y luego se dirigieron a Filipos (Hch 16.11–12), desde donde, «pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica» (Hch 17.1; 1 Ts 2.1–2).
El libro de los Hechos registra las discusiones que Pablo mantuvo con los judíos de Tesalónica durante tres sábados (Hch 17.2). La estadía del apóstol en la ciudad se prolongó probablemente por unos tres meses, a juzgar por todo lo que allí aconteció (Hch 17.4–9; cf. Fil 4.16 acerca de la ayuda recibida «una y otra vez» de los filipenses).
La actividad de Pablo en Tesalónica dio como fruto la conversión de algunos judíos, «un gran número de griegos piadosos, y mujeres nobles no pocas» (Hch 17.4). Pero también provocó los celos de «judíos que no creían», los cuales «alborotaron la ciudad» hasta el punto de obligar al apóstol a abandonarla precipitadamente (Hch 17.5–10).
 
Fecha y lugar de redacción
Desde Tesalónica, Pablo se dirigió a Berea (Hch 17.10), luego a Atenas (Hch 17.15) y finalmente a Corinto (Hch 18.1), donde alrededor del año 50 redactó esta Primera epístola a los Tesalonicenses (=1 Ts) (3.6; cf. Hch 18.5). Es la carta más antigua de las que conocemos del apóstol y, probablemente, también el documento más antiguo del NT.
La intención de Pablo era regresar pronto a Tesalónica, pero no pudo hacerlo. Así es que desde Atenas mandó a Timoteo (2.17–18; 3.2, 5–6), encargándole que animara a los creyentes y que luego se reuniera con él para informarle de la marcha de los asuntos en aquella iglesia.
Timoteo hizo el viaje, y volvió a Corinto. En términos generales, las noticias que llevaba a Pablo eran buenas, aunque también hablaban de cierta falta de madurez entre los cristianos de Tesalónica. De todos modos, Pablo se sintió satisfecho, y no tardó en manifestarlo por escrito.
Contenido y estructura
La primera de las dos secciones principales en que se divide el texto (2.1–3.13 y 4.1–5.24) está precedida de un saludo (1.1) y una acción de gracias (1.2–10). Tras esta introducción, el apóstol recuerda su ministerio en Macedonia (2.1–16), expone las razones que lo movieron a enviar a Timoteo en vez de volver él mismo a Tesalónica (2.17–3.5) y da gracias a Dios por las buenas noticias de las que Timoteo, al regresar, había sido portador (3.6–13).
La segunda sección contiene una exhortación a vivir en paz y en fidelidad a Dios (4.3–12). El retorno del Señor, dice, es inminente; pero el momento, desconocido. Por lo tanto, es necesario estar atentos y vigilantes (4.13–5.11), puesto que su día «vendrá así como ladrón en la noche» (5.2). Los que ya murieron, resucitarán (4.13–16); y juntos, ellos y «los que hayamos quedado, seremos arrebatados... para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor» (4.17).
La carta concluye con una invitación a todos los creyentes (5.25–28), para que cumplan con solicitud sus responsabilidades como miembros de la iglesia de Jesucristo (5.12–24).
 
ESQUEMA DEL CONTENIDO:
Prólogo (1.1–10)
1. Ministerio de Pablo en Tesalónica (2.1–3.13)
2. Diversas exhortaciones (4.1–5.24)
 
Epílogo: Salutaciones y bendición final (5.25–28).
 
 

Primera Carta a los Tesalonicenses

                
Carta escrita por Pablo de Tarso en invierno del año 51, dirigida a la comunidad de Tesalónica, fundada en el año 50. Es el documento más antiguo del Nuevo Testamento.

Escribe desde Corinto

Pablo cuenta haber encontrado fuerte oposición, sufrimientos e injurias en Filipos. Después, actuó en Tesalónica con éxito, dirigiéndose en especial a los paganos, a quienes dio un trato paternal, “suave y enérgico”. A continuación, la comunidad de Tesalónica sufrió persecución. [1]
Mientras está en Atenas le llegan noticias preocupantes, razón por la cual había optado por quedar solo en la metrópoli, enviado a Timoteo, pero éste ha regresado con buenas noticias. Parece escribir desde la vecina ciudad de Corinto, según Hechos 18,1.5. Les expresa su deseo de volver a Tesalónica. Remite la carta a través de Timoteo. [2]

Cuestiones dogmáticas

Esboza algunos dogmas del cristianismo.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (1 Tes 1, 1)
Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. (1 Tes 1, 6)
... cómo abandonando los ídolos, os volvisteis al Dios vivo y verdadero, y vivir guardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. (1 Tes 1, 9b-10)
Según autores pertenecientes a la apologética católica, aunque no se nombra en todo el Nuevo Testamento a la Santísima Trinidad, se señala que ya en esta carta se habla del Espíritu Santo, de Dios Padre y de su Hijo. De la afirmación monoteísta de un sólo Dios vivo y verdadero. De la esperanza en la segunda venida de Jesucristo, y de su papel redentor.

Kyrios

Se da a Jesús el título de Señor, que era habitualmente utilizado para dirigirse al dios nacional en los países del entorno de Judea (Egipto, Mesopotamia, etc.). Esta misma palabra (Kyrios) es la que se utiliza en la Biblia de los Setenta para traducir el tetragrama YHWH (Yahveh) que representa al Dios de Israel. Este hecho promueve la teoría de que ya en esta fecha Pablo de Tarso daba carácter de divinidad a Jesús. Hay autores que niegan esta posibilidad, aduciendo que el título de Señor también se daba tanto a los reyes y soberanos, como a los dioses personales del helenismo. Algunos defienden que Pablo diviniza a Jesús precisamente por influencia helenística, al modo de Dioniso. Otros, como Crossan, inciden en el hecho de que Pablo no abandona nunca su monoteísmo judío y que Jesús es proclamado Señor y Salvador con los mismos títulos que se daban al César de Roma.

La resurrección de los muertos

Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con Él. (1 Tes 4, 13-14)
Se afirma la creencia en la resurrección de los muertos.
Creían en esos momentos que la segunda venida de Cristo era inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos morían sin haber visto llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos. Por esta razón, Pablo continúa:
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues Él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4, 15-17)
Manifiesta que, a pesar de la inminencia del fin de los tiempos, no deben abandonar sus trabajos ni vivir a costa de nadie. [3]

Organización de las comunidades

Un pequeño grupo de personas parece trabajar velando por el «orden de la comunidad». (1Tes 5,11-15)

Jesús en la primera carta a los Tesalonicenses

Jesús de Nazaret en su aspecto humano, no era de interés para Pablo, aportando escasos datos biográficos. Pueden extraerse los siguientes en esta carta:
  • Dios ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos (1Tes 1,10)
  • En Judea los judíos mataron al Señor Jesús (2,14-15)
  • Jesús ha muerto y resucitado (4,14)
  • Jesucristo murió por nosotros (5,9-10)
Algunos exégetas[4] advierten que la cita de 1Tes 2,14-16 hay una interpolación posterior al año 70, tanto por su rencorosa referencia a los judíos como "los otros" (olvidando que Jesús y Pablo eran judíos), como por su referencia al castigo que habían de recibir.

Referencias

Artículos relacionados
Bibliografía
  • J.D.Crossan, J.L.Reed "En busca de Pablo" Ed.Verbo Divino. 2006
  • Etienne Charpentier, Régis Burnet. "Para leer el Nuevo Testamento". Ed.Verbo Divino. 2006
  • Biblia para la iniciación cristiana. Nuevo Testamento. Ed.Secretariado Nacional de Catequesis. Madrid, 1987. ISBN 84-7141-008-7
Notas
  1. 1Tes 1,5-9; 2,2.11-12.14; 3,4
  2. 1Tes 2,17-18; 3,1-2.4-5
  3. 1Tes 4,3.6.911; 5,14
  4. Birger Pearson, citado en J.D.Crossan, J.L.Reed "En busca de Pablo" Ed.Verbo Divino. 2006

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