lunes, 10 de junio de 2013

Evangelio de Juan

 

    
 
Folio del Codex Aureus de Lorsch (fines del siglo VIII y principios del IX) en el que se representa a Juan el evangelista escribiendo el Evangelio.
 
Primer folio del papiro 66 (\mathfrak{P}66), códice datado del año 200, en el que se observa la sobreinscripción del nombre del evangelio de Juan. Se trata de un papiro de Categoría I según la clasificación de Kurt Aland y Barbara Aland.[1] p. 101
El Evangelio de Juan, también conocido como «el cuarto evangelio», es uno de los evangelios canónicos constitutivos del Nuevo Testamento, caracterizado por las marcadas diferencias estilísticas y temáticas, y por las divergencias en su esquema cronológico y topográfico respecto de los otros tres, llamados evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). El evangelio de Juan no solo contiene muchos pasajes sin equivalente en los otros evangelios canónicos, sino que aún los pasajes con cierta similitud son presentados de forma totalmente diversa en cuanto al contenido, al lenguaje, a las expresiones y giros con que predica Jesús de Nazaret y a los lugares de su ministerio. La tradición apostólica atribuye la autoría de este evangelio a Juan el apóstol y evangelista aunque, dada la falta de unidad en su redacción final, el estilo y la fecha supuesta de redacción (en torno al año 90 d.C.), entre otros puntos, se cuestiona tanto la autoría en sí como sus alcances (redactor, comunidad responsable). Existe la posibilidad de que el evangelio de Juan fuera fruto de la comunidad fundada alrededor de uno de los discípulos de Jesús, presentado en el evangelio con el título de «discípulo a quien Jesús amaba», seguramente la de Éfeso.
Entre las características del evangelio de Juan, se acepta ampliamente la de ser un escrito para la meditación en el que sobresalen los discursos como forma de reflexión en torno a la figura de Jesús de Nazaret, a quien se presenta desde el prólogo como el Logos, la palabra eterna de Dios. Es un evangelio sumamente simbólico y litúrgico, que enmarca el ministerio público de Jesús en la sucesión de festividades judías (entre ellas, la Pascua judía, la Fiesta de la dedicación o de las luminarias y la Fiesta de los tabernáculos o de las tiendas). Muchos estudiosos han visto en el evangelio de Juan un carácter marcadamente místico.
Las polémicas de que fue y es objeto el evangelio de Juan son el resultado de su singularidad. No se trata de una obra corriente: se disputa su autor, el ambiente que haya podido influir en su pensamiento y sus modos de expresión, su estructura literaria, sus fuentes y hasta la naturaleza del libro. Con todo, siempre fue recibido sin reticencias por parte de la Iglesia.[Nota 1] La bibliografía sobre el evangelio de Juan se acrecentó mucho en el último siglo, y hoy es sumamente abundante. Junto con los numerosos análisis que de él se hicieron, se puso aún más de manifiesto su profundidad, que supera el marco estrictamente religioso (cristológico, soteriológico y eclesiológico) y que, a través del tiempo, alcanzó los más diversos campos de la cultura y de las artes.
 

Papirología del evangelio

 
Imagen del papiro 75 (\mathfrak{P}75), que muestra el final del evangelio de Lucas y el comienzo del evangelio de Juan.[1] pp. 91 y 101 Datado de 175-225.
Existen numerosos papiros que contienen fragmentos del evangelio de Juan. Algunos de ellos presentan una escritura que data de fechas muy próximas al momento estimado de redacción del evangelio.[Nota 2] Se destacan particularmente los siguientes, catalogados según la clasificación de Aland y Aland,[1] p. 335 como papiros de Categoría I:
  • El papiro 52 o papiro Biblioteca Rylands \mathfrak{P}52, conocido también como el fragmento de San Juan. Se trata del manuscrito en estado fragmentario del evangelio de Juan más antiguo conocido hasta el momento. Se conserva en la biblioteca John Rylands, Mánchester (Reino Unido). Su datación de alrededor del año 135 es uno de los factores decisivos en la determinación del terminus ad quem (fecha más tardía en que se puede haber compuesto el evangelio).
  • El papiro 66, también llamado \mathfrak{P}66. Es un códice casi completo del evangelio de Juan, que forma parte de la colección conocida como los papiros Bodmer. Se trata de un caso único, por el nivel de integridad y conservación de un material datado de fines del siglo II o principios del siglo III.
  • El papiro 75, conocido como \mathfrak{P}75, o papiro Bodmer XIV-XV, datado de 175-225. Abarca vastas secciones de los evangelios de Lucas y de Juan. Constituye el manuscrito más antiguo encontrado que mantiene unidos a dos evangelios y fue interpretado como evidencia de que las comunidades cristianas primitivas ya manejaban estos materiales como una unidad.

Datación

La datación mayoritaria sitúa a este evangelio en los años 90 d.C.
Las dataciones más tardías están limitadas por el Papiro P52 (hacia 125-150) y por las menciones al evangelio de Juan que hacen Ireneo de Lyon y el Fragmento muratoriano hacia el año 180, así como Clemente de Alejandría y Tertuliano hacia 200.
Las dataciones más tempranas (P. Gardner-Smith; A. T. Olmstead; E. R. Goodenough; H. E. Edwards; B. P. W. Starther Hunt; K. A. Eckhardt; R. M. Grant; G. A. Turner; J. Mantey; W. Gericke; E. K. Lee; L. Morris; S. Temple; J. A. T. Robinson) se basan en los siguientes argumentos:
  • Se describe la ciudad de Jerusalén que existía antes de ser completamente arrasada en el año 70, con detalles que han sido corroborados por estudios arqueológicos (W. F. Albright; R. D. Potter; Joachim Jeremias). Las descripciones de Jerusalén siempre se hacen en tiempo presente, nunca en pasado.
  • El ambiente descrito en el evangelio corresponde al que había antes de la rebelión del 66. (Charles Harold Dodd)
  • No presenta ninguna profecía acerca de la destrucción de Jerusalén. En Jn 2,19 hay un comentario de Jesús cargado de simbología con respecto a la destrucción del templo y a su resurrección al tercer día.
  • Aunque algunos autores afirman que la cristología de este evangelio estaba más elaborada y avanzada que la de los sinópticos, otros sostienen que presenta una cristología primitiva. La mayor dificultad de esta teoría es la afirmación de la preexistencia del Verbo en Jn 1,1. Sin embargo, la idea de la preexistencia de la palabra creadora de Dios ya estaba presente en la literatura sapiencial judía (Pr 8,22-31; Eclo 24,1-22; Sab 9,1) y en el Tárgum. Por otro lado, la identificación de Jesús con la Sabiduría de Dios está presente también en los sinópticos.
  • No presenta referencias a los gentiles, al contrario de lo que ocurre en los sinópticos.
  • Jn 21 parece presuponer que Pedro había muerto. Un gran número de autores consideran que este capítulo final es un añadido. El capítulo parece salir al paso de especulaciones acerca de si, tras la muerte de los principales representantes del cristianismo (Santiago "el hermano del Señor" en el año 62 y Simón Pedro hacia el 64), Juan sobreviviría hasta la segunda venida del Cristo. Se sitúa así, este capítulo, del año 65 en adelante, sin poder definir más la fecha.

Lugar de composición y lengua original

Ireneo de Lyon (ca. 130 - ca. 202) señaló a Éfeso como lugar de composición del evangelio de Juan, ya en tiempos del emperador Trajano (98 a 117). La época del comienzo del mandato de Trajano coincidiría con la datación de muchos especialistas, tal como se mencionó anteriormente.
«[...]Por fin Juan, el discípulo del Señor «que se había recostado sobre su pecho» (Jn 21:20; 13:23), redactó el Evangelio cuando residía en Éfeso[...]»[2]
Ireneo de Lyon
«[...]todos los presbíteros de Asia que, viviendo en torno a Juan, de él lo escucharon, puesto que éste vivió con ellos hasta el tiempo de Trajano. Algunos de ellos vieron no sólo a Juan, sino también a otros Apóstoles, a quienes han escuchado decir lo mismo.»[3]
Ireneo de Lyon
«Finalmente la Iglesia de Éfeso, fundada por Pablo, y en la cual Juan permaneció hasta los tiempos de Trajano, es también testigo de la Tradición apostólica verdadera.»[4]
Ireneo de Lyon
La mayoría de los escrituristas acepta el dato del lugar de composición propuesto por Ireneo. En cambio, B. P. W. Stather-Hunt y G. W. Broomfield se inclinaron por Alejandría (considerando la difusión que el evangelio de Juan tuvo en Egipto). W. Bauer y Burney argumentaron a favor de Antioquía u otro lugar de Siria. También se ha propuesto algún lugar hacia el este del lago de Tiberíades dentro del reino de Herodes Agripa II.[5] Pero estos argumentos han recibido escasa aceptación. En la consideración de Raymond Edward Brown, Éfeso continúa ostentando la primacía entre las demás candidaturas a la identificación como lugar en que se compuso el evangelio de Juan, por la casi unanimidad de las voces antiguas que tratan del tema y por el paralelismo entre el evangelio de Juan y el Apocalipsis, obra que pertenece claramente al área de influencia de Éfeso.[6]
En nuestros días, se admite en general que la lengua original del evangelio de Juan es la koiné, una variedad del griego. Algunos autores plantearon la hipótesis de un texto original desaparecido en arameo.[7] [8] Esta hipótesis fue revisada extensamente,[9] pero no tuvo aceptación entre los especialistas.[10] p. 44

Estructura

Se destaca la introducción (1:1-5) que ha sido y es basal del Credo: En el prólogo del Evangelio de Juan, se menciona al Λóγος, identificándolo como a la persona espiritual con Dios en el principio de la creación. Juan 1:1 dice:
εν αρχη ην ο λογος και ο λογος ην προς τον θεον και θεος ην ο λογος
en el principio era el logos y el logos era con Dios el logos era Dios.
Traducido al latín en la Vulgata: In Principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum
en el principio era el Verbo [la palabra razonada] y el Verbo era con Dios el Verbo era Dios .
Después de la introducción (1:1-5), de carácter puramente teológico, la narración del libro empieza en el verso 6, y consta de dos partes. La primera parte (1:6-capítulo 12) contiene la historia del ministerio público de Jesús desde su introducción por Juan el Bautista hasta su entrada en Jerusalén. La segunda parte (capítulos 13-21) presenta a Jesús con sus enseñanzas y ministerio a sus discípulos durante la fiesta de la Pésaj (13-17), y da cuenta de sus sufrimientos en la Pasión (18-19) y la aparición a sus discípulos después de su resurrección (20-21).
Los puntos notables de este evangelio son (1) la relación entre el Hijo y el Padre, (2) entre el redentor y los creyentes, (3) el anuncio del Espíritu Santo como Consolador, y (4) el énfasis sobre el amor como un elemento de carácter cristiano. Se trata, probablemente, del evangelio más filosófico de todos los llamados canónicos.
Este libro está escrito primariamente a los cristianos. Se supone que fue escrito en Éfeso, que después de la destrucción de Jerusalén (70 d. C.), vino a ser el lugar principal de vida cristiana.
El evangelio fue escrito para personas conocedoras de la cultura judía y al mismo tiempo en contacto con el pensamiento griego; además se les pone en guardia frente al gnosticismo.

Notas

  1. Ya desde el Diatéssaron de Taciano en el siglo II se reconoció al evangelio de Juan como uno de los cuatro evangelios canónicos. Lo mismo sucedió en los escritos de los Padres de la Iglesia, tanto de Occidente como de Oriente, así como en los cánones más antiguos promulgados por los sínodos de las Iglesias. La única excepción a la aceptación temprana del evangelio de Juan fue la del poco influyente grupo romano formado por el presbítero Caio (o Gayo) y los álogos (es decir, los negadores del Logos joánico).
  2. La tabla reune los datos esenciales de papiros que contienen fragmentos del evangelio de Juan.
    • Los números que acompañan al papiro conforman el sistema estándar de Gregory-Aland.
    • El contenido incluye los capítulos y versículos principales. A menudo se trata de papiros en estado fragmentario en los que los capítulos no están completos. Por ejemplo, el \mathfrak{P}^{52} contiene 5 versículos de los 40 versículos del capítulo 18 de Juan.
    Las filas marcadas en color amarillo suave corresponden a los papiros de Oxirrinco
    Las filas marcadas en color ciano claro corresponden a los papiros Bodmer
    Las filas marcadas en color rosa claro corresponden a los papiros Chester Beatty
    NombreFechaContenidoInstituciónRef #Ciudad, EstadoPaís
    Papiro 2550Juan 12:12-15; Lucas 7:22-26.50 (en copto, en el reverso)Museo Arqueológico NacionalInv. 7134FlorenciaItalia
    Papiro 5250Juan 1:23-31.33-40; 16:14-30; 20:11-17.19-20.22-25Biblioteca BritánicaP. Oxy. 208. 1781; Inv. 782. 2484LondresReino Unido
    Papiro 6350Juan 10:1-2.4-7.9-10; 11:1-8.45-52 (texto griego)Biblioteca Nacional y UniversitariaPap. copt. 379. 381. 382. 384EstrasburgoFrancia
    Papiro 22250Juan 15:25-16:2.21-32Biblioteca de la Universidad de GlasgowP. Oxy. 1228; MS 2-X.IGlasgowRU
    Papiro 28250Juan 6:8-12.17-22Museo del Instituto de Palestina
    Escuela de Religión del Pacífico
    P. Oxy. 1596; Pap. 2Berkeley
    California
    Estados Unidos
    Papiro 36550Juan 3:14-18.31-32.34-35Biblioteca MédicaPSI 3FlorenciaItalia
    Papiro 39250Juan 8:14-22Biblioteca Ambrose SwaseyP. Oxy. 1780; Inv. 8864Rochester
    Nueva York
    Estados Unidos
    Papiro 44s. VI o VIIMateo 17:1-3.6-7; 18:15-17.19; 25:8-10; Juan 9:3-4; 10:8-14; 12:16-18Museo Metropolitano de ArteInv. 14. 1. 527, 1 folCiudad de Nueva YorkEstados Unidos
    Papiro 45250Mateo 20-21,25-26; Marcos 4-9,11-12;
    Lucas 6-7,9-14; Juan 4-5,10-11; Hechos 4-17
    Biblioteca Chester Beatty -
    Biblioteca Nacional de Austria
    P. Bíblico Beatty I
    Pap. g. 31974
    Dublín
    Viena
    Irlanda
    Austria
    Papiro 52125Juan 18:31-33; 18:37-38Biblioteca Universitaria John RylandsGr. P. 457MánchesterReino Unido
    Papiro 55s. VI o VIIJuan 1:31-33.35-38Biblioteca Nacional AustríacaPap. G. 26214VienaAustria
    Papiro 59650Juan 1-2; 11-12; 17-18; 21 †Biblioteca y Museo MorganP. Colt 3Ciudad de Nueva YorkEstados Unidos
    Papiro 60s. VI o VIIJuan 16:29-19:26Biblioteca y Museo MorganP. Colt 4Ciudad de Nueva YorkEstados Unidos
    Papiro 63s. IV o VJuan 3:14-18; 4:9-10Museos Estatales de BerlínInv. 11914BerlínAlemania
    Papiro 66200Juan 1:1-6:11, 6:35b-14:26, 29-30; 15:2-26; 16:2-4, 6-7; 16:10-20:20, 22-23; 20:25-21:9, 12, 17Biblioteca BodmerP. Bodmer IICologny, GinebraSuiza
    Papiro 75175-225Lucas 3:18-24:53; Juan 1-15Biblioteca Apóstólica VaticanaP. Bodmer XIV, XVCiudad del VaticanoCiudad del Vaticano
    Papiro 76s. VIJuan 4:9,12Biblioteca Nacional AustríacaPap. G. 36102VienaAustria
    Papiro 80250Juan 3:34Fundación San Lucas EvangelistaInv. 83BarcelonaEspaña
    Papiro 90150Juan 18:36-19:1; 19:1-7 †Museo AshmoleanP. Oxy. 3523; 65 6 B. 32/M (3-5)aOxfordReino Unido
    Papiro 93450Juan 13:15-17Instituto Papirológico Girolamo VitelliPSI 108FlorenciaItalia
    Papiro 95250Juan 5:26-29,36-38Biblioteca MédicaPL II/31FlorenciaItalia
    Papiro 106250Juan 1:29-35; 1:40-46Museo AshmoleanP. Oxy. 4445OxfordReino Unido
    Papiro 107200-250Juan 17:1-2; 17:11Museo AshmoleanP. Oxy. 4446OxfordReino Unido
    Papiro 108200-250Juan 17:23-24; 18:1-5Museo AshmoleanP. Oxy. 4447OxfordReino Unido
    Papiro 109200-250Juan 21:18-20; 21:23-25Museo AshmoleanP. Oxy. 4448OxfordReino Unido
    Papiro 119200-250Juan 1:21-28,38-44Museo AshmoleanP. Oxy. 4803OxfordReino Unido
    Papiro 120350Juan 1:25-28,38-44Museo AshmoleanP. Oxy. 4804OxfordReino Unido
    Papiro 121250Juan 19:17-18,25-26Museo AshmoleanP. Oxy. 4805OxfordReino Unido
    Papiro 122400Juan 21:11-14,22-24Museo AshmoleanP. Oxy. 4806OxfordReino Unido

Bibliografía

Libros y capítulos de libros

  • Aland, Kurt; Aland, Barbara (1995) (en inglés). The text of the New Testament: an introduction to the critical editions and to the theory and practice of modern textual criticism. Grand Rapids, Michigan (EE. UU.): Eerdmans Publishing Co. ISBN 0-8028-4098-1
  • Barrett, Charles Kingsley (1978). The Gospel According to St John (2ª edición). Philadelphia, Pennsylvania (EE. UU.): The Westminster Press. pp. 133-134. ISBN 0-664-21364-2.
  • Bernard, J.H. (1985) (en inglés). St. John 1-7, International Critical Commentary. Continuum International. ISBN 978-0-5670-5024-3.
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  • Blomberg, Craig L. (2008). The Historical Reliability of John’s Gospel (2ª edición). Leicester: InterVarsity. ISBN 978-0-8308-2807-4.
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Referencias

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  2. Ireneo de Lyon, Adversus haereses Libro III,1,1.
  3. Ireneo de Lyon, Adversus haereses Libro II,22,5.
  4. Ireneo de Lyon, Adversus haereses Libro III,3,4.
  5. Wengst, Klaus (1988). Interpretación del evangelio de Juan. Salamanca: Sígueme. p. 84-85. ISBN 978-84-301-1045-2. 
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  7. Burney, Charles F. (2004) [1922]. The Aramaic Origin of the Fourth Gospel. Eugene, Oregon (EE. UU.): Wipf & Stock Publishers. ISBN 978-1-5924-4598-1. 
  8. de Zwaan, Johannes (1938). «John wrote in Aramaic». Journal of Biblical Literature (Society of Biblical Literature) 57 (2):  pp. 155-171. ISSN 0021-9231. 
  9. Brown, S. (1964). «From Burney to Black: The Fourth Gospel and the Aramaic Question». Catholic Biblical Quarterly (The Catholic Biblical Association of America) 26:  pp. 323-339. ISSN 0008-7912. 
  10. Rivas, Luis Heriberto (2008). El Evangelio de Juan. Introducción, Teología, Comentario. Buenos Aires (Argentina): Editorial San Benito. ISBN 987-1177-18-6. 

Véase también

Enlaces externos


Evangelio según San Juan
Autor: La Biblia

El cuarto Evangelio difiere considerablemente de los tres anteriores, tanto por su forma literaria cuanto por su contenido. La tradición cristiana lo atribuye al Apóstol JUAN, a quien identifica con "el discípulo al que Jesús amaba" (13. 23; 19. 26; 20. 2; 21. 7, 20), y hay varios indicios en el mismo Evangelio que corroboran esta atribución. De todas maneras, la redacción final del Libro es el resultado de una larga elaboración en la que también intervinieron los discípulos del Apóstol. La obra fue concluida hacia el año 100, y tenía como destinatarios inmediatos a las comunidades cristianas de Asia Menor.

El Evangelio de Juan gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el Enviado de Dios, su Palabra por excelencia, que vino a este mundo para hacernos conocer al Padre. Él no habla por sí mismo, sino que "da testimonio" de la Verdad que escuchó del Padre (3. 11-13, 31-34), y toda su vida es una revelación de la "gloria" que recibió de su mismo Padre antes de la creación del mundo (17. 1-5).

Con más insistencia que los otros evangelistas, Juan acentúa la oposición entre Jesús –la "Luz", el "Camino", la "Verdad" y la "Vida"– y los que se niegan a creer en él, designados habitualmente con el nombre genérico de "los judíos". Jesús no vino a "juzgar" al mundo, sino a salvarlo. Pero, por el simple hecho de manifestarse a los hombres, él los pone ante una alternativa: la de permanecer en sus propias "tinieblas" o creer en la "luz". El que no cree en Jesús "ya" está condenado, mientras que el que cree en él "ya" ha pasado de la muerte a la Vida y tiene Vida eterna.

A diferencia de los Evangelios sinópticos, que mencionan una sola "subida" de Jesús a Jerusalén, este Evangelio habla de tres Pascuas celebradas en la Ciudad santa. Más aún, casi toda la actividad pública del Señor, se desarrolla dentro del marco litúrgico de alguna festividad judía. En lugar de las parábolas del Reino utilizadas a manera de comparaciones, tan características de los otros Evangelios, Juan se vale de breves y expresivas alegorías, como por ejemplo, la de la vid y los sarmientos y la del buen Pastor. También emplea diversos "símbolos" para referirse a la persona de Jesús y a los bienes que él brinda a los hombres: en especial, el "agua" y el "pan" le sirven para hacer una verdadera "catequesis sacramental" sobre el Bautismo y la Eucaristía.

El autor de este Evangelio vuelve constantemente sobre los mismos temas, desarrollándolos y profundizándolos una y otra vez. En cada uno de esos temas está contenido todo el misterio de Cristo. Pero más que los "hechos" de su vida, lo que le interesa y quiere poner de relieve es el "significado" que ellos encierran y que sólo la fe puede descubrir. Desde esa perspectiva, Juan interpreta las obras y amplía los discursos de Jesús, como fruto de una larga y profunda contemplación. Su objetivo fundamental es conducirnos a la Vida eterna, que consiste en conocer al "único Dios verdadero" y a su "Enviado, Jesucristo" (17. 3). Con razón se ha llamado al Evangelio de Juan el "Evangelio espiritual".

PRÓLOGO

Mientras que el Evangelio de Marcos se inicia con el bautismo del Señor y los de Mateo y Lucas se remontan a su infancia, Juan va más lejos todavía y comienza hablando de su origen divino. En su Prólogo tan característico, presenta a Jesús como la "Palabra" de Dios personificada, que existía desde siempre junto al Padre y "era Dios" (1. 1-2). Esa Palabra trasciende infinitamente el mundo y la historia, pero a la vez es una Palabra "creadora": "Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra", y en ella está la Vida que ilumina a los hombres (1. 3-4).


Y para revelarles el rostro invisible de Dios y hacerlos participar de su filiación divina, la Palabra eterna e increada "se hizo carne" y vino a convivir con los hombres "como Hijo único" del Padre (1. 14). Es el Misterio de la Encarnación: Dios tiene ahora un rostro humano. Al advertirnos que las tinieblas del mundo no recibieron a la Palabra (1. 5, 11), Juan anticipa el tema del eterno conflicto entre la luz y las tinieblas, tan destacado en su Evangelio. Más que una introducción, este admirable Prólogo –como la obertura de una ópera– es un resumen de todos los temas contenidos en el resto del Libro.
El último de los Evangelios del Nuevo Testamento es el de Juan. Comparado con los otros tres, resulta sorprendente. Son tantas, y en todos los aspectos, las divergencias con ellos, que se impone la conclusión de que Juan sigue un plan teológico y un orden cronológico muy distinto al de los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). La cuestión central en la exposición de Juan es el misterio de la persona de Jesús: *Él es el Logos, la Palabra de Dios hecha carne (Jn 1,14), el Hombre-Dios que ha venido del Padre y a Él reforma (Jn 3,13;13,1;16,18). *En Jesús queda realizado el proyecto de Dios-Creador sobre el ser humano (Jn 19,30). *En Él se hace patente el amor leal, sin límite y sin regateos, de Dios por la humanidad (Jn 1,14; 15,9-17).
Indice:
• Introducción general
1.- Juan 1
2.- Juan 2
3.- Juan 3
4.- Juan 4
5.- Juan 5
6.- Juan 6
7.- Juan 7
8.- Juan 8
9.- Juan 9
10.- Juan 10
11.- Juan 11
12.- Juan 12
13.- Juan 13
14.- Juan 14
15.- Juan 15
16.- Juan 16
17.- Juan 17
18.- Juan 18
19.- Juan 19
20.- Juan 20
21.- Juan 21
 

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