miércoles, 19 de junio de 2013

Audrey o Eteldreda, Santa


Abadesa, 23 de junio
 
Audrey o Eteldreda, Santa
Audrey o Eteldreda, Santa

Abadesa

Martirologio Romano: En el monasterio de Eli, en Inglaterra oriental, santa Ediltrude o Eteldreda, abadesa, quien, hija de reyes y ella misma reina de Northumbria, después de dos matrimonios recibió el velo monástico de manos de san Wilfrido en el monasterio que ella misma había fundado, dirigiendo maternalmente con sus ejemplos y consejos a sus monjas (679).

Santa Eteldreda (636 a 679 en Inglés Audrey, un nombre femenino muy común) era la hija del rey Anna (? -653), Rey de Inglaterra Oriental, fue hermana de otras tres santas: Etelburga (? -664), Sesburga (? -699) y Withburga (? -743): coincidencia algo rara pero no única entre las familias reales europeas. Eteldreda nació en Exning, Suffolk, muy joven fue comprometida en matrimonio con el Príncipe de Tonberto Gyrwe (? -655), quien le dio como regalo de bodas una propiedad en Ely. En aquellos días existía un gran fervor espiritual en Inglaterra ya que recientemente se había convertido al cristianismo. La pareja decidió vivir en castidad.

Tres años después de casarse murió el príncipe y Eteldreda se retiró a su finca en Ely para llevar una vida de penitencia y oración. Pero por razones políticas tuvo que casarse nuevamente, esta vez con el príncipe Egfrido (645-685), hijo de Oswiu rey de Northumbria (612-670). El novio tenía tan sólo quince años, y también aceptó la propuesta de Eteldreda a vivir en castidad. Doce años más tarde, sin embargo, pidió ser liberado de la promesa. Eteldreda se negó, alegando sentirse dedicada a Dios.

Pidió la mediación del obispo San Wilfrido (633-709) quien declaró que la pareja debía mantener la promesa. Pero como Egrfrido, ahora convertido en rey, ya no deseaba mantenerla, el obispo aconsejó a Eteldreda se separara de su marido y entrara en un convento. Se convirtió en novicia en el monasterio de Codingham y luego regresó a Ely, donde fundó un gran monasterio doble (es decir, tenía una rama masculina y una rama femenina), ella fue elegida abadesa del nuevo convento. Murió en el convento de Ely 23 de junio 695.

En la vida de Santa Eteldreda vemos un atisbo de la Inglaterra primitiva al principios de la Edad Media, que es una mezcla de lo salvaje y lo sobrenatural, creando un contraste de extraordinaria belleza.

No debemos imaginar a Santa Eteldreda y a sus tres santas hermanas como las delicadas y frágiles princesas hijas de Luis XV de Francia (1710-1774), vestidas con sedas y que para los retratos parecen muñecas de porcelana. Estas princesas eran mujeres fuertes, acostumbradas a cortar leños en el bosque, a cuidar personalmente de los animales y lavar su propia ropa. Pero al mismo tiempo, sobresalen por su estatura moral en un país al que apenas estaba llegando la Luz. Sus vidas son la cuna de las dinastías futuras, y sus pueblos, el punto de partida de nuevas civilizaciones.

Santa Eteldreda, abadesa
fecha: 23 de junio
n.: 635 - †: 679 - país: Reino Unido (UK)
otras formas del nombre: Ediltrude, Etheldreda, Etelreda, Edeltraud, Ediltrudis, Audrey, AEthelthryth
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En el monasterio de Ely, en Inglaterra oriental, santa Ediltrude o Eteldreda, abadesa, que, hija de reyes y asimismo reina de Northumbría, después de haber rechazado por dos veces el matrimonio, recibió el velo monacal de manos de san Wilfrido en el monasterio que ella misma había fundado, donde dirigió maternalmente a sus monjas con sus ejemplos y consejos.
patronazgo: protectora contra enfermedades de los ojos y dolencias de cuello y garganta.

A juzgar por el gran número de iglesias que se le han dedicado en Inglaterra, Etelreda (Aethelthryth), también llamada Audrey, debe haber sido una de las santas anglosajonas más populares. Era hija de Anna, rey de los anglos del este. El lugar de su nacimiento fue Exning, en Suffolk. Para satisfacer los deseos de sus padres, se casó con un tal Tonbert, pero se dice que vivió con su marido en absoluta continencia. Tres años después del casamiento, murió Tonbert y ella se retiró a vivir en la isla de Ely, cuyos terrenos le habían sido cedidos como regalo de bodas. Ahí, durante cinco años, llevó una existencia solitaria y dedicada a la oración. Pero hasta ahí fueron a buscarla sus familiares para casarla de nuevo, y ella cedió otra vez a los ruegos de sus padres. El segundo marido se llamaba Egfrido y era el hijo menor de Oswy, rey de Northumbria; en la época del matrimonio no era más que un niño y se conformó a vivir con su esposa como si fuera su hermana. Pero con el correr del tiempo, Egfrido, convertido en un hombre joven y en poderoso monarca, se manifestó descontento y exigió que Etelreda fuese su verdadera esposa.

Etelreda se negó rotundamente, porque desde hacía tiempo había consagrado su virginidad a Dios. Por acuerdo de los esposos se hizo una apelación a san Wilfrido de York para que arreglara las cosas, y Egfrido llegó a hacer el intento de sobornarlo, puesto que le ofreció ricos presentes si convencía a Etelreda para que accediera a sus deseos. Sin embargo, san Wilfrido se puso de parte de la doncella y, por consejo suyo, se refugió Etelreda en el convento de Coldingham, donde recibió el velo de manos de santa Ebba, la tía de Egfrido. Un año más tarde, se retiró a la isla de Ely, donde fundó, alrededor del año 672, un monasterio doble, al que gobernó hasta su muerte. Su manera de vivir era la de un asceta: con excepción de los días de fiesta grande o cuando estaba enferma, sólo hacía una frugal comida cotidiana, vestía ropas hechas con telas burdas; después de los maitines, que se cantaban a medianoche, no se retiraba a descansar como el resto de las monjas, sino que permanecía en la iglesia para orar hasta el amanecer. Estaba dotada con el don de profecía: pronosticó la epidemia de peste durante la cual ella murió y señaló el número exacto de sus monjas que habrían de sucumbir, víctimas del mismo mal. Etelreda expiró el 23 de junio de 679 y, de acuerdo con sus instrucciones, fue sepultada dentro de un sencillo ataúd de madera. Dieciséis años más tarde, se encontró su cuerpo incorrupto.

El sepulcro de santa Etelreda llegó a ser un gran centro de devoción, en virtud de los milagros que obraban sus reliquias y los trozos de tela que los devotos dejaban sobre la tumba. Hace mucho tiempo que los restos de la santa desaparecieron, pero hasta la fecha se muestra su sepulcro vacío en la catedral de Ely. La palabra inglesa «tawdry», que en la actualidad significa decoración de mal gusto o baratija, es una corrupción de saint Audrey, que se aplicaba originalmente a los collares, pulseras y prendedores de oropel y otras quincallas que se vendían durante la gran feria anual de Santa Audrey. Su fiesta se celebra todavía en varias diócesis de Inglaterra.

La mayoría de las referencias sobre santa Etelreda que hace Beda y también las que hace Tilomas of Ely en su Liber Eliensis, fueron impresas en el Acta Sanctorum, junio, vol. V.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI





¡Felicidades a quien leve este nombre!

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