San Vito (conocido en
francés como
Saint Guy) (
Mazara del Vallo,
siglo III –
Lucania,
15 de junio de
303) es un
mártir y
santo inscrito en el grupo de los
Santos auxiliadores. Su festividad tradicional se celebra el
15 de junio y, recientemente, en
Occidente, el
12 de junio.
Hijo de un
pagano siciliano, tuvo como preceptores a los cristianos
Santa Crescencia y
San Modesto,
que lo bautizaron a escondidas de su padre. Intentó, sin éxito,
convertir al hijo del gobernador Valeriano. Estuvo encarcelado durante
siete años a causa de su fe cristiana.
Murió martirizado en
303 junto a Santa Crescencia y San Modesto durante las
persecuciones de Diocleciano. Su cuerpo se conserva en la Iglesia Colegiata de
Omegna. Guardado en una urna, es sacado en una procesión solemne el último sábado de agosto.
San Vito fue, durante mucho tiempo, invocado contra el llamado
baile de San Vito (síntoma tanto de la
corea de Huntington como de la
corea de Sydenham), convulsiones neurológicas. En la
Edad Media los afectados por el
baile de San Vito eran acusados de estar poseídos y eran quemados en la hoguera.
[cita requerida]
Es representado con el símbolo de la palma, común a todos los que han sufrido martirio.
La
catedral de Praga está dedicada a este santo.
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Vito de Lucania.
Vito de Lucania, Santo |
Adolescente Mártir, Junio 15 |
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Vito de Lucania, Santo |
Adolescente Mártir
Hijo de un pagano siciliano, tuvo como preceptores a
los cristianos Santa Crescencia y San Modesto, que le bautizaron
a escondidas de su padre. Intentó, sin éxito, convertir al
hijo del gobernador Valeriano. Estuvo encarcelado durante siete años a
causa de su fe cristiana.
Murió martirizado en 303 junto a
Santa Crescencia y San Modesto durante las persecuciones de Diocleciano.
Su cuerpo se conserva en la Iglesia Colegiata de Omegna,
guardado en una urna es sacado en una procesión solemne
el último sábado de agosto
El culto a estos tres santos
se remonta a tiempos muy antiguos; sus nombres aparecen en
el llamado martirologio de San Jerónimo o Hieronymianum. Dieron su
vida por la fe en la provincia romana de Lucania,
en el sur de Italia.
La veneración a San Vito
se extendió tanto por Alemania, que su nombre se incluyó
entre los Catorce Santos Protectores y se le consideró como
patrono especial de los epilépticos y de los afectados por
esa enfermedad nerviosa llamada ‘Baile de San Vito’ (el nombre
actual de esta enfermedad es corea de Sydenham), tal vez
por eso se le tiene también por protector de los
bailarines y actores. Asimismo, se le invocaba contra el peligro
de las tormentas, contra el exceso de sueño, mordeduras de
serpientes y contra todo daño que las bestias pueden hacer
a los hombres. A menudo se le representa acompañado de
alguna fiera. San Vito, Modesto y Crescencia, a los que
se le atribuían poderes sobrenaturales, murieron por negarse rotundamente a
rendir sacrificio a los dioses. Fueron sometidos a diversas torturas
de las que salieron ilesos. Los mártires murieron en Lucania,
agotados por sus sufrimientos.
La catedral de Praga está dedicada a
este santo.
San Vito de Lucania
Hoy, 15 de junio, conmemoramos a San VITO DE LUCANIA, Adolescente Mártir.
SAN
VITO DE LUCANIA (fines del s.III-304) nació en Mazzara, la actual
Mazara del Vallo, en Sicilia, Italia, en la época de las persecuciones
dictadas por el emperador romano Diocleciano.
Según la leyenda,
San Vito fue hijo de un senador romano, pagano. De niño fue criado por
los instructores contratados por su familia, sin saber que eran
fervientes cristianos: Santa Crescencia y San Modesto, quienes
instruyeron al pequeño Vito en la fe y lo bautizaron sin tener el
consentimiento de su familia.
San Vito habría intentado convertir
sin éxito al hijo del gobernador. Cuando su padre descubrió su
devoción, fiel a las normas romanas lo entregó a las autoridades y lo
expulsó de su familia. El juez habría ordenado que fuera azotado, pero
al juez y a los verdugos se les paralizarían los brazos, y sólo sanarían
con los rezos de San Vito.
La leyenda continúa con varios
sucesos en los que San Vito y sus preceptores, Santa Crescencia y San
Modesto, salen siempre bien librados de los suplicios (por ejemplo un
león que debería devorarlo termina lamiéndole dócilmente los pies), o
bien consiguen escapar, por ejemplo en un barco que un ángel les
proporciona para viajar hasta Lucania.
San Vito y sus santos
tutores fueron llevados finalmente ante Diocleciano, el emperador, ante
el cual se niegan a rendir culto a los dioses paganos. Los tres murieron
en Lucania a causa de los tormentos recibidos, aunque la misma leyenda
cuenta que ángeles se aparecieron, les retiraron las cadenas y
condujeron sus cuerpos hasta un río, donde más tarde los encontró una
anciana viuda cristiana.
El culto de San Vito se extendió
rápidamente por Europa, especialmente en los países alemanes; de ello
dan cuenta los 30 patronatos que se le adscriben.
Una tradición
cuenta que el obispo Otto de Bamberg, al evangelizar a los pomeranos,
que rendían culto al gallo, les presentó un relicario de plata con
vestigios de San Vito, el cual estaba coronado con un gallo. Los
pomeranos relacionaron al gallo de San Vito con su deidad, y en el acto
accedieron a ser bautizados.
SAN VITO DE LUCANIA nos ofrece un ejemplo de la popularidad de que gozaron algunos santos mártires durante la Edad Media.
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MEDITACIÓN SOBRE:
¡EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA!!!
I. Este sacramento es necesario para los que han perdido la inocencia bautismal por algún pecado mortal. Este remedio es fácil, pues basta descubrir las llagas para ser curado; es también consolador: no hay en este mundo gozo comparable al que experimenta el pecador que se descarga del peso de sus faltas mediante una buena confesión. Meditemos estas verdades, y entonces iremos con alegría a purificarnos en el saludable baño de la Penitencia.
II. A menudo hay que allegarse a este Sacramento, puesto que a menudo ofendemos al Señor. ¿Cómo podemos vivir aunque sea un momento con el pecado mortal en nuestra conciencia? Si muriése mos en ese funesto estado, estaríamos perdirdos para toda la eternidad. Vemos todos los días que la muerte arrebata a tantas personas repentina e imprevista mente; nunca deberíamos vivir en un estado en el cual ni quisiéramos morir. Confiésate con frecuencia: se llama al médico todas las veces que uno está enfermo.
III. Debes hacer rigurosa penitencia por los pe cados ya confesados, a menos que prefieras hacerla en el purgatorio. Esta penitencia debe durar tanto como tu vida; si te parece larga, piensa en el tremen do castigo que te ahorra. ¡Dichosa penitencia que nos reconcilia con Dios, y extingue las llamas del in fierno y del purgatorio! Repitamos con los peniten tes de la primitiva Iglesia: Ahora sufro y me mortifico, a fin de reconciliarme con Dios a quien ofendí con mis pecados.(Tertuliano).
La paciencia:
¡Orad por la conversión de los pecadores!!!
(ORACIÓN)
Dignaos, Señor, por la intercesión de vuestros santos mártires Vito, Crescencia y Modesto, conc der a vuestra Iglesia el resistir al orgullo, y progresar cada vez más en la humildad que os place, a fin de que, rechazando todo lo que es malo, ejerza la justicia con una voluntaria caridad. Por J. C. N. S. "Amén"