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Rodolfo de Bourges, Santo |
Obispo de Bourges
Etimológicamente significa “glorioso”. Viene de la lengua alemana.
Este
Obispo, que murió el 21 de junio del año 866,
era hijo del conde de Cahors.
Tan buena educación le dieron
los padres que no tuvieron la menor duda en dejar
que fuese él quien eligiese el lugar, la vocación y
la libre voluntad para vivir religiosamente.
Esta libertad se
transgrede hoy por otros motivos que, por supuesto, no tienen
que ver nada con la libertad del hijo a la
hora de seguir su vocación. Hoy prima el dinero ante
todo y sobre todo.
Rodolfo llegó a ser obispo de Bourges.
El abad Bertrand de Solignac y otros benedictinos célebres lo
habían preparado muy bien para ser monje y abad en
varios monasterios.
Con este bagaje cultural religioso y un buen
grado de santidad, aceptó gustoso el nombramiento de obispo de
Bourges.
Durante su episcopado asistió a varios sínodos. El más
importante, sin duda alguna, fue el Meaux en el 845.
Pero
no solamente se preocupaba de estar al día en cosas
o temas de la Iglesia, sino que también se dedicaba
a la gente pobre, a fundar nuevos monasterios en su
diócesis.
Quedan de sus escritos un Sumario de Instrucciones Pastorales dedicadas
al clero.
Consta de 45 capítulos. Tenía un gran
talento para la diplomacia. Tan acertadamente supo solucionar todos los
problemas que se presentaron en su tiempo, que todo el
mundo le llamaba cariñosamente “El Padre de la patria”.
Una de
sus grandes tareas pastorales fue la educación y la enseñanza
centradas en la comunión diaria.
Murió hacia el año 866.
¡Felicidades
a quien lleve este nombre!
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