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Pablo I, Santo |
XCIII Papa
Martirologio Romano: En Roma, san Pablo I, papa, quien,
afable y misericordioso, por la noche, en silencio, visitaba las
casas de los enfermos pobres, prestándoles ayuda. Defensor de la
fe ortodoxa, escribió a los emperadores Constantino y León, para
que restituyeran el culto a las sagradas imágenes. Muy devoto
de los santos, cuidó de trasladar desde los cementerios en
ruinas al interior de la ciudad, en los diversos títulos
y monasterios, los cuerpos de los mártires, en medio de
himnos y cánticos (767).
Etimológicamente: Pablo = Aquel que es
pequeño o débil, es de origen latinoFecha de nacimiento desconocida; muerto en Roma el 28
de Junio de 767.
Era hermano de Esteban II. Habían
sido educados para el sacerdocio en el palacio Laterano. Esteban
confió a su hermano, que aprobaba la línea de conducta
del Papa con respecto al rey Pipino, muchos asuntos eclesiásticos,
entre otros la restauración a los Estados Romanos de las
ciudades que habían sido tomadas por los reyes lombardos Astolfo
y Desiderio; Desiderio prometió devolver estas ciudades.
Mientras Pablo estaba
con su hermano moribundo en el Laterano, una parte de
los romanos se reunió en casa del arcediano Teofilacto para
asegurar la elección de éste a la sede papal. Sin
embargo, inmediatamente después del entierro de Esteban (murió el 26
de Abril de 757) Paulo fue elegido por una gran
mayoría, y recibió su consagración episcopal el 29 de Mayo.
Pablo continuó la política de su antecesor hacia el rey
de los francos, Pipino, y por eso mantuvo la supremacía
papal sobre Roma y los distritos de Italia central frente
a los esfuerzos de los lombardos y el Imperio de
Oriente. Pipino envió una carta al pueblo romano, exhortándole a
permanecer fiel a San Pedro.
En la respuesta enviada por
el senado y el pueblo de Roma al rey franco,
se urgía a éste para que completara la extensión de
la provincia romana que él había arrebatado a los bárbaros,
y a perseverar en la obra que había comenzado. En
758 le nació una hija a Pipino, y el rey
envió al Papa las ropas usadas en el bautismo como
presente, renovando de esta forma el patrocinio papal.
Pablo le
dio las gracias e informó a Pipino de la acción
hostil de Desiderio, que había incumplido su promesa de entregar
las ciudades de Imola, Osimo, Ancona y Bolonia a Roma,
y también había devastado la Pentápolis en su expedición contra
los rebeldes duques de Spoleto y Benevento. Los dos ducados
fueron conquistados y anexionados por Desiderio (758). En Benevento Desiderio
mantuvo una conferencia con el embajador griego Georgios, y acordaron
una alianza mutua de bizantinos y lombardos en Italia central.
En su camino de regreso Desiderio llegó a Roma, y
cuando el Papa le pidió la devolución de las antedichas
ciudades, rehusó obedecer. Prometió devolver Imola, pero a condición de
que el Papa persuadiera a Pipino de devolverle los rehenes
lombardos que el rey franco se había llevado, algún tiempo
antes, en la época de su segunda victoria sobre el
rey lombardo Astolfo. Si Paulo no hacía esto, Desiderio lo
amenazaba con ir a la guerra contra él.
El Papa
estaba en un gran apuro. Encontraba difícil incluso conseguir que
el rey franco fuera informado de su situación. Dio dos
cartas al obispo Jorge de Ostia y al sacerdote romano
Esteban, sus embajadores a Pipino, que hicieron el viaje con
el mensajero franco Ruperto. En la primera carta destinada a
garantizar a los embajadores un viaje seguro a través del
territorio lombardo, daba su conformidad a las demandas de Desiderio
y pedía a Pipino que accediera a los deseos de
los lombardos firmando un tratado de paz y devolviendo los
rehenes.
Al mismo tiempo los enviados tenían que dar al
rey franco una segunda carta secreta, en la que el
Papa le comunicaba los últimos sucesos, le informaba del acuerdo
de Desiderio con los bizantinos para la conquista de Ravena,
e imploraba a Pipino que viniera en ayuda del Papa,
a castigar al rey lombardo y a forzarle a entregar
las ciudades que retenía. Hacia el final de 759 otra
embajada fue enviada a Pipino. A primeros de 760 dos
embajadores francos, el obispo Remigio de Ruán, hermano de Pipino,
y el duque Ansgar, se presentaron ante Desiderio, quien prometió
devolver su patrimonio a la Iglesia Romana en Abril, y
también entregar las ciudades pedidas por el Papa.
Pero de
nuevo rehusó llevar a efecto sus promesas, las demoró, e
incluso se introdujo por la fuerza en territorio romano. Una
vez más Pablo imploró la ayuda del rey franco. La
situación se hizo aún más amenazadora por la acción bizantina.
Georgios había ido del sur de Italia a la corte
de Pipino y allí había vencido al embajador papal, Marino.
Pese a todos sus esfuerzos Georgios no pudo hacer cambiar
de opinión a Pipino. En 760 se extendió por toda
Italia la noticia de que una gran flota bizantina estaba
navegando hacia Roma y el reino franco.
Más tarde se
informó que los bizantinos pretendían enviar un ejército a Roma
y Ravena. El arzobispo Sergio de Ravena recibió una carta
del emperador bizantino, en la que buscaba obtener la sumisión
voluntaria de los habitantes de Ravena. El mismo intento se
hizo en Venecia. Sergio envió la carta del emperador al
Papa, y el Papa lo notificó a Pipino. En caso
de guerra con el Imperio de Oriente era importante asegurarse
el apoyo de los lombardos y consiguientemente Pipino deseaba llegar
a un acuerdo con Desiderio. Enseguida el rey lombardo mostró
mejor disposición en la cuestión del patrimonio romano incluido en
territorio lombardo, y cuando visitó Roma en 765, las disputas
fronterizas entre el Papa y él fueron arregladas.
El rey
franco mandó ahora a Desiderio a ayudar al Papa a
recobrar el patrimonio romano en las regiones del sur de
Italia bajo gobierno bizantino, y a apoyar los derechos eclesiásticos
del Papa frente a los obispos de estos distritos. La
oposición de Pablo a los planes del emperador Constantino Coprónimo
no tenía realmente base política. El propósito del Papa era
defender la ortodoxia eclesiástica en lo referente a la doctrina
de la Trinidad y a la veneración de las imágenes
contra el emperador de Oriente. Pablo despachó repetidamente legados y
cartas referentes a la veneración de las imágenes al emperador
de Bizancio. Constantino envió embajadores a Europa Occidental que, al
presentarse ante el rey Pipino, no disimularon su intención de
negociar con él lo referente a cuestiones dogmáticas, además de
sobre la sumisión del exarcado de Ravena a la soberanía
bizantina. Los legados papales también se presentaron ante Pipino en
relación con estas cuestiones. A su vuelta, los legados pudieron
dar garantías de nuevo al Papa sobre las opiniones del
gobernante franco, que mantuvo junto a sí a dos de
los embajadores papales, el obispo Jorge y el sacerdote Pedro.
En 767 se celebró un sínodo franco en Gentilly, cerca
de París, en el que se mantuvieron las doctrinas de
la Iglesia relativas a la Trinidad y la veneración de
las imágenes. Pablo mostró gran actividad y celo en alentar
la vida religiosa en Roma. Convirtió su hogar paterno en
monasterio, y cerca de él construyó la iglesia de San
Silvestro in Capite. La creación de esta iglesia condujo a
la celebración de un sínodo en Roma en 761. A
esta iglesia y a otras iglesias de Roma, Pablo trasladó
los huesos de numerosos mártires desde sus deteriorados santuarios de
las catacumbas devastadas por los lombardos en 756.
Trasladó las
reliquias de Santa Petronila (vid.) de la catacumba de Santa
Domitila a una capilla en San Pedro, erigida por su
predecesor para este fin. La leyenda de Santa Petronila
motivó que en esa época fuera considerada hija de
San Pedro, y como tal se convirtió en la patrona
especial romana de los gobernantes francos. Paulo también construyó un
oratorio de la Santísima Virgen en San Pedro, y una
iglesia en honor de los Apóstoles en la Vía Sacra,
más allá del Foro Romano. Murió cerca de la iglesia
de San Pablo Extramuros, donde había ido durante el calor
del verano. Fue enterrado en esta iglesia, pero tres meses
después su cuerpo fue trasladado a San Pedro. El "Liber
Pontificalis" también alaba la caridad cristiana y benevolencia del Papa
a la que se unía su firmeza. Pablo es venerado
como santo.
Su fiesta se celebra el veintiocho de Junio.
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