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José Isabel Flores Varela, Santo |
Nació en Santa María de la Paz, de la parroquia
de San Juan Bautista del Teúl, Zac. (Arquidiócesis de Guadalajara),
el 28 de noviembre de 1866. Capellán de Matatlán, de
la parroquia de Zapotlanejo, Jal. (Arquidiócesis de Guadalajara).
Por 26
años derramó la caridad de su ministerio en esa capellanía,
siendo para todos un padre bondadoso y abnegado que los
edificó con su pobreza, su espíritu de sacrificio, su piedad
y su sabiduría.
Un antiguo compañero, a quien el Padre
Flores había protegido, lo denunció ante el cacique de Zapotlanejo
y fue apresado el 18 de junio de 1927, cuando
se encaminaba a una ranchería para celebrar la Eucaristía.
Fue
encerrado en un lugar degradante, atado y maltratado; el cacique
le hizo escuchar música al mismo tiempo que le ofrecía:
«Oye, qué bonita música, si afirmas acatando las leyes, te
dejo en libertad». Sin alterarse, el mártir le expresó: «Yo
voy a oír una música mejor en el cielo». El
Padre José Isabel cumplía la palabra expresada varias veces: «Antes
morir que fallarle a Dios».
El 21 de junio de
1927 fue conducido, en la noche, al camposanto de Zapotlanejo.
Intentaron ahorcarlo pero no pudieron. Ordenó el jefe que le
dispararan, pero el soldado, que reconoció al sacerdote que lo
había bautizado, se negó a hacerlo, entonces enfurecido el verdugo
asesinó al soldado. Misteriosamente las armas no hicieron fuego contra
el Padre Flores por lo que uno de aquellos asesinos
sacó un gran cuchillo y degolló al valeroso mártir.
El
Papa Juan Pablo II lo canonizó, junto a otros 24 mártires méxicanos el 21 de mayo de 2000.
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