miércoles, 5 de marzo de 2014

Para hacer una buena confesión


buenpastor
No he venido a llamar a conversión a los justos,
sino a los pecadores (Lc 5, 32)
SUMARIO:

Al final de la confesión: hay que decir.
Me acuso de todos mis pecados olvidados, Ignorados y Mal confesado.

La Iglesia recomienda vivamente la práctica de la confesión frecuente, no sólo de los pecados mortales – que deben confesarse enseguida – sino también de los pecados veniales. De esta manera, se aumenta el propio conocimiento; se crece en humildad; se desarraigan las malas costumbres; se hace frente a la tibieza y pereza espiritual; se purifica y forma la conciencia; nos ayudan en nuestra vida interior, y aumenta la gracia en virtud del sacramento. Para crecer en el amor de Dios es muy conveniente tener en mucha estima la confesión; confesarse a menudo y bien.

¿CUÁNTAS COSAS SON NECESARIAS PARA CONFESARSE BIEN?

Para confesamos bien son necesarias cinco cosas:
1.- Examen de conciencia: Es recordar todos los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
2.- Dolor de los pecados o arrepentimiento: Es un rechazo claro y decidido del pecado cometido pensando en el amor que Dios nos tiene.
3.- Propósito de enmienda: Es la firme resolución de no volver a pecar, estando dispuestos a poner los medios necesarios para evitar el pecado.
4.- Decir los pecados al confesor: Debemos confesar todos los pecados mortales y conviene decir también los veniales Se han de confesar con humildad y sencillez, manifestando los ciertos como ciertos y los dudosos como dudosos.
5.- Cumplir la penitencia: Es rezar las oraciones y hacer las buenas obras que nos mande el confesor.

BREVE EXAMEN DE CONCIENCIA

¿He puesto en duda o negado las verdades de la fe católica que la iglesia nos enseña?
¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento?
¿He callado en confesión por vergüenza algún pecado grave?
¿Hago con desgana las cosas que se refieren a Dios?
¿Hago bien cada día los actos de piedad que me he propuesto?
¿Confieso mi fe cristiana, con valentía, ante los demás?
¿He blasfemado? ¿He jurado sin necesidad o sin verdad?
¿He faltado a Misa los domingos o días festivos?
¿Participo activamente en la Santa Misa?
¿He cumplido los días de ayuno y abstinencia?
¿Me confieso con la frecuencia necesaria y con la debida preparación?
¿Manifiesto respeto y cariño a mis padres y familiares?
¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida de familia?
¿He dado mal ejemplo a las personas que me rodean?
¿Tengo enemistad, odio o rencor contra alguien?
¿He hecho daño a otros con palabras o con obras?
¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas?
¿He sido causa de que otros pecasen por mi conversación, mi modo de vestir, o con el préstamo de algún libro o revista?
¿Me he dejado vencer por la pereza, en el cumplimiento de mis deberes?
¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar o estudiar?
¿Rindo en el trabajo?
¿He aceptado pensamientos, conversaciones o miradas impuras?
¿He realizado actos impuros? ¿Solo o con otras personas?
En el Matrimonio, ¿he puesto medios físicos o químicos para impedir tener hijos?
Antes de asistir a un espectáculo, ver una película o de leer un libro, ¿me entero de su calificación moral?
¿He tomado dinero o cosas que no sean mías? ¿He restituido o reparado?
¿He malgastado dinero? ¿Doy limosna según mis posibilidades?
¿He mentido? ¿He reparado el daño que haya podido causar?
¿He hablado o pensado mal de otros? ¿He calumniado?
¿Me entristezco por envidia cuando los demás tienen cosas que yo no tengo?
¿Me preocupo de influir – con naturalidad y sin respetos humanos – para hacer más cristiano el ambiente que me rodea?
¿Sé defender a Jesucristo y a su Iglesia?
¿Hago el propósito de plantearme más en serio mi formación cristiana y mi relación con Dios?

CÓMO CONFESARSE

Después de haberte examinado y dolerte de los pecados, en la presencia de Dios, te arrodillas en el confesionario y dices: Ave María Purísima. El sacerdote responde: Sin pecado concebida.
A continuación te santiguas diciendo: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
El sacerdote te bendecirá y tú dices, por ejemplo: Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo.
Luego dices el tiempo que hace desde tu última confesión y dices los pecados: Hace… (tantos) días, semanas…meses…años, que me he confesado. Me acuso de… (confiesas tus pecados de una manera clara, breve, completa y muy sincera).
El sacerdote te ayudará con algunas preguntas, si lo cree conveniente; te dará algunos consejos y te impondrá la penitencia. Antes de recibir la absolución, puedes manifestar tu arrepentimiento con algunas palabras de contrición, por ejemplo: Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador.
El sacerdote pronuncia las palabras de la absolución. Cuando escuches las palabras:”…Y YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO”, respondes: Amén.
Terminada la confesión, agradece al Señor su bondad y misericordia por haberte perdonado los pecados y haberte dado la gracia; cumple, lo antes posible, la penitencia y procura poner en práctica, los consejos recibidos.


295. ¿Por qué Cristo instituyó los sacramentos de la Penitencia y de la Unción de los enfermos?
1420-1421
1426
Cristo, médico del alma y del cuerpo, instituyó los sacramentos de la Penitencia y de la Unción de los enfermos, porque la vida nueva que nos fue dada por Él en los sacramentos de la iniciación cristiana puede debilitarse y perderse para siempre a causa del pecado. Por ello, Cristo ha querido que la Iglesia continuase su obra de curación y de salvación mediante estos dos sacramentos.
EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Y LA RECONCILIACIÓN
296. ¿Qué nombres recibe este sacramento?
1422-1424
Este sacramento es llamado sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación, del Perdón, de la Confesión y de la Conversión.
297. ¿Por qué hay un sacramento de la Reconciliación después del Bautismo?
1425-1426
1484
Puesto que la vida nueva de la gracia, recibida en el Bautismo, no suprimió la debilidad de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado (esto es, la concupiscencia), Cristo instituyó este sacramento para la conversión de los bautizados que se han alejado de Él por el pecado.
298. ¿Cuándo fue instituido este sacramento?
1485
El Señor resucitado instituyó este sacramento cuando la tarde de Pascua se mostró a sus Apóstoles y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 22-23).
299. ¿Tienen necesidad los bautizados de conversión?
1427-1429
La llamada de Cristo a la conversión resuena continuamente en la vida de los bautizados. Esta conversión es una tarea ininterrumpida para toda la Iglesia, que, siendo santa, recibe en su propio seno a los pecadores.
300. ¿Qué es la penitencia interior?
1430-1433
1490
La penitencia interior es el dinamismo del «corazón contrito» (Sal 51, 19), movido por la gracia divina a responder al amor misericordioso de Dios. Implica el dolor y el rechazo de los pecados cometidos, el firme propósito de no pecar más, y la confianza en la ayuda de Dios. Se alimenta de la esperanza en la misericordia divina.
301. ¿De qué modos se expresa la penitencia en la vida cristiana?
1434-1439
La penitencia puede tener expresiones muy variadas, especialmente el ayuno, la oración y la limosna. Estas y otras muchas formas de penitencia pueden ser practicadas en la vida cotidiana del cristiano, en particular en tiempo de Cuaresma y el viernes, día penitencial.
302. ¿Cuáles son los elementos esenciales del sacramento de la Reconciliación?
1440-1449
Los elementos esenciales del sacramento de la Reconciliación son dos: los actos que lleva a cabo el hombre, que se convierte bajo la acción del Espíritu Santo, y la absolución del sacerdote, que concede el perdón en nombre de Cristo y establece el modo de la satisfacción.
303. ¿Cuáles son los actos propios del penitente?
1450-1460
1487-1492
Los actos propios del penitente son los siguientes: un diligente examen de concienciala contrición (o arrepentimiento), que es perfecta cuando está motivada por el amor a Dios, imperfecta cuando se funda en otros motivos, e incluye el propósito de no volver a pecar; la confesión, que consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote; la satisfacción, es decir, el cumplimiento de ciertos actos de penitencia, que el propio confesor impone al penitente para reparar el daño causado por el pecado.
304. ¿Qué pecados deben confesarse?
1456
Se deben confesar todos los pecados graves aún no confesados que se recuerdan después de un diligente examen de conciencia. La confesión de los pecados graves es el único modo ordinario de obtener el perdón.
305. ¿Cuándo se está obligado a confesar los pecados graves?
1457
Todo fiel, que haya llegado al uso de razón, está obligado a confesar sus pecados graves al menos una vez al año, y de todos modos antes de recibir la sagrada Comunión.
306. ¿Por qué también los pecados veniales pueden ser objeto de la confesión sacramental?
1458
La Iglesia recomienda vivamente la confesión de los pecados veniales aunque no sea estrictamente necesaria, ya que ayuda a formar una recta conciencia y a luchar contra las malas inclinaciones, a dejarse curar por Cristo y a progresar en la vida del Espíritu.
307. ¿Quién es el ministro del sacramento de la Reconciliación?
1461-1466
1495
Cristo confió el ministerio de la reconciliación a sus Apóstoles, a los obispos, sucesores de los Apóstoles, y a los presbíteros, colaboradores de los obispos, los cuales se convierten, por tanto, en instrumentos de la misericordia y de la justicia de Dios. Ellos ejercen el poder de perdonar los pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
308. ¿A quién está reservada la absolución de algunos pecados particularmente graves?
1463
La absolución de algunos pecados particularmente graves (como son los castigados con la excomunión) está reservada a la Sede Apostólica o al obispo del lugar o a los presbíteros autorizados por ellos, aunque todo sacerdote puede absolver de cualquier pecado y excomunión, al que se halla en peligro de muerte.
309. El confesor, ¿está obligado al secreto?
1467
Dada la delicadeza y la grandeza de este ministerio y el respeto debido a las personas, todo confesor está obligado, sin ninguna excepción y bajo penas muy severas, a mantener el sigilo sacramental, esto es, el absoluto secreto sobre los pecados conocidos en confesión.
310. ¿Cuáles son los efectos de este sacramento?
1468-1470
1496
Los efectos del sacramento de la Penitencia son: la reconciliación con Dios y, por tanto, el perdón de los pecados; la reconciliación con la Iglesia; la recuperación del estado de gracia, si se había perdido; la remisión de la pena eterna merecida a causa de los pecados mortales y, al menos en parte, de las penas temporales que son consecuencia del pecado; la paz y la serenidad de conciencia y el consuelo del espíritu; el aumento de la fuerza espiritual para el combate cristiano.
311. ¿Se puede celebrar en algunos casos este sacramento con la confesión general y absolución colectiva?
1480-1484
En caso de grave necesidad (como un inminente peligro de muerte), se puede recurrir a la celebración comunitaria de la Reconciliación, con la confesión general y la absolución colectiva, respetando las normas de la Iglesia y haciendo propósito de confesar individualmente, a su debido tiempo, los pecados graves ya perdonados de esta forma.
312. ¿Qué son las indulgencias?
1471-1479
1498
Las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel, cumpliendo determinadas condiciones, obtiene para sí mismo o para los difuntos, mediante el ministerio de la Iglesia, la cual, como dispensadora de la redención, distribuye el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos.
EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
313. ¿Cómo es considerada la enfermedad en el Antiguo Testamento?
1499-1502
En el Antiguo Testamento, el hombre experimenta en la enfermedad su propia limitación y, al mismo tiempo, percibe que ésta se halla misteriosamente vinculada al pecado. Los profetas intuyeron que la enfermedad podía tener también un valor redentor de los pecados propios y ajenos. Así, la enfermedad se vivía ante Dios, de quien el hombre imploraba la curación.
314. ¿Qué significado tiene la compasión de Jesús hacia los enfermos?
1503-1505
La compasión de Jesús hacia los enfermos y las numerosas curaciones realizadas por él son una clara señal de que con él había llegado el Reino de Dios y, por tanto, la victoria sobre el pecado, el sufrimiento y la muerte. Con su pasión y muerte, Jesús da un nuevo sentido al sufrimiento, el cual, unido al de Cristo, puede convertirse en medio de purificación y salvación, para nosotros y para los demás.
315. ¿Cómo se comporta la Iglesia con los enfermos?
1506-1513
1526-1527
La Iglesia, habiendo recibido del Señor el mandato de curar a los enfermos, se empeña en el cuidado de los que sufren, acompañándolos con oraciones de intercesión. Tiene sobre todo un sacramento específico para los enfermos, instituido por Cristo mismo y atestiguado por Santiago: «¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor» (St 5, 14-15).
316. ¿Quién puede recibir el sacramento de la Unción de los enfermos?
1514-1515
1528-1529
El sacramento de la Unción de los enfermos lo puede recibir cualquier fiel que comienza a encontrarse en peligro de muerte por enfermedad o vejez. El mismo fiel lo puede recibir también otras veces, si se produce un agravamiento de la enfermedad o bien si se presenta otra enfermedad grave. La celebración de este sacramento debe ir precedida, si es posible, de la confesión individual del enfermo.
317. ¿Quién administra este sacramento?
1516
1530
El sacramento de la Unción de los enfermos sólo puede ser administrado por los sacerdotes (obispos o presbíteros).
318. ¿Cómo se celebra este sacramento?
1517-1519
1531
La celebración del sacramento de la Unción de los enfermos consiste esencialmente en la uncióncon óleo, bendecido si es posible por el obispo, sobre la frente y las manos del enfermo (en el rito romano, o también en otras partes del cuerpo en otros ritos), acompañada de la oración del sacerdote, que implora la gracia especial de este sacramento.
319. ¿Cuáles son los efectos de este sacramento?
1520-1523
1532
El sacramento de la Unción confiere una gracia particular, que une más íntimamente al enfermo a la Pasión de Cristo, por su bien y por el de toda la Iglesia, otorgándole fortaleza, paz, ánimo y también el perdón de los pecados, si el enfermo no ha podido confesarse. Además, este sacramento concede a veces, si Dios lo quiere, la recuperación de la salud física. En todo caso, esta Unción prepara al enfermo para pasar a la Casa del Padre.
320. ¿Qué es el Viático?
1524-1525
El Viático es la Eucaristía recibida por quienes están por dejar esta vida terrena y se preparan para el paso a la vida eterna. Recibida en el momento del tránsito de este mundo al Padre, la Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo muerto y resucitado, es semilla de vida eterna y poder de resurrección.

CAPÍTULO TERCERO
321. ¿Cuáles son los sacramentos al servicio de la comunión y de la misión?
1533-1535
Dos sacramentos, el Orden y el Matrimonio, confieren una gracia especial para una misión particular en la Iglesia, al servicio de la edificación del pueblo de Dios. Contribuyen especialmente a la comunión eclesial y a la salvación de los demás.
EL SACRAMENTO DEL ORDEN
322. ¿Qué es el sacramento del Orden?
1536
El sacramento del Orden es aquel mediante el cual, la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles, sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos.
323. ¿Por qué se llama sacramento del Orden?
1537-1538
Orden indica un cuerpo eclesial, del que se entra a formar parte mediante una especial consagración (Ordenación), que, por un don singular del Espíritu Santo, permite ejercer unapotestad sagrada al servicio del Pueblo de Dios en nombre y con la autoridad de Cristo.
324. ¿Cómo se sitúa el sacramento del Orden en el designio divino de la salvación?
1539-1546
1590-1591
En la Antigua Alianza el sacramento del Orden fue prefigurado por el servicio de los levitas, el sacerdocio de Aarón y la institución de los setenta «ancianos» (Nm 11, 25). Estas prefiguraciones se cumplen en Cristo Jesús, quien, mediante su sacrificio en la cruz, es «el único [.....] mediador entre Dios y los hombres» (1 Tm 2, 5), el «Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec» (Hb5,10). El único sacerdocio de Cristo se hace presente por el sacerdocio ministerial.
«Sólo Cristo es el verdadero sacerdote; los demás son ministros suyos» (Santo Tomás de Aquino).
325. ¿De cuántos grados se compone el sacramento del Orden?
1554
1593
El sacramento del Orden se compone de tres grados, que son insustituibles para la estructura orgánica de la Iglesia: el episcopado, el presbiterado y el diaconado.
326. ¿Cuál es el efecto de la Ordenación episcopal?
1557-1558
1594
La Ordenación episcopal da la plenitud del sacramento del Orden, hace al Obispo legítimo sucesor de los Apóstoles, lo constituye miembro del Colegio episcopal, compartiendo con el Papa y los demás obispos la solicitud por todas las Iglesias, y le confiere los oficios de enseñar, santificar y gobernar.
327. ¿Cuál es el oficio del obispo en la Iglesia particular que se le ha confiado?
1560-1561
El obispo, a quien se confía una Iglesia particular, es el principio visible y el fundamento de la unidad de esa Iglesia, en la cual desempeña, como vicario de Cristo, el oficio pastoral, ayudado por sus presbíteros y diáconos.
328. ¿Cuál es el efecto de la Ordenación presbiteral?
1562-1567
1595
La unción del Espíritu marca al presbítero con un carácter espiritual indeleble, lo configura a Cristo sacerdote y lo hace capaz de actuar en nombre de Cristo Cabeza. Como cooperador del Orden episcopal, es consagrado para predicar el Evangelio, celebrar el culto divino, sobre todo la Eucaristía, de la que saca fuerza todo su ministerio, y ser pastor de los fieles.
329. ¿Cómo ejerce el presbítero su ministerio?
1568
Aunque haya sido ordenado para una misión universal, el presbítero la ejerce en una Iglesia particular, en fraternidad sacramental con los demás presbíteros que forman el «presbiterio» y que, en comunión con el obispo y en dependencia de él, tienen la responsabilidad de la Iglesia particular.
330. ¿Cuál es el efecto de la Ordenación diaconal?
1569-1574
1596
El diácono, configurado con Cristo siervo de todos, es ordenado para el servicio de la Iglesia, y lo cumple bajo la autoridad de su obispo, en el ministerio de la Palabra, el culto divino, la guía pastoral y la caridad.
331. ¿Cómo se celebra el sacramento del Orden?
1572-1574
1597
En cada uno de sus tres grados, el sacramento del Orden se confiere mediante la imposición de las manos sobre la cabeza del ordenando por parte del obispo, quien pronuncia la solemne oraciónconsagratoria. Con ella, el obispo pide a Dios para el ordenando una especial efusión del Espíritu Santo y de sus dones, en orden al ejercicio de su ministerio.
332. ¿Quién puede conferir este sacramento?
1575-1576
1600
Corresponde a los obispos válidamente ordenados, en cuanto sucesores de los Apóstoles, conferir los tres grados del sacramento del Orden.
333. ¿Quién puede recibir este sacramento?
1577-1578
1598
Sólo el varón bautizado puede recibir válidamente el sacramento del Orden. La Iglesia se reconoce vinculada por esta decisión del mismo Señor. Nadie puede exigir la recepción del sacramento del Orden, sino que debe ser considerado apto para el ministerio por la autoridad de la Iglesia.
334. ¿Se exige el celibato para recibir el sacramento del Orden?
1579-1580
1599
Para el episcopado se exige siempre el celibato. Para el presbiterado, en la Iglesia latina, son ordinariamente elegidos hombres creyentes que viven como célibes y tienen la voluntad de guardar el celibato «por el reino de los cielos» (Mt 19, 12); en las Iglesias orientales no está permitido contraer matrimonio después de haber recibido la ordenación. Al diaconado permanente pueden acceder también hombres casados.
335. ¿Qué efectos produce el sacramento del Orden?
1581-1589
1592
El sacramento del Orden otorga una efusión especial del Espíritu Santo, que configura con Cristo al ordenado en su triple función de Sacerdote, Profeta y Rey, según los respectivos grados del sacramento. La ordenación confiere un carácter espiritual indeleble: por eso no puede repetirse ni conferirse por un tiempo determinado.
336. ¿Con qué autoridad se ejerce el sacerdocio ministerial?
1547-1553
1592
Los sacerdotes ordenados, en el ejercicio del ministerio sagrado, no hablan ni actúan por su propia autoridad, ni tampoco por mandato o delegación de la comunidad, sino en la Persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia. Por tanto, el sacerdocio ministerial se diferencia esencialmente, y no sólo en grado, del sacerdocio común de los fieles, al servicio del cual lo instituyó Cristo.
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
337. ¿Cuál es el designio de Dios sobre el hombre y la mujer?
1601-1605
Dios, que es amor y creó al hombre por amor, lo ha llamado a amar. Creando al hombre y a la mujer, los ha llamado en el Matrimonio a una íntima comunión de vida y amor entre ellos, «de manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19, 6). Al bendecirlos, Dios les dijo: «Creced y multiplicaos» (Gn 1, 28).
338. ¿Con qué fines ha instituido Dios el Matrimonio?
1659-1660
La alianza matrimonial del hombre y de la mujer, fundada y estructurada con leyes propias dadas por el Creador, está ordenada por su propia naturaleza a la comunión y al bien de los cónyuges, y a la procreación y educación de los hijos. Jesús enseña que, según el designio original divino, la unión matrimonial es indisoluble: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mc 10, 9).

339. ¿De qué modo el pecado amenaza al Matrimonio?
1606-1608
A causa del primer pecado, que ha provocado también la ruptura de la comunión del hombre y de la mujer, donada por el Creador, la unión matrimonial está muy frecuentemente amenazada por la discordia y la infidelidad. Sin embargo, Dios, en su infinita misericordia, da al hombre y a la mujer su gracia para realizar la unión de sus vidas según el designio divino original.
340. ¿Qué enseña el Antiguo Testamento sobre el Matrimonio?
1609-1611
Dios ayuda a su pueblo a madurar progresivamente en la conciencia de la unidad e indisolubilidad del Matrimonio, sobre todo mediante la pedagogía de la Ley y los Profetas. La alianza nupcial entre Dios e Israel prepara y prefigura la Alianza nueva realizada por el Hijo de Dios, Jesucristo, con su esposa, la Iglesia.
341. ¿Qué novedad aporta Cristo al Matrimonio?
1612-1617
1661
Jesucristo no sólo restablece el orden original del Matrimonio querido por Dios, sino que otorga la gracia para vivirlo en su nueva dignidad de sacramento, que es el signo del amor esponsal hacia la Iglesia: «Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo ama a la Iglesia» (Ef 5, 25)
342. ¿Es el Matrimonio una obligación para todos?
1618-1620
El Matrimonio no es una obligación para todos. En particular, Dios llama a algunos hombres y mujeres a seguir a Jesús por el camino de la virginidad o del celibato por el Reino de los cielos; éstos renuncian al gran bien del Matrimonio para ocupase de las cosas del Señor tratando de agradarle, y se convierten en signo de la primacía absoluta del amor de Cristo y de la ardiente esperanza de su vuelta gloriosa.
343. ¿Cómo se celebra el sacramento del Matrimonio?
1621-1624
1663
Dado que el Matrimonio constituye a los cónyuges en un estado público de vida en la Iglesia, su celebración litúrgica es pública, en presencia del sacerdote (o de un testigo cualificado de la Iglesia) y de otros testigos.
344. ¿Qué es el consentimiento matrimonial?
1625-1632
1662-1663
El consentimiento matrimonial es la voluntad, expresada por un hombre y una mujer, de entregarse mutua y definitivamente, con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo. Puesto que el consentimiento hace el Matrimonio, resulta indispensable e insustituible. Para que el Matrimonio sea válido el consentimiento debe tener como objeto el verdadero Matrimonio, y ser un acto humano, consciente y libre, no determinado por la violencia o la coacción.
345. ¿Qué se exige cuando uno de los esposos no es católico?
1633-1637
Para ser lícitos, los matrimonios mixtos (entre católico y bautizado no católico) necesitan la licencia de la autoridad eclesiástica. Los matrimonios con disparidad de culto (entre un católico y un no bautizado), para ser válidos necesitan una dispensa. En todo caso, es esencial que los cónyuges no excluyan la aceptación de los fines y las propiedades esenciales del Matrimonio, y que el cónyuge católico confirme el compromiso, conocido también por el otro cónyuge, de conservar la fe y asegurar el Bautismo y la educación católica de los hijos.
346. ¿Cuáles son los efectos del sacramento del Matrimonio?
1638-1642
El sacramento del Matrimonio crea entre los cónyuges un vínculo perpetuo y exclusivo. Dios mismo ratifica el consentimiento de los esposos. Por tanto, el Matrimonio rato y consumado entre bautizados no podrá ser nunca disuelto. Por otra parte, este sacramento confiere a los esposos la gracia necesaria para alcanzar la santidad en la vida conyugal y acoger y educar responsablemente a los hijos.
347. ¿Cuáles son los pecados gravemente contrarios al sacramento del Matrimonio?
1645-1648
Los pecados gravemente contrarios al sacramento del Matrimonio son los siguientes: el adulterio, la poligamia, en cuanto contradice la idéntica dignidad entre el hombre y la mujer y la unidad y exclusividad del amor conyugal; el rechazo de la fecundidad, que priva a la vida conyugal del don de los hijos; y el divorcio, que contradice la indisolubilidad.
348. ¿Cuándo admite la Iglesia la separación física de los esposos?
1629
1649
La Iglesia admite la separación física de los esposos cuando la cohabitación entre ellos se ha hecho, por diversas razones, prácticamente imposible, aunque procura su reconciliación. Pero éstos, mientras viva el otro cónyuge, no son libres para contraer una nueva unión, a menos que el matrimonio entre ellos sea nulo y, como tal, declarado por la autoridad eclesiástica.
349. ¿Cuál es la actitud de la Iglesia hacia los divorciados vueltos a casar?
1650-1651
Fiel al Señor, la Iglesia no puede reconocer como matrimonio la unión de divorciados vueltos a casar civilmente. «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc 10, 11-12). Hacia ellos la Iglesia muestra una atenta solicitud, invitándoles a una vida de fe, a la oración, a las obras de caridad y a la educación cristiana de los hijos; pero no pueden recibir la absolución sacramental, acercarse a la comunión eucarística ni ejercer ciertas responsabilidades eclesiales, mientras dure tal situación, que contrasta objetivamente con la ley de Dios.
350. ¿Por qué la familia cristiana es llamada Iglesia doméstica?
1655-1658 1666
La familia cristiana es llamada Iglesia doméstica, porque manifiesta y realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la Iglesia en cuanto familia de Dios. Cada miembro, según su propio papel, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de la familia una comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y cristianas y lugar del primer anuncio de la fe a los hijos.
CAPÍTULO CUARTO
OTRAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS
LOS SACRAMENTALES
351. ¿Qué son los sacramentales?
1667-1672
1677-1678
Los sacramentales son signos sagrados instituidos por la Iglesia, por medio de los cuales se santifican algunas circunstancias de la vida. Comprenden siempre una oración acompañada de la señal de la cruz o de otros signos. Entre los sacramentales, ocupan un lugar importante las bendiciones, que son una alabanza a Dios y una oración para obtener sus dones, la consagración de personas y la dedicación de cosas al culto de Dios.
352. ¿Qué es un exorcismo?
1673
Tiene lugar un exorcismo, cuando la Iglesia pide con su autoridad, en nombre de Jesús, que una persona o un objeto sea protegido contra el influjo del Maligno y sustraído a su dominio. Se practica de modo ordinario en el rito del Bautismo. El exorcismo solemne, llamado gran exorcismo, puede ser efectuado solamente por un presbítero autorizado por el obispo.
353. ¿Qué formas de piedad popular acompañan la vida sacramental de la Iglesia?
1674-1676
1679
El sentido religioso del pueblo cristiano ha encontrado en todo tiempo su expresión en formas variadas de piedad, que acompañan la vida sacramental de la Iglesia, como son la veneración de las reliquias, las visitas a santuarios, las peregrinaciones, las procesiones, el «Vía crucis», el Rosario. La Iglesia, a la luz de la fe, ilumina y favorece las formas auténticas de piedad popular.
LAS EXEQUIAS CRISTIANAS
354. ¿Qué relación existe entre los sacramentos y la muerte del cristiano?
1680-1683
El cristiano que muere en Cristo alcanza, al final de su existencia terrena, el cumplimiento de la nueva vida iniciada con el Bautismo, reforzada con la Confirmación y alimentada en la Eucaristía, anticipo del banquete celestial. El sentido de la muerte del cristiano se manifiesta a la luz de la Muerte y Resurrección de Cristo, nuestra única esperanza; el cristiano que muere en Cristo Jesús va «a vivir con el Señor» (2 Co 5, 8).
355. ¿Qué expresan las exequias?
1684-1685
Las exequias, aunque se celebren según diferentes ritos, respondiendo a las situaciones y a las tradiciones de cada región, expresan el carácter pascual de la muerte cristiana, en la esperanza de la resurrección, y el sentido de la comunión con el difunto, particularmente mediante la oración por la purificación de su alma.
356. ¿Cuáles son los momentos principales de las exequias?
1686-1690
De ordinario, las exequias comprenden cuatro momentos principales: la acogida de los restos mortales del difunto por parte de la comunidad, con palabras de consuelo y esperanza para sus familiares; la liturgia de la Palabra; el sacrificio eucarístico; y «el adiós», con el que se encomienda el alma del difunto a Dios, fuente de vida eterna, mientras su cuerpo es sepultado en la esperanza de la Resurrección.

TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
357. ¿De qué modo la vida moral cristiana está vinculada a la fe y a los sacramentos?
1691-1698
Lo que se profesa en el Símbolo de la fe, los sacramentos lo comunican. En efecto, con ellos los fieles reciben la gracia de Cristo y los dones del Espíritu Santo, que les hacen capaces de vivir la vida nueva de hijos de Dios en Cristo, acogido con fe.
«Cristiano, reconoce tu dignidad» (San León Magno).
CAPÍTULO PRIMERO
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
EL HOMBRE, IMAGEN DE DIOS

358. ¿Cuál es la raíz de la dignidad de la persona humana?
1699-1715
La dignidad de la persona humana está arraigada en su creación a imagen y semejanza de Dios. Dotada de alma espiritual e inmortal, de inteligencia y de voluntad libre, la persona humana está ordenada a Dios y llamada, con alma y cuerpo, a la bienaventuranza eterna.
NUESTRA VOCACIÓN A LA BIENAVENTURANZA
359. ¿Cómo alcanza el hombre la bienaventuranza?
1716
El hombre alcanza la bienaventuranza en virtud de la gracia de Cristo, que lo hace partícipe de la vida divina. En el Evangelio Cristo señala a los suyos el camino que lleva a la felicidad sin fin: las Bienaventuranzas. La gracia de Cristo obra en todo hombre que, siguiendo la recta conciencia, busca y ama la verdad y el bien, y evita el mal.
360. ¿Qué importancia tienen para nosotros las Bienaventuranzas?
1716-1717
1725-1726
Las Bienaventuranzas son el centro de la predicación de Jesús; recogen y perfeccionan las promesas de Dios, hechas a partir de Abraham. Dibujan el rostro mismo de Jesús, y trazan la auténtica vida cristiana, desvelando al hombre el fin último de sus actos: la bienaventuranza eterna.
361. ¿Qué relación tienen las Bienaventuranzas con el deseo de felicidad del hombre?
1718-1719
Las Bienaventuranzas responden al innato deseo de felicidad que Dios ha puesto en el corazón del hombre, a fin de atraerlo hacia Él, el único que lo puede satisfacer.
362. ¿Qué es la bienaventuranza eterna?
1720-1724
1727-1729
La bienaventuranza consiste en la visión de Dios en la vida eterna, cuando seremos en plenitud «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1, 4), de la gloria de Cristo y del gozo de la vida trinitaria. La bienaventuranza sobrepasa la capacidad humana; es un don sobrenatural y gratuito de Dios, como la gracia que nos conduce a ella. La promesa de la bienaventuranza nos sitúa frente a opciones morales decisivas respecto de los bienes terrenales, estimulándonos a amar a Dios sobre todas las cosas.
LA LIBERTAD DEL HOMBRE
363. ¿Qué es la libertad?
1730-1733
1743-1744
La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la esclavitud del pecado.
364. ¿Qué relación hay entre libertad y responsabilidad?
1734-1737
1745-1746
La libertad hace al hombre responsable de sus actos, en la medida en que éstos son voluntarios; aunque tanto la imputabilidad como la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas o incluso anuladas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia soportada, el miedo, los afectos desordenados y los hábitos.
365. ¿Por qué todo hombre tiene derecho al ejercicio de su libertad?
1738
1747
El derecho al ejercicio de la libertad es propio de todo hombre, en cuanto resulta inseparable de su dignidad de persona humana. Este derecho ha de ser siempre respetado, especialmente en el campo moral y religioso, y debe ser civilmente reconocido y tutelado, dentro de los límites del bien común y del justo orden público.
366. ¿Dónde se sitúa la libertad humana en el orden de la salvación?
1739-1742
1748
Nuestra libertad se halla debilitada a causa del pecado original. El debilitamiento se agrava aún más por los pecados sucesivos. Pero Cristo «nos liberó para ser libres» (Ga 5, 1). El Espíritu Santo nos conduce con su gracia a la libertad espiritual, para hacernos libres colaboradores suyos en la Iglesia y en el mundo.
367. ¿Cuál es la fuente de moralidad de los actos humanos?
1749-1754
1757-1758
La moralidad de los actos humanos depende de tres fuentes: del objeto elegido, es decir, un bien real o aparente; de la intención del sujeto que actúa, es decir, del fin por el que lleva a cabo su acción; y de las circunstancias de la acción, incluidas las consecuencias de la misma.
368. ¿Cuándo un acto es moralmente bueno?
1755-1756
1759-1760
El acto es moralmente bueno cuando supone, al mismo tiempo, la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. El objeto elegido puede por sí solo viciar una acción, aunque la intención sea buena. No es lícito hacer el mal para conseguir un bien. Un fin malo puede corromper la acción, aunque su objeto sea en sí mismo bueno; asimismo, un fin bueno no hace buena una acción que de suyo sea en sí misma mala, porque el fin no justifica los medios. Las circunstancias pueden atenuar o incrementar la responsabilidad de quien actúa, pero no puede modificar la calidad moral de los actos mismos, porque no convierten nunca en buena una acción mala en sí misma.
369. ¿Hay actos que son siempre ilícitos?
1756-1761
Hay actos cuya elección es siempre ilícita en razón de su objeto (por ejemplo, la blasfemia, el homicidio, el adulterio). Su elección supone un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral, que no puede ser justificado en virtud de los bienes que eventualmente pudieran derivarse de ellos.
LA MORALIDAD DE LAS PASIONES
370. ¿Qué son las pasiones?
1762-1766
1771-1772
Las pasiones son los afectos, emociones o impulsos de la sensibilidad –componentes naturales de la psicología humana–, que inclinan a obrar o a no obrar, en vista de lo que se percibe como bueno o como malo. Las principales son el amor y el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la cólera. La pasión fundamental es el amor, provocado por el atractivo del bien. No se ama sino el bien, real o aparente.
371. ¿Las pasiones son moralmente buenas o malas?
1767-1770
1773-1775
Las pasiones, en cuanto impulsos de la sensibilidad, no son en sí mismas ni buenas ni malas; son buenas, cuando contribuyen a una acción buena; son malas, en caso contrario. Pueden ser asumidas en las virtudes o pervertidas en los vicios.
LA CONCIENCIA MORAL
372. ¿Qué es la conciencia moral?
1776-1780
1795-1797
La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla.
373. ¿Qué supone la dignidad de la persona en relación con la conciencia moral?
1780-1782
1798
La dignidad de la persona humana supone la rectitud de la conciencia moral, es decir que ésta se halle de acuerdo con lo que es justo y bueno según la razón y la ley de Dios. A causa de la misma dignidad personal, el hombre no debe ser forzado a obrar contra su conciencia, ni se le debe impedir obrar de acuerdo con ella, sobre todo en el campo religioso, dentro de los límites del bien común.
374. ¿Cómo se forma la conciencia moral para que sea recta y veraz?
1783-1788
1799-1800
La conciencia recta y veraz se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve asistida por los dones del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación moral tanto la oración como el examen de conciencia.
375. ¿Qué normas debe seguir siempre la conciencia?
1789
Tres son las normas más generales que debe seguir siempre la conciencia:
1) Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien.
2) La llamada Regla de oro: «Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt 7, 12).
3) La caridad supone siempre el respeto del prójimo y de su conciencia, aunque esto no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo.
376. ¿Puede la conciencia moral emitir juicios erróneos?
1790-1794
1801-1802
La persona debe obedecer siempre al juicio cierto de la propia conciencia, la cual, sin embargo, puede también emitir juicios erróneos, por causas no siempre exentas de culpabilidad personal. Con todo, no es imputable a la persona el mal cometido por ignorancia involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un mal. Es necesario, por tanto, esforzarse para corregir la conciencia moral de sus errores.
LAS VIRTUDES
377. ¿Qué es la virtud?
1803. 1833
La virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien: «El fin de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios» (San Gregorio de Nisa). Hay virtudes humanas y virtudes teologales.
378. ¿Qué son las virtudes humanas?
1804
1810-1811
1834, 1839
Las virtudes humanas son perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta en conformidad con la razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas por la gracia divina.
379. ¿Cuáles son las principales virtudes humanas?
1805
1834
Las principales virtudes humanas son las denominadas cardinales, que agrupan a todas las demás y constituyen las bases de la vida virtuosa. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
380. ¿Qué es la prudencia?
1806
1835
La prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, nuestro verdadero bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.
381. ¿Qué es la justicia?
1807
1836
La justicia consiste en la constante y firme voluntad de dar a los demás lo que les es debido. La justicia para con Dios se llama «virtud de la religión».
382. ¿Qué es la fortaleza?
1808
1838
La fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa.
383. ¿Qué es la templanza?
1809
1838
La templanza modera la atracción de los placeres, asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados.
384. ¿Qué son las virtudes teologales?
1812-1813
1840-1841
Las virtudes teologales son las que tienen como origen, motivo y objeto inmediato a Dios mismo. Infusas en el hombre con la gracia santificante, nos hacen capaces de vivir en relación con la Santísima Trinidad, y fundamentan y animan la acción moral del cristiano, vivificando las virtudes humanas. Son la garantía de la presencia y de la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano.
385. ¿Cuáles son las virtudes teologales?
1813
Las virtudes teologales son la fe, la esperanza y la caridad
386. ¿Qué es la fe?
1814-1816
1842
La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, y que la Iglesia nos propone creer, dado que Dios es la Verdad misma. Por la fe, el hombre se abandona libremente a Dios; por ello, el que cree trata de conocer y hacer la voluntad de Dios, ya que «la fe actúa por la caridad» (Ga 5, 6).
387. ¿Qué es la esperanza?
1817-1821
1843
La esperanza es la virtud teologal por la que deseamos y esperamos de Dios la vida eterna como nuestra felicidad, confiando en las promesas de Cristo, y apoyándonos en la ayuda de la gracia del Espíritu Santo para merecerla y perseverar hasta el fin de nuestra vida terrena.
388. ¿Qué es la caridad?
1822-1829
1844
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud de la Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» (Col 3, 14) y el fundamento de las demás virtudes, a las que anima, inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y «nada me aprovecha» (1 Co13, 2-3).
389. ¿Qué son los dones del Espíritu Santo?
1830-1831
1845
Los dones del Espíritu Santo son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir las inspiraciones divinas. Son siete: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
390. ¿Qué son los frutos del Espíritu Santo?
1832
Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones plasmadas en nosotros como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: «caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad» (Ga 5, 22-23[Vulgata]).
EL PECADO
391. ¿Qué supone para nosotros acoger la misericordia de Dios?
1846-1848
1870
Acoger la misericordia de Dios supone que reconozcamos nuestras culpas, arrepintiéndonos de nuestros pecados. Dios mismo, con su Palabra y su Espíritu, descubre nuestros pecados, sitúa nuestra conciencia en la verdad sobre sí misma y nos concede la esperanza del perdón.
392. ¿Qué es el pecado?
1849-1851
1871-1872
El pecado es «una palabra, un acto o un deseo contrarios a la Ley eterna» (San Agustín). Es una ofensa a Dios, a quien desobedecemos en vez de responder a su amor. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Cristo, en su Pasión, revela plenamente la gravedad del pecado y lo vence con su misericordia.
393. ¿Hay diversidad de pecados?
1852-1853
1873
La variedad de los pecados es grande. Pueden distinguirse según su objeto o según las virtudes o los mandamientos a los que se oponen. Pueden referirse directamente a Dios, al prójimo o a nosotros mismos. Se los puede también distinguir en pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión.
394. ¿Cómo se distinguen los pecados en cuanto a la gravedad?
1854
En cuanto a la gravedad, el pecado se distingue en pecado mortal y pecado venial.
395. ¿Cuándo se comete un pecado mortal?
1855-1861
1874
Se comete un pecado mortal cuando se dan, al mismo tiempo, materia grave, plena advertencia y deliberado consentimiento. Este pecado destruye en nosotros la caridad, nos priva de la gracia santificante y, a menos que nos arrepintamos, nos conduce a la muerte eterna del infierno. Se perdona, por vía ordinaria, mediante los sacramentos del Bautismo y de la Penitencia o Reconciliación.
396. ¿Cuándo se comete un pecado venial?
1862-1864
1875
El pecado venial, que se diferencia esencialmente del pecado mortal, se comete cuando la materia es leve; o bien cuando, siendo grave la materia, no se da plena advertencia o perfecto consentimiento. Este pecado no rompe la alianza con Dios. Sin embargo, debilita la caridad, entraña un afecto desordenado a los bienes creados, impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y en la práctica del bien moral y merece penas temporales de purificación.
397. ¿Cómo prolifera en nosotros el pecado?
1865, 1876
El pecado prolifera en nosotros pues uno lleva a otro, y su repetición genera el vicio.
398. ¿Qué son los vicios?
1866-1867
Los vicios, como contrarios a las virtudes, son hábitos perversos que oscurecen la conciencia e inclinan al mal. Los vicios pueden ser referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
399. ¿Tenemos responsabilidad en los pecados cometidos por otros?
1868
Tenemos responsabilidad en los pecados de los otros cuando cooperamos culpablemente a que se comentan.
400. ¿Qué son las estructuras de pecado?
1869
Las estructuras de pecado son situaciones sociales o instituciones contrarias a la ley divina, expresión y efecto de los pecados personales.
CAPÍTULO SEGUNDO
LA COMUNIDAD HUMANA
LA PERSONA Y LA SOCIEDAD
401. ¿En qué consiste la dimensión social del hombre?
1877-1879
1890-1891
Junto a la llamada personal a la bienaventuranza divina, el hombre posee una dimensión social que es parte esencial de su naturaleza y de su vocación. En efecto, todos los hombres están llamados a un idéntico fin, que es el mismo Dios. Hay una cierta semejanza entre la comunión de las Personas divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar entre ellos, fundada en la verdad y en la caridad. El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.
402. ¿Qué relación existe entre persona y sociedad?
1881-1882
1892-1893
La persona es y debe ser principio, sujeto y fin de todas las instituciones sociales. Algunas sociedades, como la familia y la comunidad civil, son necesarias para la persona. También son útiles otras asociaciones, tanto dentro de las comunidades políticas como a nivel internacional, en el respeto del principio de subsidiaridad
403. ¿Qué indica el principio de subsidiaridad?
1883-1885
1894
El principio de subsidiaridad indica que una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad.
404. ¿Qué más requiere una auténtica convivencia humana?
1886-1889
1895-1896
Una auténtica convivencia humana requiere respetar la justicia y la recta jerarquía de valores, así como el subordinar las dimensiones materiales e instintivas a las interiores y espirituales. En particular, cuando el pecado pervierte el clima social, se necesita hacer un llamamiento a la conversión del corazón y a la gracia de Dios, para conseguir los cambios sociales que estén realmente al servicio de cada persona, considerada en su integridad. La caridad es el más grande mandamiento social, pues exige y da la capacidad de practicar la justicia.
LA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL
405. ¿En qué se funda la autoridad de la sociedad?
1897-1902
1918-1920
Toda sociedad humana tiene necesidad de una autoridad legítima, que asegure el orden y contribuya a la realización del bien común. Esta autoridad tiene su propio fundamento en la naturaleza humana, porque corresponde al orden establecido por Dios.
406. ¿Cuándo se ejerce la autoridad de manera legítima?
1903-1904
1921-1922
1901
La autoridad se ejerce de manera legítima cuando procura el bien común, y para conseguirlo utiliza medios moralmente lícitos. Por tanto, los regímenes políticos deben estar determinados por la libertad de decisión de los ciudadanos y respetar el principio del «Estado de derecho». Según tal principio, la soberanía es prerrogativa de la ley, no de la voluntad arbitraria de los hombres. Las leyes injustas y las medidas contrarias al orden moral no obligan en conciencia.
407. ¿Qué es el bien común?
1905-1906
1924
Por bien común se entiende el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible, a los grupos y a cada uno de sus miembros, el logro de la propia perfección.
408. ¿Qué supone el bien común?
1907-1909
1925
El bien común supone: el respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la persona, el desarrollo de los bienes espirituales y temporales de la persona y la sociedad, y la paz y la seguridad de todos.
409. ¿Dónde se realiza de manera más completa el bien común?
1910-1912
1927
La realización más completa del bien común se verifica en aquellas comunidades políticas que defienden y promueven el bien de los ciudadanos y de las instituciones intermedias, sin olvidar el bien universal de la familia humana.
410. ¿Cómo participa el hombre en la realización del bien común?
1913-1917
1926
Todo hombre, según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, participa en la realización del bien común, respetando las leyes justas y haciéndose cargo de los sectores en los que tiene responsabilidad personal, como son el cuidado de la propia familia y el compromiso en el propio trabajo. Por otra parte, los ciudadanos deben tomar parte activa en la vida pública, en la medida en que les sea posible.
LA JUSTICIA SOCIAL
411. ¿Cómo asegura la sociedad la justicia social?
1928-1933
1943-1944
La sociedad asegura la justicia social cuando respeta la dignidad y los derechos de la persona, finalidad propia de la misma sociedad. Ésta, además, procura alcanzar la justicia social, vinculada al bien común y al ejercicio de la autoridad, cuando garantiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a los individuos conseguir aquello que les corresponde por derecho.
412. ¿En que se fundamenta la igualdad entre los hombres?
1934-1935
1945
Todos los hombres gozan de igual dignidad y derechos fundamentales, en cuanto que, creados a imagen del único Dios y dotados de una misma alma racional, tienen la misma naturaleza y origen, y están llamados en Cristo, único Salvador, a la misma bienaventuranza divina.
413. ¿Cómo hay que juzgar el hecho de la desigualdad entre los hombres?
1936-1938
1946-1947
Existen desigualdades económicas y sociales inicuas, que afectan a millones de seres humanos, que están en total contraste con el Evangelio, son contrarias a la justicia, a la dignidad de las personas y a la paz. Pero hay también diferencias entre los hombres, causadas por diversos factores, que entran en el plan de Dios. En efecto, Dios quiere que cada uno reciba de los demás lo que necesita, y que quienes disponen de talentos particulares los compartan con los demás. Estas diferencias alientan, y con frecuencia obligan, a las personas a la magnanimidad, la benevolencia y la solidaridad, e incitan a las culturas a enriquecerse unas a otras.
414. ¿Cómo se expresa la solidaridad humana?
1939-1942
1948
La solidaridad, que emana de la fraternidad humana y cristiana, se expresa ante todo en la justa distribución de bienes, en la equitativa remuneración del trabajo y en el esfuerzo en favor de un orden social más justo. La virtud de la solidaridad se realiza también en la comunicación de los bienes espirituales de la fe, aún más importantes que los materiales.
CAPÍTULO TERCERO
LA SALVACIÓN DE DIOS: LA LEY Y LA GRACIA
LA LEY MORAL
415. ¿Qué es la ley moral?
1950-1953
1975-1978
La ley moral es obra de la Sabiduría divina. Prescribe al hombre los caminos y las reglas de conducta que llevan a la bienaventuranza prometida, y prohíbe los caminos que apartan de Dios.
416. ¿En qué consiste la ley moral natural?
1954-1960
1978-1979
La ley natural, inscrita por el Creador en el corazón de todo hombre, consiste en una participación de la sabiduría y bondad de Dios, y expresa el sentido moral originario, que permite al hombre discernir el bien y el mal, mediante la razón. La ley natural es universal e inmutable, y pone la base de los deberes y derechos fundamentales de la persona, de la comunidad humana y de la misma ley civil.
417. ¿Son todos capaces de percibir la ley natural?
1960
A causa del pecado, no siempre ni todos son capaces de percibir en modo inmediato y con igual claridad la ley natural.
Por esto, «Dios escribió en las tablas de la Ley lo que los hombres no alcanzaban a leer en sus corazones» (San Agustín).
418. ¿Qué relación existe entre la ley natural y la Ley antigua?
1961-1962
1980-1981
La Ley antigua constituye la primera etapa de la Ley revelada. Expresa muchas verdades naturalmente accesibles a la razón, que se encuentran afirmadas y convalidadas en las Alianzas de la salvación. Sus prescripciones morales, recogidas en los Mandamientos del Decálogo, ponen la base de la vocación del hombre, prohíben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo y indican lo que les es esencial.
419. ¿Cómo se sitúa la Ley antigua en el plano de la salvación?
1963-1964
1982
La Ley antigua permite conocer muchas verdades accesibles a la razón, señala lo que se debe o no se debe hacer, y sobre todo, como un sabio pedagogo, prepara y dispone a la conversión y a la acogida del Evangelio. Sin embargo, aun siendo santa, espiritual y buena, la Ley antigua es todavía imperfecta, porque no da por sí misma la fuerza y la gracia del Espíritu para observarla.
420. ¿En qué consiste la nueva Ley o Ley evangélica?
1965-1972
1983-1985
La nueva Ley o Ley evangélica, proclamada y realizada por Cristo, es la plenitud y el cumplimiento de la ley divina, natural y revelada. Se resume en el mandamiento de amar a Dios y al prójimo, y de amarnos como Cristo nos ha amado. Es también una realidad grabada en el interior del hombre: la gracia del Espíritu Santo, que hace posible tal amor. Es «la ley de la libertad» (St 1, 25), porque lleva a actuar espontáneamente bajo el impulso de la caridad.
«La Ley nueva es principalmente la misma gracia del Espíritu Santo que se da a los que creen en Cristo» (Santo Tomás de Aquino).
421. ¿Dónde se encuentra la Ley nueva?
1971-1974
1986
La Ley nueva se encuentra en toda la vida y la predicación de Cristo y en la catequesis moral de los Apóstoles; el Sermón de la Montaña es su principal expresión.
GRACIA Y JUSTIFICACIÓN
422. ¿Qué es la justificación?
1987-1995
2017-2020
La justificación es la obra más excelente del amor de Dios. Es la acción misericordiosa y gratuita de Dios, que borra nuestros pecados, y nos hace justos y santos en todo nuestro ser. Somos justificados por medio de la gracia del Espíritu Santo, que la Pasión de Cristo nos ha merecido y se nos ha dado en el Bautismo. Con la justificación comienza la libre respuesta del hombre, esto es, la fe en Cristo y la colaboración con la gracia del Espíritu Santo.
423. ¿Qué es la gracia que justifica?
1996-1998
2005, 2021
La gracia es un don gratuito de Dios, por el que nos hace partícipes de su vida trinitaria y capaces de obrar por amor a Él. Se le llama gracia habitualsantificante o deificante, porque nos santifica y nos diviniza. Es sobrenatural, porque depende enteramente de la iniciativa gratuita de Dios y supera la capacidad de la inteligencia y de las fuerzas del hombre. Escapa, por tanto, a nuestra experiencia.
424. ¿Qué otros tipos de gracia existen?
1999-2000
2003-2004
2023-2024
Además de la gracia habitual, existen otros tipos de gracia: las gracias actuales (dones en circunstancias particulares); las gracias sacramentales (dones propios de cada sacramento); las gracias especiales o carismas (que tienen como fin el bien común de la Iglesia), entre las que se encuentran las gracias de estado, que acompañan al ejercicio de los ministerios eclesiales y de las responsabilidades de la vida.
425. ¿Qué relación hay entre la gracia y la libertad del hombre?
2001-2002
La gracia previene, prepara y suscita la libre respuesta del hombre; responde a las profundas aspiraciones de la libertad humana, la invita a cooperar y la conduce a su perfección.
426. ¿Qué es el mérito?
2006-2010
2025-2026
El mérito es lo que da derecho a la recompensa por una obra buena. Respecto a Dios, el hombre, de suyo, no puede merecer nada, habiéndolo recibido todo gratuitamente de Él. Sin embargo, Dios da al hombre la posibilidad de adquirir méritos, mediante la unión a la caridad de Cristo, fuente de nuestros méritos ante Dios. Por eso, los méritos de las buenas obras deben ser atribuidos primero a la gracia de Dios y después a la libre voluntad del hombre.
427. ¿Qué bienes podemos merecer?
2010-2011
2027
Bajo la moción del Espíritu Santo, podemos merecer, para nosotros mismos o para los demás, las gracias útiles para santificarnos y para alcanzar la gloria eterna, así como también los bienes temporales que nos convienen según el designio de Dios. Nadie puede merecer la primera gracia, que está en el origen de la conversión y de la justificación.
428. ¿Estamos todos llamados a la santidad cristiana?
2012-2016
2028-2029
Todos los fieles estamos llamados a la santidad cristiana. Ésta es plenitud de la vida cristiana y perfección de la caridad, y se realiza en la unión íntima con Cristo y, en Él, con la Santísima Trinidad. El camino de santificación del cristiano, que pasa por la cruz, tendrá su cumplimiento en la resurrección final de los justos, cuando Dios sea todo en todos. 
LA IGLESIA, MADRE Y MAESTRA
429. ¿Cómo nutre la Iglesia la vida moral del cristiano?
2030-2031
2047
La Iglesia es la comunidad donde el cristiano acoge la Palabra de Dios y las enseñanzas de la «Ley de Cristo» (Ga 6, 2); recibe la gracia de los sacramentos; se une a la ofrenda eucarística de Cristo, transformando así su vida moral en un culto espiritual; aprende del ejemplo de santidad de la Virgen María y de los santos.
430. ¿Por qué el Magisterio de la Iglesia interviene en el campo moral?
2032-2040
2049-2051
El Magisterio de la Iglesia interviene en el campo moral, porque es su misión predicar la fe que hay que creer y practicar en la vida cotidiana. Esta competencia se extiende también a los preceptos específicos de la ley natural, porque su observancia es necesaria para la salvación.
431. ¿Qué finalidad tienen los preceptos de la Iglesia?
2041
2048
Los preceptos de la Iglesia tienen por finalidad garantizar que los fieles cumplan con lo mínimo indispensable en relación al espíritu de oración, a la vida sacramental, al esfuerzo moral y al crecimiento en el amor a Dios y al prójimo.
432. ¿Cuáles son los preceptos de la Iglesia?
2042-2043
Los preceptos de la Iglesia son cinco:
1) Participar en la Misa todos los domingos y fiestas de guardar, y no realizar trabajos y actividades que puedan impedir la santificación de estos días.
2) Confesar los propios pecados, mediante el sacramento de la Reconciliación al menos una vez al año.
3) Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos en Pascua.
4) Abstenerse de comer carne y observar el ayuno en los días establecidos por la Iglesia.
5) Ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales, cada uno según sus posibilidades.
433. ¿Por qué la vida moral de los cristianos es indispensable para el anuncio del Evangelio?
2044-2046
La vida moral de los cristianos es indispensable para el anuncio del Evangelio, porque, conformando su vida con la del Señor Jesús, los fieles atraen a los hombres a la fe en el verdadero Dios, edifican la Iglesia, impregnan el mundo con el espíritu del Evangelio y apresuran la venida del Reino de Dios.

SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Éxodo 20, 2-17Deuteronomio, 5, 6-21Fórmula catequética
«Yo soy el Señor tu Dios
que te ha sacado del país
de Egipto
de la casa de servidumbre.
«Yo soy el Señor,
tu Dios, que te ha sacado
de Egipto,
de la  servidumbre.
«Yo soy el Señor
tu Dios:
No habrá para ti
otros dioses delante de mí.
No te harás escultura
ni imagen alguna,
ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo
en la tierra.
No te postrarás ante ellas
ni les darás culto,
porque yo el Señor, tu Dios,
soy un Dios celoso,
que castigo la iniquidad
de los padres en los hijos,
hasta la tercera generación
de los que me odian,
y tengo misericordia por millares
con los que me aman
y guardan mis mandamientos.
No habrá para ti
otros dioses delante de mí.
1. Amarás a Dios
sobre todas las cosas.
No tomarás en falso el
nombre del Señor
porque el Señor
no dejará sin castigo
a quien toma
su nombre en falso.
No tomarás en falso
el nombre del Señor, tu Dios...
2. No tomarás
el nombre de Dios
en vano.
Recuerda el día del sábado 
para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos
tus trabajos, pero el séptimo es
día de descanso para el
Señor, tu Dios.
No harás ningún trabajo,
ni tú, ni tu hijo ni tu hija
ni tu siervo ni tu sierva,
ni tu ganado, ni el forastero
que habita en tu ciudad.
Pues en seis días hizo el Señor
el cielo y la tierra,
el mar y todo cuanto contienen,
y el séptimo descansó;
por eso bendijo el Señor
el día del sábado.
Guardarás el día del sábado para santificarlo.3. Santificarás las fiestas.
Honra a tu padre y a tu madre para que se prolonguen
tus días sobre la tierra
que el Señor, tu Dios,
te va a dar.
Honra a tu padre
y a tu madre.
4. Honrarás a tu padre
y a tu madre.
No matarás.
No matarás.5. No matarás.
No cometerás adulterio.
No cometerás adulterio.6. No cometerás actos impuros.
No robarás.
No robarás.7. No robarás
No darás falso testimonio
contra tu prójimo.
No darás testimonio falso
contra tu prójimo.
8. No darás falso testimonio ni mentirás.
No codiciarás la casa
de tu prójimo. No codiciarás
la mujer de tu prójimo,
ni su siervo, ni su sierva,
ni su buey, ni su asno,
ni nada que sea de tu prójimo»
No desearás la mujer
de tu prójimo.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
No codiciarás... nada
que sea de tu prójimo.»
10. No codiciarás los bienes ajenos.»
434. «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?» (Mt 19, 16)
2052- 2054
2075-2076
Al joven que le pregunta «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?», Jesús responde: «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos», y después añade: «Ven y sígueme» (Mt 19, 16). Seguir a Jesús implica cumplir los Mandamientos. La Ley no es abolida. Por el contrario, el hombre es invitado a encontrarla en la persona del divino Maestro, que la realiza perfectamente en sí mismo, revela su pleno significado y atestigua su perennidad.
435. ¿Cómo interpreta Jesús la Ley?
2055
Jesús interpreta la Ley a la luz del doble y único mandamiento de la caridad, que es su plenitud: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas» (Mt 22, 37-40).
436. ¿Qué significa «Decálogo»?
2056-2057
Decálogo significa las «diez palabras» que recogen la Ley dada por Dios al pueblo de Israel durante la Alianza hecha por medio de Moisés (Ex 34, 28). El Decálogo, al presentar los mandamientos del amor a Dios (los tres primeros) y al prójimo (los otros siete), traza, para el pueblo elegido y para cada uno en particular, el camino de una vida liberada de la esclavitud del pecado.
437. ¿Cuál es el vínculo del Decálogo con la Alianza?
2058-2063
2077
El Decálogo se comprende a la luz de la Alianza, en la que Dios se revela, dando a conocer su voluntad. Al guardar los Mandamientos, el pueblo expresa su pertenencia a Dios, y responde con gratitud a su iniciativa de amor.
438. ¿Qué importancia da la Iglesia al Decálogo?
2064-2068
Fiel a la Escritura y siguiendo el ejemplo de Jesús, la Iglesia ha reconocido en el Decálogo una importancia y un significado fundamentales. Los cristianos están obligados a observarlo.
439. ¿Por qué el Decálogo constituye una unidad orgánica?
2069
2079
Los diez mandamientos constituyen un todo orgánico e indisociable, porque cada mandamiento remite a los demás y a todo el Decálogo. Por tanto, transgredir un mandamiento es como quebrantar toda la Ley.
440. ¿Por qué el Decálogo obliga gravemente?
2072-2073
2081
El Decálogo obliga gravemente porque enuncia los deberes fundamentales del hombre para con Dios y para con el prójimo.
441. ¿Es posible cumplir el Decálogo?
2074
2082
Sí, es posible cumplir el Decálogo, porque Cristo, sin el cual nada podemos hacer, nos hace capaces de ello con el don del Espíritu Santo y de la gracia.
CAPÍTULO PRIMERO
«AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN,
CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS»

PRIMER MANDAMIENTO:
YO SOY EL SEÑOR TU DIOS. AMARÁS A DIOS
SOBRE TODAS LAS COSAS
442. ¿Qué implica la afirmación de Dios: «Yo soy el Señor tu Dios» (Ex 20, 20)?
2083-2094
2133-2134
La afirmación: «Yo soy el Señor tu Dios» implica para el fiel guardar y poner en práctica las tres virtudes teologales, y evitar los pecados que se oponen a ellas. La fe cree en Dios y rechaza todo lo que le es contrario, como, por ejemplo, la duda voluntaria, la incredulidad, la herejía, la apostasía y el cisma. La esperanza aguarda confiadamente la bienaventurada visión de Dios y su ayuda, evitando la desesperación y la presunción. La caridad ama a Dios sobre todas las cosas y rechaza la indiferencia, la ingratitud, la tibieza, la pereza o indolencia espiritual y el odio a Dios, que nace del orgullo.
443. ¿Qué comporta la Palabra del Señor: «Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo darás culto» (Mt 4, 10)?
2095-2105
2135-2136
Las palabras «adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo darás culto» suponen adorar a Dios como Señor de todo cuanto existe; rendirle el culto debido individual y comunitariamente; rezarle con expresiones de alabanza, de acción de gracias y de súplica; ofrecerle sacrificios, sobre todo el espiritual de nuestra vida, unido al sacrificio perfecto de Cristo; mantener las promesas y votos que se le hacen.
444. ¿Cómo ejerce el hombre su derecho a rendir culto a Dios en verdad y en libertad?
2104-2109
2137
Todo hombre tiene el derecho y el deber moral de buscar la verdad, especialmente en lo que se refiere a Dios y a la Iglesia, y, una vez conocida, de abrazarla y guardarla fielmente, rindiendo a Dios un culto auténtico. Al mismo tiempo, la dignidad de la persona humana requiere que, en materia religiosa, nadie sea forzado a obrar contra su conciencia, ni impedido a actuar de acuerdo con la propia conciencia, tanto pública como privadamente, en forma individual o asociada, dentro de los justos límites del orden público.
445. ¿Qué es lo que Dios prohíbe cuando manda: «No tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex 20, 2)?
2010-2128
2138-2140
Con el mandamiento «No tendrás otro Dios fuera de mí» se prohíbe:
el politeísmo y la idolatría, que diviniza a una criatura, el poder, el dinero, incluso al demonio;
la superstición, que es una desviación del culto debido al Dios verdadero, y que se expresa también bajo las formas de adivinación, magia, brujería y espiritismo;
la irreligión, que se manifiesta en tentar a Dios con palabras o hechos; en el sacrilegio, que profana a las personas y las cosas sagradas, sobre todo la Eucaristía; en la simonía, que intenta comprar o vender realidades espirituales;
el ateísmo, que rechaza la existencia de Dios, apoyándose frecuentemente en una falsa concepción de la autonomía humana;
el agnosticismo, según el cual, nada se puede saber sobre Dios, y que abarca el indiferentismo y el ateísmo práctico.
446. El mandato de Dios: «No te harás escultura alguna...» (Ex 20, 3), ¿prohíbe el culto a las imágenes?
2129-2132
2141
En el Antiguo Testamento, el mandato «no te harás escultura alguna» prohibía representar a Dios, absolutamente trascendente. A partir de la encarnación del Verbo, el culto cristiano a las sagradas imágenes está justificado (como afirma el II Concilio de Nicea del año 787), porque se fundamenta en el Misterio del Hijo de Dios hecho hombre, en el cual, el Dios trascendente se hace visible. No se trata de una adoración de la imagen, sino de una veneración de quien en ella se representa: Cristo, la Virgen, los ángeles y los santos.
SEGUNDO MANDAMIENTO:
NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
447. ¿Cómo se respeta la santidad del Nombre de Dios?
2142-2149
2160-2162
Se respeta la santidad del Nombre de Dios invocándolo, bendiciéndole, alabándole y glorificándole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo uso inconveniente de su Nombre, como la blasfemia, que por su misma naturaleza es un pecado grave; la imprecación y la infidelidad a las promesas hechas en nombre de Dios.
448. ¿Por qué está prohibido jurar en falso?
2150-2151
2163-2164
Está prohibido jurar en falso, porque ello supone invocar en una causa a Dios, que es la verdad misma, como testigo de una mentira.
«No jurar ni por Criador, ni por criatura, si no fuere con verdad, necesidad y reverencia» (San Ignacio de Loyola).
449. ¿Qué es el perjurio?
2152-2155
El perjurio es hacer, bajo juramento, una promesa con intención de no cumplirla, o bien violar la promesa hecha bajo juramento. Es un pecado grave contra Dios, que siempre es fiel a sus promesas.
TERCER MANDAMIENTO:
SANTIFICARÁS LAS FIESTAS
450. ¿Por qué Dios «ha bendecido el día del sábado y lo ha declarado sagrado» (Ex20,11)?
2168-2172
2189
Dios ha bendecido el sábado y lo ha declarado sagrado, porque en este día se hace memoria deldescanso de Dios el séptimo día de la creación, así como de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto y de la Alianza que Dios hizo con su pueblo.
451. ¿Cómo se comporta Jesús en relación con el sábado?
2173
Jesús reconoce la santidad del sábado, y con su autoridad divina le da la interpretación auténtica: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2, 27).
452. ¿Por qué motivo, para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo?
2174-2176
2190-2191
Para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo, porque éste es el día de la Resurrección de Cristo. Como «primer día de la semana» (Mc 16, 2), recuerda la primera Creación; como «octavo día», que sigue al sábado, significa la nueva Creación inaugurada con la Resurrección de Cristo. Es considerado, así, por los cristianos como el primero de todos los días y de todas las fiestas: el día del Señor, en el que Jesús, con su Pascua, lleva a cumplimiento la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios.
453. ¿Cómo se santifica el domingo?
2177-2185
2192-2193
Los cristianos santifican el domingo y las demás fiestas de precepto participando en la Eucaristía del Señor y absteniéndose de las actividades que les impidan rendir culto a Dios, o perturben la alegría propia del día del Señor o el descanso necesario del alma y del cuerpo. Se permiten las actividades relacionadas con las necesidades familiares o los servicios de gran utilidad social, siempre que no introduzcan hábitos perjudiciales a la santificación del domingo, a la vida de familia y a la salud.
454. ¿Por qué es importante reconocer civilmente el domingo como día festivo?
2186-2188
2194-2195
Es importante que el domingo sea reconocido civilmente como día festivo, a fin de que todos tengan la posibilidad real de disfrutar del suficiente descanso y del tiempo libre que les permitan cuidar la vida religiosa, familiar, cultural y social; de disponer de tiempo propicio para la meditación, la reflexión, el silencio y el estudio, y de dedicarse a hacer el bien, en particular en favor de los enfermos y de los ancianos.
CUARTO MANDAMIENTO:
HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE
455. ¿Qué manda el cuarto mandamiento?
2196-2200
2247-2248
El cuarto mandamiento ordena honrar y respetar a nuestros padres, y a todos aquellos a quienes Dios ha investido de autoridad para nuestro bien.
456. ¿Cuál es la naturaleza de la familia en el plan de Dios?
2201-2205
2249
En el plan de Dios, un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, forman, por sí mismos y con sus hijos, una familia. Dios ha instituido la familia y le ha dotado de su constitución fundamental. El matrimonio y la familia están ordenados al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos. Entre los miembros de una misma familia se establecen relaciones personales y responsabilidades primarias. En Cristo la familia se convierte en Iglesia doméstica, porque es una comunidad de fe, de esperanza y de amor.
457. ¿Qué lugar ocupa la familia en la sociedad?
2207-2208
La familia es la célula original de la sociedad humana, y precede a cualquier reconocimiento por parte de la autoridad pública. Los principios y valores familiares constituyen el fundamento de la vida social. La vida de familia es una iniciación a la vida de la sociedad.
458. ¿Qué deberes tiene la sociedad en relación con la familia?
2209-2213
2250
La sociedad tiene el deber de sostener y consolidar el matrimonio y la familia, siempre en el respeto del principio de subsidiaridad. Los poderes públicos deben respetar, proteger y favorecer la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, la moral pública, los derechos de los padres, y el bienestar doméstico.
459. ¿Cuáles son los deberes de los hijos hacia sus padres?
2214-2220
2251
Los hijos deben a sus padres respeto (piedad filial), reconocimiento, docilidad y obediencia, contribuyendo así, junto a las buenas relaciones entre hermanos y hermanas, al crecimiento de la armonía y de la santidad de toda la vida familiar. En caso de que los padres se encuentren en situación de pobreza, de enfermedad, de soledad o de ancianidad, los hijos adultos deben prestarles ayuda moral y material.
460. ¿Cuáles son los deberes de los padres hacia los hijos?
2221-2231
Los padres, partícipes de la paternidad divina, son los primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe. Tienen el deber de amar y de respetar a sus hijos como personas y como hijos de Dios, y proveer, en cuanto sea posible, a sus necesidades materiales y espirituales, eligiendo para ellos una escuela adecuada, y ayudándoles con prudentes consejos en la elección de la profesión y del estado de vida. En especial, tienen la misión de educarlos en la fe cristiana.
461. ¿Cómo educan los padres a sus hijos en la fe cristiana?
2252-2253
Los padres educan a sus hijos en la fe cristiana principalmente con el ejemplo, la oración, la catequesis familiar y la participación en la vida de la Iglesia.
462. ¿Son un bien absoluto los vínculos familiares?
2232-2233
Los vínculos familiares, aunque sean importantes, no son absolutos, porque la primera vocación del cristiano es seguir a Jesús, amándolo: «El que ama su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí» (Mt 10, 37). Los padres deben favorecer gozosamente el seguimiento de Jesús por parte de sus hijos en todo estado de vida, también en la vida consagrada y en el ministerio sacerdotal.
463. ¿Cómo se ejerce la autoridad en los distintos ámbitos de la sociedad civil?
2234-2237
2254
En los distintos ámbitos de la sociedad civil, la autoridad se ejerce siempre como un servicio, respetando los derechos fundamentales del hombre, una justa jerarquía de valores, las leyes, la justicia distributiva y el principio de subsidiaridad. Cada cual, en el ejercicio de la autoridad, debe buscar el interés de la comunidad antes que el propio, y debe inspirar sus decisiones en la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo.
464. ¿Cuáles son los deberes de los ciudadanos respecto a las autoridades civiles?
2238-2241
2255
Quienes están sometidos a las autoridades deben considerarlas como representantes de Dios, ofreciéndoles una colaboración leal para el buen funcionamiento de la vida pública y social. Esto exige el amor y servicio de la patria, el derecho y el deber del voto, el pago de los impuestos, la defensa del país y el derecho a una crítica constructiva.
465. ¿Cuándo el ciudadano no debe obedecer a las autoridades civiles?
2238-2241
2255
El ciudadano no debe en conciencia obedecer cuando las prescripciones de la autoridad civil se opongan a las exigencias del orden moral: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5, 29).
QUINTO MANDAMIENTO:
NO MATARÁS
466. ¿Por qué ha de ser respetada la vida humana?
2242-2262
2318-2320
La vida humana ha de ser respetada porque es sagrada. Desde el comienzo supone la acción creadora de Dios y permanece para siempre en una relación especial con el Creador, su único fin. A nadie le es lícito destruir directamente a un ser humano inocente, porque es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad del Creador. «No quites la vida del inocente y justo» (Ex23, 7).
467. ¿Por qué la legítima defensa de la persona y de la sociedad no va contra esta norma?
2263-2265
Con la legítima defensa se toma la opción de defenderse y se valora el derecho a la vida, propia o del otro, pero no la opción de matar. La legítima defensa, para quien tiene la responsabilidad de la vida de otro, puede también ser un grave deber. Y no debe suponer un uso de la violencia mayor que el necesario.
468. ¿Para qué sirve una pena?
2266
Una pena impuesta por la autoridad pública, tiene como objetivo reparar el desorden introducido por la culpa, defender el orden público y la seguridad de las personas y contribuir a la corrección del culpable.
469. ¿Qué pena se puede imponer?
2267
La pena impuesta debe ser proporcionada a la gravedad del delito. Hoy, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido, los casos de absoluta necesidad de pena de muerte «suceden muy rara vez, si es que ya en realidad se dan algunos» (Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitae). Cuando los medios incruentos son suficientes, la autoridad debe limitarse a estos medios, porque corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común, son más conformes a la dignidad de la persona y no privan definitivamente al culpable de la posibilidad de rehabilitarse.
470. ¿Qué prohíbe el quinto mandamiento?
2268-2283
2321-2326
El quinto mandamiento prohíbe, como gravemente contrarios a la ley moral:
1) El homicidio directo y voluntario y la cooperación al mismo.
2) El aborto directo, querido como fin o como medio, así como la cooperación al mismo, bajo pena de excomunión, porque el ser humano, desde el instante de su concepción, ha de ser respetado y protegido de modo absoluto en su integridad.
3) La eutanasia directa, que consiste en poner término, con una acción o una omisión de lo necesario, a la vida de las personas discapacitadas, gravemente enfermas o próximas a la muerte.
4) El suicidio y la cooperación voluntaria al mismo, en cuanto es una ofensa grave al justo amor de Dios, de sí mismo y del prójimo; por lo que se refiere a la responsabilidad, ésta puede quedar agravada en razón del escándalo o atenuada por particulares trastornos psíquicos o graves temores.
471. ¿Qué tratamientos médicos se permiten cuando la muerte se considera inminente?
2278-2279
Los cuidados que se deben de ordinario a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos; son legítimos, sin embargo, el uso de analgésicos, no destinados a causar la muerte, y la renuncia al «encarnizamiento terapéutico», esto es, a la utilización de tratamientos médicos desproporcionados y sin esperanza razonable de resultado positivo.
472. ¿Por qué la sociedad debe proteger a todo embrión?
2274
La sociedad debe proteger a todo embrión, porque el derecho inalienable a la vida de todo individuo humano desde su concepción es un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación. Cuando el Estado no pone su fuerza al servicio de los derechos de todos, y en particular de los más débiles, entre los que se encuentran los concebidos y aún no nacidos, quedan amenazados los fundamentos mismos de un Estado de derecho.
473. ¿Cómo se evita el escándalo?
2284-2287
El escándalo, que consiste en inducir a otro a obrar el mal, se evita respetando el alma y el cuerpo de la persona. Pero si se induce deliberadamente a otros a pecar gravemente, se comete una culpa grave.
474. ¿Qué deberes tenemos hacia nuestro cuerpo?
2288-2291
Debemos tener un razonable cuidado de la salud física, la propia y la de los demás, evitando siempre el culto al cuerpo y toda suerte de excesos. Ha de evitarse, además, el uso de estupefacientes, que causan gravísimos daños a la salud y a la vida humana, y también el abuso de los alimentos, del alcohol, del tabaco y de los medicamentos.
475. ¿Cuándo son moralmente legítimas las experimentaciones científicas, médicas o psicológicas sobre las personas o sobre grupos humanos?
2292-2295
Las experimentaciones científicas, médicas o psicológicas sobre las personas o sobre grupos humanos son moralmente legítimas si están al servicio del bien integral de la persona y de la sociedad, sin riesgos desproporcionados para la vida y la integridad física y psíquica de los sujetos, oportunamente informados y contando con su consentimiento.
476. ¿Se permiten el trasplante y la donación de órganos antes y después de la muerte?
2296
El trasplante de órganos es moralmente aceptable con el consentimiento del donante y sin riesgos excesivos para él. Para el noble acto de la donación de órganos después de la muerte, hay que contar con la plena certeza de la muerte real del donante.
477. ¿Qué prácticas son contrarias al respeto a la integridad corporal de la persona humana?
2297-2298
Prácticas contrarias al respeto a la integridad corporal de la persona humana son las siguientes: los secuestros de personas y la toma de rehenes, el terrorismo, la tortura, la violencia y la esterilización directa. Las amputaciones y mutilaciones de una persona están moralmente permitidas sólo por los indispensables fines terapéuticos de las mismas.
478. ¿Qué cuidados deben procurarse a los moribundos?
2299
Los moribundos tienen derecho a vivir con dignidad los últimos momentos de su vida terrena, sobre todo con la ayuda de la oración y de los sacramentos, que preparan al encuentro con el Dios vivo.
479. ¿Cómo deben ser tratados los cuerpos de los difuntos?
2300-2301
Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad. La cremación de los mismos está permitida, si se hace sin poner en cuestión la fe en la Resurrección de los cuerpos.

480. ¿Qué exige el Señor a toda persona para la defensa de la paz?
2302-2303
El Señor que proclama «bienaventurados los que construyen la paz» (Mt 5, 9), exige la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la ira, que es el deseo de venganza por el mal recibido, y del odio, que lleva a desear el mal al prójimo. Estos comportamientos, si son voluntarios y consentidos en cosas de gran importancia, son pecados graves contra la caridad.
481. ¿En qué consiste la paz en el mundo?
2304-2305
La paz en el mundo, que es la búsqueda del respeto y del desarrollo de la vida humana, no es simplemente ausencia de guerra o equilibrio de fuerzas contrarias, sino que es «la tranquilidad del orden» (San Agustín), «fruto de la justicia» (Is 32, 17) y efecto de la caridad. La paz en la tierra es imagen y fruto de la paz de Cristo.
482. ¿Qué se requiere para la paz en el mundo?
2304
2307-2308
Para la paz en el mundo se requiere la justa distribución y la tutela de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto a la dignidad de las personas humanas y de los pueblos, y la constante práctica de la justicia y de la fraternidad.
483. ¿Cuándo está moralmente permitido el uso de la fuerza militar?
2307-2310
El uso de la fuerza militar está moralmente justificado cuando se dan simultáneamente las siguientes condiciones: certeza de que el daño causado por el agresor es duradero y grave; la ineficacia de toda alternativa pacífica; fundadas posibilidades de éxito en la acción defensiva y ausencia de males aún peores, dado el poder de los medios modernos de destrucción.
484. En caso de amenaza de guerra, ¿a quién corresponde determinar si se dan las anteriores condiciones?
2309
Determinar si se dan las condiciones para un uso moral de la fuerza militar compete al prudente juicio de los gobernantes, a quienes corresponde también el derecho de imponer a los ciudadanos la obligación de la defensa nacional, dejando a salvo el derecho personal a la objeción de conciencia y a servir de otra forma a la comunidad humana.
485. ¿Qué exige la ley moral en caso de guerra?
2312-2314
2328
La ley moral permanece siempre válida, aún en caso de guerra. Exige que sean tratados con humanidad los no combatientes, los soldados heridos y los prisioneros. Las acciones deliberadamente contrarias al derecho de gentes, como también las disposiciones que las ordenan, son crímenes que la obediencia ciega no basta para excusar. Se deben condenar las destrucciones masivas así como el exterminio de un pueblo o de una minoría étnica, que son pecados gravísimos; y hay obligación moral de oponerse a la voluntad de quienes los ordenan.
486. ¿Qué es necesario hacer para evitar la guerra?
2315-2317
2327-2330
Se debe hacer todo lo razonablemente posible para evitar a toda costa la guerra, teniendo en cuenta los males e injusticias que ella misma provoca. En particular, es necesario evitar la acumulación y el comercio de armas no debidamente reglamentadas por los poderes legítimos; las injusticias, sobre todo económicas y sociales; las discriminaciones étnicas o religiosas; la envidia, la desconfianza, el orgullo y el espíritu de venganza. Cuanto se haga por eliminar estos u otros desórdenes ayuda a construir la paz y a evitar la guerra.
SEXTO MANDAMIENTO:
NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS

487. ¿Qué corresponde a la persona humana frente a la propia identidad sexual?
2331-2336
2392-2393
Dios ha creado al hombre como varón y mujer, con igual dignidad personal, y ha inscrito en él la vocación del amor y de la comunión. Corresponde a cada uno aceptar la propia identidad sexual, reconociendo la importancia de la misma para toda la persona, su especificidad y complementariedad.
488. ¿Qué es la castidad?
2337-2338
La castidad es la positiva integración de la sexualidad en la persona. La sexualidad es verdaderamente humana cuando está integrada de manera justa en la relación de persona a persona. La castidad es una virtud moral, un don de Dios, una gracia y un fruto del Espíritu.
489. ¿Qué supone la virtud de la castidad?
2339-2341
La virtud de la castidad supone la adquisición del dominio de sí mismo, como expresión de libertad humana destinada al don de uno mismo. Para este fin, es necesaria una integral y permanente educación, que se realiza en etapas graduales de crecimiento.
490. ¿De qué medios disponemos para ayudarnos a vivir la castidad?
2340-2347
Son numerosos los medios de que disponemos para vivir la castidad: la gracia de Dios, la ayuda de los sacramentos, la oración, el conocimiento de uno mismo, la práctica de una ascesis adaptada a las diversas situaciones y el ejercicio de las virtudes morales, en particular de la virtud de la templanza, que busca que la razón sea la guía de las pasiones.
491. ¿De qué modos todos están llamados a vivir la castidad?
2348-2350
2394
Todos, siguiendo a Cristo modelo de castidad, están llamados a llevar una vida casta según el propio estado de vida: unos viviendo en la virginidad o en el celibato consagrado, modo eminente de dedicarse más fácilmente a Dios, con corazón indiviso; otros, si están casados, viviendo la castidad conyugal; los no casados, practicando la castidad en la continencia.
492. ¿Cuáles son los principales pecados contra la castidad?
2351-2359
2396
Son pecados gravemente contrarios a la castidad, cada uno según la naturaleza del propio objeto: el adulterio, la masturbación, la fornicación, la pornografía, la prostitución, el estupro y los actos homosexuales. Estos pecados son expresión del vicio de la lujuria. Si se cometen con menores, estos actos son un atentado aún más grave contra su integridad física y moral.
493. ¿Por qué el sexto mandamiento prohíbe todos los pecados contra la castidad?
2336
Aunque en el texto bíblico del Decálogo se dice «no cometerás adulterio» (Ex 20, 14), la Tradición de la Iglesia tiene en cuenta todas las enseñanzas morales del Antiguo y del Nuevo Testamento, y considera el sexto mandamiento como referido al conjunto de todos los pecados contra la castidad.
494. ¿Cuáles son los deberes de las autoridades civiles respecto a la castidad?
2354
Las autoridades civiles, en cuanto obligadas a promover el respeto a la dignidad de la persona humana, deben contribuir a crear un ambiente favorable a la castidad, impidiendo inclusive, mediante leyes adecuadas, algunas de las graves ofensas a la castidad antes mencionadas, en orden sobre todo a proteger a los menores y a los más débiles.
495. ¿Cuáles son los bienes del amor conyugal, al que está ordenada la sexualidad?
2360-2361
2397-2398
Los bienes del amor conyugal, que para los bautizados está santificado por el sacramento del Matrimonio, son: la unidad, la fidelidad, la indisolubilidad y la apertura a la fecundidad.
496. ¿Cuál es el significado del acto conyugal?
2362-2367
El acto conyugal tiene un doble significado: de unión (la mutua donación de los cónyuges), y de procreación (apertura a la transmisión de la vida). Nadie puede romper la conexión inseparable que Dios ha querido entre los dos significados del acto conyugal, excluyendo de la relación el uno o el otro.
497. ¿Cuándo es moral la regulación de la natalidad?
2368-2369
2399
La regulación de la natalidad, que representa uno de los aspectos de la paternidad y de la maternidad responsables, es objetivamente conforme a la moralidad cuando se lleva a cabo por los esposos sin imposiciones externas; no por egoísmo, sino por motivos serios; y con métodos conformes a los criterios objetivos de la moralidad, esto es, mediante la continencia periódica y el recurso a los períodos de infecundidad.
498. ¿Cuáles son los medios inmorales para la regulación de la natalidad?
2370-2372
Es intrínsecamente inmoral toda acción –como, por ejemplo, la esterilización directa o la contracepción–, que, bien en previsión del acto conyugal o en su realización, o bien en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, impedir la procreación.
499. ¿Por qué son inmorales la inseminación y la fecundación artificial?
2373-2377
La inseminación y la fecundación artificial son inmorales, porque disocian la procreación del acto conyugal con el que los esposos se entregan mutuamente, instaurando así un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Además, la inseminación y la fecundación heterólogas, mediante el recurso a técnicas que implican a una persona extraña a la pareja conyugal, lesionan el derecho del hijo a nacer de un padre y de una madre conocidos por él, ligados entre sí por matrimonio y poseedores exclusivos del derecho a llegar a ser padre y madre solamente el uno a través del otro.
500. ¿Cómo ha de ser considerado un hijo?
2378
El hijo es un don de Dios, el don más grande dentro del Matrimonio. No existe el derecho a tener hijos («tener un hijo, sea como sea»). Sí existe, en cambio, el derecho del hijo a ser fruto del acto conyugal de sus padres, y también el derecho a ser respetado como persona desde el momento de su concepción.
501. ¿Qué pueden hacer los esposos cuando no tienen hijos?
2379
Cuando el don del hijo no les es concedido, los esposos, después de haber agotado todos los legítimos recursos de la medicina, pueden mostrar su generosidad mediante la tutela o la adopción, o bien realizando servicios significativos en beneficio del prójimo. Así ejercen una preciosa fecundidad espiritual.
502. ¿Cuáles son las ofensas a la dignidad del Matrimonio?
2380-2391
2400
Las ofensas a la dignidad del Matrimonio son las siguientes: el adulterio, el divorcio, la poligamia, el incesto, la unión libre (convivencia, concubinato) y el acto sexual antes o fuera del matrimonio.
SÉPTIMO MANDAMIENTO:
NO ROBARÁS
503. ¿Qué declara el séptimo mandamiento?
2401-2402
El séptimo mandamiento declara el destino y distribución universal de los bienes; el derecho a la propiedad privada; el respeto a las personas, a sus bienes y a la integridad de la creación. La Iglesia encuentra también en este mandamiento el fundamento de su doctrina social, que comprende la recta gestión en la actividad económica y en la vida social y política; el derecho y el deber del trabajo humano; la justicia y la solidaridad entre las naciones y el amor a los pobres.
504. ¿Qué condiciones se requieren para el derecho a la propiedad privada?
2403
Existe el derecho a la propiedad privada cuando se ha adquirido o recibido de modo justo, y prevalezca el destino universal de los bienes, para satisfacer las necesidades fundamentales de todos los hombres.
505. ¿Cuál es la finalidad de la propiedad privada?
2404-2406
La finalidad de la propiedad privada es garantizar la libertad y la dignidad de cada persona, ayudándole a satisfacer las necesidades fundamentales propias, las de aquellos sobre los que tiene responsabilidad, y también las de otros que viven en necesidad.
506. ¿Qué otras cosas prescribe el séptimo mandamiento?
2407-2415
2450-2451
El séptimo mandamiento prescribe el respeto a los bienes ajenos mediante la práctica de la justicia y de la caridad, de la templanza y de la solidaridad. En particular, exige el respeto a las promesas y a los contratos estipulados; la reparación de la injusticia cometida y la restitución del bien robado; el respeto a la integridad de la Creación, mediante el uso prudente y moderado de los recursos minerales, vegetales y animales del universo, con singular atención a las especies amenazadas de extinción.
507. ¿Cuál debe ser el comportamiento del hombre para con los animales?
2416-2418
2457
El hombre debe tratar a los animales, criaturas de Dios, con benevolencia, evitando tanto el desmedido amor hacia ellos, como su utilización indiscriminada, sobre todo en experimentos científicos, efectuados al margen de los límites razonables y con inútiles sufrimientos para los animales mismos.
508. ¿Qué prohíbe el séptimo mandamiento?
2408-2413
2453-2455
El séptimo mandamiento prohíbe ante todo el robo, que es la usurpación del bien ajeno contra la razonable voluntad de su dueño. Esto sucede también cuando se pagan salarios injustos, cuando se especula haciendo variar artificialmente el valor de los bienes para obtener beneficio en detrimento ajeno, y cuando se falsifican cheques y facturas. Prohíbe además cometer fraudes fiscales o comerciales y ocasionar voluntariamente un daño a las propiedades privadas o públicas. Prohíbe igualmente la usura, la corrupción, el abuso privado de bienes sociales, los trabajos culpablemente mal realizados y el despilfarro.
509. ¿Cuál es el contenido de la doctrina social de la Iglesia?
2419-2423
La doctrina social de la Iglesia, como desarrollo orgánico de la verdad del Evangelio acerca de la dignidad de la persona humana y sus dimensiones sociales, contiene principios de reflexión, formula criterios de juicio y ofrece normas y orientaciones para la acción
510. ¿Cuándo interviene la Iglesia en materia social?
2420
2458
La Iglesia interviene emitiendo un juicio moral en materia económica y social, cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona, el bien común o la salvación de las almas.
511. ¿Cómo ha de ejercerse la vida social y económica?
2459
La vida social y económica ha de ejercerse según los propios métodos, en el ámbito del orden moral, al servicio del hombre en su integridad y de toda la comunidad humana, en el respeto a la justicia social. La vida social y económica debe tener al hombre como autor, centro y fin.
512. ¿Qué se opone a la doctrina social de la Iglesia?
2424-2425
Se oponen a la doctrina social de la Iglesia los sistemas económicos y sociales que sacrifican los derechos fundamentales de las personas, o que hacen del lucro su regla exclusiva y fin último. Por eso la Iglesia rechaza las ideologías asociadas, en los tiempos modernos, al «comunismo» u otras formas ateas y totalitarias de «socialismo». Rechaza también, en la práctica del «capitalismo», el individualismo y la primacía absoluta de las leyes del mercado sobre el trabajo humano.
513. ¿Qué significado tiene el trabajo para el hombre?
2426-2428
2460-2461
Para el hombre, el trabajo es un deber y un derecho, mediante el cual colabora con Dios Creador. En efecto, trabajando con empeño y competencia, la persona actualiza las capacidades inscritas en su naturaleza, exalta los dones del Creador y los talentos recibidos; procura su sustento y el de su familia y sirve a la comunidad humana. Por otra parte, con la gracia de Dios, el trabajo puede ser un medio de santificación y de colaboración con Cristo para la salvación de los demás.
514. ¿A qué tipo de trabajo tiene derecho toda persona?
2429,
2433-2434
El acceso a un trabajo seguro y honesto debe estar abierto a todos, sin discriminación injusta, dentro del respeto a la libre iniciativa económica y a una equitativa distribución.
515. ¿Cuál es la responsabilidad del Estado con respecto al trabajo?
2431
Compete al Estado procurar la seguridad sobre las garantías de las libertades individuales y de la propiedad, además de un sistema monetario estable y de unos servicios públicos eficientes; y vigilar y encauzar el ejercicio de los derechos humanos en el sector económico. Teniendo en cuenta las circunstancias, la sociedad debe ayudar a los ciudadanos a encontrar trabajo.
516. ¿Qué compete a los dirigentes de empresa?
2432
Los dirigentes de las empresas tienen la responsabilidad económica y ecológica de sus operaciones. Están obligados a considerar el bien de las personas y no solamente el aumento de las ganancias, aunque éstas son necesarias para asegurar las inversiones, el futuro de las empresas, los puestos de trabajo y el buen funcionamiento de la vida económica.
517. ¿Qué deberes tienen los trabajadores?
2435
Los trabajadores deben cumplir con su trabajo en conciencia, con competencia y dedicación, tratando de resolver los eventuales conflictos mediante el diálogo. El recurso a la huelga no violenta es moralmente legítimo cuando se presenta como el instrumento necesario, en vistas a unas mejoras proporcionadas y teniendo en cuenta el bien común.
518. ¿Cómo se realiza la justicia y la solidaridad entre las naciones?
2437-2441
En el plano internacional, todas las naciones e instituciones deben obrar con solidaridad y subsidiaridad, a fin de eliminar, o al menos reducir, la miseria, la desigualdad de los recursos y de los medios económicos, las injusticias económicas y sociales, la explotación de las personas, la acumulación de las deudas de los países pobres y los mecanismos perversos que obstaculizan el desarrollo de los países menos desarrollados.
519. ¿De qué modo participan los cristianos en la vida política y social?
2442
Los fieles cristianos laicos intervienen directamente en la vida política y social, animando con espíritu cristiano las realidades temporales, y colaborando con todos como auténticos testigos del Evangelio y constructores de la paz y de la justicia.
520. ¿En qué se inspira el amor a los pobres?
2443-2449
2462-2463
El amor a los pobres se inspira en el Evangelio de las bienaventuranzas y en el ejemplo de Jesús en su constante atención a los pobres. Jesús dijo: «Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40). El amor a los pobres se realiza mediante la lucha contra la pobreza material, y también contra las numerosas formas de pobreza cultural, moral y religiosa. Las obras de misericordia espirituales y corporales, así como las numerosas instituciones benéficas a lo largo de los siglos, son un testimonio concreto del amor preferencial por los pobres que caracteriza a los discípulos de Jesús.
OCTAVO MANDAMIENTO:
NO DARÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS

521. ¿Qué deberes tiene el hombre hacia la verdad?
2462-2470
2504
Toda persona está llamada a la sinceridad y a la veracidad en el hacer y en el hablar. Cada uno tiene el deber de buscar la verdad y adherirse a ella, ordenando la propia vida según las exigencias de la verdad. En Jesucristo, la verdad de Dios se ha manifestado íntegramente: Él es la Verdad. Quien le sigue vive en el Espíritu de la verdad, y rechaza la doblez, la simulación y la hipocresía.
522. ¿Cómo se da testimonio de la verdad?
2471-2474
2505-2506
El cristiano debe dar testimonio de la verdad evangélica en todos los campos de su actividad pública y privada; incluso con el sacrificio, si es necesario, de la propia vida. El martirio es el testimonio supremo de la verdad de la fe.
523.¿Qué prohíbe el octavo mandamiento?
2475-2487
2507-2509
El octavo mandamiento prohíbe:
1) El falso testimonio, el perjurio y la mentira, cuya gravedad se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, de las circunstancias, de las intenciones del mentiroso y de los daños ocasionados a las víctimas.
2) El juicio temerario, la maledicencia, la difamación y la calumnia, que perjudican o destruyen la buena reputación y el honor, a los que tiene derecho toda persona.
3) El halago, la adulación o la complacencia, sobre todo si están orientados a pecar gravemente o para lograr ventajas ilícitas.
Una culpa cometida contra la verdad debe ser reparada, si ha causado daño a otro.
524. ¿Qué exige el octavo mandamiento?
2488-2492
2510-2511
El octavo mandamiento exige el respeto a la verdad, acompañado de la discreción de la caridad: en la comunicación y en la información, que deben valorar el bien personal y común, la defensa de la vida privada y el peligro del escándalo; en la reserva de los secretos profesionales, que han de ser siempre guardados, salvo en casos excepcionales y por motivos graves y proporcionados. También se requiere el respeto a las confidencias hechas bajo la exigencia de secreto.
525. ¿Cuál debe ser el uso de los medios de comunicación social?
2493-2499
2512
La información a través de los medios de comunicación social debe estar al servicio del bien común, y debe ser siempre veraz en su contenido e íntegra, salvando la justicia y la caridad. Debe también expresarse de manera honesta y conveniente, respetando escrupulosamente las leyes morales, los legítimos derechos y la dignidad de las personas.
526. ¿Qué relación existe entre la verdad, la belleza y el arte sacro?
2500-2503
2513
La verdad es bella por sí misma. Supone el esplendor de la belleza espiritual. Existen, más allá de la palabra, numerosas formas de expresión de la verdad, en particular en las obras de arte. Son fruto de un talento donado por Dios y del esfuerzo del hombre. El arte sacro, para ser bello y verdadero, debe evocar y glorificar el Misterio del Dios manifestado en Cristo, y llevar a la adoración y al amor de Dios Creador y Salvador, excelsa Belleza de Verdad y Amor.
NOVENO MANDAMIENTO:
NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS

527. ¿Qué exige el noveno mandamiento?
2514-2516
2528-2530
El noveno mandamiento exige vencer la concupiscencia carnal en los pensamientos y en los deseos. La lucha contra esta concupiscencia supone la purificación del corazón y la práctica de la virtud de la templanza.
528. ¿Qué prohíbe el noveno mandamiento?
2517-2519
2531-2532
El noveno mandamiento prohíbe consentir pensamientos y deseos relativos a acciones prohibidas por el sexto mandamiento.
529. ¿Cómo se llega a la pureza del corazón?
2520
El bautizado, con la gracia de Dios y luchando contra los deseos desordenados, alcanza la pureza del corazón mediante la virtud y el don de la castidad, la pureza de intención, la pureza de la mirada exterior e interior, la disciplina de los sentimientos y de la imaginación, y con la oración.
530.¿Qué otras cosas exige la pureza?
2521-2527
2533
La pureza exige el pudor, que, preservando la intimidad de la persona, expresa la delicadeza de la castidad y regula las miradas y gestos, en conformidad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas. El pudor libera del difundido erotismo y mantiene alejado de cuanto favorece la curiosidad morbosa. Requiere también una purificación del ambiente social, mediante la lucha constante contra la permisividad de las costumbres, basada en un erróneo concepto de la libertad humana.
DÉCIMO MANDAMIENTO:
NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS

531. ¿Qué manda y qué prohíbe el décimo mandamiento?
2534-2540
2551-2554
Este mandamiento, que complementa al precedente, exige una actitud interior de respeto en relación con la propiedad ajena, y prohíbe la avaricia, el deseo desordenado de los bienes de otros y la envidia, que consiste en la tristeza experimentada ante los bienes del prójimo y en el deseo desordenado de apropiarse de los mismos.
532. ¿Qué exige Jesús con la pobreza del corazón?
2544-2547
2556
Jesús exige a sus discípulos que le antepongan a Él respecto a todo y a todos. El desprendimiento de las riquezas –según el espíritu de la pobreza evangélica– y el abandono a la providencia de Dios, que nos libera de la preocupación por el mañana, nos preparan para la bienaventuranza de «los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos» (Mt 5, 3).
533. ¿Cuál es el mayor deseo del hombre?
2548-2550
2557
El mayor deseo del hombre es ver a Dios. Éste es el grito de todo su ser: «¡Quiero ver a Dios!». El hombre, en efecto, realiza su verdadera y plena felicidad en la visión y en la bienaventuranza de Aquel que lo ha creado por amor, y lo atrae hacia sí en su infinito amor.
«El que ve a Dios obtiene todos los bienes que se pueden concebir» (San Gregorio de Nisa).

CUARTA PARTE
LA ORACIÓN CRISTIANA 



PRIMERA SECCIÓN
LA ORACIÓN
EN LA VIDA CRISTIANA

534. ¿Qué es la oración?
2558-2565
2590
La oración es la elevación del alma a Dios o la petición al Señor de bienes conformes a su voluntad. La oración es siempre un don de Dios que sale al encuentro del hombre. La oración cristiana es relación personal y viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo, que habita en sus corazones.
535. ¿Por qué existe una vocación universal a la oración?
2566-2567
2591
Existe una vocación universal a la oración, porque Dios, por medio de la creación, llama a todo ser desde la nada; e incluso después de la caída, el hombre sigue siendo capaz de reconocer a su Creador, conservando el deseo de Aquel que le ha llamado a la existencia. Todas las religiones y, de modo particular, toda la historia de la salvación, dan testimonio de este deseo de Dios por parte del hombre; pero es Dios quien primero e incesantemente atrae a todos al encuentro misterioso de la oración.
LA REVELACIÓN DE LA ORACIÓN
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
536. ¿En qué sentido Abraham es un modelo de oración?
2570-2573
2592
Abraham es un modelo de oración porque camina en la presencia de Dios, le escucha y obedece. Su oración es un combate de la fe porque, aún en los momentos de prueba, él continúa creyendo que Dios es fiel. Aún más, después de recibir en su propia tienda la visita del Señor que le confía sus designios, Abraham se atreve a interceder con audaz confianza por los pecadores.
537. ¿Cómo oraba Moisés?
2574-2577
2593
La oración de Moisés es modelo de la oración contemplativa: Dios, que llama a Moisés desde la zarza ardiente, conversa frecuente y largamente con él «cara a cara, como habla un hombre con su amigo» (Ex 33, 11). De esta intimidad con Dios, Moisés saca la fuerza para interceder con tenacidad a favor del pueblo; su oración prefigura así la intercesión del único mediador, Cristo Jesús.
538. ¿Qué relaciones tienen en el Antiguo Testamento el templo y el rey con la oración?
2578-2580
2594
A la sombra de la morada de Dios –el Arca de la Alianza y más tarde el Templo– se desarrolla la oración del Pueblo de Dios bajo la guía de sus pastores. Entre ellos, David es el rey «según el corazón de Dios» (cf Hch 13, 22), el pastor que ora por su pueblo. Su oración es un modelo para la oración del pueblo, puesto que es adhesión a la promesa divina, y confianza plena de amor, en Aquél que es el solo Rey y Señor.
539. ¿Qué papel desempeña la oración en la misión de los Profetas?
2581-2584
Los Profetas sacan de la oración luz y fuerza para exhortar al pueblo a la fe y a la conversión del corazón: entran en una gran intimidad con Dios e interceden por los hermanos, a quienes anuncian cuanto han visto y oído del Señor. Elías es el padre de los Profetas, de aquellos que buscan el Rostro de Dios. En el monte Carmelo, obtiene el retorno del pueblo a la fe gracias a la intervención de Dios, al que Elías suplicó así: «¡Respóndeme, Señor, respóndeme!» (1R 18, 37).
540. ¿Cuál es la importancia de los Salmos en la oración?
2579
2585-2589
2596-2597
Los Salmos son el vértice de la oración en el Antiguo Testamento: la Palabra de Dios se convierte en oración del hombre. Indisociablemente individual y comunitaria, esta oración, inspirada por el Espíritu Santo, canta las maravillas de Dios en la creación y en la historia de la salvación. Cristo ha orado con los Salmos y los ha llevado a su cumplimiento. Por esto, siguen siendo un elemento esencial y permanente de la oración de la Iglesia, que se adaptan a los hombres de toda condición y tiempo.
LA ORACIÓN ES PLENAMENTE REVELADA
Y REALIZADA EN JESÚS
541. ¿De quién aprendió Jesús a orar?
2599
2620
Conforme a su corazón de hombre, Jesús aprendió a orar de su madre y de la tradición judía. Pero su oración brota de una fuente más secreta, puesto que es el Hijo de Dios que, en su humanidad santa, dirige a su Padre la oración filial perfecta.
542. ¿Cuándo oraba Jesús?
2600-2604
2620
El Evangelio muestra frecuentemente a Jesús en oración. Lo vemos retirarse en soledad, con preferencia durante la noche; ora antes de los momentos decisivos de su misión o de la misión de sus apóstoles. De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues está en constante comunión de amor con el Padre.
543. ¿Cómo oró Jesús en su pasión? 
2605-2606
2620
La oración de Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní y sus últimas palabras en la Cruz revelan la profundidad de su oración filial: Jesús lleva a cumplimiento el designio amoroso del Padre, y toma sobre sí todas las angustias de la humanidad, todas las súplicas e intercesiones de la historia de la salvación; las presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.
544. ¿Cómo nos enseña Jesús a orar?
2607-2614
2621
Jesús nos enseña a orar no sólo con la oración del Padre nuestro, sino también cuando Él mismo ora. Así, además del contenido, nos enseña las disposiciones requeridas por una verdadera oración: la pureza del corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos; la confianza audaz y filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; la vigilancia, que protege al discípulo de la tentación.
545. ¿Porqué es eficaz nuestra oración? 
2615-2616
Nuestra oración es eficaz porque está unida mediante la fe a la oración de Jesús. En Él la oración cristiana se convierte en comunión de amor con el Padre; podemos presentar nuestras peticiones a Dios y ser escuchados: «Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado» (Jn 16, 24).
546. ¿Cómo oraba la Virgen María?
2617;2622
2618;2674
2679
La oración de María se caracteriza por su fe y por la ofrenda generosa de todo su ser a Dios. La Madre de Jesús es también la Nueva Eva, la «Madre de los vivientes» (cf Gn 3, 20): Ella ruega a Jesús, su Hijo, por las necesidades de los hombres.
547. ¿Existe en el Evangelio una oración de María?
2619
Además de la intercesión de María en Caná de Galilea, el Evangelio nos entrega el Magnificat (Lc1, 46-55), que es el cántico de la Madre de Dios y el de la Iglesia, la acción de gracias gozosa, que sube desde el corazón de los pobres porque su esperanza se realiza en el cumplimiento de las promesas divinas.
LA ORACIÓN EN EL TIEMPO DE LA IGLESIA
548. ¿Cómo oraba la primera comunidad cristiana de Jerusalén?
2623-2624
Al comienzo del libro de los Hechos de los Apóstoles, se narra que en la primera comunidad de Jerusalén, educada por el Espíritu Santo en la vida de oración, los creyentes «acudían asiduamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones» (Hch 2, 42).
549. ¿Cómo interviene el Espíritu Santo en la oración de la Iglesia?
2623. 2625
El Espíritu Santo, Maestro interior de la oración cristiana, educa a la Iglesia en la vida de oración, y le hace entrar cada vez con mayor profundidad en la contemplación y en la unión con el insondable misterio de Cristo. Las formas de oración, tal como las revelan los escritos apostólicos y canónicos, siguen siendo normativas para la oración cristiana.
550. ¿Cuáles son las formas esenciales de oración cristiana?
2643-2644
Las formas esenciales de oración cristiana son la bendición y la adoración, la oración de petición y de intercesión, la acción de gracias y la alabanza. La Eucaristía contiene y expresa todas las formas de oración.
551. ¿Qué es la bendición?
2626-2627
2645
La bendición es la respuesta agradecida del hombre a los dones de Dios: nosotros bendecimos al Todopoderoso, quien primeramente nos bendice y colma con sus dones.
552. ¿Cómo se puede definir la adoración? 
2628
La adoración es la prosternación del hombre, que se reconoce criatura ante su Creador tres veces santo.
553. ¿Cuáles son las diversas formas de la oración de petición? 
2629-2633
2646
La oración de petición puede adoptar diversas formas: petición de perdón o también súplica humilde y confiada por todas nuestras necesidades espirituales y materiales; pero la primera realidad que debemos desear es la llegada del Reino de Dios.
554. ¿En qué consiste la intercesión?
2634-2636
2647
La intercesión consiste en pedir en favor de otro. Esta oración nos une y conforma con la oración de Jesús, que intercede ante el Padre por todos los hombres, en particular por los pecadores. La intercesión debe extenderse también a los enemigos.
555. ¿Cuándo se da gracias a Dios?
2637-2638
2648
La Iglesia da gracias a Dios incesantemente, sobre todo cuando celebra la Eucaristía, en la cual Cristo hace partícipe a la Iglesia de su acción de gracias al Padre. Todo acontecimiento se convierte para el cristiano en motivo de acción de gracias.
556. ¿Qué es la oración de alabanza?
2639-2643
2649
La alabanza es la forma de oración que, de manera más directa, reconoce que Dios es Dios; es totalmente desinteresada: canta a Dios por sí mismo y le da gloria por lo que Él es.
557. ¿Cuál es la importancia de la Tradición respecto a la oración?
2650-2651
A través de la Tradición viva, es como en la Iglesia el Espíritu Santo enseña a orar a los hijos de Dios. En efecto, la oración no se reduce a la manifestación espontánea de un impulso interior, sino que implica contemplación, estudio y comprensión de las realidades espirituales que se experimentan.
FUENTES DE LA ORACIÓN
558. ¿Cuáles son las fuentes de la oración cristiana?
2652-2662
2658
Las fuentes de la oración cristiana son: la Palabra de Dios, que nos transmite «la ciencia suprema de Cristo» (Flp 3, 8); la Liturgia de la Iglesia, que anuncia, actualiza y comunica el misterio de la salvación; las virtudes teologales; las situaciones cotidianas, porque en ellas podemos encontrar a Dios.
«Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente. Dios mío, si mi lengua no puede decir en todos los momentos que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez que respiro» (San Juan María Vianney).
EL CAMINO DE LA ORACIÓN
559. ¿Hay en la Iglesia diversos caminos de oración?
2663
En la Iglesia hay diversos caminos de oración, según los diversos contextos históricos, sociales y culturales. Corresponde al Magisterio discernir la fidelidad de estos caminos a la tradición de la fe apostólica, y compete a los pastores y catequistas explicar su sentido, que se refiere siempre a Jesucristo.
560. ¿Cuál es el camino de nuestra oración? 
2664
2680-2681
El camino de nuestra oración es Cristo, porque ésta se dirige a Dios nuestro Padre pero llega a Él sólo si, al menos implícitamente, oramos en el Nombre de Jesús. Su humanidad es, pues, la única vía por la que el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro Padre. Por esto las oraciones litúrgicas concluyen con la fórmula: «Por Jesucristo nuestro Señor».
561. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en la oración?
2670-2672
2680-2681
Puesto que el Espíritu Santo es el Maestro interior de la oración cristiana y «nosotros no sabemos pedir como conviene» (Rm 8, 26), la Iglesia nos exhorta a invocarlo e implorarlo en toda ocasión: «¡Ven, Espíritu Santo!».
562. ¿En qué sentido es mariana la oración cristiana?
2673-2679
2682
En virtud de la singular cooperación de María con la acción del Espíritu Santo, la Iglesia ama rezar a María y orar con María, la orante perfecta, para alabar e invocar con Ella al Señor. Pues María, en efecto, nos «muestra el camino» que es su Hijo, el único Mediador.
563. ¿Cómo reza la Iglesia a María?
2676-2678
2682
La Iglesia reza a María, ante todo, con el Ave María, oración con la que la Iglesia pide la intercesión de la Virgen. Otras oraciones marianas son el Rosario, el himno Acáthistos, laParaclisis, los himnos y cánticos de las diversas tradiciones cristianas.
MAESTROS DE ORACIÓN
564. ¿De qué modo los santos son maestros de la oración?
2683-2684
2692-2693
Los santos son para los cristianos modelos de oración, y a ellos les pedimos también que intercedan, ante la Santísima Trinidad, por nosotros y por el mundo entero; su intercesión es el más alto servicio que prestan al designio de Dios. En la comunión de los santos, a lo largo de la historia de la Iglesia, se han desarrollado diversos tipos de espiritualidad, que enseñan a vivir y a practicar la oración.
565. ¿Quién puede enseñar a rezar?
2685-2690
2694-2695
La familia cristiana constituye el primer ámbito de educación a la oración. Hay que recomendar de manera particular la oración cotidiana en familia, pues es el primer testimonio de vida de oración de la Iglesia. La catequesis, los grupos de oración, la «dirección espiritual» son una escuela y una ayuda para la oración.
566. ¿Cuáles son los lugares favorables para la oración?
2691
2696
Se puede orar en cualquier sitio, pero elegir bien el lugar tiene importancia para la oración. El templo es el lugar propio de la oración litúrgica y de la adoración eucarística; también otros lugares ayudan a orar, como «un rincón de oración» en la casa familiar, un monasterio, un santuario.
CAPÍTULO TERCERO

LA VIDA DE ORACIÓN

567. ¿Qué momentos son los más indicados para la oración?
2697-2698
2720
Todos los momentos son indicados para la oración, pero la Iglesia propone a los fieles ritmos destinados a alimentar la oración continua: oración de la mañana y del atardecer, antes y después de las comidas, la Liturgia de la Horas, la Eucaristía dominical, el Santo Rosario, las fiestas del año litúrgico.
«Es necesario acordarse de Dios más a menudo que de respirar» (San Gregorio Nacianceno).
568. ¿Cuáles son las expresiones de la vida de oración?
2697-2699
La tradición cristiana ha conservado tres modos principales de expresar y vivir la oración: la oración vocal, la meditación y la oración contemplativa. Su rasgo común es el recogimiento del corazón.
LAS EXPRESIONES DE LA ORACIÓN
569. ¿En qué se caracteriza la oración vocal?
2700-2704
2722
La oración vocal asocia el cuerpo a la oración interior del corazón; incluso quien practica la más interior de las oraciones no podría prescindir del todo en su vida cristiana de la oración vocal. En cualquier caso, ésta debe brotar siempre de una fe personal. Con el Padre nuestro, Jesús nos ha enseñado una fórmula perfecta de oración vocal.
570. ¿Qué es la meditación?
2705-2708
2723
La meditación es una reflexión orante, que parte sobre todo de la Palabra de Dios en la Biblia; hace intervenir a la inteligencia, la imaginación, la emoción, el deseo, para profundizar nuestra fe, convertir el corazón y fortalecer la voluntad de seguir a Cristo; es una etapa preliminar hacia la unión de amor con el Señor.
571. ¿Qué es la oración contemplativa?
2709-2719
2724
2739-2741
La oración contemplativa es una mirada sencilla a Dios en el silencio y el amor. Es un don de Dios, un momento de fe pura, durante el cual el que ora busca a Cristo, se entrega a la voluntad amorosa del Padre y recoge su ser bajo la acción del Espíritu. Santa Teresa de Jesús la define como una íntima relación de amistad: «estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama».
EL COMBATE DE LA ORACIÓN
572. ¿Por qué la oración es un combate?
2725
La oración es un don de la gracia, pero presupone siempre una respuesta decidida por nuestra parte, pues el que ora combate contra sí mismo, contra el ambiente y, sobre todo, contra el Tentador, que hace todo lo posible para apartarlo de la oración. El combate de la oración es inseparable del progreso en la vida espiritual: se ora como se vive, porque se vive como se ora.
573. ¿Cuáles son las objeciones a la oración?
2726-2728
2752-2753
Además de los conceptos erróneos sobre la oración, muchos piensan que no tienen tiempo para orar o que es inútil orar. Quienes oran pueden desalentarse frente a las dificultades o los aparentes fracasos. Para vencer estos obstáculos son necesarias la humildad, la confianza y la perseverancia.
574. ¿Cuáles son las dificultades para la oración?
2729-2733
2754-2755
La dificultad habitual para la oración es la distracción, que separa de la atención a Dios, y puede incluso descubrir aquello a lo que realmente estamos apegados. Nuestro corazón debe entonces volverse a Dios con humildad. A menudo la oración se ve dificultada por la sequedad, cuya superación permite adherirse en la fe al Señor incluso sin consuelo sensible. La acedía es una forma de pereza espiritual, debida al relajamiento de la vigilancia y al descuido de la custodia del corazón.
575. ¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial?
2734-2741
2756
La confianza filial se pone a prueba cuando pensamos que no somos escuchados. Debemos preguntarnos, entonces, si Dios es para nosotros un Padre cuya voluntad deseamos cumplir, o más bien un simple medio para obtener lo que queremos. Si nuestra oración se une a la de Jesús, sabemos que Él nos concede mucho más que este o aquel don, pues recibimos al Espíritu Santo, que transforma nuestro corazón.
576. ¿Es posible orar en todo momento?
2742-2745
2757
Orar es siempre posible, pues el tiempo del cristiano es el tiempo de Cristo resucitado, que está con nosotros «todos los días» (Mt 28, 20). Oración y vida cristiana son, por ello, inseparables.
«Es posible, incluso en el mercado o en un paseo solitario, hacer una frecuente y fervorosa oración. Sentados en vuestra tienda, comprando o vendiendo, o incluso haciendo la cocina» (San Juan Crisóstomo).
577. ¿Cuál es la oración de la Hora de Jesús?
2604
2746-2751
2758
Se llama la oración de la Hora de Jesús a la oración sacerdotal de Éste en la Última Cena. Jesús, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza, dirige su oración al Padre cuando llega la Hora de su «paso» a Dios, la Hora de su sacrificio.


Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Pater Noster
Pater noster qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum
quotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos
dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo. Amen

578. ¿Cuál es el origen de la oración del Padre nuestro?
2759-2760
2773
Jesús nos enseñó esta insustituible oración cristiana, el Padre nuestro, un día en el que un discípulo, al verle orar, le rogó: «Maestro, enséñanos a orar» (Lc 11, 1). La tradición litúrgica de la Iglesia siempre ha usado el texto de San Mateo (6, 9-13).
«LA SÍNTESIS DE TODO EL EVANGELIO»
579. ¿Qué lugar ocupa el Padre nuestro en las Escrituras?
2761-2764
2774
El Padre nuestro es «el resumen de todo el Evangelio» (Tertuliano); «es la más perfecta de todas las oraciones» (Santo Tomás de Aquino). Situado en el centro del Sermón de la Montaña (Mt 5-7), recoge en forma de oración el contenido esencial del Evangelio.
580. ¿Por qué se le llama «la oración del Señor»?
2765-2766
2775
Al Padre nuestro se le llama «Oración dominical», es decir «la oración del Señor», porque nos la enseñó el mismo Jesús, nuestro Señor.
581. ¿Qué lugar ocupa el Padre nuestro en la oración de la Iglesia?
2767-2772
2776
Oración por excelencia de la Iglesia, el Padre nuestro es «entregado» en el Bautismo, para manifestar el nacimiento nuevo a la vida divina de los hijos de Dios. La Eucaristía revela el sentido pleno del Padre nuestro, puesto que sus peticiones, fundándose en el misterio de la salvación ya realizado, serán plenamente atendidas con la Segunda venida del Señor. El Padre nuestro es parte integrante de la Liturgia de las Horas.
«PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO»
582. ¿Por qué podemos acercarnos al Padre con plena confianza?
2777-2778
2797
Podemos acercarnos al Padre con plena confianza, porque Jesús, nuestro Redentor, nos introduce en la presencia del Padre, y su Espíritu hace de nosotros hijos de Dios. Por ello, podemos rezar elPadre nuestro con confianza sencilla y filial, gozosa seguridad y humilde audacia, con la certeza de ser amados y escuchados.
583. ¿Cómo es posible invocar a Dios como «Padre»?
2779-2785
2789
2798-2800
Podemos invocar a Dios como «Padre», porque el Hijo de Dios hecho hombre nos lo ha revelado, y su Espíritu nos lo hace conocer. La invocación del Padre nos hace entrar en su misterio con asombro siempre nuevo, y despierta en nosotros el deseo de un comportamiento filial. Por consiguiente, con la oración del Señor, somos conscientes de ser hijos del Padre en el Hijo.
584. ¿Por qué decimos Padre «nuestro»?
2786-2790
2801
«Nuestro» expresa una relación con Dios totalmente nueva. Cuando oramos al Padre, lo adoramos y lo glorificamos con el Hijo y el Espíritu. En Cristo, nosotros somos su pueblo, y Él es nuestroDios, ahora y por siempre. Decimos, de hecho, Padre «nuestro», porque la Iglesia de Cristo es la comunión de una multitud de hermanos, que tienen «un solo corazón y una sola alma» (Hch 4, 32).
585. ¿Con qué espíritu de comunión y de misión nos dirigimos a Dios como Padre «nuestro»?
2791-2793
2801
Dado que el Padre nuestro es un bien común de los bautizados, éstos sienten la urgente llamada a participar en la oración de Jesús por la unidad de sus discípulos. Rezar el Padre nuestro es orar con todos los hombres y en favor de la entera humanidad, a fin de que todos conozcan al único y verdadero Dios y se reúnan en la unidad.
586 ¿Qué significa la expresión «que estás en el cielo»?
2794-2796
2802
La expresión bíblica «cielo» no indica un lugar sino un modo de ser: Dios está más allá y por encima de todo; la expresión designa la majestad, la santidad de Dios, y también su presencia en el corazón de los justos. El cielo, o la Casa del Padre, constituye la verdadera patria hacia la que tendemos en la esperanza, mientras nos encontramos aún en la tierra. Vivimos ya en esta patria, donde nuestra «vida está oculta con Cristo en Dios» (Col 3, 3).
LAS SIETE PETICIONES
587. ¿Cómo está compuesta la oración del Señor?
2803-2806
2857
La oración del Señor contiene siete peticiones a Dios Padre. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo propio del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos. Estas tres súplicas sugieren lo que, en particular, debemos pedirle: la santificación de su Nombre, la venida de su Reino y la realización de su voluntad. Las cuatro últimas peticiones presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos alimente, que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos libre del Maligno.
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»?
2807-2812
2858
Santificar el Nombre de Dios es, ante todo, una alabanza que reconoce a Dios como Santo. En efecto, Dios ha revelado su santo Nombre a Moisés, y ha querido que su pueblo le fuese consagrado como una nación santa en la que Él habita.
589. ¿Cómo se santifica el Nombre de Dios en nosotros y en el mundo?
2813-2815
Santificar el Nombre de Dios, que «nos llama a la santidad» (1Ts 4, 7), es desear que la consagración bautismal vivifique toda nuestra vida. Asimismo, es pedir que, con nuestra vida y nuestra oración, el Nombre de Dios sea conocido y bendecido por todos los hombres.
590. ¿Qué pide la Iglesia cuando suplica «Venga a nosotros tu Reino»?
2816-2821
2859
La Iglesia invoca la venida final del Reino de Dios, mediante el retorno de Cristo en la gloria. Pero la Iglesia ora también para que el Reino de Dios crezca aquí ya desde ahora, gracias a la santificación de los hombres en el Espíritu y al compromiso de éstos al servicio de la justicia y de la paz, según las Bienaventuranzas. Esta petición es el grito del Espíritu y de la Esposa: «Ven, Señor Jesús» (Ap 22, 20).
591. ¿Por qué pedimos «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»?
2822-2827
2860
La voluntad del Padre es que «todos los hombres se salven» (1Tm 2, 4). Para esto ha venido Jesús: para cumplir perfectamente la Voluntad salvífica del Padre. Nosotros pedimos a Dios Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo, a ejemplo de María Santísima y de los santos. Le pedimos que su benevolente designio se realice plenamente sobre la tierra, como se ha realizado en el cielo. Por la oración, podemos «distinguir cuál es la voluntad de Dios» (Rm 12, 2), y obtener «constancia para cumplirla» (Hb 10, 36).
592. ¿Cuál es el sentido de la petición «Danos hoy nuestro pan de cada día»?
2828-2834
2861
Al pedir a Dios, con el confiado abandono de los hijos, el alimento cotidiano necesario a cada cual para su subsistencia, reconocemos hasta qué punto Dios Padre es bueno, más allá de toda bondad. Le pedimos también la gracia de saber obrar, de modo que la justicia y la solidaridad permitan que la abundancia de los unos cubra las necesidades de los otros.
593. ¿Cuál es el sentido específicamente cristiano de esta petición?
2835-2837
2861
Puesto que «no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Dios» (Mt 4, 4), la petición sobre el pan cotidiano se refiere igualmente al hambre de la Palabra de Dios y delCuerpo de Cristo, recibido en la Eucaristía, así como al hambre del Espíritu Santo. Lo pedimos, con una confianza absoluta, para hoy, el hoy de Dios: y esto se nos concede, sobre todo, en la Eucaristía, que anticipa el banquete del Reino venidero.
594. ¿Por qué decimos «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»?
2838-2839
2862
Al pedir a Dios Padre que nos perdone, nos reconocemos ante Él pecadores; pero confesamos, al mismo tiempo, su misericordia, porque, en su Hijo y mediante los sacramentos, «obtenemos la redención, la remisión de nuestros pecados» (Col 1, 14). Ahora bien, nuestra petición será atendida a condición de que nosotros, antes, hayamos, por nuestra parte, perdonado.
595. ¿Cómo es posible el perdón?
2840-2845
2862
La misericordia penetra en nuestros corazones solamente si también nosotros sabemos perdonar, incluso a nuestros enemigos. Aunque para el hombre parece imposible cumplir con esta exigencia, el corazón que se entrega al Espíritu Santo puede, a ejemplo de Cristo, amar hasta el extremo de la caridad, cambiar la herida en compasión, transformar la ofensa en intercesión. El perdón participa de la misericordia divina, y es una cumbre de la oración cristiana.
596. ¿Qué significa «No nos dejes caer en la tentación»?
2846-2849
2863
Pedimos a Dios Padre que no nos deje solos y a merced de la tentación. Pedimos al Espíritu saber discernir, por una parte, entre la prueba, que nos hace crecer en el bien, y la tentación, que conduce al pecado y a la muerte; y, por otra parte, entre ser tentado y consentir en la tentación. Esta petición nos une a Jesús, que ha vencido la tentación con su oración. Pedimos la gracia de la vigilancia y de la perseverancia final.
597. ¿Por qué concluimos suplicando «Y líbranos del mal»?
2850-2854
2864
El mal designa la persona de Satanás, que se opone a Dios y que es «el seductor del mundo entero» (Ap 12, 9). La victoria sobre el diablo ya fue alcanzada por Cristo; pero nosotros oramos a fin de que la familia humana sea liberada de Satanás y de sus obras. Pedimos también el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo, que nos librará definitivamente del Maligno.
598. ¿Qué significa el «Amén» final?

2855-2856
2865
«Después, terminada la oración, dices: Amén, refrendando por medio de este Amén, que significa “Así sea”, lo que contiene la oración que Dios nos enseñó»(San Cirilo de Jerusalén).

ORACIONES COMUNES
FÓRMULAS
DE DOCTRINA CATÓLICA

ORACIONES COMUNES

Señal de la Cruz
En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Signum Crucis
In nómine Patris,
et Fílii,
et Spíritus Sancti. Amen
Gloria al Padre
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria Patri
Glória Patri,
et Fílio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio,
et nunc et semper
et in saecula saeculórum. Amen
Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Pater Noster
Pater noster qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum
quotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus
debitoribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem;
sed libera nos a Malo. Amen
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Ave, Maríæ
Ave, María,
grátia plena,
Dóminus tecum.
Benedícta tu
in muliéribus,
et benedíctus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta María, Mater Dei,
ora pro nobis peccatóribus,
nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
Ángel de Dios
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame, defiéndeme
y gobiérname.
Amén.
Angele Dei
Ángele Dei,
qui custos es mei,
me, tibi commíssum
pietáte supérna,
illúmina, custódi, rege
et gubérna.
Amen.
El eterno reposo
Dale Señor el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén
Requiem Æternam
Réquiem aetérnam dona eis, Dómine,
et lux perpétua lúceat eis.
Requiéscant in pace. Amen
Ángelus
El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió
por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María...
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María...
Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María...
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo.
Oremos
Infunde, Señor,
tu gracia en nuestras almas,
para que, los que hemos conocido,
por el anuncio del Ángel,
la Encarnación de tu Hijo Jesucristo,
lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre...
Angelus Domini
Ángelus Dómini nuntiávit María.
Et concépit
de Spíritu Sancto.
Ave, María...
Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave, María...
Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave, María...
Ora pro nobis,
sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur
promissiónibus Christi.
Orémus
Grátiam tuam, quasumus,
Dómine, méntibus nostris infúnde;
ut qui, Ángelo nuntiánte,
Christi Fílii tui incarnatiónem
cognóvimus,
per passiónem eius et crucem,
ad resurrectiónis glóriam perducámur.
Per eúndem Christum Dóminum nostrum. Amen.
Glória Patri...
Regina Caeli (en tiempo pascual)
Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar;
aleluya.
Ha resucitado según su palabra;
aleluya.
Ruega al Señor por nosotros;
aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María;
aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor;
aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Regina Caeli
Regina caeli laetáre, allelúia.
Quia quem meruísti portáre,
allelúia.
Resurréxit, sicut dixit,
allelúia.
Ora pro nobis Deum,
allelúia.
Gaude et laetáre, Virgo María,
allelúia.
Quia surréxit Dóminus vere,
allelúia.
Orémus
Deus, qui per resurrectiónem Fílii tui
Dómini nostri Iesu Christi
mundum laetificáre dignátus es,
praesta, quaesumus, ut per eius Genetrícem Vírgínem Maríam perpétuae
capiámus gáudia vitae.
Per Christum Dóminum nostrum.
Amen.
Salve Regina
Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Salve, Regina
Salve, Regina,
Mater misericórdiae,
vita, dulcédo et spes nostra,
salve.
Ad te clamámus,
éxsules fílii Eva.
Ad te suspirámus geméntes
et flentes in hac lacrimárum valle.
Eia ergo, advocáta nostra,
illos tuos misericórdes óculos
ad nos convérte.
Et Iesum benedíctum fructum
ventris tui,
nobis, post hoc exsílium, osténde.
O clemens, o pia,
o dulcis Virgo Maríae!
Magnificat
Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Magnificat
Magníficat
ánima mea Dóminum,
et exsultávit spíritus meus
in Deo salvatóre meo,
quia respéxit humilitátem
ancíllae suae.
Ecce enim ex hoc beátam me dicent
omnes generatiónes,
quia fecit mihi magna,
qui potens est,
et sanctum nomen eius,
et misericórdia eius in progénies
et progénies timéntibus eum.
Fecit poténtiam in bráchio suo,
dispérsit supérbos mente cordis sui;
depósuit poténtes de sede
et exaltávit húmiles,
esuriéntes implévit bonis
et dívites dimísit inánes.
Suscépit Ísrael púerum suum,
recordátus misericórdiae,
sicut locútus est ad patres nostros,
Abraham et sémini
eius in sæcula
Glória Patri, et Filio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio,
et nunc et semper,
et in sæcula sæculórum.
Amen.

Bajo tu protección

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre
de todo peligro,
¡Oh Virgen gloriosa y bendita!

Sub tuum præsidium

Sub tuum præsídium confúgimus,
sancta Dei Génetrix;
nostras deprecatiónes
ne despícias
in necessitátibus;
sed a perículis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriósa et benedícta.
Benedictus
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado
y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza
de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho
desde antiguo
por boca de sus santos Profetas.
Es la salvación que nos libra
de nuestros enemigos
y de la mano de todos
los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró
a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que,
libres de temor,
arrancados de la mano
de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño,
te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios,
nos visitará el sol
que nace de lo alto,
para iluminar
a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Benedictus
Benedíctus Dóminus, Deus Ísrael,
quia visitávit
et fecit redemptiónem plebi suæ,
et eréxit cornu
salútis nobis
in domo David púeri sui,
sicut locútus
est per os sanctórum,
qui a sæcula sunt, prophetárum eius,
salútem ex inimícis nostris
et de manu ónmium,
qui odérunt nos;
ad faciéndam misericórdiam
cum pátribus nostris
et memorári testaménti
sui sancti,
iusiurándum, quod iurávit
ad Abraham patrem nostrum,
datúrum se nobis,
ut sine timóre,
de manu inimicórum liberáti,
serviámus illi
in sanctitáte et iustítia coram ipso
ómnibus diébus nostris.
Et tu, puer,
prophéta Altíssimi vocáberis:
praeíbis enim ante fáciem Dómini
paráre vias eius,
ad dandam sciéntiam salútis plebi eius
in remissiónem peccatórum eórum,
Per víscera misericórdiae
Dei nostri,
in quibus visitábit
nos óriens ex alto,
illumináre his,
qui in ténebris
et in umbra mortis sedent,
ad dirigéndos pedes nostros
in viam pacis.
Glória Patri, et Filio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in principio,
et nunc et semper,
et in sæcula sæculórum.
Amen.
Te Deum
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
Los ángeles todos,
los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Los cielos y la tierra
están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza
el glorioso coro de los Apóstoles,
la multitud admirable de los Profetas,
el blanco ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra, te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.
Creemos que un día
has de venir como juez.
Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre.
Te Deum
Te Deum laudámus:
te Dóminum confitémur.
Te aetérnum Patrem,
omnis terra venerátur.
tibi omnes ángeli, tibi caeli
et univérse potestátes:
tibi chérubim et séraphim
incessábili voce proclámant:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt caeli et tema
maiestátis glóriae tuae.
Te gloriósus
apostolórum chorus,
te prophetárum laudábilis númerus,
te mártyrum candidátus laudat exércitus.
Te per orbem terrárum
sancta confitétur Ecclésia,

Patrem imménsae maiestátis;
venerándum tuum verum et únicum Fílium; Sanctum quoque Paráclitum Spíritum.
Tu rex glóriae, Christe.
Tu Patris sempitérnus es Fílius.
Tu, ad liberándum susceptúrus
hóminem,
non horruísti Vírginis úterum.
Tu, devícto mortis acúleo,
aperuísti credéntibus regna caelórum.
Tu ad déxteram Dei sedes,
in glória Patris.
Iudex créderis
esse ventúrus.
Te ergo quaésumus,
tuis fámulis súbveni, quos pretióso
sánguine redemísti.
Ætérna fac cum sanctis tuis
in glória numerári.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine,
et bénedic hereditáti tuae.
Et rege eos, et extólle illos
usque in aetérnum.
Per síngulos dies benedícimus te;
et laudámus nomen tuum
in sæculum, et in sæculum sæculi.
Dignáre, Dómine,
die isto sine peccáto nos custodíre.
Miserére nostri, Dómine,
miserére nostri.
Fiat misericórdia tua,
Dómine, super nos,
quemádmodum sperávimus in te.
In te, Dómine, sperávi:
non confúndar in aetérnum.
Veni Creator
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
Veni, Creator Spiritus
Veni, Creátor Spíritus,
mentes tuórum vísita,
imple supérna grátia,
quæ tu creásti péctora.
Qui díceris Paráclitus,
altíssimi donum Dei,
fons vivus, ignis, cáritas,
et spiritális únctio.
Tu septifórmis múnere,
dígitus patérnae déxterae,
tu rite promíssum Patris,
sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infírma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.

Hostem repéllas lóngius
pacémque dones prótinus;
ductóre sic te praévio
vitémus omne nóxium.
Per Te sciámus da Patrem
noscámus atque Fílium,
teque utriúsque Spíritum
Credámus omni témpore.
Deo Patri sit glória,
et Fílio, qui a mórtuis surréxit,
ac Paráclito,
in sæculórum sæcula. Amen.
Ven Santo Espíritu
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Veni, Sancte Spiritus
Veni, Sancte Spíritus,
et emítte cælitus lucis
tuæ rádium.
Veni, pater páuperum,
veni, dator múnerum,
veni, lumen córdium.
Consolátor óptime,
dulcis hospes ánimæ,
dulce refrigérium.
In labóre réquies,
in æstu tempéries,
in fletu solácium.
O lux beatíssima,
reple cordis íntima
tuórum fidélium.
Sine tuo númine,
nihil est in hómine
nihil est innóxium.
Lava quod est sórdidum,
riga quod est áridum,
sana quod est sáucium.
Flecte quod est rígidum,
fove quod est frígidum,
rege quod est dévium.
Da tuis fidélibus,
in te confidéntibus,
sacrum septenárium.
Da virtútis méritum,
da salútis éxitum,
da perénne gáudium. Amen.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
Anima Christi
Ánima Christi, sanctífica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inébria me.
Aqua láteris Christi, lava me.
Pássio Christi, confórta me.
O bone Iesu, exáudi me.
Intra tua vúlnera abscónde me.
Ne permíttas me separári a te.
Ab hoste maligno defénde me.
In hora mortis meæ voca me.
Et iube me veníre ad te,
ut cum Sanctis tuis laudem te
in sæcula sæculórum. Amen
Acordaos
Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza,
a ti también acudo, oh Madre,
Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente. Amén
Memorare
Memoráre,
o piíssima Virgo María,
non esse audítum a sæculo,
quemquam ad tua curréntem
præsídia,
tua implorántem auxilia,
tua peténtem suffrágia,
esse derelíctum.
Ego tali animátus confidéntia,
ad te, Virgo Vírginum, Mater,
curro, ad te vénio,
coram te gemens
peccátor assísto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despícere;
sed áudi propítia et exáudi.
Amen.
Rosario
Misterios gozosos
(lunes y sábado)

1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación de Jesús en el templo.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios luminosos (jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía.
Misterios dolorosos
(martes y viernes)

1. La Oración de Jesús en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Misterios gloriosos
(miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Hijo de Dios.
2. La Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de Cielos y Tierra.
Oración tras el rosario
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos
Oh Dios,
cuyo Hijo por medio de su vida,
muerte y resurrección,
nos otorgó los premios
de la vida eterna,
te rogamos que
venerando humildemente
los misterios del Rosario
de la Santísima Virgen María,
imitemos lo que contienen
y consigamos lo que nos prometen.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Oremos (tradición española)
Te pedimos Señor,
nos concedas a nosotros tus siervos,
gozar de perpetua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes
y gocemos de la eterna alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Rosarium
Mystéria gaudiósa
(in feria secunda et sabbato)

Annuntiátio.
Visitátio.

Natívitas.
Praesentátio.
Invéntio in Templo.

Mystéria luminósa (in feria quinta)
Baptísma apud Iordánem.
Autorevelátio apud Cananénse
matrimónium.
Regni Dei proclamátio coniúncta
cum invitaménto ad conversiónem.
Transfigurátio.
Eucharístiae Institútio.
Mystéria dolorósa
(in feria tertia et feria sexta)

Agonía in Hortu.
Flagellátio.
Coronátio Spinis.
Baiulátio Crucis.

Crucifixio et Mors.

Mystéria gloriósa
(in feria quanta et Dominica)

Resurréctio.
Ascénsio.
Descénsus Spíritus Sancti.

Assúmptio.
Coronátio in Cælo.

Oratio ad finem Rosarii dicenda
Ora pro nobis,
sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur
promissiónibus Christi.

Orémus
Deus,
cuius Unigénitus per vitam,
mortem et resurrectiónem suam
nobis salútis ætérnæ
præmia comparávit,
concéde, quaésumus:
ut hæc mystéria sacratíssimo
beátæ Maríæ Vírginis
Rosário recoléntes,
et imitémur quod cóntinent,
et quod promíttunt assequámur.
Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
Oración del incienso
(Tradición copta)
Oh Rey de la Paz, danos tu Paz
y perdona nuestros pecados.
Aleja a los enemigos de la Iglesia
y guárdala, para que no desfallezca.
Emmanuel, Dios con nosotros,
está entre nosotros
en la gloria del Padre
y del Espíritu Santo
Bendícenos
y purifica nuestro corazón
y sana las enfermedades
del alma y del cuerpo.
Te adoramos, oh Cristo,
con el Padre de bondad
y con el Espíritu Santo,
porque has venido, nos has salvado.
Oración de «Adiós al Altar», antes de salir del templo después de la liturgia 
(Tradición siro-maronita)
Queda en paz, oh Altar de Dios.
La oblación que hoy he ofrecido sobre ti,
sea para la remisión de las culpas
y el perdón de los pecados
y me alcance estar
ante el tribunal de Cristo
sin condena y sin confusión.
No sé si se me concederá
volver a ofrecer sobre ti
otro Sacrificio.
Protégeme, Señor,
y conserva a tu Santa Iglesia,
que es camino de verdad
y de salvación. Amén
Oración por los difuntos 
(Tradición bizantina)
Dios de los espíritus y de toda carne,
que sepultaste la muerte,
venciste al demonio
y diste la vida al mundo.
Tú, Señor, concede al alma
de tu difunto siervo N.,
el descanso en un lugar luminoso,
en un oasis, en un lugar de frescura,
lejos de todo sufrimiento,
dolor o lamento.
Perdona las culpas por él cometidas
de pensamiento, palabra y obra,
Dios de bondad y misericordia;
puesto que no hay hombre
que viva y no peque,
ya que Tú sólo eres Perfecto
y tu Justicia es justicia eterna
y tu Palabra es la Verdad.
Tú eres la Resurrección,
la Vida y el descanso del difunto,
tu siervo N.
Oh Cristo Dios nuestro.
Te glorificamos junto con el Padre
no engendrado
y con tu santísimo, bueno
y vivificante Espíritu.
Acto de Fe
Señor Dios, creo firmemente
y confieso todas y cada una de las verdades
que la Santa Iglesia Católica propone,
porque tú las revelaste,
oh Dios, que eres la eterna Verdad y Sabiduría, que ni se engaña
ni nos puede engañar.
Quiero vivir y morir en esta fe.
Amén
Acto de Fe(tradición española)
Creo en Dios Padre;
Creo en Dios Hijo;
Creo en Dios Espíritu Santo;
Creo en la Santísima Trinidad;
Creo en mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
Actus Fidei
Dómine Deus, firma fide credo
et confíteor ómnia et síngula quae
sancta Ecclésia Cathólica propónit
quia tu, Deus, ea ómnia revelásti,
qui es aetérna véritas et sapiéntia
quæ nec fállere
nec fallí potest.
In hac fide vívere et mori státuo.
Amen.
Acto de Esperanza
Señor Dios mío, espero por tu gracia
la remisión de todos mis pecados;
y después de esta vida,
alcanzar la eterna felicidad,
porque tú lo prometiste que eres
infinitamente poderoso,
fiel, benigno y lleno de misericordia.
Quiero vivir y morir en esta esperanza. Amén.
Acto de Esperanza(tradición española)
Espero en Dios Padre;
Espero en Dios Hijo;
Espero en Dios Espíritu Santo;
Espero en la Santísima Trinidad;
Espero en mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
Actus Spei
Dómine Deus, spero per grátiam
tuam remissiónem
ómnium peccatórum,
et post hanc vitam ætérnam
felicitátem me esse consecutúrum:
quia tu promisísti, qui es infiníte
potens, fidélis, benígnus, et miséricors.
In hac spe vívere et mori státuo. Amen.
Acto de caridad
Dios mío, te amo sobre todas las cosas
y al prójimo por ti,
porque Tú eres el infinito,
sumo y perfecto Bien,
digno de todo amor. 
Quiero vivir y morir en este amor. Amén
Acto de Caridad(tradición española)
Amo a Dios Padre;
Amo a Dios Hijo;
Amo a Dios Espíritu Santo;
Amo a la Santísima Trinidad;
Amo a mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
Amo a María santísima, madre de Dios
y madre nuestra y amo a mi prójimo
como a mí mismo.
Actus caritatis
Dómine Deus, amo te super ómnia
et próximum meum propter te,
quia tu es summum, infinítum,
et perfectíssimum bonum,
omni dilectióne dignum.
In hac caritáte vívere et mori státuo. Amen.
Acto de Contrición
Dios mío,
me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados
y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente,
sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén.
Acto de Contrición (tradición española)
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser tú quien eres, Bondad infinita,
y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén
Actus Contritionis
Deus meus,
ex toto corde pænitet me ómnium
meórum peccatórum,
éaque detéstor,
quia peccándo,
non solum poenas a te iuste
statútas proméritus sum,
sed præsértim quia offéndi te,
summum bonum,
ac dignum qui super ómnia diligáris.
Ideo fírmiter propóno,
adiuvánte grátia tua,
de cétero me non peccatúrum
peccandíque occasiónes próximas fugitúrum.
Amen.

FÓRMULAS
DE DOCTRINA CATÓLICA

EL DOBLE MANDAMIENTO DEL AMOR
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente.
Amarás al prójimo como a ti mismo.
REGLA DE ORO (Mt 7, 12)
Tratad a los demás como queráis que ellos os traten a vosotros.
BIENAVENTURANZAS
— Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos
— Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra
— Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados
— Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados
— Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia
— Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios
— Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios
— Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos
— Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda clase de calumnias por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
LAS TRES VIRTUDES TEOLOGALES
1. Fe
2. Esperanza
3. Caridad
LAS CUATRO VIRTUDES CARDINALES
1. Prudencia
2. Justicia
3. Fortaleza
4. Templanza
LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
1. Sabiduría
2. Entendimiento
3. Consejo
4. Fortaleza
5. Ciencia
6. Piedad
7. Temor de Dios
LOS DOCE FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
1. Amor
2. Alegría
3. Paz
4. Paciencia
5. Longanimidad
6. Bondad
7. Benignidad
8. Mansedumbre
9. Fe
10. Modestia
11. Continencia
12. Castidad
LOS CINCO MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA
1. Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.
3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. 
LAS SIETE OBRAS DE MISERICORDIA CORPORALES
1. Visitar y cuidar a los enfermos.
2. Dar de comer al hambriento.
3. Dar de beber al sediento.
4. Dar posada al peregrino.
5. Vestir al desnudo.
6. Redimir al cautivo.
7. Enterrar a los muertos. 
LAS SIETE OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES
1. Enseñar al que no sabe.
2. Dar buen consejo al que lo necesita.
3. Corregir al que yerra.
4. Perdonar las injurias.
5. Consolar al triste.
6. Sufrir con paciencia los defectos de los demás.
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos. 
LOS SIETE PECADOS CAPITALES
1. Soberbia
2. Avaricia
3. Lujuria
4. Ira
5. Gula
6. Envidia
7. Pereza
LOS NOVÍSIMOS
1. Muerte
2. Juicio
3. Infierno
4. Gloria

ABREVIATURAS BÍBLICAS
(en orden alfabético)
ApApocalipsis
1 Co1 Corintios
2 Co2 Corintios
ColColosenses
DtDeuteronomio
EfEfesios
ExÉxodo
EzEzequiel
FlpFilipenses
GaGálatas
GnGénesis
HbHebreos
HchHechos
IsIsaías
JnJuan
1 Jn1 Juan
LcLucas
2 M2 Macabeos
McMarcos
MtMateo
1 P1 Pedro
2 P2 Pedro
1 R1 Reyes
RmRomanos
SalSalmos
StSantiago
1 Tm1 Timoteo
2 Tm2 Timoteo
1 Ts 1 Tesalonicenses
TtTito

 


¿Por qué confesarse?

Un artículo que explica los motivos humanos y sobrenaturales de la confesión, para ayudarte a comprender mejor el sentido y finalidad del sacramento.






Aceptación del propio mal
Un hecho innegable: la necesidad del perdón de mis pecados
        Todos tenemos muchas cosas buenas…, pero al mismo tiempo, la presencia del mal en nuestra vida es un hecho: somos limitados, tenemos una cierta inclinación al mal y defectos; y como consecuencia de esto nos equivocamos, cometemos errores y pecados. Esto es evidente y Dios lo sabe. De nuestra parte, tonto sería negarlo. En realidad… sería peor que tonto… San Juan dice que "si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El para perdonar nuestros pecados y purificarnos de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros" (1 Jn 1, 9-10).
        De aquí que una de las cuestiones más importantes de nuestra vida sea ¿cómo conseguir "deshacernos" de lo malo que hay en nosotros? ¿de las cosas malas que hemos dicho o de las que hemos hecho mal? Esta es una de las principales tareas que tenemos entre manos: purificar nuestra vida de lo que no es bueno, sacar lo que está podrido, limpiar lo que está sucio, etc.: librarnos de todo lo que no queremos de nuestro pasado. ¿Pero cómo hacerlo?
Dios y su amor insuperable en el perdón        No se puede volver al pasado, para vivirlo de manera diferente… Sólo Dios puede renovar nuestra vida con su perdón. Y El quiere hacerlo… hasta el punto que el perdón de los pecados ocupa un lugar muy importante en nuestras relaciones con Dios.
        Como respetó nuestra libertad, el único requisito que exige es que nosotros queramos ser perdonados: es decir, rechacemos el pecado cometido (esto es el arrepentimiento) y queramos no volver a cometerlo. ¿Cómo nos pide que mostremos nuestra buena voluntad? A través de un gran regalo que Dios nos ha hecho.
        En su misericordia infinita nos dio un instrumento que no falla en reparar todo lo malo que podamos haber hecho. Se trata del sacramento de la penitencia. Sacramento al que un gran santo llamaba el sacramento de la alegría, porque en él se revive la parábola del hijo prodigo, y termina en una gran fiesta en los corazones de quienes lo reciben.
        Así nuestra vida se va renovando, siempre para mejor, ya que Dios es un Padre bueno, siempre dispuesto a perdonarnos, sin guardar rencores, sin enojos, etc. Premia lo bueno y valioso que hay en nosotros; lo malo y ofensivo, lo perdona. Es uno de los más grandes motivos de optimismo y alegría: en nuestra vida todo tiene arreglo, incluso las peores cosas pueden terminar bien (como la del hijo pródigo) porque Dios tiene la última palabra: y esa palabra es de amor misericordioso.
Moverse en el misterio        La confesión no es algo meramente humano: es un misterio sobrenatural. Consiste en un encuentro personal con la misericordia de Dios en la persona de un sacerdote.
        Dejando de lado otros aspectos, aquí vamos sencillamente a mostrar que confesarse es razonable, que no es un invento absurdo y que incluso humanamente tiene muchísimos beneficios. Te recomiendo pensar los argumentos… pero más allá de lo que la razón nos pueda decir, vale la pena acudir a Dios pidiéndole su gracia: eso es lo más importante, ya que en la confesión no se realiza un diálogo humano, sino un diálogo divino: nos introduce dentro del misterio de la misericordia de Dios.
Capacidad concedida a los sacerdotesAlgunas razones por las que tenemos que confesarnos
        1. En primer lugar porque Jesús dio a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados. Esto es un dato y es la razón definitiva: la más importante. En efecto, recién resucitado, es lo primero que hace: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados, a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar " (Jn 20, 22-23). Los únicos que han recibido este poder son los Apóstoles y sus sucesores. Les dio este poder precisamente para que nos perdonen los pecados a vos y a mí. Por tanto, cuando quieres que Dios te borre los pecados, sabes a quien acudir, sabes quienes han recibido de Dios ese poder.
        Es interesante notar que Jesús vinculó la confesión con la resurrección (su victoria sobre la muerte y el pecado), con el Espíritu Santo (necesario para actuar con poder) y con los apóstoles (los primeros sacerdotes): el Espíritu Santo actúa a través de los Apóstoles para realizar en las almas la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte.
Las condiciones el ofendido        2. Porque la Sagrada Escritura lo manda explícitamente: "Confiesen mutuamente sus pecados" (Sant 5, 16). Esto es consecuencia de la razón anterior: te darás cuenta que perdonar o retener presupone conocer los pecados y disposiciones del penitente. Las condiciones del perdón las pone el ofendido, no el ofensor. Es Dios quién perdona y tiene poder para establecer los medios para otorgar ese perdón. De manera que no soy yo quien decide cómo conseguir el perdón, sino Dios el que decidió (hace dos mil años de esto…) a quién tengo que acudir y qué tengo que hacer para que me perdone. Entonces nos confesamos con un sacerdote por obediencia a Cristo.
Es Cristo mismo        3. Porque en la confesión te encuentras con Cristo. Esto debido a que es uno de los siete Sacramentos instituidos por El mismo para darnos la gracia. Te confiesas con Jesús, el sacerdote no es más que su representante. De hecho, la formula de la absolución dice: "Yo te absuelvo de tus pecados" ¿Quien es ese «yo»? No es el Padre Fulano –quien no tiene nada que perdonarte porque no le has hecho nada–, sino Cristo. El sacerdote actúa en nombre y en la persona de Cristo. Como sucede en la Misa cuando el sacerdote para consagrar el pan dice "Esto es mi cuerpo", y ese pan se convierte en el cuerpo de Cristo (ese «mi» lo dice Cristo), cuando te confiesas, el que está ahí escuchándote, es Jesús. El sacerdote, no hace más que «prestarle» al Señor sus oídos, su voz y sus gestos.
Perdón de la Iglesia        4. Porque en la confesión te reconcilias con la Iglesia. Resulta que el pecado no sólo ofende a Dios, sino también a la comunidad de la Iglesia: tiene una dimensión vertical (ofensa a Dios) y otra horizontal (ofensa a los hermanos). La reconciliación para ser completa debe alcanzar esas dos dimensiones. Precisamente el sacerdote está ahí también en representación de la Iglesia, con quien también te reconcilias por su intermedio. El aspecto comunitario del perdón exige la presencia del sacerdote, sin él la reconciliación no sería «completa».
Es otorgado        5. El perdón es algo que «se recibe». Yo no soy el artífice del perdón de mis pecados: es Dios quien los perdona. Como todo sacramento hay que recibirlo del ministro que lo administra válidamente. A nadie se le ocurriría decir que se bautiza sólo ante Dios… sino que acude a la iglesia a recibir el Bautismo. A nadie se le ocurre decir que consagra el pan en su casa y se da de comulgar a sí mismo… Cuando se trata de sacramentos, hay que recibirlos de quien corresponde: quien los puede administrar válidamente.
La Vida de la Gracia        6. Necesitamos vivir en estado de gracia. Sabemos que el pecado mortal destruye la vida de la gracia. Y la recuperamos en la confesión. Y tenemos que recuperarla rápido, básicamente por tres motivos:
        a) porque nos podemos morir… y no creo que queramos morir en estado de pecado mortal… y acabar en el infierno.
        b) porque cuando estamos en estado de pecado ninguna obra buena que hacemos es meritoria cara a la vida eterna. Esto se debe a que el principio del mérito es la gracia: hacer obras buenas en pecado mortal, es como hacer goles en “off-side”: no valen, carecen de valor sobrenatural. Este aspecto hace relativamente urgente el recuperar la gracia: si no queremos que nuestra vida esté vacía de mérito y que lo bueno que hacemos sea inútil.
        c) porque necesitamos comulgar: Jesús nos dice que quien lo come tiene vida eterna y quien no lo come, no la tiene. Pero, no te olvides que para comulgar dignamente, debemos estar libres de pecado mortal. La advertencia de San Pablo es para temblar: "quien coma el pan o beba el cáliz indignamente, será reo del cuerpo y sangre del Señor. (…) Quien come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11, 27-28). Comulgar en pecado mortal es un terrible sacrilegio: equivale a profanar la Sagrada Eucaristía, a Cristo mismo.
Para cambiar        7. Necesitamos dejar el mal que hemos hecho. El reconocimiento de nuestros errores es el primer paso de la conversión. Sólo quien reconoce que obró mal y pide perdón, puede cambiar.
Experiencia universal        8. La confesión es vital en la luchar para mejorar. Es un hecho que habitualmente una persona después de confesarse se esfuerza por mejorar y no cometer pecados. A medida que pasa el tiempo, va aflojando… se «acostumbra» a las cosas que hace mal, o que no hace, y lucha menos por crecer. Una persona en estado de gracia –esta es una experiencia universal– evita el pecado. La misma persona en pecado mortal tiende a pecar más fácilmente.
Por motivos psicológicosOtros motivos que hacen muy conveniente la confesión
        a) Necesitamos paz interior. El reconocimiento de nuestras culpas es el primer paso para recuperar la paz interior. Negar la culpa no la elimina: sólo la esconde, haciendo más penosa la angustia. Sólo quien reconoce su culpa está en condiciones de liberarse de ella.
        b) Necesitamos aclararnos a nosotros mismos. La confesión nos "obliga" a hacer un examen profundo de nuestra conciencia. Saber qué hay «adentro», qué nos pasa, qué hemos hecho, cómo vamos… De esta manera la confesión ayuda a conocerse y entenderse a uno mismo.
        c) Todos necesitamos que nos escuchen. ¿En qué consiste el primer paso de la terapia de los psiquiatras y psicólogos sino en hacer hablar al "paciente"? Y te cobran para escucharte… y al "paciente" le hace muy bien. Estas dos profesiones han descubierto en el siglo XX algo que la Iglesia descubrió hace muchos siglos (en realidad se lo enseñó Dios). El decir lo que nos pasa, es una primera liberación.
Para completa seguridad        d) Necesitamos una protección contra el auto-engaño. Es fácil engañarse a uno mismo, pensando que eso malo que hicimos, en realidad no está tan mal; o justificándolo llegando a la conclusión de que es bueno, etc. Cuando tenemos que contar los hechos a otra persona, sin excusas, con sinceridad, se nos caen todas las caretas… y nos encontramos con nosotros mismos, con la realidad que somos.
        e) Todos necesitamos perspectiva. Una de las cosas más difíciles de esta vida es conocerse uno mismo. Cuando "salimos" de nosotros por la sinceridad, ganamos la perspectiva necesaria para juzgarnos con equidad.
        f) Necesitamos objetividad. Y nadie es buen juez en causa propia. Por eso los sacerdotes pueden perdonar los pecados a todas las personas del mundo… menos a una: la única persona a la que un sacerdote no puede perdonar los pecados es él mismo: siempre tiene que acudir a otros sacerdote para confesarse. Dios es sabio y no podía privar a los sacerdotes de este gran medio de santificación.
        g) Necesitamos saber si estamos en condiciones de ser perdonados: si tenemos las disposiciones necesarias para el perdón o no. De otra manera correríamos un peligro enorme: pensar que estamos perdonados cuando ni siquiera podemos estarlo.
        h) Necesitamos saber que hemos sido perdonados. Una cosa es pedir perdón y otra distinta ser perdonado. Necesitamos una confirmación exterior, sensible, de que Dios ha aceptado nuestro arrepentimiento. Esto sucede en la confesión: cuando recibimos la absolución, sabemos que el sacramento ha sido administrado, y como todo sacramento recibe la eficacia de Cristo.
Por razones de consejo        i) Tenemos derecho a que nos escuchen. La confesión personal más que una obligación es un derecho: en la Iglesia tenemos derecho a la atención personal, a que nos atiendan uno a uno, y podamos abrir el corazón, contar nuestros problemas y pecados.
        j) Hay momentos en que necesitamos que nos animen y fortalezcan. Todos pasamos por momentos de pesimismo, desánimo… y necesitamos que se nos escuche y anime. Encerrarse en sí mismo solo empeora las cosas…
        k) Necesitamos recibir consejo. Mediante la confesión recibimos dirección espiritual. Para luchar por mejorar en las cosas de las que nos confesamos, necesitamos que nos ayuden.
        l) Necesitamos que nos aclaren dudas, conocer la gravedad de ciertos pecados, en fin… mediante la confesión recibimos formación.
Con poder de DiosAlgunos motivos para no confesarse
        1. ¿Quién es el cura para perdonar los pecados…? Sólo Dios puede perdonarlos.
        Hemos visto que el Señor dio ese poder a los Apóstoles. Además, permíteme decirte que ese argumento lo he leído antes… precisamente en el Evangelio… Es lo que decían los fariseos indignados cuando Jesús perdonaba los pecados… (puedes mirar Mt 9, 1-8).
Jesucristo lo quiso así        2. Yo me confieso directamente con Dios, sin intermediarios.
        Genial. Me parece bárbaro… pero hay algunos “peros”…
Pero… ¿cómo sabes que Dios acepta tu arrepentimiento y te perdona? ¿Escuchas alguna voz celestial que te lo confirma?
Pero… ¿cómo sabes que estás en condiciones de ser perdonado? Te darás cuenta que no es tan fácil… Una persona que robara un banco y no quisiera devolver el dinero… por más que se confesara directamente con Dios… o con un cura… si no quisiera reparar el daño hecho –en este caso, devolver el dinero–, no puede ser perdonada… porque ella misma no quiere "deshacerse" del pecado.

        Este argumento no es nuevo… Hace casi mil seiscientos años, San Agustín replicaba a quien argumentaba como vos: "Nadie piense: yo obro privadamente, de cara a Dios… ¿Es que sin motivo el Señor dijo: «lo que atareis en la tierra, será atado en el cielo»? ¿Acaso les fueron dadas a la Iglesia las llaves del Reino de los cielos sin necesidad? Frustramos el Evangelio de Dios, hacemos inútil la palabra de Cristo."
Hombre especial        3. ¿Porque le voy a decir los pecados a un hombre como yo?
        Porque ese hombre no un hombre cualquiera: tiene el poder especial para perdonar los pecados (el sacramento del orden). Esa es la razón por la que vas a él.
Pero tiene el poder        4. ¿Porque le voy a decir mis pecados a un hombre que es tan pecador como yo?
        El problema no radica en la «cantidad» de pecados: si es menos, igual o más pecador que vos…. No vas a confesarte porque sea santo e inmaculado, sino porque te puede dar al absolución, poder que tiene por el sacramento del orden, y no por su bondad. Es una suerte –en realidad una disposición de la sabiduría divina– que el poder de perdonar los pecados no dependa de la calidad personal del sacerdote, cosa que sería terrible ya que uno nunca sabría quién sería suficientemente santo como para perdonar… Además, el hecho de que sea un hombre y que como tal tenga pecados, facilita la confesión: precisamente porque sabe en carne propia lo que es ser débil, te puede entender mejor.
Falta de costumbre        5. Me da vergüenza…
        Es lógico, pero hay que superarla. Hay un hecho comprobado universalmente: cuanto más te cueste decir algo, tanto mayor será la paz interior que consigas después de decirlo. Además te cuesta, precisamente porque te confiesas poco…, en cuanto lo hagas con frecuencia, verás como superarás esa vergüenza.
        Además, no creas que eres tan original…. Lo que vas a decir, el cura ya lo escuchó trescientas mil veces… A esta altura de la historia… no creo que puedas inventar pecados nuevos…
        Por último, no te olvides de lo que nos enseñó un gran santo: el diablo quita la vergüenza para pecar… y la devuelve aumentada para pedir perdón… No caigas en su trampa.
Más vale        6. Siempre me confieso de lo mismo…
        Eso no es problema. Hay que confesar los pecados que uno ha cometido… y es bastante lógico que nuestros defectos sean siempre más o menos los mismos… Sería terrible ir cambiando constantemente de defectos… Además cuando te bañas o lavas la ropa, no esperas que aparezcan machas nuevas, que nunca antes habías tenido; la suciedad es más o menos siempre del mismo tipo… Para querer estar limpio basta querer remover la mugre… independientemente de cuán original u ordinaria sea.
Distintos cada vez        7. Siempre confieso los mismos pecados…
        No es verdad que sean siempre los mismos pecados: son pecados diferentes, aunque sean de la misma especie… Si yo insulto a mi madre diez veces… no es el mismo insulto… cada vez es uno distinto… No es lo mismo matar una persona que diez… si maté diez no es el mismo pecado… son diez asesinatos distintos. Los pecados anteriores ya me han sido perdonados, ahora necesito el perdón de los "nuevos", es decir los cometidos desde la última confesión.
Como la suciedad        8. Confesarme no sirve de nada, sigo cometiendo los pecados que confieso…        El desánimo, puede hacer que pienses: "es lo mismo si me confieso o no, total, nada cambia, todo sigue igual". No es verdad. El hecho de que uno se ensucie, no hace concluir que es inútil bañarse. Uno que se baña todos los días… se ensucia igual… Pero gracias a que se baña, no va acumulando mugre… y está bastante limpio. Lo mismo pasa con la confesión. Si hay lucha, aunque uno caiga, el hecho de ir sacándose de encima los pecados… hace que sea mejor. Es mejor pedir perdón, que no pedirlo. Pedirlo nos hace mejores.
La decisión        9. Sé que voy a volver a pecar… lo que muestra que no estoy arrepentido
        Depende… Lo único que Dios me pide es que esté arrepentido del pecado cometido y que ahora, en este momento quiera luchar por no volver a cometerlo. Nadie pide que empeñemos el futuro que ignoramos… ¿Qué va a pasar en quince días? No lo sé… Se me pide que tenga la decisión sincera, de verdad, ahora, de rechazar el pecado. El futuro déjalo en las manos de Dios…
Justo lo contrario        10. Y si el cura piensa mal de mi…
        El sacerdote está para perdonar… Si pensara mal, sería un problema suyo del que tendría que confesarse. De hecho siempre piensa bien: valora tu fe (sabe que si estás ahí contando tus pecados, no es por él… sino porque vos crees que representa a Dios), tu sinceridad, tus ganas de mejorar, etc. Supongo que te darás cuenta de que sentarse a escuchar pecados, gratis –sin ganar un peso–, durante horas, … si no se hace por amor a las almas… no se hace. De ahí que, si te dedica tiempo, te escucha con atención… es porque quiere ayudarte y le importas… aunque no te conozca te valora lo suficiente como para querer ayudarte a ir al cielo.
Mártires        11. Y si el cura después le cuenta a alguien mis pecados…
        No te preocupes por eso. La Iglesia cuida tanto este asunto que aplica la pena más grande que existe en el Derecho Canónico –la ex-comunión– al sacerdote que dijese algo que conoce por la confesión. De hecho hay mártires por el sigilo sacramental: sacerdotes que han muerto por no revelar el contenido de la confesión.
Superable        12. Me da pereza…
        Puede ser toda la verdad que quieras, pero no creo que sea un obstáculo verdadero ya que es bastante fácil de superar… Es como si uno dijese que hace un año que no se baña porque le da pereza…
No es verdad        13. No tengo tiempo…
        No creo que te creas que en los últimos ___ meses… no hayas tenidos los diez minutos que te puede llevar una confesión… ¿Te animas a comparar cuántas horas de TV has visto en ese tiempo… (multiplica el número de horas diarias que ves por el número de días…)?
Pues es fácil        14. No encuentro un cura…
        No es una raza en extinción, hay varios miles. Toma la guía de teléfono (o llama a información). Busca el teléfono de tu parroquia. Si ignoras el nombre, busca por el obispado, ahí te dirán… Así podrás saber en tres minutos el nombre de un cura con el que te puedes confesar… e incluso pedirle una hora… para no tener que esperar.




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