jueves, 27 de marzo de 2014

Personas Devotas o De Botas

personas devotas o de botas

Hoy quiero basar esta meditación en la Parábola de Jesús “El Fariseo y el Publicano” que nos relata lo siguiente: En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo; el otro un publicano. El fariseo, de pie, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.”
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.”
»Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido. (San Lucas 18, 9-14).
Escuchamos y vemos y hasta incluso nos comportamos con personas devotas, pero en la realidad, ¿Cuanto, como y donde abarca nuestra devoción?, por ejemplo, si con las cosas de Dios, (Nombre, Iglesia, Grupos, Sacerdotes), somos devotos, pero luego nuestro comportamiento, forma de vestir o de actuar son distintos, entonces nuestra devoción es falsa, porque la verdadera devoción es un testimonio vivo en todo lugar y todo momento.
Hay personas que van a Misa, dan una limosna, rezan el Rosario, etc. pero luego se pegan unas borracheras que no saben ni como se llaman, pero se cualifican como devotas… ¿Pues donde dejaron el testimonio?.
Hay otros en cambio, que hablan a unos si y a otros no, simplemente porque no les gusto como algo se les dijo, o porque no les gustan las caras… este es el caso mas criminal de la devoción, porque el ignorar a alguien es ignorar a Cristo mismo, por tanto aquí es donde se muestra la total falta de devoción a Cristo, Cristo esta en cada alma que vive y respira, Cristo habita en todo aquel que le permite hacerlo en su vida, si ignoramos a alguien, es a Cristo mismo a quien ignoramos.
Por ahí conozco a un par de santulones que tienen la virtud de ver en los actos de los demás, en todos los actos, el accionar del demonio, mas sin embargo, jamás ven al demonio en sus propios actos, y hasta creen que son jueces divinos, estos y aún si fuesen sacerdotes o religiosas, que actúan así, tienen ausencia total de Dios.
Simples Fariseos que llenos de hipocresía hablan de Dios pero que jamás ven el accionar de Dios en los demás, serían, como Jesús bien lo dijo, Sepulcros blanqueados, por fuera llenos de devoción, espiritualidad, por dentro llenos de hedor, olor a mugre, pecados del pasado que los atan en el presente.
Estas personas, normalmente son fáciles de distinguir, porque jamás sale la palabra perdón de sus bocas y les cuesta muchísimo hablar del Amor, porque quien no conoce el Amor es difícil que hable de el.
Una verdadera persona devota, sabe guardar silencio, sabe soportar, sigue rezando y perdonando, no se revela contra Dios por las situaciones que el Mundo causa.
Un verdadero devoto se reconoce pecador, continuamente, de hecho los grandes Santos, jamás se vieron como tales, siempre algo les faltaba, según ellos mismos, un devoto siempre va a buscar la palabra del otro, aunque le peguen duro, no se rendirá tan fácilmente.
Un verdadero devoto, participa, disfruta y comparte la Oración, reza como pide Maria, pausada, devota, amorosamente las Oraciones, no esta viendo el reloj para ver cuando termina esto…
Un devoto pausado, medita y sabe escuchar al otro, un devoto, devoto, reza por quien esta mal, mientras este le cuenta sus hechos, un devoto amoroso, busca dar una palabra de aliento, siempre Dios provee a sus labios la palabra justa y de amor que el otro necesita.
Muchas veces también un devoto actúa intempestivamente, es decir, actúa con justicia, diciendo a las claras que esta bien y que esta mal, sin acomodar palabras para que “alguien” se sienta bien, dice lo justo.
Un devoto no es una persona “conveniente”, conozco de muchos casos, que quienes tienen el Don de aconsejar, lo hacen “convenientemente” porque a quien aconsejan, prende un interés privado, personal, y saben que si dijeran lo justo, esta “conveniencia” desaparecería.
En los casos en los cuales alguien se comporta de forma Farisaica, deja de ser una persona devota para convertirse en una persona de botas.
Dime ¿Tu que eres, una persona devota o una de botas?.
Recuerda la Palabra de Jesús, “todo lo que hagas al mas pequeño, es a Mi a quien se lo haces”, esto es Palabra de Dios, de El yo no dudo ¿tu?, ¿porque entonces cuesta tanto obedecerle?.
Tu siempre tienes la decisión final, recuérdalo
He escrito esta meditación, no con el fin de hacerte sentir mal, sino que juntos aprendamos lo que Jesús desea de ti y de mi, ojalá te sirva de mucho.
Dios este contigo

No hay comentarios: