domingo, 16 de marzo de 2014

AL GUSTO DE DIOS




Al gusto de Dios


Una enferma llevaba cuarenta años en la cama. Ella llama a la enfermedad “don de Dios”, “delicia” y 
“tesoro”. Cuando el sacerdote visitante le dice que debe ser duro ejercitarse tanto en la paciencia, 
responde: “Es dulce, es suave, lo da el Amado”.
No le pide nunca a Dios que le quite los dolores. Su norma es “al gusto de Dios, no al propio”. Se 
siente como un riachuelo oculto por el matorral, que puede fecundar la tierra.

No hay comentarios: