jueves, 13 de junio de 2013

Segunda epístola a los corintios

   
 
Estatua de San Pablo en la Archibasílica de San Juan de Letrán.
La segunda epístola a los corintios es un escrito que pertenece al Nuevo Testamento, la parte más reciente de la Biblia. El conjunto de documentos que forman el Nuevo Testamento se escribieron en el siglo primero. Es una carta escrita por Pablo de Tarso a la comunidad cristiana en Corinto.
Poco después de escribir su primera carta a los corintios, Pablo salió de Éfeso para llegar a Macedonia. Escrita por el año 57, tiene como finalidad la apologética del ministerio apóstolico de Pablo.
Tras observar el fruto de su primera epístola con la creación de nuevas comunidades cristianas, la segunda carta se dirige nuevamente a estos conversos, a los que se trata con gran cariño: «Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones».

Contenido

Capítulo 11

  • 2 Corintios 11:7-9 Pablo recuerda a los corintios que sus sustento era dispensado por los hermanos de Macedonia, es decir, por la comunidad de Filipos, según se desprende de Filipenses 4:15-16, que a ellos nunca les fue gravoso y que su predicación fue gratuita.
  • 2 Corintios 11:22-29 es uno de esos pasajes de tono arduo y polémico en los que Pablo defiende su labor predicadora y su condición apostólica, extendiéndose en un relato pormenorizado de las penurias y padecimientos soportados.
  • 2 Corintios 11:22 En el versículo 22, Pablo reafirma su origen judío diciendo de sus enemigos: ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también.[1] Dado que Pablo defendía una relajación de la ley judía para los cristianos gentiles, el sector judaizante de las comunidades le acusaba de ser poco judío, máxime cuando era de Tarso, es decir, un judío de la diáspora. Pablo se defendía diciendo yo más, es decir, yo soy tan judío como el que más y cuando perseguí a la iglesia fui su más celoso perseguidor.
  • 2 Corintios 11:23 En el versículo 23, Pablo continúa la misma argumentación para defenderse de otra de las acusaciones que se le hacían. Pablo se consideraba ministro de Cristo en virtud de su encuentro con él en Damasco. En todas sus epístolas recordaba que su apostolado era de origen divino y tampoco aceptaba que se lo tuviese por menos apóstol que otros. Por eso decía:
¿Son ministros de Cristo? Yo más. En trabajos, más. En azotes, más. En peligros de muerte, más.

Capítulo 12

Me ha sido dado un aguijón en la carne, para que no me engría.
El aguijón o espina en la carne puede referirse a una dolencia física o a un malestar espiritual. Aún pudiendo tratarse de una enfermedad física, Pablo la interpreta como efecto espiritual que contrapesa el orgullo que le podría sobrevenir por la excelencia única de sus experiencias espirituales. Dicha espina podría ser la misma enfermedad que le sobrevino durante la predicación a los gálatas Gálatas 4:13-15.

Bibliografía

  • Den Heyer, C.J.: Pablo, un hombre de dos mundos. Ediciones El Almendro. ISBN 84-8005-061-6.
  • Bart D. Ehrman: Simón Pedro, Pablo de Tarso y María Magdalena. Editorial Crítica. Barcelona 2007. ISBN 978-84-8432-889-6

Referencias

  1. Romanos 11,1 y Filipenses 3:5-6 añaden de la tribu de Benjamín.

Véase también

Enlaces externos


Segunda Epístola a los Corintios
Autor: La Biblia

Entre todos los escritos de Pablo, la SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS es el más apasionado y polémico. Aunque su decidida intervención, a través de la primera Carta, había restablecido momentáneamente el orden interno de la comunidad, poco después se produjeron nuevos incidentes que reavivaron la crisis. Algunos predicadores "judaizantes" se presentaron en Corinto con el propósito de desautorizar la persona y las enseñanzas de Pablo. A estos se sumaban otros adversarios del Apóstol, que interpretaban erróneamente el principio de la libertad cristiana.

Es probable que Pablo, advertido por algunos de sus fieles, haya ido entonces a Corinto para encarar personalmente a sus adversarios. Pero esa visita, que sin duda fue breve y se realizó en medio de sucesos dolorosos, no produjo el efecto deseado. Esto motivó el envío de una Carta escrita en Éfeso "con muchas lágrimas" (2. 4) y en un tono muy severo, donde Pablo se defendía contra sus acusadores y reivindicaba su condición de Apóstol. Más tarde, su discípulo Tito le trajo buenas noticias sobre la situación de la comunidad. Entonces Pablo, que se disponía a ir por tercera vez a Corinto (12. 14), envió a la comunidad una afectuosa Carta de reconciliación.

En su forma actual, la llamada "Segunda Carta a los Corintios" da la impresión de ser la recopilación de varios escritos de Pablo, provenientes del dramático y prolongado intercambio epistolar que él mantuvo con la Iglesia de Corinto. De las tres partes que la integran, la primera (caps. 1-7) reproduce probablemente aquella Carta de "reconciliación", mientras que la última (caps. 10-13) sería la que el Apóstol escribió "con gran aflicción y angustia" (2. 4), para hacer recapacitar a la comunidad rebelde y salvaguardar así la unidad de la Iglesia.
Si pasamos a la 2Cor, nos encontramos también con un proceso complicado, pues la lectura unificada de esta carta no es fácil a primera vista, especialmente porque 2Cor 10-13 rompe mucho la armonía que podríamos imaginar en los otros capítulos. ¿Qué ha sucedido, de nuevo, en Corinto? Parece que unos misioneros han llegado a la comunidad y han puesto en entredicho la misión e incluso el apostolado de Pablo. A diferencia de la 1Cor, esta carta se caracteriza por las relaciones personales entre Pablo y su comunidad. Timoteo, que viene de visitar la comunidad, le informa, y Pablo escribe una primera apología (2Cor 2,14-7,4).
Indice:
• Introducción general
1.- 2 Corintios 1
2.- 2 Corintios 2
3.- 2 Corintios 3
4.- 2 Corintios 4
5.- 2 Corintios 5
6.- 2 Corintios 6
7.- 2 Corintios 7
8.- 2 Corintios 8
9.- 2 Corintios 9
10.- 2 Corintios 10
11.- 2 Corintios 11
12.- 2 Corintios 12
13.- 2 Corintios 13
 
La Segunda Carta a los Corintios
 

 

Circunstancias de la carta

            La carta que Pablo escribió a los cristianos de Corinto en la primavera del año 56, y que conocemos como la Primera carta a los Corintios, no obtuvo el éxito deseado. Si no toda, al menos una parte importante de la comunidad de Corinto, instigada por unos pretendidos representantes de los apóstoles de Jerusalén que habían llegado a Corinto, rechaza la autoridad de Pablo, al que se hace blanco de una sarta de acusaciones, insultos y calumnias.
            En el verano del 56, Timoteo, que ha sido testigo presencial de esta marejada antipaulina, regresa a Éfeso desalentado: las cosas van mal en Corinto. Pablo reacciona con prontitud y a partir de ese momento se desencadenan una serie de acontecimientos que nos es posible seguir a través de una lectura atenta de la segunda carta a los Corintios.
            Pablo realiza una visita relámpago a Corinto, durante la cual él mismo o uno de sus colaboradores, fue gravemente ofendido por un miembro de la comunidad, sin que los demás reaccionaran. Parece también claro que Pablo tuvo que interrumpir esta visita, que califica de "amarga" (2 Cor 2,1), y regresó a Efeso muy abatido. Desde allí les envió una carta "en medio de muchas lágrimas" (2 Cor 2,3-4), apasionada y conmovedora a la vez, llena de emoción y severidad.
            La carta y la habilidad de Tito hacen entrar en razón a la comunidad rebelde. Pablo recibe en Macedonia la buena noticia del cambio de actitud de los corintios, cuando se dirige personalmente a Corinto. Pablo, lleno de alegría por esas noticias, les escribe de nuevo, desde Macedonia, a finales del 57, para congratularse con ellos y preparar su tercera visita a la ciudad.
 

Proceso de formación de la carta

            Esta carta que Pablo escribe a los corintios desde Macedonia, Çes la que figura en el canon bíblico como "segunda carta a los Corintios" con sus trece capítulos enteros? Así se ha creído durante bastante tiempo, y así todavía lo mantienen hoy algunos investigadores. Se trataría de una carta escrita de un tirón por Pablo, en la que hace recuento y balance de todo lo ocurrido en los últimos dieciocho meses entre él y la Iglesia de Corinto.
            Sin embargo, hay razones para pensar que las cosas pueden haberse desarrollado de otra manera, y que la segunda carta a los Corintios es el resultado de fundir una serie de cartas que Pablo fue enviando sucesivamente a los Corintios en medio de la crisis. El orden de estas cartas sería el siguiente:
            - Una primera carta escrita en el verano del 56, que se conservaría en 2 Cor 2,14-7,4. Ene ella Pablo defiende su misión apostólica y trata de desenmascarar a los falsos apóstoles.
            - La carta "en medio de muchas lágrimas", escrita a principios del 57, y cuyos principales fragmentos se encontrarían en 2 Cor 10-13.
            - La carta de reconciliación, que Pablo escribe en otoño del 57, una vez que ha recibido de Tito las buenas noticias del cambio de actitud de los corintios. Pasajes importantes de esta carta se conservarían en 2 Cor 1,1-2,13 y 7,5-16.
            - 2 Cor 8-9 constituirían el núcleo de otras dos breves cartas enviadas por Pablo a los corintios con motivo de la colecta en favor de las Iglesias pobres de Judea.
 

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