domingo, 9 de junio de 2013

Introducción al Nuevo Testamento



Introducción al Nuevo Testamento

Antes del estudio de los cuatro evangelios (o del Nuevo Testamento en general) es preciso realizar una revisión de los principales hechos del período intertestamentario, es decir, del tiempo que transcurre entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Esto, principalmente, por dos razones:

1. En este período se cumplieron casi completamente dos profecías de Daniel: la de la imagen de Nabucodonosor (Daniel 2), y la de las cuatro bestias (Daniel 7).

Tanto la profecía de la imagen como la de las cuatro bestias hallaron su cumplimiento en los cuatro imperios mundia-les que hubo desde Nabucodonosor (salvo la última parte del cuarto imperio). Estos cuatro imperios son: el Babilóni-co, el Medo-Persa, el Griego y el Romano. El imperio Babilónico es representado en la primera profecía por la cabe-za de oro de la imagen; el Medo-Persa, por el pecho y los brazos de plata; el Griego, por el vientre y los muslos de bronce; y el Romano, por sus piernas de hierro. En la segunda profecía, el imperio babilónico es representado por el oso, el Medo-Persa por el león; el Griego por el leopardo, y el Romano, por la bestia "espantosa y terrible".

2. En este período, Dios preparó el escenario mundial para la venida de su amado Hijo. Cuando observamos el curso de los acontecimientos mundiales, especialmente los relacionados con el imperio griego y la helenización, y también con el imperio romano, podemos ver claramente la mano de Dios que ordena el escenario para la venida del Señor Jesús y la propagación del evangelio a todo el mundo.

Teniendo esto en mente, iremos revisando los principales hechos del período intertestamentario.


I. GRANDES PERÍODOS EN EL GRAN PARÉNTESIS INTERTESTAMENTARIO

1. PERÍODO PERSA (430-332 A. C.)
(Segundo imperio profético de Daniel)

Cuando se cierra el Antiguo Testamento con el libro de Malaquías, Judea era una provincia persa, y lo fue durante 100 años después. De este período posterior poco se sabe en la historia judía. En general, se puede decir que el dominio persa era en su mayor parte moderado y tolerante, y que los judíos gozaban de bastante libertad (Manual, Halley).

2. PERÍODO GRIEGO (331-167 A. C.)
(Tercer imperio profético de Daniel)

Entre 336 y 331 a. C. Alejandro Magno conquistó el mundo entero. Su padre -el rey Filipo- había muerto inesperadamente. Alejandro ascendió al trono de Macedonia cuando tenía sólo 20 años de edad. Recibió una sólida formación de parte del filósofo Aristóteles, lo cual le hizo muy sensible al arte y a las ciencias. En su comitiva siempre se hacía acompañar por los más grandes sabios, quienes iban realizando una labor de acopio cultural. Alejandro era un joven con una personalidad arrolladora y una ambición sin límites. En 334 dejó a Antípater como regente en Macedonia y se trasladó al Asia Menor con un ejército de 40.000 hombres para enfrentarse a Darío Codomano, rey de Per-sia. A pesar de tener un ejército diez veces menor, lo venció en dos ocasiones (en Gránico e Isos). En seguida, Alejandro conquistó la costa oriental del Mediterráneo. En 332 se apoderó de Tiro, la gran ciudad marítima de los sidonios, lo cual le sirvió de base para el dominio de todos los pueblos de Palestina. (Para la importancia de Tiro como centro comercial ver Ezequiel caps. 26-28).

En su invasión de Palestina mostró gran consideración hacia los judíos, dejó intacta Jerusalén, y ofreció garantías a los judíos para que se estableciesen en Alejandría. Los entretelones de esta simpatía por los judíos son bien interesantes. Según el historiador judío Flavio Josefo, Dios le habría mostrado antes, en una visión, su entrada a Jerusalén, y también habría preparado al sumo sacerdote judío para recibirlo en paz. En efecto, cuando entró a Jerusalén le esperaban todos los sacerdotes con sus vestimentas ceremoniales. Alejandro se postró delante del sumo sacerdote en reconocimiento al Dios cuyo nombre éste llevaba inscrito en la frente. Los judíos mostraron a Alejandro las profecías de Daniel que apuntaban a su persona, lo cual acabó por convencer a Alejandro de su carácter de escogido.
Siria y Egipto se sometieron al joven conquistador sin resistencia. En Egipto asumió el lugar de faraón y dios de los egipcios ('hijo de Amón'); fundó la ciudad de Alejandría y se preparó para la campaña del este.

Primeramente, tomó la ciudad siria de Damasco, donde se apoderó de los tesoros del rey Darío. Luego, venció a Da-río en Gaugamela, Asiria. Tomó luego las espléndidas ciudades del Oriente: Susa, la capital del imperio Medo-Persa; Persépolis y Ecbatana. Llegó hasta cerca del río Ganges en la India entre 330 y 328. Contra lo que su maestro Aristóteles le había enseñado, en cuanto al riguroso helenismo, Alejandro, adoptó muchas de las costumbres orientales. Adoptó también el modelo medo-persa en cuanto a su sistema de gobierno y en lo cultural. Se casó con mujeres persas, y dio mujeres persas a sus hombres.

En 323, cuando se preparaba para su expedición a Arabia, murió de un violento ataque de malaria. Su muerte hizo temblar todo el imperio. Tenía 33 años. Sus funerales duraron 2 años.

Tras la muerte de Alejandro, durante 22 años, el imperio estuvo en manos de los sátrapas. Pero en 301, por la muer-te de muchos de ellos y los forcejeos entre los líderes más ambiciosos se llegaron a conformar cuatro grandes áreas.

Es así como el imperio pasó a cuatro de sus generales (diádocos = sucesores). En Tracia y parte de Asia Menor quedó Lisímaco. En Macedonia y Grecia quedó Casandro. En el oriente, Siria le tocó a Seleuco, y Egipto a Tolomeo. Palestina, situada entre ambos, se vio involucrada en muchas guerras, pero fue primeramente de Egipto (entre 323 y 203, unos 120 años), bajo el reinado de Tolomeo Sóter, y luego de Tolomeo II Filadelfo. Bajo los reyes de Egipto (los Tolomeos), la suerte de los judíos fue, por lo general, pacífica. Los que estaban en Egipto edificaron sinagogas en todas las colonias.

Tolomeo Filadelfo se interesó por apoyar la cultura y la literatura de los pueblos. Durante este período la ciudad de Alejandría llegó a ser un centro de gran influencia judía. Por orden suya, se produjo la versión griega del Antiguo Tes-tamento, llamada Septuaginta, entre 280 y 150 a. C. El rey pidió al sumo sacerdote Eleazar que le enviara a Alejan-dría setenta eruditos hebreos para realizar dicha obra. Esta traducción permitió que todo el mundo conocido en la época –que conocía la lengua griega– leyera las Sagradas Escrituras.
En 198 a. C., Antíoco III el Grande reconquistó Palestina para los seléucidas. Poco después el rey Antíoco IV Epifa-nes, enemigo acérrimo de los judíos, hizo un esfuerzo salvaje y decidido para exterminarles a ellos y a su religión. (Éste se llamó a sí mismo "Teos Epífanes" - dios manifiesto).

En 168 a. C., luego de fracasar en una embestida a Egipto Antíoco desahogó su frustración contra Jerusalén. Des-truyó los muros de la ciudad, profanó el templo (que fue llamado 'Templo de Júpiter Olímpico'), sacrificó una cerda sobre el altar, erigió un altar a Júpiter, prohibió el culto del templo y la circuncisión, destruyó todos los ejemplares de la Escritura que fueron hallados, mató a todo aquel que las poseyera, vendió como esclavos a miles de familias judías y recurrió a toda forma imaginable de tortura para obligar a los judíos a que renunciaran a su religión. La figura de Antíoco Epífanes tiene gran valor profético, porque las profecías de Daniel 8:9-14 y 11:21-35 apuntaban a su persona. Por lo demás, la figura de Antíoco apunta también al Anticristo (Mateo 24:15), de quien es un tipo o antecedente.

Las atrocidades cometidas por este rey condujeron al sublevamiento de los Macabeos, una de las hazañas más heroicas de la historia de la humanidad.

CONTRIBUCION DEL PERÍODO GRIEGO AL CRISTIANISMO
La cultura y, específicamente, la lengua griega, que llegó a ser el idioma universal. En este idioma se universalizó la Palabra escrita de Dios:

a) el Antiguo Testamento, por la versión Septuaginta, y,
b) el Nuevo Testamento, escrito totalmente en griego.

El historiador Carl Grimberg evalúa así el aporte de los griegos al cristianismo y la humanidad. "Cuando Alejandro Magno abrió las puertas de Oriente al espíritu emprendedor de los occidentales, se desarrolló el comercio y nació la cultura a escala mundial. La cultura griega penetró en Oriente y experimentó allí algunas modificaciones que la hicie-ron más apta para conquistar el mundo. La cultura egipcia y babilónica, en particular la astronomía caldea, la doctrina de Zoroastro (lucha del principio del bien y el mal), el culto israelita a Yahvé y su doctrina sobre el pecado y el perdón, todo penetró hondamente en la conciencia del mundo. El griego helenístico - lengua a la que fue traducido el Antiguo Testamento - llegó a ser el idioma universal de la época, como más tarde lo serían sucesivamente el latín, el francés y el inglés … Los griegos han transmitido a la Humanidad el amor a la belleza. El genio de las artes floreció como un prodigio en este pueblo ... Por primera vez allí, los pensadores intentaron penetrar en el mundo de las ideas, llevados únicamente por la razón. Los helenos fueron los creadores de la libertad de pensamiento y por eso mismo los fundadores de la ciencia. Nunca lo hubieran conseguido sin el vigoroso individualismo que caracterizó toda su historia. El individualismo griego proporcionaba a cada hombre la ocasión de desenvolverse con libertad; por eso, en cierto modo, la historia griega abunda en hombres insignes … Pero la medalla también tiene su reverso. Hubo un tiempo en que se consideraba al mundo griego como un mundo ideal, pero un examen más atento y desapasionado nos quita esa ilusión. Ahora sabemos cuántos defectos y errores ensombrecieron la aureola de la vida griega. Basta pensar en la esclavitud y en la situación social de la mujer. Lo que constituía la fuerza de los helenos en el plano cul-tural, era su debilidad desde el punto de vista político. La falta de unión y las disensiones determinaron su destino." (Historia Universal, extractos).


3. UN INTERREGNO:
LA INDEPENDENCIA MACABEA o Asmonea (167-63 a. C.)

Matatías, sacerdote del linaje de Asmón, un valeroso patriota judío, enfurecido por los intentos de Antíoco Epifanes de destruir a los judíos, reunió a un grupo de judíos leales y alzó la bandera de la sublevación. Tuvo cinco hijos heroicos y guerreros: Juan, Simón, Judas, Eleazar y Jonatán. Su hijo Judas Macabeo ('martillo') reconquistó Jerusalén en 165 y purificó y reconsagró el templo. Esto dio lugar a la fiesta de la purificación o de la dedicación (Hannukah) que se conmemoraba en tiempos del Señor (Juan 10:22). Hoy se celebra el 25 de diciembre, coincidiendo con la Navidad.

Judas reunió en sí mismo la autoridad sacerdotal y civil, y de esta manera estableció la sucesión asmonea de sacer-dotes-gobernadores, que durante 100 años encabezaron una Judea independiente. Los macabeos continuaron su lu-cha contra Siria y las naciones vecinas que amenazaban a Israel. Judas Macabeo murió en 161, y asumió el mando su hermano Jonatán, quien se alió con Siria, obteniendo paz y cierta libertad para Judea. Con apoyo sirio, Jonatán asumió como sumo sacerdote y gobernador de Judea entre 150 y 144, año en que fue asesinado por los sirios. En 142, su hermano Simón echó definitivamente a los sirios, logrando la independencia casi total de Judea. Simón reno-vó el pacto con Roma que habían hecho sus hermanos Judas y Jonatán. Entretanto, el poderío romano se iba exten-diendo. (Para mayores detalles, consultar el libro de 1 Macabeos en la Biblia Católica).

Hechos importantes del período Macabeo

a. Los gobernantes ganaron una posición hereditaria. Con Simón Macabeo, el Sanedrín aprobó el sumo sacerdocio hereditario a perpetuidad. Los sacerdotes asmoneos gobernaron Judea hasta los días de Herodes el Grande (37 a. C).

b. Expansión de la helenización (influencia griega). A partir de Juan Hircano, hijo de Simón, la posición del sumo sa-cerdote tuvo más importancia política que religiosa. Juan Hircano y sus sucesores se apartaron cada vez más de la tradición judía, y trataron de gobernar al país al estilo de otros reyes de la época. Contaron para ello con el apoyo de la aristocracia ambiciosa. Juan Hircano cambió los nombres judíos de sus hijos por nombres griegos, y sus suceso-res se amoldaron cada vez más al helenismo. Juan Hircano primeramente era fariseo, pero luego se hizo saduceo, influido por la cultura griega. Bajo su gobierno Judea experimentó un proceso de expansión territorial y fortalecimiento. Fue tal el engrandecimiento de Juan Hircano, que se autodenominó "rey de Israel", título que conservaron los ju-díos hasta que Roma se apoderó del país.

c. Recuperación del territorio judío. Bajo el gobierno de su hijo Alejandro Janeo (103-78), los judíos volvieron a po-seer todo el territorio que habían logrado dominar en el tiempo de David y Salomón. No obstante, éste fue el más cruel e impío de todos los sumos sacerdotes. (Dio muerte a más de 50.000 judíos). En esta época, Galilea fue judai-zada, pero los samaritanos no aceptaron cambios, por lo que aún cien años más tarde eran enemigos de los judíos.

d. Surgen los fariseos y saduceos. La influencia helenizante entre los judíos dio origen a dos partidos: los fariseos, que defendían la antigua fe, y los saduceos, amantes de la filosofía secular y helenista.

Otros hechos importantes asociados con este período:

* La profanación de Antíoco Epifanes ocupa un lugar muy especial en la profecía bíblica, debido a su analogía con el anticristo.

* La sublevación de los Macabeos dio pie para que los judíos en tiempos de Cristo esperasen a un Mesías político a semejanza de ellos. Las hazañas de los macabeos estaban muy frescas en la memoria de todos los judíos.

4. PERÍODO ROMANO (63 a. C. hasta la época de Cristo)
(Cuarto imperio profético de Daniel)

Los romanos tuvieron un desarrollo acelerado en los últimos tres siglos antes de Cristo. En 146 a.C. el imperio roma-no constaba de siete provincias: Sicilia, Córcega, Cerdeña, España, Francia, África y Macedonia; y ya para el 133 Asia Menor se había constituido en la octava provincia romana.

Roma se alzó así como el cuarto imperio descrito por Daniel en sus profecías. (Es las "piernas de hierro" de la esta-tua, Dan. 2:33, 40; y la "cuarta bestia", en 7:7).

Roma empieza a intervenir en los asuntos de Judea. Pompeyo conquistó Siria y Palestina en 63 a.C. Depuso al últi-mo sacerdote macabeo, Aristóbulo II, y lo llevó cautivo a Roma. Antípater (de Idumea) fue nombrado gobernador de Judea.
Cuando nació el Señor Jesús, Judea era una subprovincia romana de Siria. En el año 40 a. C., César Augusto nom-bró a Herodes el Grande como rey de los judíos (37 -3 a.C.).

APORTES DE ROMA AL CRISTIANISMO

· Gobierno y paz mundiales: Había en el mundo romano un sentimiento cosmopolita. El mundo estaba globalizado y prácticamente sin fronteras, lo cual facilitó la difusión de la fe cristiana.

· Gobierno permanente (estable), con una ejemplar administración de justicia: el Derecho romano. El apóstol Pablo se vio muchas veces favorecido por estas condiciones sociopolíticas.

· Buenas carreteras: La red de carreteras romanas cruzaba todo el imperio, desde España hasta el Eufrates; desde Alemania hasta África. Esto hizo de la época romana la más comercial e internacional de la historia.

El erudito cristiano Wilton M. Nelson evalúa de la siguiente manera el aporte de los romanos a la difusión del evangelio: "La unión de tantas razas y pueblos bajo un imperio ayudó a derribar las barreras raciales y culturales y a unificar la raza humana. En estas condiciones el mundo habría de escuchar la predicación de la doctrina de que en Cristo, 'no hay griego ni judío ... bárbaro ni escita, siervo ni libre' sino que todos los creyentes son uno en Cristo". Ralph Earle, por su parte, lo plantea muy gráficamente: "En muchos sentidos fue para Pablo más fácil viajar por el territorio del Mediterráneo que lo sería para un misionero hoy día. Podía ir de un territorio a otro sin ser detenido en las fronteras por los oficiales de aduana". (En "Conozca su Nuevo Testamento").



II. VIDA RELIGIOSA DE PALESTINA EN EL TIEMPO DEL SEÑOR JESÚS

Se estima que la población de Palestina en la época del Señor Jesús era de cerca de un millón de perso-nas. En la sociedad israelita de ese tiempo había tres clases sociales: una alta (jefes políticos y religiosos, grandes comerciantes y terratenientes, publicanos), una media (comerciantes y artesanos, sacerdotes y es-cribas) y otra pobre (jornaleros, mendigos, leprosos, esclavos).

Los principales oficios eran la agricultura, la ganadería, la pesca (en el lago de Galilea), trabajos artesa-nales (alfarería, zapatería, carpintería, albañilería) y el comercio. La atención del templo daba trabajo a un gran número de sacerdotes y levitas.

1. Prácticas religiosas y filosofías grecorromanas imperantes

a) Adoración de reyes y emperadores

Alejandro Magno fue adorado como dios en Egipto ("hijo de Amón"), en Babilonia (ofreció a Marduk). Seleuco llevaba el nombre de Kirios (Señor). Tolomeo ostentaba el título de Soter (Salvador), y Antíoco IV Epífanes se hizo llamar "Teos Epífanes".

b) Religiones y filosofías que dominaban el pensamiento pagano en el tiempo del Señor Jesús

* Religiones de misterios y ocultismo: misterios eleusinos, de Isis y Osiris de Egipto, de Dionisos (Baco) el mitraísmo y prácticas de ocultismo y hechicería. (Ver Hechos 8:9-11; 16:16; Gál. 5:20; Ap. 9:21).

* Filosofías que chocaban con la fe cristiana en el primer siglo: El platonismo y sus derivados, el huma-nismo aristotélico, el gnosticismo, el epicureísmo y el estoicismo. (Hech. 17:18).

2. La Religión oficial: El judaísmo

a) La fe monoteísta del judaísmo se afirmó después del exilio babilónico

El exilio en Babilonia depuró la fe judía, limpiándola de la idolatría a que se inclinaba antes. La instruc-ción individual cobró gran importancia con el surgimiento de las sinagogas y los escribas.

b) El Antiguo Testamento, base de la religión judía

El escriba Esdras fue el recopilador de los 39 libros del Antiguo Testamento, que se dividían en tres cuerpos principales: Ley o Pentateuco, los Profetas y los Escritos.

Además de las Escrituras, los judíos utilizaban el Talmud, el comentario de la Ley, escrito a partir del 300 a. C. Éste se componía del Midrás (tradición oral), la Misná (versión escrita) y la Guemara (aplicación práctica de la Ley).

También usaban la Septuaginta, versión griega del AT, formada por 46 libros, que incluye siete de los llamados "apócrifos": Tobías, Judith, Baruc, Eclesiástico, I y II de Macabeos y Sabiduría, además de algu-nas secciones griegas de Ester y Daniel.

c) Los libros apócrifos

Entre el año 400 a. C. y el inicio del Nuevo Testamento, hubo silencio en cuanto a la revelación escrita de Dios. Después de Malaquías, no hubo más profetas en Judá. En este período apareció una serie de libros que no fueron aceptados como inspirados ni por los judíos ni por la iglesia primitiva. Son los libros apócri-fos (que en griego significa literalmente "oculto", o "secreto"). Los judíos usaban este término para referir-se a escritos dudosos, falsificados o bastardos.

Al final del primer siglo de la era cristiana, los rabinos judíos aprobaron un canon del Antiguo Testa-mento en la ciudad de Jamnia, Palestina. Cerraron el canon con los profetas Esdras, Nehemías y Malaquías. No reconocieron los apócrifos.

Los libros apócrifos son catorce: 1 y 2 Esdras, Tobías, Judit, el suplemento de Ester, Sabiduría, Eclesiás-tico, 1 y 2 Macabeos, Baruc, El cántico de los tres jóvenes, La historia de Susana, Bel y el dragón, y la ora-ción de Manasés. La iglesia católica en el concilio de Trento (1546) aceptó 11 de estos 14 libros, y los llamó "deuterocanónicos" (o del segundo canon). Los evangélicos nunca los han aceptado, excepto como material de investigación.

¿Por qué los libros apócrifos no fueron aceptados por los judíos y los cristianos?

- Sus escritores no eran reconocidos como profetas. Algunos autores de los apócrifos reconocen que es-criben por su cuenta y no pretenden ser inspirados (2 Macabeos 15:38-39; Eclesiástico 33:16).

- Su contenido es dudoso y controversial: Enseñan -entre otras cosas- la práctica de orar por las almas de los muertos (2 Macabeos 12:39-46), apoyando la idea del purgatorio; que el perdón de los pecados se al-canza por la limosna (Tobías 12:9), el culto a los muertos (Tobías 4:17). Algunos resaltan prácticas inmora-les como la mentira y la seducción.

- Ni Jesús ni los escritores del Nuevo Testamento hicieron uso de ellos, como lo hicieron de los 39 libros del Antiguo Testamento.

- Los padres de la iglesia no los tomaron como inspirados.

- Existen errores en fechas, lugares y otros datos. En algunas de sus declaraciones, los apócrifos no con-cuerdan con el testimonio escritural. Su carácter en cuanto a estilo literario es de un plano inferior al de los libros de la Biblia.

- Algunas citas: "Con toda tu alma honra al Señor y reverencia a los sacerdotes" (Eclo. 7:31). "Si obras el bien, mira a quién" (Eclo. 12:1). "Da al piadoso y no socorras al pecador" (Eclo. 12:4). "Alabemos a los varones gloriosos y a nuestros padres ... muchos de ellos dejaron gran nombre para que se canten sus ala-banzas" (Eclo. 44:1,8). "Era yo un niño de buen natural, que recibió en suerte un alma buena. Porque era bueno, vine a un cuerpo sin mancilla" (Sab. 8:19-20). "Pues los animales terrestres se mudan en acuáticos y los que nadan caminan sobre la tierra" (Sab. 19:18).

d) Instituciones y sectas judías

* El templo

El templo de Jerusalén era el lugar de adoración y el punto de convergencia de todos los judíos. Allí los sacerdotes ofrecían los sacrificios, y se celebraban las fiestas. El templo original, levantado por Salomón, fue destruido por los babilonios (587 a. C). El segundo templo fue construido por Zorobabel al regreso de Babilonia (536-516). Este sufrió ataques, saqueos y profanaciones a manos de Antíoco Epífanes (168), Pom-peyo (63) y por Craso (54). A partir del año 20 a.C. Herodes erigió un fastuoso templo de mármol y oro, que estaba en pie en días del Señor Jesús. El templo estaba allí, pero no la presencia de Dios. Por eso, el Señor le llamó "cueva de ladrones". Fue destruido totalmente en el año 70 de nuestra era. Este templo no es váli-do en el recuento profético, por haber sido levantado por manos profanas. Aunque algunos le llaman el "tercer templo", en realidad, el tercero aún no se ha construido.

* Las sinagogas

(Gr. synagogue, asamblea). Aparecieron en los días del cautiverio, cuando los judíos habían perdido su templo, y la nación estaba dispersa. Eran lugares donde se leía la Torá y el Talmud. Se establecieron en ca-da lugar donde hubiera una comunidad judía. Cuando regresaron a Palestina, los judíos trajeron sus sina-gogas. Toda ciudad importante tenía una o más. En Jerusalén, a pesar de estar allí el templo, había muchas. Se dice que para el año 70 d. C. había unas 400. Las presidía una junta de ancianos. Jesús y los primeros cristianos judíos asistían a ellas. (Mt. 13:54, Mr.1:21, Jn. 6:59, Hch. 13:5, 14, 14:1; Stgo. 2:2,3).

* El Sanedrín

Se cree que surgió en el siglo III a. C. Funcionaba en Jerusalén. Estaba compuesto por 70 miembros, sa-cerdotes y nobles saduceos, algunos fariseos, escribas y ancianos, bajo la presidencia del sumo sacerdote. El poder de este concilio era muy limitado, como se ve en el juicio contra el Señor (Mat. 27:1-2). No obstan-te, tenía autoridad sobre los problemas religiosos (Hech. 9:1-2;22:5). Terminó con la destrucción de Jerusa-lén, en 70 d. C.

* Los fariseos

Se cree que esta secta surgió en el siglo II a. C., en los días de Juan Hircano. En ese tiempo los judíos habían comenzado a ser helenizados; entonces aparecieron los hasidim, líderes judíos que permanecieron fieles a la ley de Moisés en tiempos en que muchos se sometían al helenismo impuesto sobre Judea por los griegos y los sirios. Los fariseos se consideraban herederos de los hasidim. Su propósito era conservar su integridad nacional y la conformidad estricta a la ley de Moisés. Mezclaban un fervoroso patriotismo con la devoción religiosa. Más tarde se convirtieron en una secta formalista e hipócrita de justicia propia. Repre-sentaban el grupo con más autoridad entre el pueblo. Eran influyentes y participaban en la dirección políti-ca. Fueron enemigos de las enseñanzas de Jesús, pero algunos se convirtieron al evangelio.

* Los saduceos

Surgieron por el mismo tiempo de los fariseos. Pero a diferencia de aquellos, éstos estaban a favor de adoptar las costumbres griegas, así que se pusieron del lado de los helenistas. Eran una camarilla sacerdo-tal aristócrata y materialista, francamente irreligiosa. No eran numerosos, pero sí ricos y de gran influen-cia. Colaboraban con los dominadores. No creían en los ángeles ni en la resurrección y negaban el castigo y la gloria de la vida futura (Mateo 3:7; 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27; Hechos 5:17;23:6). Racionalistas y mundanos, controlaban en gran parte el Sanedrín. Ocupaban los cargos principales del sacerdocio y del ri-tual del templo. Algunos los consideran los precursores de los liberales y humanistas de hoy. Aunque fue-ron enemigos de los fariseos por sus creencias, cuando se juzgó al Señor presentaron un frente unido con aquéllos.

*Los escribas

Eran copistas de las Escrituras, una profesión de origen muy antiguo, y de gran importancia antes de la invención de la imprenta. Probablemente surgieron en tiempos del exilio. Les correspondía copiar, estudiar e interpretar las Sagradas Escrituras, y transmitirlas al pueblo. Se les llamaba doctores, maestros o intér-pretes de la ley, y eran autoridades reconocidas (Mat.13:52; 23:2, 13). Las decisiones de los escribas princi-pales llegaron a ser ley oral o "tradición". Su interpretación de las Escrituras era literalista y tradicional, por lo que siempre estuvieron en contra del mensaje vivo de Jesucristo. Tuvieron gran influencia entre el pueblo. Enseñaban en el templo (Lc. 2.46) o en las sinagogas (Hch. 15.21). Creían en la resurrección y en los ángeles, en la venida del Mesías y en la reunión final de todas las tribus de Israel. Sus enseñanzas se conservaron en la llamada literatura rabínica, escrita después del Nuevo Testamento.

* Los herodianos

Este era un partido político que favorecía al déspota Herodes el Grande y a sus hijos, los cuales gober-naban las provincias palestinas bajo la autoridad de Roma. Creían que cooperando con los romanos res-guardaban los intereses del país. El pueblo los aborrecía así como aborrecían a Herodes, pero gozaban de popularidad en los círculos políticos. En dos ocasiones los herodianos se unieron con los fariseos para tra-mar la muerte de Jesús. a) Cuando sanó al hombre de la mano seca (Mar. 3:6), y b) Cuando tentaron a Jesús con la pregunta acerca de los impuestos (Mat. 22:15-22).

* Los esenios

Los esenios no se mencionan en el Nuevo Testamento. Fueron una reacción contra el formalismo de los fariseos y la mundanalidad de los saduceos. En un mundo tan convulsionado como el de aquellos tiempos, optaron por una vida más tranquila, separada de la agitación política, religiosa y social que predominaba entre los judíos. Vivían en comunidad y eran conocidos por su laboriosidad y su piedad. Su preocupación era la conservación y propagación de las enseñanzas del A. T. Creían en las doctrinas hebreas, pero tam-bién tenían muchas creencias paganas: el determinismo universal, la adoración del sol como dios, y la re-encarnación. Su aporte más importante fue dejar en las cuevas de Qumran, a orillas del mar Muerto, copia de gran parte de los escritos del Antiguo Testamento. En el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto (1947) se obtuvo nueva información sobre ellos. No se sabe si tuvieron contacto con Jesús y la iglesia primi-tiva; por lo menos no se refleja en su legado literario y arqueológico.

* Los Zelotes ('fanáticos', 'celosos')

También conocidos como "cananistas", eran una secta intensamente nacionalista, lo opuesto de los pu-blicanos. Políticamente estaban en contra de los romanos y fomentaban frecuentes rebeliones y escaramu-zas. Se los consideraba alborotadores. Este partido fue fundado por Judas el Galileo, quien dirigió una rebe-lión contra Roma en el 6.d.C. Se oponían a que Israel pagase tributo a un emperador pagano, sobre la base de que se trataba de traición a Dios, el verdadero rey de Israel. Uno de los discípulos del Señor, Simón el zelote, pertenecía a esta secta.

Se les llamaba zelotes porque seguían el ejemplo de Matatías y sus hijos y seguidores, que manifestaron celo por la ley de Dios cuando Antíoco IV intentó suprimir la religión judía, y el ejemplo de Finees en el de-sierto (Números 25:11). Cuando fue aplastada la rebelión del 6 d. C. mantuvieron vivo el espíritu de la mis-ma durante 60 años. Los zelotes estuvieron activos durante la guerra de 66-73 d.C.; la última plaza fuerte de los zelotes, Masada, cayó en mayo del 74 d. C. Eran fanáticos de la libertad y esperaban al Mesías como un caudillo libertador.

* Los publicanos

Eran judíos que por amor al dinero cobraban los tributos que exigía el Imperio Romano. A éstos no les interesaba qué métodos empleaban para cobrar los impuestos, con tal de que a las arcas del imperio entra-ran finalmente las cantidades presupuestadas.
Los publicanos se aprovechaban de esta situación, y siempre cobraban mucho más de lo justo, porque su comisión consistía en todo lo que superaba la cantidad estipulada por el imperio. Por eso la mayor parte de los publicanos eran muy ricos, y por eso también los judíos los odiaban. No los consideraban judíos sino apóstatas.

El desprecio e impopularidad hacia ellos lo manifiesta su mención junto a los pecadores (Mt. 5:46; 21:31).



III. GEOGRAFIA POLÍTICA EN TIEMPOS DE JESÚS

Herodes el Grande gobernó Judea en 37 - 3 a. C., era hijo de Antípater. Siendo de sangre idumea, nunca pudo granjearse el cariño de los judíos, los cuales, además, le acusaban de haber exterminado la casa de los macabeos. En el año 19 a. C. comenzó la edificación del fastuoso templo de Jerusalén, que estaba en pie en los días de nuestro Señor. Este Herodes reinaba cuando nació el Señor Jesús, y fue quien procuró matarlo. A su muerte, ocurrida poco después de la matanza de los niños (Mateo 2:16), dejó su reino a tres de sus ocho hijos: Arquelao, en Idumea, Judea y Samaria; Herodes Antipas, en Galilea y Perea; y Herodes Felipe II, en los territorios al noreste del Jordán, Iturea, Decápolis, etc. Esta distribución fue ratificada por Augusto César.

Arquelao, hijo del anterior, sólo reinó 10 años, porque una delegación de judíos y samaritanos le acusó ante el emperador. Éste le desterró. César Augusto puso entonces su territorio (Idumea, Judea y Samaria) bajo el dominio de Siria. Arquelao fue un rey muy cruel. Éste fue quien amedrentó a José, por cuya causa se fue a vivir a Nazaret (Mat. 2: 22). Desde Siria eran nombrados los procuradores romanos. No menos de 14 procuradores gobernaron desde el 6 hasta el 70 d. C. Pilato fue el quinto en esta lista.

Herodes Antipas ("el tetrarca", Luc. 3:19), otro de sus hijos, también fue un rey cruel. Este se hizo nota-ble por quitarle la esposa a su hermanastro Felipe (Marcos 6:17, 18; Lucas 3:18). El Señor Jesús se refirió a él como "aquella zorra" (Lucas 13:31-33). Este rey gobernó durante toda la vida del Señor. El último en-cuentro entre ellos tuvo lugar durante el juicio de Jesús. Pilato, al oír que Jesús era galileo, y en vista de que Herodes Antipas estaba en Jerusalén, le envió ante él. (Lucas 23:6-12).

Herodes Felipe II fue el tercero de sus herederos. Según el historiador Flavio Josefo, fue un gobernante muy justo. Entre otras obras, erigió la ciudad de Cesarea de Filipos, al pie del monte Hermón.

Sin embargo, su nieto Herodes Agripa continuó la sangrienta historia de su abuelo el Grande, pues mató a Santiago el apóstol (Hechos 12:1-2). El bisnieto Herodes Agripa II fue, más tarde, el rey ante quien fue juzgado Pablo. (Hech. 25:13-26;32)



CUADRO RESUMEN
VIDA RELIGIOSA Y POLÍTICA EN TIEMPOS DE NUESTRO SEÑOR

A. VIDA RELIGIOSA

1. Prácticas y filosofías grecorromanas

- Adoración de reyes y emperadores
- Religiones y filosofías imperantes

2. La religión oficial: El Judaísmo

- Una fe monoteísta depurada
- El Antiguo Testamento
- Los libros apócrifos
- Instituciones y sectas judías
- Templo, sinagogas, Sanedrín
- Fariseos, saduceos, escribas, herodianos, esenios, zelotes, publicanos

B. VIDA POLÍTICA

- Herodes el Grande
- Arquelao (Idumea, Samaria)
- Herodes Antipas (Galilea, Perea)
- Herodes Felipe II (Iturea, Traconite, Decápolis)
- Otros descendientes de Herodes el Grande



 


    







   
 
     
 
Nuevo Testamento - Evangelios
Cartas de San Pablo
Cartas a todos los Cristianos
 

 
     
 
 
Historia del Canon del Nuevo Testamento
 
Introducción al Nuevo Testamento y a la persona de Jesús.
 
Jesús no cae sino que es un hombre de su tiempo. Si no tenemos en cuenta el contexto histórico, social y político que vivió Jesús corremos el riesgo de leer la Biblia sin asumir los compromisos y opciones que Jesús nos señaló.
 
 
El Nuevo Testamento es un registro de eventos históricos, las ‘buenas noticias’ los eventos de la vida salvadora del Señor Jesús Cristo — Su vida, muerte, resurrección, ascensión, y la continuación de Su obra en el mundo — la cual es explicada y aplicada por los apóstoles a quienes Él escogió y envió al mundo. También es el cumplimiento de los eventos largamente anticipados por el Antiguo Testamento. Más allá, es historia sagrada, la cual, a diferencia de la historia secular, se escribió bajo la guía sobrenatural del Espíritu Santo. Esto significa que, como el Antiguo Testamento, es protegido del error humano y posee autoridad divina para la iglesia de hoy y a lo largo de la historia humana hasta el regreso del propio Señor.
Origen y Significado del Término “Nuevo Testamento”
Nuestra Biblia está dividida en dos secciones las llamamos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, pero exactamente ¿que significa? La palabra griega para “testamento,” diaqhkh (Latín, testamentum), significa “testamento, o pacto.” Pero usado en relación con el Nuevo Testamento “Pacto” es la mejor traducción. Como tal, se refiere a un nuevo arreglo hecho por una de las partes en la que las otras podrían entrar si aceptan el pacto. El uso del pacto de Dios, designa una nueva relación en la que los hombres pueden ser recibidos por Dios. El Antiguo Testamento o Pacto es principalmente un registro de los tratos de Dios con los Israelitas en base al Pacto Mosaico dado en el Monte Sinaí. Por otro lado, el Nuevo Testamento o Pacto (se anticipó en Jeremías 31:31 e instituido por el Señor Jesús, 1 Cor. 11:25), describe la nueva providencia de Dios con los hombres de cada tribu, lengua, pueblo y nación que aceptarán la salvación sobre el principio de la fe en Cristo.
El antiguo pacto reveló la santidad de Dios en el estándar moral de la ley y prometió un próximo Redentor; el nuevo pacto muestra la santidad de Dios en Su Hijo justo. El Nuevo Testamento, entonces, contiene las escrituras que revelan el contenido de este nuevo pacto.
El mensaje del Nuevo Testamento se centra (1) la Persona que se dio a sí misma para la remisión de pecados (Mat. 26:28) y (2) las personas (la iglesia) quienes han recibido Su salvación. Así el tema central del Nuevo Testamento es la salvación. 2
Los nombres Antiguo y Nuevo Pacto se aplicaron primero a las dos relaciones en las que Dios se envolvió con los hombres, y luego, a los libros que contuvieron el registro de estas dos relaciones. “El Nuevo Testamento es el tratado divino de los términos por los cuales Dios nos ha recibido, rebeldes y enemigos, en paz con Él.”3
Preparación Divina para el Nuevo Testamento
En el tiempo del Nuevo Testamento, Roma era el poder dominante mundial y gobernó sobre la mayoría del mundo antiguo. Pero en un pequeño pueblo en Palestina, Belén de Judea, nació uno que cambiaría el mundo. Acerca de esta Persona, el apóstol Pablo escribió, “Pero cuando la plenitud del tiempo llegó, Dios envió a Su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley (es decir, el Antiguo Pacto).” De varias especiales y maravillosas maneras, Dios había preparado al mundo para la venida del Mesías. Varios factores contribuyeron a esta preparación.
Preparación a través de la Nación Judía
La preparación para la venida de Cristo es la historia del Antiguo Testamento. Los judíos fueron escogidos por Dios de entre todas las naciones para ser una posesión valiosa como un reino de sacerdotes, y una nación santa (Ex.1:5-6). Considere, comenzando con las promesas de Dios dadas a los patriarcas, Abraham, Isaac, y Jacob (Gen. 12:1-3; Rom. 9:4), ellos serían los custodios de la Palabra de Dios (el Antiguo Testamento [Rom. 3:2]), y el canal del Redentor (Gen. 12:3; Gal. 3:8; Rom. 9:5). Por consiguiente, el Antiguo Testamento estaba lleno de Cristo y anticipó Su venida como un sufriente y glorificado Salvador. Además, no sólo eran muchas profecías, sino muy precisas, dando detalles del linaje del Mesías, lugar de nacimiento, las condiciones alrededor del tiempo de Su nacimiento, vida, muerte, e incluso Su resurrección.
Aunque Israel fue desobediente y fue tomada en cautividad como juicio de Dios por su dureza de corazón, no obstante Dios devolvió un remanente a su patria después de setenta años, como Él había prometido en preparación para la venida del Mesías. Aunque cuatrocientos años habían pasado después de la redacción del último libro del Antiguo Testamento, y aunque el clima religioso era uno de demostración farisea e hipocresía, había un espíritu de expectación Mesiánica en el aire y un remanente estaba buscando al Mesías.
Preparación a través del Idioma Griego
Es muy significantivo que cuando Cristo, el que vino para ser el Salvador del mundo y el que mandaría a Sus discípulos a los confines de la tierra para proclamar el evangelio (Mat. 28:19-20), había lo que A. T. Robertson llamó, “un lenguaje mundial.”4 Éste fue el resultado de las conquistas y aspiraciones de Alejandro el Grande, hijo del Rey Filipo de Macedonia, que más de 300 años antes del nacimiento de Cristo, arrasó el mundo antiguo conquistando nación tras nación. Su deseo era un mundo y un idioma. Como consecuencia de sus victorias, estableció el idioma griego como la lingua franca, la lengua común, y la cultura griega como el modelo de pensamiento y vida. Aunque su imperio fue de vida corta, el efecto de diseminar el idioma griego perduró.
Es significativo que el hablar en griego se generalizó, tomó el lugar de muchos dialectos, en el mismo momento que las leyes romanos se diseminaron por el mundo. El idioma difundido por el ejército de Alejandro, por el mundo Oriental, persistió después de la división del reino y penetró todas las partes del mundo romano, inclusive la propia Roma. Pablo escribió a la iglesia en Roma en griego, y Marcus Aurelius, el Emperador romano, escribió sus Meditaciones… en griego. No sólo era el idioma de las cartas, sino del comercio y de la vida del día a día.5
El punto aquí es que Dios estaba trabajando preparando al mundo para un idioma común y uno que eran un vehículo sin igual de comunicación por la claridad y precisión para proclamar el mensaje del Salvador. Como resultado, se escribieron los libros del Nuevo Testamento en el idioma común del día, Griego Koine. No se escribió en hebreo o arameo, aunque todos los escritores del Nuevo Testamento eran judíos salvo Lucas que era un Gentil. El griego Koine se había vuelto el segundo idioma de casi todos.
Preparación a través de los Romanos
Pero Dios no había terminado de preparar al mundo para su Salvador. Cuando Cristo nació en Palestina, Roma gobernaba el mundo. Palestina estaba bajo la ley romana. Sobre todo, Roma era celebre por su insistencia en la ley y el orden. La guerra civil más larga, más sangrienta en la historia de Roma había acabado finalmente con el reinado de Augustus Cesar. Como resultado, habían llegado a su fin más de 100 años de guerra civil y Roma había extendido sus límites inmensamente. Además, los romanos construyeron un sistema de caminos que, con la protección dada por su ejército que los patrullaba a menudo, contribuyó en gran medida a facilitar y dar seguridad a los viajeros que podían movilizarse de un lado a otro del imperio. Augustus fue el primer romano en llevar la púrpura imperial y coronarse como el único gobernante del imperio. Era moderado, sabio y considerado con sus súbditos, y trajo un gran tiempo de paz y prosperidad, haciendo de Roma un lugar seguro para vivir y viajar. Esto introdujo un periodo llamado “Pax Romana,” la paz de Roma (27 A.C.– 180 D.C.). Debido a todo lo que Augustus logró, muchos dijeron que cuando él nació, un dios nació. En estas condiciones nació Uno quién era y es de verdad la fuente de la verdadera paz personal y de la paz mundial duradera, versus la paz temporal y falsa que los hombres pueden dar — no importa cuan sabio o bueno o excelente este sea. Él es Dios verdadero, Dios-hombre, en lugar de un hombre llamado dios. La presencia del gobierno y la ley romana ayudó a preparar al mundo para Su vida y ministerio para que el evangelio pudiera predicarse.
Marcos 1:14-15. Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentios y creed en el evangelio!.»
El Mundo Religioso en el Tiempo del Nuevo Testamento
Antes de inspeccionar el Nuevo Testamento, sería bueno hacer un cuadro general de como era el mundo religioso cuando el Salvador entró en escena y cuando la iglesia fue enviada al mundo. Cuando lea la cita de Merrill Tenney, note la gran similitud con nuestro mundo hoy. El mensaje del Salvador revelado en el Nuevo Testamento es como un soplo de aire fresco después de haber estado en un cuarto lleno de humo.
La iglesia Cristiana nació en un mundo lleno de religiones en competencia las cuales pueden haber diferido ampliamente entre ellas pero todas poseían un característica común — el esfuerzo por alcanzar un dios o dioses que permanecían esencialmente inaccesibles. Aparte del Judaísmo que enseñó que Dios se había voluntariamente descubierto El mismo a los patriarcas, a Moisés, y a los profetas, no había ninguna otra fe que podía hablar con certeza de revelación divina ni de ningún concepto verdadero de pecado y salvación. Las normas éticas vigentes eran superficiales, a pesar del ideal y la visión poseída por algunos filósofos. Cuando disertaban sobre el mal y la virtud, no tenían ni el remedio para el uno ni el dinamismo que produce el otro.
Incluso en el Judaísmo la verdad revelada había sido disimulada o por la incrustación de tradiciones o por abandono…
El paganismo y todas las religiones, aparte del conocimiento y fe en la Palabra de Dios, siempre producen una parodia y una perversión de la revelación original de Dios para el hombre. Retienen muchos elementos básicos de verdad pero los tuercen en una falsedad práctica. La soberanía divina se vuelve fatalismo; la gracia se vuelve indulgencia; la justicia se vuelve conformismo a reglas arbitrarias; el culto se vuelve ritual vacío; la oración se vuelve un ruego egoísta; lo sobrenatural degenera en superstición. La luz de Dios es nublada por leyendas imaginarias y falsedades completas. La consecuente confusión de creencias y de valores dejan al hombres vagando en un laberinto de incertidumbres. Para algunos, la conveniencia se volvió la filosofía dominante de la vida; porque si no puede haber ninguna certeza absoluta, no puede haber ningún principio permanente por el cual se guíe la conducta; y si no hay ningún principio permanente, uno debe vivir tan bien como pueda aprovechando la ventaja del momento. El escepticismo prevaleció, los dioses viejos habían perdido su poder y ningún nuevo dios había aparecido. De cada rincón, numerosos nuevos cultos invadieron el imperio y se volvieron las novedades del rico superficial o el refugio del pobre desesperado. Los hombres habían perdido grandemente el sentido de alegría y de destino que hizo que la vida humana valga la pena.6
Composición y Arreglo del Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento está compuesto de veintisiete libros escritos por nueve autores diferentes. Basado en sus características literarias, ellos son a menudo clasificados en tres grandes grupos:
1. Los históricos (5 libros, los Evangelios y Hechos)
2. Los epistolares (21 libros, Romanos hasta Judas)
3. El profético (1 libro, Apocalipsis).
Las dos tablas siguientes ilustran la división y enfoque de esta triple clasificación de los libros del Nuevo Testamento. 7
Libros del Nuevo Testamento
Historia
Cartas
Profecía
Mateo
Pablo
Generales
 
Marcos
Primeras durante los viajes misioneros
Tardías
después del arresto en Jerusalén
Santiago
Hebreos
Apocalipsis
Lucas
Gálatas
Primera Prisión
Liberación
Segunda Prisión
Judas
 
Juan
1ª Tesalon.
 
1ª Timoteo
2ª Timoteo
1ª Pedro
 
 
2ª Tesalon.
Colosenses
Tito
 
 
 
 
 
 
 
 
2ª Pedro
 
 
1ª Corintios
Efesios
 
 
 
 
 
2ª Corintios
 
 
 
1ª Juan
 
 
 
Filemón
 
 
2ª Juan
 
 
 
 
 
 
3ª Juan
 
Hechos
Romanos
Filipenses
 
 
 
 
 
Una Apreciación global acerca del Enfoque
Históricos
Los Evangelios:
Mateo, Marcos, Lucas, Juan
Manifestación:
Contando la historia de la venida del Salvador, Su persona y obra.
 
Hechos
Los Hechos del Espíritu Santo a través de los apóstoles
Propagación:
Proclamando el mensaje del Salvador que ha venido.
Epistolares
Epístolas:
Cartas a las iglesias e individuos.
Romanos hasta Judas
Explicación:
Desarrollando la plena importancia de la persona y obra de Cristo y cómo esto debe afectar el caminar del cristiano en el mundo.
Profético
Apocalipsis
La revelación del Señor Jesús Cristo
Consumación:
Anticipando los eventos del final de los tiempos y el retorno del Señor, Su reino sin fin, y el estado eterno.
Orden de los Libros en el Nuevo Testamento
Como vemos en la clasificación anterior, el orden de los libros del Nuevos Testamento es lógico en lugar de cronológico. Como Ryrie explica:
Primero vienen los Evangelios que narran la vida de Cristo; luego Hechos que dan la historia del crecimiento de la Cristiandad; luego las cartas que muestran el desarrollo de las doctrinas de la iglesia junto con sus problemas; y finalmente, en Apocalipsis, la visión de la segunda venida de Cristo.8
Aunque los estudiosos de la Biblia difieren en la fecha exacta de cuando se escribieron los libros del Nuevo Testamento, el orden de redacción de los libros fue aproximadamente como sigue:
Libro
Fecha (D.C. )
Libro
Fecha (D.C. )
Santiago
Gálatas
1ª & 2ª Tesalonisenes
Marcos
Mateo
1ª Corintios
2ª Corintios
Romanos
Lucas
Hechos
Colosenses, Efesios
45-49
49
51
50s o 60s
50s o 60s
55
56
57-58
60
61
61
Filipenses, Filemón
1ª Pedro
1ª Timoteo
Tito
Hebreos
2ª Pedro
2ª Timoteo
Judas
Juan
1ª, 2ª, 3ª Juan
Apocalipsis
63
63-64
63-66
63-66
64-68
66
67
68-80
85-90
85-90
90-95
Selección de los Libros del Nuevo Testamento
Originalmente, los libros del Nuevo Testamento circularon separadamente y sólo gradualmente se fueron coleccionado juntos para formar lo que ahora conocemos como el Nuevo Testamento, parte del canon de las Escrituras. Por preservación de Dios, nuestros veintisiete libros del Nuevo Testamento fueron mantenidos apartados de muchas otras escrituras durante la iglesia primitiva. Fueron conservados como una parte del canon del Nuevo Testamento debido a su inspiración y a su autoridad apostólica. Ryrie tiene un excelente resumen de este proceso:
Después de que fueron escritos, los libros individuales no se reunieron inmediatamente en el canon, o en la colección de veintisiete que comprende el Nuevo Testamento. Grupos de libros como las cartas de Pablo y los Evangelios fueron conservados al principio por las iglesias o por las personas a quienes se les enviaron, y gradualmente todos los veintisiete libros fueron reunidos y formalmente reconocidos en conjunto por la iglesia.
Este proceso tomó aproximadamente 350 años. En el segundo siglo la circulación de libros que promovieron herejías acentuó la necesidad de distinguir la Escritura válida de otra literatura cristiana. Se desarrollaron ciertas pruebas para determinar qué libros debían ser incluidos. (1) ¿era el libro escrito o aprobado por un apóstol? (2) ¿eran sus volúmenes de naturaleza espiritual? (3) ¿dio evidencia de ser inspirado por Dios? (4) ¿era ampliamente aceptado por las iglesias?
No todos los veintisiete libros que fueron reconocidos como canónicos fueron aceptados por todas las iglesias en los primeros siglos, pero esto no significa que aquéllos que no eran inmediatamente o universalmente aceptados fueran espurios. Las cartas se dirigieron a los individuos (Filemón, 2 y 3 Juan) no habían circulado tan ampliamente como aquéllas enviadas a las iglesias. Los libros que la mayoría disputó fueron: Santiago, Judas, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, y Filemón, pero finalmente éstos fueron incluidos, y el canon fue certificado en el Concilio de Cartago en el 397 D.C.
Aunque ninguna copia original de ninguna de las escrituras que comprenden el Nuevo Testamento ha sobrevivido, existen más de 4,500 manuscritos griegos de todo o parte del texto, más unos 8,000 manuscritos latinos y por lo menos 1,000 otras versiones en las que los libros originales fueron traducidos. Un estudio cuidadoso y comparativo de estas muchas copias nos han dado un Nuevo Testamento exacto y fidedigno.9

2 Charles Caldwell Ryrie, Ryrie Study Bible, Expanded Edition, Moody, p. 1498.
3 J. Greshem Machen, The New Testament, An Introduction to Its Litereature and History, editado por W. Juan Cook, The Banner of Truth Trust, Edinburgh, 1976, p. 16.
4 A. T. Robertson, A Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historical Research, Broadman Press, Nashville, 1934, p. 54.
5 Robertson, p. 54.
6 Merrill C. Tenney, New Testament Times, Eerdmans, Grand Rapids, 1965, p. 107-108.
7 La primera tabla es de Ryrie Study Bible, Expanded Edition, por Charles Caldwell Ryrie, Moody, p. 1500.
8 Ryrie, p. 1498.
9 Ryrie, p. 1499.
 
 
Composición del Nuevo Testamento
La composición del Nuevo Testamento canónico se fijó poco a poco en los primeros siglos de la nueva religión. La lista más antigua se supone redactada hacia el año 170.
La lista actual fue publicada originalmente por Atanasio de Alejandría en 370 y consagrada como canónica en el Tercer Concilio de Cartago de 397. Sin embargo, las disputas sobre la composición del canon no cesaron. Martín Lutero cuestionó la pertinencia de incluir la Epístola de Santiago, la Epístola de Judas, la Epístola a los Hebreos y el Apocalipsis de Juan o Libro de la Revelación; aunque finalmente, a diferencia de los deuterocanónicos del Antiguo Testamento, no fueron nunca rechazados. Sin embargo, la canonización de 2 Pedro, 2 Juan, 3 Juan, Santiago y Judas, así como de Hebreos y Apocalipsis, sigue siendo tema de debate.
El Nuevo Testamento comprende los cuatro Evangelios canónicos, los Hechos de los Apóstoles, las epístolas de Pablo de Tarso, siete epístolas de diversa atribución y el Apocalipsis, como se puede observar en el esquema que se encuentra a continuación.
Comprende, en total, 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras iglesias Católicas Ortodoxas.
Orden
Libro
Abreviatura
Nº Capítulos
1
Mt.
28
2
Mc.
16
3
Lc.
24
4
Jn.
21
5
Hch.
28
6
Rom.
16
7
1 Cor.
16
8
2 Cor.
13
9
Gal.
6
10
Ef.
6
11
Flp.
4
12
Col.
4
13
1 Ts.
5
14
2 Ts.
3
15
1 Tim.
6
16
2 Tim.
4
17
Tit.
3
18
Flm.
1
19
Heb.
13
20
Stg.
5
21
1 P.
5
22
2 P.
3
23
1 Jn.
5
24
2 Jn.
1
25
3 Jn.
1
26
Jud.
1
27
Ap.
22
Los manuscritos del Nuevo Testamento
Según Robert W. Funk, fundador del Jesus Seminar (‘seminario de Jesús’), existen muchas variantes en los manuscritos griegos del Nuevo Testamento, algunas son variantes menores sin trascendencia, pero también hay cambios significativos. Él asegura:
Se ha estimado que hay más de 70.000 variantes significativas en los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. Tal montaña de variaciones ha sido reducida a un número manejable por las ediciones críticas modernas que ordenan, evalúan y eligen entre la miríada de posibilidades. Las ediciones críticas del Nuevo Testamento griego utilizadas por eruditos son, de hecho, creaciones de los críticos textuales y editores. No son idénticas a ninguno de los manuscritos antiguos sobrevivientes. Son una composición de muchas versiones distintas.
Los textos maestros se clasifican según criterio en "texto mayoritario recibido" o "Receptus" y "Texto Crítico". El primero prioriza las variaciones mayoritarias y tradicionales sin importar su antigüedad, se basa en la compilación iniciada por Erasmo. El segundo prioriza las lecturas más antiguas según criterio de jerarquía temporal, basándose en los textos más antiguos encontrados, aun recientemente, como el códice Sinaítico (costumbre seguida en las obras críticas de textos clásicos seculares). La vigésima séptima edición Nestlé-Aland es el texto maestro refinado más reciente y base para las traducciones vernáculas modernas.
Manuscritos
Papiros
Los manuscritos completos más antiguos del Nuevo Testamento son los códices pergaminos Sinaítico y Alejandrino, pero en cuanto a papiros, de data anterior existen cerca de cien papiros fragmentados (algunos caben en la palma de una mano).
Papiro Rylands
El papiro Rylands (P52) es el más antiguo de los manuscritos que se han encontrado de los cuatro evangelios canónicos. Se descubrió en el desierto de Egipto. Se publicó en 1935. Contiene algunos versículos del capítulo 18 del evangelio de Juan (Jn 18,31-33.37-38). Según el estudio grafológico es anterior al año 150 (suele datarse hacia 125-130 d. C).
Papiro Magdalena Gr 17
Fue encontrado en una tienda de antigüedades en Luxor (Egipto) a finales del siglo XIX. Fue adquirido por un sacerdote llamado Charles Bousfield Huleatt, quien tras su muerte donó el papiro al Magdalen College de Oxford, donde pasó a denominarse Gr 17. (suele datarse hacia 66-80 d. C)
Se trata de papiros descubiertos por M. Martin Bodmer. Del conjunto de cuatro papiros Bodmer (P66, P72, P73, P74) que se conservan en la Biblioteca de Cologny, en Ginebra, destaca el P66. Encontrado en Egipto y datado hacia el año 200, contiene catorce capítulos del evangelio de Juan.
Por su parte, los papiros Bodmer 14 y 15, conocidos como P75, fueron descubiertos también en Egipto en 1956 y están datados del año 175 al 225 d. C. Contienen cerca de la mitad de los Evangelios de Lucas y de Juan, a saber:
·         Lucas 3,18-22,33-38; 4,1-2,34-44; 5,1-10.37-39; 6,1-4.10-49; 7,1-32.35-39.41-43.46-50; 8,1-56; 9,1-2.4-62; 10,1-42; 11,1-54; 12,1-59; 13,1-35; 14,1-35; 15,1-32; 16,1-31; 17,1-15.19-37; 18,1-18; 22,4-42.45-71 (no aparecen 22,43-44); 23,1-56; 24,1-53
·         Juan 1,1-16a; 16b-51; 2,1-25; 3,1-36; 4,1-54; 5,1-3a; 5,5-47; 6,1-71; 7,1-52; 8,12-59; 9,1-41; 10,1-42; 11,1-45.48-57; 12,3-50; 13,1-10; 14,8-31; 15,1-10
P75 constituye el manuscrito más antiguo que mantiene unidos a dos Evangelios. Esto fue interpretado por diferentes escrituristas como una demostración de que, para las primeras comunidades cristianas, los Evangelios formaban una unidad. Pertenecieron a la Fundación Bodmer de Cologny (Ginebra). En 2007, fueron donados a la Biblioteca Apostólica Vaticana donde se conservan actualmente.[4]
Papiros Chester Beatty
Son tres papiros (P45, P46 y P47) escritos antes del año 250 d. C. Contienen fragmentos de las epístolas de Pablo, del Apocalipsis y de los evangelios.
  • P45: Contiene fragmentos de los cuatro evangelios canónicos y de los Hechos de los apóstoles
  • P46: Contiene epístolas de Pablo: Rom 1‑2; Cor; Ef; Gál; Fil; Col; 1‑2 Tes
  • P47: Contiene un fragmento del libro de Apocalipsis (9,10—17,2).
Pergaminos
Data de mediados del siglo IV.
De mediados del siglo IV.
Del siglo V
Códice de Efrén
Del siglo V.
Del siglo V. Solo contiene los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles. El texto de los Hechos difiere algo de otras versiones.
Códice Freer
Del siglo V. Solo contiene los Evangelios.
Siglos V a XV
  • La Vulgata de san Jerónimo aparece en el año 382.
  • Recensión de Bizancio, a principios del siglo V: Da lugar a la versión koiné.
  • La Peshitta siríaca se escribe en el siglo V.
  • La versión armenia, del siglo V.
  • Las copias de los monasterios.
Siglos XV-XIX
Estas dos versiones son fusionadas por Robert Estienne. La cuarta edición de esta publicación es la utilizada, a partir de Teodoro de Beza hasta finales del siglo XIX
Desde el siglo XIX
Se descubre el códice sinaítico (K. Tischendorf, 1859). Los códices Sinaiticus y Vaticanus dan lugar a los textos actuales.
Tercer Concilio de Cartago
En el año 397 el papa Siricio convoca el tercer concilio de Cartago donde se impone la vulgata (traducción de la Biblia al latín vulgar realizada por San Jerónimo del 382-405) y finalmente se edita el Nuevo Testamento.
Nuevo Testamento español
Por siglos la Biblia fue el libro de mayor distribución en España, habiendo disponibles copias manuscritas en latín y, por varios siglos, hasta en la lengua gótica. Diversas historias bíblicas, salterios (o salmos), glosarios, relatos morales y obras similares se convirtieron en libros de mayor venta de la época. Copistas adiestrados reprodujeron concienzudamente exquisitos manuscritos bíblicos. Aunque a 20 escribas les tomaba todo un año producir un solo manuscrito de primera clase, muchas Biblias latinas y millares de comentarios sobre la Biblia latina circulaban en España para el siglo XV.
Cuando el idioma español empezó a desarrollarse, surgió interés en tener la Biblia en el lenguaje vernáculo. Para el siglo XII la Biblia se tradujo al romance o español antiguo, el lenguaje que hablaba la gente común.
Posteriormente la disidencia de valdenses, lolardos y husitas hicieron que por precaución a la herejía la Iglesia prohibiera la traducción de la Biblia en lengua romance (Concilio de Tolouse, Francia, 1229). Por los siguientes doscientos años la única Biblia católica oficial publicada en España —aparte de la Vulgata latina— fue la Políglota complutense, la primera Biblia políglota, patrocinada por el cardenal Cisneros. Solo se imprimieron 600 ejemplares. Contenía el texto bíblico en hebreo, arameo, griego y latín.
A principios del siglo XVI Francisco de Enzinas, hijo de un rico terrateniente español, empezó a traducir el Nuevo Testamento al español mientras todavía era un joven estudiante. Luego consiguió que se imprimiera su traducción en los Países Bajos, y en 1544 trató de obtener la autorización real para distribuirla en España, la cual le fue rechazada y terminó acusado ante la inquisición. Pocos años más tarde se imprimió una edición revisada de esa traducción en Venecia, Italia, la que Julián Hernández introdujo secretamente en Sevilla, siendo prendido y posteriormente ejecutado por herejía.
Solo posteriormente se empezó a traducir la Biblia entera a lengua vernácula castellana con la Obra de Casiodoro de Reina (Biblia del Oso 1568-1569), por parte del protestantismo, y Felipe Scío de San Miguel (1790) y Félix Torres Amat (1823) en el catolicismo.
Referencias
2.      a b c Rivas, Luis H. (2010). «Testamento» (en español). Diccionario para el estudio de la Biblia. Buenos Aires: Amico. p. 178. ISBN 978-987-25195-1-3. 
3.      "Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas", Jaime Alvear et al. Cap. 1 "Fuentes para el conocimiento de Jesús". J. M. Blazquez. Pág 19. Ed. Cátedra. Historia Serie Mayor. Madrid, 1995.
Bibliografía
·         Brown, Raymond E. (1997). An introduction to the New Testament. Anchor Bible Reference Library; New York: Doubleday.
·         Bultmann, Rudolf (1951–1955). Theology of the New Testament, English translation, 2 volumes. New York: Scribner.
·         Koester, Helmut (1995 and 2000). Introduction to the New Testament, 2d edition, 2 volumes. Berlin: Walter de Gruyter.
·         Schnelle, Udo (1998). The history and theology of the New Testament writings, English translation. Minneapolis: Fortress Press.
·         Mateos, Juan; Alonso Schökel, Luis (1975). Nuevo Testamento. Madrid: Cristiandad. ISBN 84-7057-168-0.
·         Iglesias, Manuel (2003). Nuevo Testamento. Madrid: Encuentro.
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