fe s. f.
1 Confianza o creencia en alguien o algo cuyas
cualidades no necesitan ser demostradas: tiene mucha fe
en sus hijos; tenía una fe ciega en él.
2 Virtud teologal del cristianismo que consiste en
creer en la palabra de Dios y en la doctrina de la Iglesia: las virtudes teologales son tres: fe, esperanza y caridad.
3 Conjunto de creencias y dogmas de una religión o
una doctrina política: la fe católica.
4 Documento legal con el que se confirma la verdad de
un hecho o circunstancia: fe de bautismo; fe de vida.
5 Intención de una persona al hablar o actuar: lo hizo de buena fe; aquellas palabras no iban con mala
fe.
dar fe Certificar o afirmar la verdad de algo: el notario da fe de la venta de un piso; doy fe de que cuando
ocurrieron los hechos él estaba conmigo.
fe de erratas Lista que se añade en un libro, al
principio o al final, para indicar y corregir los errores de impresión o de otro
tipo que se han percibido cuando ya está terminada la impresión.
fe de errores Nota de corrección sobre algún error,
como un nombre mal escrito o un dato equivocado, aparecido en el número anterior
de un periódico o revista.
La fe es, generalmente, la confianza o creencia en algo o alguien.[1] Puede definirse como la aceptación de un enunciado declarado por alguien con determinada autoridad, conocimiento o experiencia, o como la suposición de que algo reflexionado por uno mismo es correcto aunque falten pruebas para llegar a una certeza sobre ese algo. La fe va de la mano con la confianza.
Las causas por las cuales las personas se convencen de la veracidad de algo que aceptan por fe, dependerán de los enunciados filosóficos en los que las personas confían y de otros aspectivos de tipo emotivo o cultural. La palabra «fe» puede también referirse directamente a una religión o a la religión en general.[2]
La Fe según la Biblia
La Fe es un concepto judío que se deriva de la palabra hebrea emuná que significa tres cosas: firmeza, seguridad y fidelidad. Para el pensamiento judío, una fe que no incluya seguridad o fidelidad, es lo mismo que separar el espíritu del cuerpo, es decir: es una fe muerta (Stg 2:26).
Ésta es la definición de la fe dada en la carta a los hebreos:
"la Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve" (Heb 11:1).
La palabra griega: élenchos se suele traducir tradicionalmente por: 'convicción', pero como hemos visto, la fe no es sólo convicción; sino obrar consecuentemente con lo que uno cree. Élenchos también significa: "evidencia" o "prueba de algo". Así pone Yakov (Jacobo, o Santiago) el ejemplo de Abraham: que creyó a Dios y le fue contado por justicia, pero únicamente validó esa convicción cuando llevó a su hijo al altar, como Dios le había mandado (Heb 11:17; Stg 2:21-22).
Véase también
Referencias
- ↑ «Real Academia Española: Fe» (en español). Consultado el 20 de febrero de 2011.
- ↑ http://www.merriam-webster.com/dictionary/faith merriam-webster.com: 2B (1): "Firme creencia en algo de lo cual no existe pruebas"
Enlaces externos
- Wikcionario tiene definiciones para fe.Wikcionario
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Fe. Wikiquote
- Entrevista a los autores del libro "Fe que Sana"
Enlaces externos (en inglés)
- Wikcionario en inglés tiene definiciones para faith.Wikcionario
- Faith.com
- The Skeptic's Dictionary entry on Faith
- Epistemology of the religion, article from Stanford Encyclopedia of Philosophy by Peter Forrest
- Martin Luther's Definition of Faith
- John Calvin on Justification by Faith from The Institutes of the Christian Religion
- Charles Spurgeon on the Warrant of Faith
- B.B. Warfield on Justification By Faith
- FaithStreams.com
- Catholic Encyclopedia entry on Faith
- Faith in Judaism chabad.org
- Lectures on Faith
- LDS view
- Faith- Luke 8 An audio sermon from Sylvania Christian
- Faith from the 1913 Catholic Encyclopedia
Reflexión: Virtud Teologal de la FE
Virtud Teologal de la Fe
Fe significa creer algo a alguien. Quien cree, acepta por el testimonio de otro, que un determinado contenido es algo real y verdadero. Esto podría ser de una manera esquemática el concepto de Fe. Como puedes observar existen entonces dos elementos esenciales, por una parte la creencia
en un contenido, el tenerlo por verdadero y por otro la creencia a una persona, la confianza en ella.
Fe quiere decir por tanto tener algo por real y verdadero en virtud del testimonio de otro. El hombre puede ser obligado a hacer muchas cosas, incluso en contra de su voluntad. Pero creer sólo podrá hacerlo si quiere. He aquí pues, otro ingrediente importante: La voluntad. En el acto mismo de la Fe, el creyente cree porque quiere creer. De manera que el concurso de la voluntad en el acto de fe es imprescindible. Por otra parte, tener Fe implica participar en el conocimiento de alguien que sabe. Si no hay nadie que vea y que sepa, no puede haber nadie que crea,
La Fe es un acto libre, a nadie, absolutamente a nadie se le puede obligar a que crea, de allí que surja otro elemento de la Fe: La Libertad. Todos estos conceptos y elementos constitutivos del acto de Fe nos llevan a una primera conclusión: La Fe se manifiesta como una convicción del hombre en todo su ser, pues además del entendimiento abarca, la voluntad y la libertad. Ahora bien, la verdadera Fe, es espontánea. La creencia puedes adquirirla mediante el estudio, pero la fe no, por eso e dije al principio: cree el que quiere libremente pues la Fe no se mezcla con ningún análisis. Lo importante en todo esto es si quieres saber, la búsqueda del perfeccionamiento jamás ha sido por la personas que solamente creen o no creen, de lo que se trata es de estudiar para saber. Si tienes Fe en lo que haces y por que lo haces, entonces podrás estudiar y de esta manera alcanzarás el camino del saber.
FE, ESPERANZA Y AMOR
Firmes en la Fe, caminando con Esperanza para manifestar alegres el amor de Dios
Fe significa creer algo a alguien. Quien cree, acepta por el testimonio de otro, que un determinado contenido es algo real y verdadero. Esto podría ser de una manera esquemática el concepto de Fe. Como puedes observar existen entonces dos elementos esenciales, por una parte la creencia
en un contenido, el tenerlo por verdadero y por otro la creencia a una persona, la confianza en ella.
Fe quiere decir por tanto tener algo por real y verdadero en virtud del testimonio de otro. El hombre puede ser obligado a hacer muchas cosas, incluso en contra de su voluntad. Pero creer sólo podrá hacerlo si quiere. He aquí pues, otro ingrediente importante: La voluntad. En el acto mismo de la Fe, el creyente cree porque quiere creer. De manera que el concurso de la voluntad en el acto de fe es imprescindible. Por otra parte, tener Fe implica participar en el conocimiento de alguien que sabe. Si no hay nadie que vea y que sepa, no puede haber nadie que crea,
La Fe es un acto libre, a nadie, absolutamente a nadie se le puede obligar a que crea, de allí que surja otro elemento de la Fe: La Libertad. Todos estos conceptos y elementos constitutivos del acto de Fe nos llevan a una primera conclusión: La Fe se manifiesta como una convicción del hombre en todo su ser, pues además del entendimiento abarca, la voluntad y la libertad. Ahora bien, la verdadera Fe, es espontánea. La creencia puedes adquirirla mediante el estudio, pero la fe no, por eso e dije al principio: cree el que quiere libremente pues la Fe no se mezcla con ningún análisis. Lo importante en todo esto es si quieres saber, la búsqueda del perfeccionamiento jamás ha sido por la personas que solamente creen o no creen, de lo que se trata es de estudiar para saber. Si tienes Fe en lo que haces y por que lo haces, entonces podrás estudiar y de esta manera alcanzarás el camino del saber.
FE, ESPERANZA Y AMOR
Firmes en la Fe, caminando con Esperanza para manifestar alegres el amor de Dios
FeEtim. Latín fides, creer; hábito de fe; objeto de fe
"Fe" bajo el Primer Mandamiento | Fe y razón | Fe y obras
Frutos del Espíritu Santo Nuevas formas de increencia y de religiosidad -vatican.va | ¿Dios existe? | Vocación: Dios Llama
Frutos del Espíritu Santo Nuevas formas de increencia y de religiosidad -vatican.va | ¿Dios existe? | Vocación: Dios Llama
Tener fe es aceptar la palabra de otro, entendiéndola y confiando que es honesto y por lo tanto que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es la autoridad (el derecho de ser creído) de aquel a quien se cree. Este reconocimiento de autoridad ocurre cuando se acepta que el o ella tiene conocimiento sobre lo que dice y posee integridad de manera que no engaña.
Se trata de fe divina cuando es Dios a quien se cree. Se trata de fe humana cuando se cree a un ser humano.
Hay lugar para ambos tipos de fe (divina y humana) pero en diferente grado. A Dios le debemos fe absoluta porque El tiene absoluto conocimiento y es absolutamente veraz.
Hay lugar para ambos tipos de fe (divina y humana) pero en diferente grado. A Dios le debemos fe absoluta porque El tiene absoluto conocimiento y es absolutamente veraz.
"La fe es adhesión a Dios en el claroscuro del misterio; sin embargo es también búsqueda con el deseo de conocer más y mejor la verdad revelada" -JP II
La fe divina es una virtud teologal y procede de un don de Dios que nos capacita para reconocer que es Dios quien habla y enseña en las Sagradas Escrituras y en la Iglesia. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda y preocupaciones de este mundo las enseñanzas de la fe son las enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y buenas.
Por la fe aceptamos, por la autoridad de Dios que revela, verdades que están mas allá de la razón humana. Ver Fe y razón Juan Pablo II
La fe divina es una virtud teologal y procede de un don de Dios que nos capacita para reconocer que es Dios quien habla y enseña en las Sagradas Escrituras y en la Iglesia. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda y preocupaciones de este mundo las enseñanzas de la fe son las enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y buenas.
Por la fe aceptamos, por la autoridad de Dios que revela, verdades que están mas allá de la razón humana. Ver Fe y razón Juan Pablo II
La fe inicia nuestra relación personal con Dios. Concilio Vaticano I: Por la fe quedamos habilitados para confiar todo nuestro ser a Dios, le ofrecemos el homenaje total de nuestro entendimiento y voluntad y asentimos libremente a lo que Dios revela. La fe es un don permanente los que la han recibido bajo el magisterio de la Iglesia no pueden tener jamás causa justa de cambiar o poner en duda esa fe.
Debemos:
Tener una fe informada. Para ello es necesario estudiar lo que nuestra fe enseña.
Retener la Palabra de Dios en su pureza. (sin comprometerla o apartarse de ella)
Ser testigos incansables de la verdad que Dios nos ha revelado.
Defender la fe con valentía, especialmente cuando esta puesta en duda o cuando callar seria un escándalo. (Declaración sobre la libertad religiosa Dignitatis Humanae). Mt 10:32_33
Creer todo cuanto Dios enseña por medio de la Iglesia (No escoger según nos guste).
"La fe es el comienzo de la salvación humana" (San Fulgencio).
¿Tienen fe los cristianos que no están en comunión con la Iglesia? Sí, tienen fe en Dios y conocen muchas de las verdades que El nos ha revelado. Pero no tienen fe en todo lo que El ha revelado.
Fe y cultura
"La fe que no afecta la cultura de la persona es una fe no plenamente abrazada..." -Juan Pablo II
Debemos:
Tener una fe informada. Para ello es necesario estudiar lo que nuestra fe enseña.
Retener la Palabra de Dios en su pureza. (sin comprometerla o apartarse de ella)
Ser testigos incansables de la verdad que Dios nos ha revelado.
Defender la fe con valentía, especialmente cuando esta puesta en duda o cuando callar seria un escándalo. (Declaración sobre la libertad religiosa Dignitatis Humanae). Mt 10:32_33
Creer todo cuanto Dios enseña por medio de la Iglesia (No escoger según nos guste).
"La fe es el comienzo de la salvación humana" (San Fulgencio).
¿Tienen fe los cristianos que no están en comunión con la Iglesia? Sí, tienen fe en Dios y conocen muchas de las verdades que El nos ha revelado. Pero no tienen fe en todo lo que El ha revelado.
Fe y cultura
"La fe que no afecta la cultura de la persona es una fe no plenamente abrazada..." -Juan Pablo II
Esta virtud (fe) implica que yo renuncie a la arrogancia, a mi pensamiento, a la pretensión de juzgar por mí mismo, sin confiarme a otros. Este camino hacia la humildad, hacia la infancia espiritual es necesario. -Benedicto XVI, 11 feb, 2009
Año de la Fe 11 Octubre 2012 - 24 Noviembre 2013
El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Al anunciar el Año de la Fe, el Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente". Benedicto XVI convocó al Año de la Fe con la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre de 2011.
Cómo celebrarlo:
- El Credo
23 de enero 2013 - La Revelación de Dios
16 de enero 2013 - El Misterio de la Encarnación
9 de enero 2013 - El origen de Jesús y la acción de Dios
2 de enero 2013 - La fe de María a partir del misterio de la Anunciación
19 de diciembre 2012 - El Adviento y las etapas de la Revelación
12 de diciembre 2012 - Instaurar todo en Cristo
5 de diciembre 2012 - La urgencia de hablar con Dios en nuestro tiempo
28 de noviembre 2012 - Lo razonable de creer
21 de noviembre 2012 - Tres vías que conducen a Dios
14 de noviembre 2012 - Dios que es el único que sacia al ser humano
7 de noviembre 2012 - La fe nace de la Iglesia
31 de octubre de 2012 - La fe y lo que significa creer hoy en día
24 de octubre de 2012 - El Credo
17 de octubre de 2012
- Catecismo de la Iglesia Católica
- Concilio Vaticano II
- Carta Apostólica PORTA FIDEI
- Decreto de la Penitenciaría Apostólica sobre las indulgencias plenarias en el Año de la Fe
- Logo oficial: Explicación / Descargar en Español / Descargar en Latín
- Himno oficial: Partitura / Solo Letra
- Videos
- Noticias
- Programa
- Eventos
Versículos Bíblicos: Fe En Cristo
Algunos versículos bíblicos que nos dicen que la fe en Cristo asegura nuestra salvación.
Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra,
y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 5:24
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
Juan 11:25-26
Yo, la luz, he venido al mundo,
para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo;
porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo;
porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Juan 12:46-47
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos;
y acerca tu mano, y métela en mi costado;
y no seas incrédulo, sino creyente.
y acerca tu mano, y métela en mi costado;
y no seas incrédulo, sino creyente.
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Juan 20:27-29
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos,
las cuales no están escritas en este libro.
las cuales no están escritas en este libro.
Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Juan 20:30-31
...Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Romanos 10:8-9
Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo,
y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
1 Juan 3.23
Justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia;
sabiendo que la tribulación produce paciencia;
y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
porque el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 5:1-5
Palabras de Aliento: La Prueba de Nuestra Fe
El modo en que las pruebas y dificultades de la vida fortalecen nuestra fe.
"La fe no probada puede ser una fe genuina, pero es, sin duda, una fe débil, y probablemente mientras esté sin pruebas ha de permanecer enana.La fe nunca prospera más que cuando todas las cosas le son contrarias: las tormentas son sus entrenadores y los relámpagos son sus iluminadores.
Cuando en el mar reina calma, extiende como quieras las velas, la nave no marchará hacia su puerto, pues en un mar dormido la quilla duerme también. Deja que los vientos soplen furiosamente y que las aguas se agiten, pues es así como el barco podrá llegar al puerto deseado, aunque se balancee de un lado al otro, y aunque su cubierta se lave con las olas, y el mástil cruja bajo la presión de las infladas velas.
Ninguna flor tiene un azul tan hermoso como las que crecen al pie de los helados ventisqueros. Ninguna estrella brilla más que las que fulguran en el cielo polar; ninguna agua tiene un gusto más agradable que la que corre por el desierto de arena, y ninguna fe es tan preciosa como la que vive y triunfa en la adversidad.
La fe probada trae experiencia. Si no hubieses estado obligado a pasar por los ríos, no habrías creído en tu debilidad; si no hubieses sido sostenido en medio de las aguas, nunca habrías conocido la potencia de Dios. La fe cuanto más se ejercita en la tribulación, más crece en firmeza, en seguridad y en intensidad. La fe es preciosa, y su prueba es preciosa también".
C. H. Spurgeon. Lecturas Matutinas. La prueba de vuestra fe
"Al abrir la Biblia y contemplar la marcha del Pueblo hacia Dios en la profundización, esclarecimiento y purificación de su fe, llegamos a experimentar vivamente ¡qué difícil es esta ruta que conduce al misterio de Dios, la ruta de la fe! Y no sólo para Israel; sino para nosotros.Cada día estamos viendo que el desaliento, la inconstancia y las crisis nos esperan en cualquier esquina. Y esto, sin olvidar que la fe, en sí misma, es oscuridad e incertidumbre...
En distintos momentos, el Concilio presenta la vivencia de la fe como una peregrinación. Más aún, nos la presenta en un nivel paralelo a la travesía de Israel por el desierto. Ciertamente aquella marcha constituyó la prueba de fuego para la fe de Israel en su Dios. Sin embargo, aunque es verdad que de esa prueba salió fortalecida la fe de Israel, aquella peregrinación estuvo cuajada de adoración y blasfemia, rebeldía y sumisión, fidelidad y deserción, aclamación y protesta.
Todo ello es un símbolo real de nuestras relaciones con Dios mientras estamos 'en camino' y, sobre todo, y esto es lo que aquí nos interesa destacar, es un símbolo de las vacilaciones y perplejidades que sufre toda alma en su ascensión hacia Dios, más concretamente en su vida de fe. Pocos hombres, quizá nadie, se han visto libres de tales desfallecimientos...
Si siempre fue áspera y difícil la ruta de la fe, en nuestros días han aumentado las dificultades. Hoy la iglesia está atravesando un nuevo desierto. Las amenazas que acechan a los peregrinos son las mismas de antaño: desalientos por eclipses de Dios, la aparición de nuevos 'dioses' que reclaman adoración, y la tentación de detener la dura marcha de la fe para regresar al confortable y 'fértil Egipto'.
Vivimos en el nuevo desierto. El camino de Dios está erizado de dificultades. Las tentaciones cambian de nombre. Antaño las tentaciones se llamaban las ollas repletas, el pescado frito, la carne asada, las cebollas y sandías de Egipto. Hoy día las tentaciones se llaman el horizontalismo, el secularismo, el hedonismo, el subjetivismo, la espontaneidad, la frivolidad.
¿Cuántos de los peregrinos llegarán a la Tierra Prometida? ¿cuántos abandonaran la dura marcha de la fe? ¿Tendremos que hacernos a la idea, también nosotros, de que sólo un 'pequeño resto' habrá de llegar a la fidelidad total a Dios? ¿Cuál es y dónde está el Jordán que habremos de atravesar para entrar en la zona de la libertad? Una vez más el horizonte se nos puebla de preguntas, silencio y oscuridad. Es el precio de la fe.
Estamos en un proceso de decantación. La fe es un río que avanza. Las impurezas se posan en el lecho del río, pero la corriente sigue".
Ignacio Larrañaga. Muéstrame Tu Rostro
"Quisiéramos ser capaces de ver el futuro, pero en la mayoría de los casos apenas si tenemos luz suficiente para dar el próximo paso. El arte de vivir es disfrutar de lo que podemos ver y no quejarnos de lo que queda en la oscuridad.
Cuando somos capaces de dar el último paso con la seguridad de que tendremos luz suficiente para el siguiente, podemos caminar con gozo por la vida.
Regocijémonos de la pequeña luz que llevamos y no pidamos el potente rayo que haga desaparecer toda la oscuridad".
Henri Nouwen. Palabras con Henri Nouwen
"En los caminos de la fe no existen líneas rectas porque la gracia, por principio, es oscilante y la voluntad de Dios, por ser gratuidad, es desconcertante.No hay solución cierta o automática para afrontar los altibajos imprevisibles de la enfermedad. Sólo hay una respuesta: aceptar con amor lo que venga, sea lo que fuere. Este es el secreto de la paz.
No sabemos qué hay detrás de la pared (y la pared se llama tiempo), pero sí conocemos a Aquel 'en cuyas manos está nuestro destino' (Sal. 30), y eso basta. Vivir en la fe significa aceptar con amor lo que cada momento nos depara imprevisiblemente.
En resumen, el secreto de la paz está en aceptar con fe y amor las eventualidades oscilantes que la enfermedad puede traerme a cada momento como expresión de la voluntad permisiva del Padre".
Ignacio Larrañaga. Las Fuerzas de la Decadencia
Textos Elegidos: La Fe
Palabras de Inspiración con algunas reflexiones acerca de la fe como confianza plena en Dios.
"Los teólogos coinciden en que la fe no es, en primer término, dar por cierto hechos, sino tener confianza en Dios. Ellos hablan de una 'fe en ti' en oposición a la mera 'fe en que...'.Tener fe significa tener confianza en Dios. El término alemán 'vertrauen' (tener confianza) proviene de treu 'fiel' y significa: firmeza. Quien tiene confianza en Dios, tiene un fundamento sólido bajo sus pies. Al mismo tiempo, la confianza en Dios es sostén para aprender a desarrollar la confianza en uno mismo y en las otras personas".
Anselm Grün. Desafíos para vivir mejor
"La confianza es la base de la vida. Ningún ser humano puede vivir sin confianza. Los trapecistas nos ofrecen una hermosa imagen de esto. Tienen que confiar en lo que va a sostenerlos. Pueden dar los saltos más espectaculares, dobles, triples o cuádruples, pero los que finalmente hacen espectacular su actuación son los que los sostienen, que están allí, para agarrarlos, en el lugar exacto y en el momento exacto.Hay mucho de vuelo en nuestras vidas. Es maravilloso volar en el aire, libres como las aves. Pero cuando Dios no está allí para sostenernos, todo nuestro vuelo termina en la nada. Tengamos confianza en el Gran Sostenedor".
Henri Nouwen. Pan para el viaje. Confiar en quien nos sostiene
"No siempre nuestras oraciones han sido escuchadas cuando hemos pedido no perder a quien amábamos o cuando tratábamos de comprender nuestros sueños, llegando inclusive a dudar de Dios. El más idealista o positivo de entre nosotros puede fácilmente decir que la respuesta a nuestros ruegos a veces es 'no', sin tener demasiado en cuenta nuestro dolor, nuestra angustia, nuestra desesperación. Esto se contradice mucho con lo que aprendemos sobre la naturaleza de Dios en la Biblia, que escoge la vida para nosotros y quiere que amemos y nos sintamos amados por él. El Dios del cristianismo es un Dios del 'Sí' (2 Corintios 1:19-20).En el Sermón del Monte Jesús dijo, '¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! (Mateo 7:9-11)
La contradicción aparente entre estas afirmaciones positivas y nuestras experiencias negativas no es fácil de resolver: o se la minimiza, o se la ignora.
Sin embargo, hay una respuesta: la confianza. Confiar en Dios. Confiar en Dios a pesar de todo. El mismo que ha desarrollado la vida y la raza humana y nos ha dado amor y sueños se preocupa por lo que realmente es importante para nosotros.
También en ¿Puedes beber este cáliz? Henri escribió: 'La mayoría deseamos mirar atrás en nuestras vidas y decir: agradezco las cosas buenas que me permitieron llegar hasta aquí'. Pero cuando alzamos nuestra copa para brindar por la vida, debemos atrevernos a decir: 'Agradezco todo lo que me ha pasado y me ha conducido hasta este momento...' Cuando somos aplastados como las uvas, no podemos pensar en el vino que nos convertiremos.
Dios no hace menos dolorosas las experiencias aplastantes de nuestra vida, sólo las llena de esperanza".
Chris Glaser. Meditando con Henri Nouwen. Confía Siempre en Dios
"En todos los intentos por aprehender la confianza, existe, sin embargo el aspecto de la gracia. A veces sencillamente podemos experimentar que Dios está muy cerca de nosotros. Cuando siento la proximidad sanadora de Dios en un servicio religioso o durante la meditación en silencio, en ese momento la confianza está dentro de mí por sobre todo lo demás. Entonces no necesito hacer nada, la confianza simplemente está. Mi única tarea consite en entregarme a ella. Esta es siempre una experiencia de gracia. No puedo generarla a través de determinada técnica. Sólo puedo percibirla con agradecimiento cuando viene a mí.Confiar en Dios no significa, sin embargo, confiar ingenuamente en que no tendré desgracias, que nunca sufriré un accidente o que en mi trabajo nada andará mal. La confianza en Dios no es ligereza o ingenuidad. Puede suceder que yo enferme o que mi pareja se desenvuelva de manera diferente a la que yo pensaba o que una decisión genere un conflicto. La confianza significa para mí que nada negativo puede sucederle a mi núcleo interno. No importa si enfermo, si sufro un accidente, si tengo mala suerte en el trabajo; nada puede suceder a mi núcleo más interno, mi verdadero ser. En lo más profundo estoy en manos de Dios.
Estoy protegido por la buena mano de Dios. Tal confianza me brinda serenidad, me hace bien al alma. Y una y otra vez debo optar por esa confianza.
Confianza no significa que nunca más sienta temor... Conozco cristianos que dicen: 'Como cristiano no debería sentir temor. Sólo debería confiar en Dios y entonces el temor desaparecerá'. Tales frases no sirven de mucho. Un camino mejor sería el de admitir el temor y seguirlo hasta el fin. Entonces el temor me conducirá al fondo de mi alma, donde está disponible la confianza que Dios ha colocado en mi corazón. Allí, en el fondo de mi temor reconoceré, luego, que estoy en manos de Dios. El temor puede existir, pero está rodeado por la buena mano de Dios".
Anselm Grün. Desafíos para vivir mejor. Confiar en Dios
"Cuando en una entrevista de la radio holandesa al padre de Henri Nouwen (que sobrevivió a su hijo) se le preguntó qué opinaba sobre la vida después de la muerte, básicamente respondió: 'Veremos'. Confieso que yo tengo la misma fe limitada (o ilimitada, depende del punto de vista), una confianza de que Dios sabe mejor que nosotros lo que necesita nuestra existencia individual. Pero también sé que mi madre y mi 'padre' espiritual Henri están vivos..."
Chris Glaser. Meditando con Henri Nouwen
"Confiar en Aquel que te ama incondicionalmente cubrirá todas tus necesidades... es confiar en que no necesitas proteger tu seguridad y puedes entregarte por completo al servicio de los demás".
Henri Nouwen. La voz interior del amor
"Vivimos continuamente de imágenes. La cuestión es si queremos vivir imágenes que nos distorsionen la realidad o según imágenes que nos interpreten la realidad tal cual ella es.Las imágenes de la fe nos revelan la realidad tal cual es, tal cual es según Dios. Si vivimos de acuerdo con las imágenes de la fe, viviremos ajustados a la realidad y, de ese modo, sanos. De ahí que tampoco podemos imaginarnos cosas arbitrarias. La realidad es norma para demostrar si una imagen es correcta o no. Con todo, la realidad nunca es totalmente unívoca; siempre ofrece varias facetas. El discurso negativo me hace ver la realidad a través de un cristal negativo. Lo que veo es realidad; pero sólo una parte, una selección negativa. En cambio si contemplo la realidad a través del cristal de la fe, reconoceré la realidad en toda su plenitud, la contemplaré desde la perspectiva de Dios y, de ese modo, correctamente.
Naturalmente, uno en la fe puede imaginarse algo que no es verdadero o que no nos acerca a Dios. También existen discursos fanáticos que recurren a textos bíblicos. San Pablo nos da un criterio para reconocer si un discurso es invención humana o bien proviene de la fe. Se trata del criterio del amor, la alegría, la paz, la paciencia, la afabilidad, la bondad y la fidelidad (Gálatas 2:22)
Una característica muy importante para comprobar si la fe es auténtica, es el no cuestionar desde la fe el núcleo que existe en todo ser humano. Si en virtud de las imágenes que se ha forjado del mundo y de las cosas una persona se hace fanática y rígida, y crítica y condena a otros, eso siempre es signo de que tal persona no se ha abierto a la Palabra de Dios, sino que con todas sus palabras quiere acomodar la realidad a su gusto, aun cuando revista sus palabras con el ropaje de las Escrituras".
Anselm Grün. Con el Corazón y todos los sentidos. Las imágenes de la fe
"La fe no es un remedio milagroso con el cual uno pueda sanar cualquier enfermedad. No podemos decir:'Sólo necesito creer con todas mis fuerzas y entonces, sanaré' o 'sólo necesito creer en la sanación de mi amigo y entonces, sanará'. La fe es la condición para que la sanación pueda verificarse. Pero al apoyarnos en la fe, dejamos en manos de Dios el sanar o no. Confiamos en que Dios pueda sanar toda enfermedad. Y con mucha frecuencia sucede el milagro de sanación. Existen suficientes informes al respecto. Pero no podemos obligar al milagro. En la actualidad está inclusive científicamente comprobado que la fe es una buena condición para poder curar las enfermedades. Pero precisamente no es un ardid que podemos aplicar siempre que queramos.
La fe es mucho más: es desprenderse de los propios deseos y entregarse uno mismo y el enfermo a Dios. Siempre es voluntad de Dios que alguien sea sanado o no".
Anselm Grün. Desafios Para Vivir Mejor. Sanación de Heridos
"Jesús habla de una fe que puede mover montañas:'Yo les aseguro que el que diga a ese cerro ¡Levantate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá' (San Marcos 11:23). En el evangelio de San Lucas, Jesús emplea otra imagen. Cuando los apóstoles le piden a Jesús: 'Aumentanos la fe', Él responde: 'Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un grano de mostaza dirán a ese sicómoro: 'Arráncate y plántate en el mar', y el árbol les obedecerá' (Lc.17:6).
¿Qué significa ambas frases? ¿busca Jesús animarnos a trucos de magia? Por cierto que no.
Debemos comprender gráficamente estas palabras. A menudo nos encontramos frente a una montaña de problemas que obstaculiza la visión de nuestro futuro. No avanzamos en nuestro camino. Una montaña es la que no nos deja pasar. Si abandonamos la fijación de la montaña que está frente a nosotros y nos afirmamos en la fe, la montaña se desplomará, los problemas de pronto serán menores. Ya no se apilaran frente a nosotros como una montaña elevada.
La fe nos coloca en un plano más alto desde el cual podemos mirar allá abajo, a la montaña. La montaña ya no es amenazante. Se desploma al mar. El mar en los sueños es siempre la imagen del inconsciente. Desde el inconsciente emergen muchas veces temores que se erigen como montañas frente a nosotros. En la fe, estas montañas se desmoronan.
En Lucas existe una imagen distinta. El sicómoro afianza sus raices profundamente en la tierra. Se supone que un árbol así puede mantenerse firme en la tierra durante 600 años. Para mí, este árbol es la imagen de una persona que se aferra a sí misma, que busca una base firme en el suelo, en lo visible y en lo seco. Pero la fe desarraiga este árbol. Lo trasplanta al mar. En el mar nuestro árbol de la vida recibe agua. Entonces se torna fértil.
Sin fe nos contraemos. Nos aferramos a todo: a nuestra posesión, a nuestro éxito, a nuestra salud y a nuestra fuerza. En la fe podemos desprendernos de todo. La fe no actúa aquí como un milagro sino que nos brinda una nueva base, no una base árida sino una en el mar fértil del inconsciente. La fe nos pone en contacto con la fuente del Espíritu Santo que está en nosotros y que fructifica y alimenta nuestra vida".
Anselm Grün. Desafios Para Vivir Mejor. La fe mueve montañas
"Así, toda oración de petición se transforma en una oración de acción de gracias y también de alabanza, precisamente porque es una oración de esperanza. En la oración esperanzada de demanda, le agradecemos a Dios por sus promesas y alabamos a Dios por su lealtad.Nuestros numerosos pedidos simplemente se transforman en el modo concreto de decir que confiamos en la plenitud de la bondad divina. Siempre que rezamos con esperanza, ponemos nuestras vidas en manos de Dios. El temor y la ansiedad se esfuman, y todo lo que se nos da y todo lo que se nos niega no es más que un dedo que apunta en la dirección de la promesa oculta de Dios de que un día gozaremos del todo".
Henri Nouwen. Confiemos en Él. Lo Que Murmura el Viento
"Eres el Dios de la Fe.Sólo en la noche profunda de la fe,
cuando callan la mente y la boca,
en el silencio total y en la Presencia Total,
dobladas las rodillas y abierto el corazón,
sólo entonces aparece la certeza de la fe,
la noche se trueca en medio día, y se comienza a entender al Inteligible.
Mientras tanto, tenuemente vamos vislumbrando tu figura entre
penumbras, huellas, vestigios, analogías y comparaciones".
Ignacio Larrañaga. Eres el Dios de la Fe. Lo Que Murmura el Viento
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Textos Elegidos: La Fe... Abandono y Entrega
Palabras de inspiración que nos animan a abandonarnos y entregarnos, sin reservas, en los brazos del Padre.
"La fe es desprenderse de todo aquello que tengo en las manos para emprender el camino hacia Dios, que colma mi anhelo más profundo. Cuando Abraham partió no sabía adonde llegaría (Hebreos 11:8). Sin embargo, se aventuró.Tener fe significa también para nosotros levantar campamento sin saber dónde podremos asentarnos. Partir es un riesgo. Pero este riesgo forma parte esencial de la fe. Es una promesa a la que seguimos, no una absoluta certeza. Quien cree, confía en que Dios colmará su anhelo y lo conducirá a la tierra prometida en la que pueda sentirse realmente en casa.
Todo aquello que construimos nosotros mismos no nos ofrece un hogar. Ésta es la última meta de la fe: buscar un hogar en el cual sentirnos siempre en casa.
La Epístola a los Hebreos también lo ve de este modo. Los creyentes, según dice el autor de este escrito, altamente teológico, 'hacen ver claramente que van en busca de una patria; pues si hubieran añorado la tierra de la que habían salido, tenían la oportunidad de volver a ella. Pero no, aspiraban a una patria mayor, es decir, a la del cielo' (Hebreos 11:14-16).
En esta confianza de que hay un mejor hogar que nos espera, el hogar en Dios, es que podemos desprendernos una y otra vez de lo conocido, soltar las seguridades que tenemos entre manos y emprender el camino.
La fe nos mantiene en movimiento, nos libera de todas las dependencias y ataduras por las que nuestra existencia muchas veces está determinada".
Anselm Grün. Desafíos para vivir mejor
"Estás muy preocupado por tomar las decisiones correctas respecto de tu trabajo. Tienes tantas opciones que estás constantemente agobiado por la pregunta '¿Qué debo hacer y qué no?'. Se te pide que respondas a muchas necesidades concretas. Hay gente que visitar, gente que recibir, gente con la que simplemente estar. Hay temas que piden atención, libros que parece importante leer y obras de arte para ver. Pero ¿qué de todo esto verdaderamente merece tu tiempo?Empieza por no permitir que estas personas y estos temas se adueñen de ti. Mientras piensas que los necesitas para ser tú mismo, no eres verdaderamente libre. Gran parte de su urgencia proviene de su propia necesidad de ser aceptados y reconocidos. Debes seguir volviendo a la fuente: el amor de Dios por ti.
En muchas maneras, aún quieres organizar tu propia agenda. Actúas como si tuvieras que elegir entre muchas cosas, todas las cuales parecen igualmente importantes. Pero no te has entregado por completo a la guía de Dios. Sigues luchando con Dios por ver quién tiene el control.
Trata de dejar tu agenda en las manos de Dios. Di continuamente: 'Hágase tu voluntad, no la mía.' Entrega a Dios cada parte de tu corazón y de tu tiempo, y deja que Él te diga cuándo y cómo responder. Dios no quiere destruirte. El agotamiento, la extinción y la depresión no son señales de que estás haciendo la voluntad de Dios. Dios es amable y gentil. Desea darte una profunda sensación de seguridad en su amor. Una vez que te hayas permitido sentir plenamente ese amor, serás más capaz de discernir quién se te envía en nombre de Dios.
No es fácil entregarle a Dios tu agenda. Pero, cuanto más lo haces, más se transforma el 'tiempo del reloj' en 'tiempo de Dios', y el tiempo de Dios es siempre la plenitud del tiempo".
Anthony De Melo
"Abandono es una palabra ambigua y se presta a equívocos. A primera vista, suena a pasividad, fatalismo, resignación. En el fondo, es lo contrario: el abandono, correctamente vivido, coloca a la persona a su máximo nivel de eficacia y productividad.En todo acto de abandono existe un no y un sí. No a lo que yo quería o hubiese querido. ¿Qué hubiese querido? ¡Venganza contra los que me hicieron esto!; no a esa venganza. ¡Tristeza porque se me fue la juventud!; no a esa tristeza. ¡Resentimiento porque todo me sale mal en la vida!; no a ese resentimiento.
Y sí a lo que Tú, Dios mío, quisiste, permitiste o dispusiste. Sí, Padre, en tus manos extendiendo mi vida como un cheque en blanco. ¡Hágase tu voluntad!
Todo lo que resistimos mentalmente lo transformamos en enemigo. Para con las realidades que le producen agrado, el hombre extiende un lazo emocional de apropiación. Las cosas (o personas) que le causan desagrado, el hombre las resiste mentalmente, las rechaza, con lo que, automáticamente, las transforma en enemigas. Estas pueden ser los ruidos de la calle, el clima, el vecino, los acontecimientos, mil detalles de su propia persona, etc.
La resistencia emocional, por su propia naturaleza, tiende a anular al 'enemigo'. Ahora bien, existen realidades que, resistidas estratégicamente, pueden ser neutralizadas parcial o totalmente, como la enfermedad, la ignorancia o la pobreza. Sin embargo, gran parte de las realidades que el hombre resiste no tienen solución o la solución no está en sus manos. A estas realidades llamamos situaciones límites, hechos consumados.
La sabiduría consiste, pues, en hacer una pregunta: esto que me molesta, ¿puedo remediarlo? Si hay alguna posibilidad de solución, no es hora de abandonarse, sino de poner en acción todas las energías para lograr la solución. Pero si no hay nada que hacer, porque las cosas son insolubles en sí mismas o la solución no está en nuestras manos, entonces llegó la hora de abandonarse.
¿Abandonar qué? La rebeldía mental: llegó la hora de silenciar la mente, inclinar la cabeza, depositar los imposibles en manos de Dios Padre y entregarse.
Está claro: adorando, todo se entiende. Cuando las rodillas se doblan, el corazón se inclina, la mente se calla ante enigmas que nos sobrepasan definitivamente, entonces las rebeldías se las lleva el viento, las angustias se evaporan y la paz llena todos los espacios.
Es verdad, será difícil hallar otra terapia tan liberadora como la adoración para sobrellevar con serenidad y altura las contrariedades y golpes de la vida. Pero ello, naturalmente, presupone una vida auténtica de fe".
Ignacio Larrañaga. Del sufrimiento a la paz
"Si confiamos en el Espíritu Santo que está en nosotros mucho más allá de nuestros sentimientos,lentamente también podrán modificarse nuestros miedos y desconfianzas.
El temor se transforma en confianza; la estrechez, en amplitud. Dejamos de aferrarnos a algo.
Extendemos nuestras manos vacías a Dios para que Él las colme con su espíritu".
Anselm Grün. Desafíos para Vivir Mejor
"Nunca me cansaré de repetir: La única salida libertadora y consoladora que pueda encontrarse en este mundo frente a los rudos golpes de la vida es la fe. La única ventana de trascendencia que podemos abrir cuando se clausuran todos los horizontes es la ventana de la fe. Lo único que nos puede dar consuelo, alivio y paz cuando la fatalidad inexorable se abate sobre el hombre es la visión de la fe. Esa fe nos dice que detrás de los fenómenos y apariencias está aquella mano que organiza y coordina, permite y dispone todo cuanto sucede en el mundo.Contempla la vida en esta perspectiva, jamás la fatalidad ciega se enseñoreará sobre nuestros destinos. Yo sé que más allá de las explicaciones de primer plano, aquella desgracia fue querida o permitida por el Padre. Cierro, pues, la boca; beso su mano, quedo en silencio, asumo todo con amor, y una profunda paz será mi herencia. No habrá en este mundo eventualidades imprevisibles o emergencias dolorosas que puedan desequilibrar la estabilidad emocional de los que se abandonaron en las manos de Dios Padre".
Ignacio Larrañaga. Muéstrame Tu Rostro
"El abandono hace vivir en alto voltaje la fe pura y el amor puro. Fe pura, porque atravesando el bosque de las apariencias descubre la realidad invisible, fundante y sustentadora. Amor puro porque se asumen con paz los golpes que hieren y duelen.El abandono hace vivir permanentemente en espíritu de oración porque en cada momento de la vida nos llegan pequeñas molestias, decepciones, frustraciones, desalientos, calor, frío, dolor, deseos imposibles... y todo esto el hijo amado lo va relacionando con el Padre amante. La vida misma, pues, obliga al hijo 'abandonado' a vivir perpetuamente entregado, nadando siempre en completa paz. El mayor disgusto se esfuma con un 'hágase tu voluntad'. No hay analgésico tan eficaz como el abandono para las penas de la vida.
El abandono plenifica la vida porque los complejos desaparecen, nace la seguridad, se lucha sin angustia, no se preocupa por los resultados que sólo dependen del Padre y todas las potencialidades humanas rinden al máximo".
Ignacio Larrañaga. Muéstrame Tu Rostro
Oración: Al Dios de la Humildad
Oración que nos habla de cuanto nos falta por aprender acerca de la humildad.
Señor, Tú nos has enseñado a amar la humildad,
pero no lo hemos aprendido.
Si fuésemos realmente humildes,
¡sabríamos hasta qué punto somos unos farsantes!
pero no lo hemos aprendido.
Si fuésemos realmente humildes,
¡sabríamos hasta qué punto somos unos farsantes!
Enséñame a sustentar una humildad que me muestre sin cesar
que soy un mentiroso y un fraude y que, aunque esto sea así,
yo tenga la obligación de bregar por la verdad, de ser tan verdadero como sea posible,
incluso cuando descubra que toda mi verdad
está emponzoñada a medias con embustes.
que soy un mentiroso y un fraude y que, aunque esto sea así,
yo tenga la obligación de bregar por la verdad, de ser tan verdadero como sea posible,
incluso cuando descubra que toda mi verdad
está emponzoñada a medias con embustes.
Esto es lo terrible acerca de la humildad: que jamás la terminamos de lograr.
¡Si sólo fuese posible ser completamente humilde en esta Tierra!
Pero no, ése es el problema.
Tú, Señor, fuiste humilde.
Pero nuestra humildad consiste en ser orgullosos,
saberlo todo acerca de ella, ser aplastados por su peso intolerable,
y sólo somos capaces de hacer muy poco al respecto.
¡Si sólo fuese posible ser completamente humilde en esta Tierra!
Pero no, ése es el problema.
Tú, Señor, fuiste humilde.
Pero nuestra humildad consiste en ser orgullosos,
saberlo todo acerca de ella, ser aplastados por su peso intolerable,
y sólo somos capaces de hacer muy poco al respecto.
Cuán severo eres en tu misericordia, y sin embargo así debes ser.
Tu misericordia tiene que ser justa porque tu verdad debe ser verdadera.
Qué severo eres, sin embargo, en tu misericordia:
pues, cuanto más luchamos para ser auténticos, más descubrimos nuestra falsedad.
¿Es misericordioso que tu luz nos conduzca, inexorablemente, a la desesperación?
Tu misericordia tiene que ser justa porque tu verdad debe ser verdadera.
Qué severo eres, sin embargo, en tu misericordia:
pues, cuanto más luchamos para ser auténticos, más descubrimos nuestra falsedad.
¿Es misericordioso que tu luz nos conduzca, inexorablemente, a la desesperación?
No, no es desesperación lo que Tú me traes sino humildad.
Pues la genuina humildad es, en cierto modo,
una desesperación muy real: desesperación de sí mismo,
a fin de que pueda tener plena esperanza en Ti.
Pues la genuina humildad es, en cierto modo,
una desesperación muy real: desesperación de sí mismo,
a fin de que pueda tener plena esperanza en Ti.
Thomas Merton
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