jueves, 13 de junio de 2013

Epístola a los romanos

    
 
San Pablo escribiendo. La inscripción "sedet hic scripsit" ("se sienta aquí y escribe").
La Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos es una de las epístolas o cartas incluidas en el Nuevo Testamento de la Biblia.
Fue probablemente escrita en Corinto al principio del año 58. Febe (Romanos 16:1) de Cencrea la llevó a Roma que la llevó en mano como era habitual en aquellos tiempos, en el último capítulo se menciona las encomendaciones a esta cristiana. Pablo fue a Roma 3 años después. El escriba fue posiblemente Tercio (Romanos 16:22) cuando se escribió la carta Pablo aún no había estado en Roma (Romanos 1:9).
El objetivo del apóstol al escribir a esta iglesia fue explicar las doctrinas del evangelio y la epístola es una exposición sistemática de la aplicación universal del evangelio, asimismo, el Apóstol intenta motivar a la iglesia de Roma a apoyar su posible viaje de misión a España. Es una carta con gran apoyo en las escrituras hebreas, las cuales cita frecuentemente. Evidentemente la congregación de Roma estaba compuesta por Gentiles y Judíos, si bien Pablo no había estado en Roma seguramente recibió información de la congregación por dos colaboradores Priscila y Aquila, al ver los saludos del capítulo 16 se nota que conocía a varios de los cristianos que se congregaban allí.
La autenticidad de esta carta está dada por los antecedentes más lejanos, que se encuentran en un viejo canon del año 170 llamado canon de Muratori.

Bibliografía

  • Den Heyer, C.J.: Pablo, un hombre de dos mundos. Ediciones El Almendro. ISBN 84-8005-061-6.
  • Bart D. Ehrman: Simón Pedro, Pablo de Tarso y María Magdalena. Editorial Crítica. Barcelona 2007. ISBN 978-84-8432-889-6

Véase también

Enlaces externos


Carta a los Romanos
El primer ensayo de gran envergadura en la historia de la teología cristiana.
 
I. INTRODUCCIÓN


¿Quién iba a pensar que el mensaje cristiano iba a llegar y a calar en el Imperio romano? Cristo también entró en el entramado de esa gran urbe imperial.

San Pablo escribió esta carta cuando consideró que ya había finalizado su tarea en Asia, Macedonia y Acaya, y decidió abrir un nuevo frente misionero hacia occidente, proponiéndose evangelizar España (cf. Rm 15, 23-24).

No se conocen los orígenes de la comunidad cristiana de Roma. Se sabe que desde mucho tiempo antes existía una importante comunidad judía en la capital del Imperio. Las catacumbas judías y las inscripciones sepulcrales dan testimonio de que se trataba de un grupo muy numeroso, entre los que había personas que desempeñaban altos cargos. Pero no se tiene noticias de la forma en que llegó el cristianismo. El edicto del emperador Claudio (año 49), ordenando la expulsión de los judíos de Roma por los tumultos provocados por culpa de un tal Cresto124 , es interpretado por muchos en el sentido de que en esa fecha ya había judíos-cristianos en Roma, que entrarían en conflicto con los demás judíos por causa de “Cristo”. No hay noticias ciertas sobre la fecha de la llegada de san Pedro a Roma y la carta a los romanos no da indicios de que este apóstol ya se encontrara allí.

Roma había sido evangelizada por otros y san Pablo tenía por principio no edificar donde otro ya había edificado (cf. 15, 20). Pero para ir hacia España era necesario pasar por Roma, por eso se atreve a escribir esta carta, la única escrita a una comunidad no fundada por él. Lo hace con el fin de anunciarles su visita y pedirles colaboración para realizar la nueva misión evangelizadora.


II. OBJETIVO DOCTRINAL: Conocer la carta a los Romanos, como una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento.


III. OBJETIVO VIVENCIAL: Incentivar a leer con detención esta carta y a vivir su contenido.


IV. TESIS: La carta a los Romanos ha jugado un papel excepcional en la historia del pensamiento cristiano, por ser el primer ensayo de gran envergadura en la historia de la teología cristiana. En la exégesis bíblica ha ocupado un lugar privilegiado y ha sido un baluarte en momentos decisivos de la historia de la Iglesia: en el siglo V, cuando tuvieron lugar la crisis pelagiana y las grandes controversias sobre la gratuidad de la gracia; y en el siglo XVI, en tiempos de la Reforma protestante 125.


V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:


1. Autor, fecha y destinatarios

Esta carta fue escrita por san Pablo, en la primavera del año 58, una vez que han pasado las tormentas que revela su segunda carta a los corintios y gozando de una cierta calma y tranquilidad.

Dirige esta carta a los cristianos romanos, procedentes del paganismo, con el fin de preparar su llegada a esa floreciente Iglesia que él no ha fundado, pero cuya fe es celebrada en todo el mundo y a la que saludan todas las iglesias de Cristo. Pablo entiende que ha llegado el momento de ensanchar horizontes y acometer más ambiciosos proyectos. Así que decide llevar el evangelio hasta los confines de occidente, hasta España. Pero en el camino, como escala obligatoria, está Roma, la ciudad imperial.


2. Características literarias

A pesar de su densidad doctrinal, Romanos tiene rasgos propios de una carta.


3. División y contenido temático

El esquema general de la carta se aprecia con facilidad:

  • Introducción: 1
  • Una sección básicamente doctrinal: 2-11: Hemos sido justificados y salvados por la fe en Jesucristo.
  • Una sección exhortativa: 12-15: Si hemos sido justificados, llevemos una vida digna (deberes y obligaciones del cristiano).
  • Conclusión: 16


    4. Contenido teológico y espiritual

    Fin de la carta: presentar las ideas claves del evangelio de Cristo, sobre todo con respecto a los puntos más controvertidos y más propensos a crear dificultades en el seno de las nacientes comunidades cristianas. Presentar estas ideas a la comunidad de Roma que está llamada a ser un magnífico símbolo del carácter universal de la Iglesia cristiana. Roma, corazón del paganismo, es para Pablo no sólo un nuevo centro geográfico; es sobre todo, un nuevo centro teológico y eclesial.

    Contenido teológico-espiritual: tres grandes líneas:

    a) La fuerza salvadora de Dios actúa en el hombre por medio de la fe en Jesucristo. Es lo que llamamos la justificación por medio de la fe; y no tanto por las obras mandadas por la Ley mosaica, como decían los judíos126 . Todos somos pecadores, pero si acogemos con fe a Jesús y su gracia, quedaremos justificados, es decir, salvados, redimidos, lavados. Y esa fe en Jesucristo la conseguimos mediante el bautismo, mediante el cual morimos al hombre viejo pecador y resucitamos al hombre nuevo justificado en Cristo, hijo de Dios. Esta justificación no es sólo remisión de los pecados, sino también la santificación y renovación del hombre interior 127.

    b) El fruto más precioso de la salvación es la vida sobrenatural. El proceso liberador y salvador de Cristo desemboca en una vida nueva en la que distinguimos cuatro dimensiones fundamentales:

  • Una trinitaria: mediante el bautismo participamos de la vida íntima de las Tres Personas divinas; es decir, participamos del cielo.
  • Otra sacramental: mediante el bautismo podemos recibir los demás sacramentos que nos santifican. Esta santidad exige del cristiano un esfuerzo por identificarse con Jesucristo y reconducir hacia Dios todo.
  • Otra moral: el cristiano santificado ha de brillar por las virtudes de la humildad, sencillez, caridad con todos, sinceridad, obediencia, pureza, etc.
  • Y, finalmente, escatológica. Esta justificación y santificación está orientada a hacer que toda la creación, que gime con dolores de parto, logre ser liberada de la corrupción y llegue así a Dios.

    c) El proyecto salvador de Dios alcanzará también al pueblo de Israel. A esta vida nueva están llamados todos. Esta vida nueva es la moral preconizada por Pablo, que no es una moral estática, inoperante y pasiva, sino algo dinámico, en constante progreso y en incesante combate.


    VI. CONCLUSIÓN: Por esta carta podemos darnos cuenta de que san Pablo tiene conciencia de que su predicación es rechazada por muchos, de que su persona no es aceptada por todos y de que corren versiones distorsionadas de su enseñanza. Por eso, opta por exponer detalladamente “su evangelio”, es decir, la forma en que él anuncia el mensaje de Cristo, para que los romanos tengan una versión autorizada de lo que predica entre los paganos. Acaba su carta exhortándonos a tener un mismo sentir en Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, podamos dar gloria a Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo


    VII. ORACIÓN: Señor, gracias por habernos salvado. Que llevemos una vida digna de Ti. De esta manera nuestra fe en ti se complementa con nuestras obras, que tienen que reflejar fielmente esa fe, hecha vida. Amén.


    _______________________

    1. “Claudio hizo expulsar de Roma a los judíos, que excitados por un tal Cresto provocaban disturbios” (Suetonio, Vida de los XII Césares, Claudio, XXV). Este tal Cresto es para nosotros Cristo.regresar

    1. Juntamente con la carta a los Gálatas, la carta a los Romanos ha constituido el principal punto de referencia en la polémica entre católicos y protestantes, hasta el punto de que podría decirse que la Reforma protestante ha hecho de Romanos el texto sagrado por antonomasiaregresar

    1. Esta verdad paulina fue tomada por Lutero, para quien nuestras obras no valen nada en orden a la salvación. Esta verdad de san Pablo “la salvación viene por la fe en Cristo”, se completa, después, con otra verdad “la fe sin obras es una fe muerta”, que Dios inspirará a Santiago en su carta, como vimos ya cuando explicamos dicha carta. regresar

    1. Así lo dijo el concilio de Trento: “La justificación no es sólo la remisión de los pecados, sino también la santificación y renovación del hombre interior por la voluntaria recepción de la justicia y los dones, de donde el hombre se convierte de injusto en justo, y de enemigo en amigo, para ser heredero, conforme a la esperanza de la vida eterna” (Dz 799).regresar


  • TEMA DE DISCUSIÓN.

    1. La lectura de esta carta no es fácil, pero su mensaje es claro. Dirige palabras confortanes a la comunidad romana y a nosotros, como cuando no sabemos hacer oración: "El Espíritu ora por nosotros....(Romanos 8, 28-38) Lee esta cita y ¡olvida tus miedos en la oración! ¿Qué te quiere decir el apóstol San Pablo acerca de tu oración?

    2. Nuestra salvación no es una recompensa por ser buenos, sino una gracia, un don del amor gratuito de Dios. ¿Qué tan abierto estás a la gracia de Dios para reforzar tu fe? ¿Qué tanto te apoyas en ella para vivir el Evangelio?

    ASUNTOS HERMENÉUTICOS EN LA CARTA A LOS ROMANOS
    INTRODUCCIÓN
    A continuación se trabajaran 5 asuntos hermenéuticos que se consideran importantes para el entendimiento de la carta a los romanos.  
    1.         El CONTEXTO CULTURAL
    Para una correcta comprensión del libro es importante entender quien era Pablo, los judíos, los gentiles y la iglesia en Roma. 
    1.1   PABLO
    Pablo fue el escritor de esta carta. "De la tribu de Benjamín, y miembro celoso del partido de los fariseos (Ro. 11.1; Fil. 3.5; Hch. 23.6), había nacido en Tarso como ciudadano romano (Hch. 16.37; 21.39; 22.25ss). Perseguidor de la iglesia (Hch 26:10), poseía dos nombres; uno Judío "Saulo" y el helenista " Pablo" (Hch. 13:9) [1] , es llamado por revelación en Damasco (Hch. 9:1-19) donde inicia su ministerio. Discípulo de Gamaliel, buen conocedor del A.T. y de las enseñanzas rabínicas. Pablo puede beneficiarse de la cultura griega en el sentido de poder citar a autores clásicos (Hch. 17:28; 1Co. 15:33) y de elaborar argumentos en diatriba, Cínico - Estoico [2] . Esto permite entender que se identifique como judío y que conozca acerca de los gentiles.
    1.2 LA IGLESIA EN ROMA.
    Roma era una ciudad portuaria y capital del imperio Romano. En la época del NT Roma se encontraba en pleno apogeo de su crecimiento con una población de más de un millón de personas procedentes de todas partes.
    No se sabe como inicio la iglesia en Roma, ni cuales eran sus características [3] . Aunque parece que muchos de los fundadores de la iglesia en Roma eran judíos Cristianos (Hch. 2:10). En el tiempo de Pablo, estaba formada por judíos y gentiles. La expulsión de los judíos de Roma (que seguramente había incluido a judíos cristianos, Lc.18:2) muestra que ser cristiano en Roma significaba persecución y luchar con la idea de una liberación del yugo de los romanos. Al respecto Pablo habla en 13:1-7 de la importancia de someterse a las autoridades ya que ellas han sido establecidas por Dios en un contexto de que esa es la voluntad de Dios (12:2b) y que se debe hacer lo bueno delante de los hombres (12:17b).
    1.3 JUDÍOS Y GENTILES
    Las tensiones que se presentaban entre judíos y  gentiles son una de las razones por las cuales esta carta fue escrita.
    ·        Judíos. (VIoudai/oj aparece 11 veces en Romanos): Pablo se refiere a los judíos como grupo étnico al cual ha sido revelada la Palabra de Dios (Rom. 2:17-20), los presenta como la primicia histórica (1:16-17)  por medio de los cuales llega a todo hombre la acción salvadora  de Dios en el Evangelio, testificado por las Escrituras (3:1-8 y Cap. 9-11). Pertenecientes al pueblo de Israel, ahora con iguales derechos que los gentiles.
    ·        Gentiles (e;qnosj, aparece 26 veces en Romanos: pueblo, nación, gentiles). Los gentiles son considerados por Pablo como todos aquellos hombres que no hacen parte del pueblo Judío. 
    Pablo usa estos términos en un sentido universal, para conciliar las diferencias que se estaban dando en la iglesia en Roma; dejando claro que ya no hay diferencia entre judíos y gentiles (10:12)
    2. EL ESTILO ARGUMENTATIVO EN EL LIBRO DE ROMANOS
    Pablo escribió la epístola a los romanos con estilo lógico en donde se presenta una tesis y luego se desarrollan diferentes argumentos que apoyan dicha tesis. 
    2.1 LA TESIS
    La tesis se encuentra en 1:16,17 (junto con 1:2-4): el evangelio trata acerca del Hijo de Dios; es el poder de Dios el que trae salvación a los judíos y a los gentiles por igual; es la revelación de la justicia de Dios, disponible para todos sobre la misma base; es decir, la fe en Jesucristo.
    2.2 LA DIATRIBA
    Al leer la epístola parece que en algunos momentos Pablo está atacando a una persona en particular de la iglesia en Roma. Aquí es importante entender que la argumentación que Pablo emplea tiene una forma de retórica antigua denominada la diatriba, “en la cual un maestro trataba de persuadir a los estudiantes de la verdad de una filosofía mediante un diálogo imaginario, usualmente en la forma de preguntas y respuestas.
    Muy a menudo, un debatiente imaginario (interlocutor) levantaría objeciones o falsas conclusiones que después de un vigoroso: “¡De ninguna manera!”, el maestro se afanaría por corregir” [4] . El lector imaginario aparece en varios lugares clave (2:1-5, 17-24; 8:2; 9:19-21; 11:17-24; 14:4,10). Pablo la mayor parte dialoga con un judío y en 11:13-24 lo hace con un gentil, iniciando siempre por atacar el orgullo étnico que cada cual defendería (2:17-20; 11:18).
    Por ejemplo en 2:1-5 Pablo, se anticipa al orgullo que podían mostrar los judíos de la iglesia de Roma respecto a los gentiles, muestra que la ley no resulta en ventaja para los judíos para que juzguen a otros, ya que algunos judíos que no conocen la ley hacen lo que ella demanda (2:12-16) y algunos judíos que si tienen la ley todavía la quebrantan (2:17-27).
    2.3 LAS APARÉNTES CONTRADICCIONES
    Algunas veces esta forma de argumentación en diatriba puede ser vertiginosa, especialmente cuando en el curso de ella Pablo hace alguna declaración arrolladora que puede parecer contradictoria. Pero al fin, todas las declaraciones individuales tienen que mantenerse en el contexto total.
    Por ejemplo la pregunta de ¿Cómo es que puede decir Pablo por un lado “yo soy carnal, vendido como esclavo al pecado (7:14, 23); y luego: “Por medio de Cristo Jesús la Ley del Espíritu de vida (8:2) me ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte? ¿Cómo alguien que es esclavo y prisionero puede ser también una persona libre? La respuesta es que en 7:14,23 Pablo está enfatizando la incapacidad del hombre de agradar a Dios debido a la ley del pecado y en 8:2 afirma que es sólo por la ley del Espíritu que el cristiano puede vivir agrando a Dios.
    2.4 LA SECUENCIA LÓGICA DE IDEAS
    La naturaleza de la argumentación es tal que sigue una secuencia lógica de ideas, mas no una secuencia de experiencia cristiana a pesar de que se haya tratado primero la justificación (1-5) y luego la santificación (6-8). La distinción nunca debe llegar a convertirse en una separación. “Calvino ha dejado esto bien claro al decir: Así como Cristo no puede ser dividido, del mismo modo son inseparables estas dos bendiciones que recibimos conjuntamente en él” [5] . Por ejemplo, aunque el papel del Espíritu Santo no se resalta sino desde 7:4-6 y 8:1-30, su papel ya es anticipado en 2:28, 29 y 5:5. De igual manera, la insuficiencia de la ley es presentada primero en el capítulo 2, pero en el contexto de la vida en el Espíritu es retomada en 7:7 - 8:4 y sugerida de nuevo en 13:8-10. y lo que se ha dicho del Espíritu en 8:1-30 deja claro que su presencia es presupuesta en el argumento de 6:1-14.
    2.5 LA IMPORTANCIA DE CIERTAS CONJUNCIONES
    Existen algunas conjunciones que son importantes para entender el argumento de Pablo.
    CITA
    CONJUNCIONES
    EXPLICACIÓN
    2:1
    (dio)Por eso
    Conecta 1:18-32 en donde afirma que las prácticas inmorales de los gentiles son una abominación ante Dios, con el argumento siguiente respecto a los carecen de excusa cuando practicas las mismas maldades.
    4:1
    (oun)Entonces
    En 3:21-31 Pablo ha estado proclamando una justicia de Dios, y por lo tanto válida ante Dios y de ninguna manera dependiente del mérito de humano. Este es el punto que él ahora va a desarrollar tomando el ejemplo de Abraham.
    6:15
    (oun)entonces
    Conecta el versículo anterior que afirma que ahora estamos bajo la gracia con la idea que esto no debe ser una razón para pecar deliberadamente.
    8:1
    (ouden)Por consiguiente
    Debido a que Cristo con su muerte pagó el precio por el pecado, no hay condenación para los que creen en él.
    12:1
    (oun)Por consiguiente
    Aquí se está haciendo un enlace en los capítulos 1-11 relacionada con la teología del Evangelio ahora del 12-16 se habla de la práctica del Evangelio.
     
     
    3. LEXICOGRAFÍA

    Dentro de la Carta encontramos la repetición de términos como justicia (la cual aparece como verbo, sustantivo y como adjetivo), ley y fe y su entendimiento es importante en la interpretación.
    Definición de términos
    En la tarea de interpretación de un texto de la carta hay que responder a lo siguiente: ¿Cómo define el autor el término?, ¿Cuál es el campo semántico en que se usa?, ¿Cuál es la importancia dentro del libro?
    ·        Justicia: Esta palabra es muy utilizada por el autor tanto en Romanos como en sus demás escritos. Cuando Pablo habla de justicia, la utiliza en dos campos semánticos básicamente: para referirse a Dios como el que obra justicia y para referirse a la justicia que evoca la equidad y honradez. La justicia de Dios: con esto Pablo se refiere a la obra de Jesús; Dios quien es justo (recto, verdadero), es el que puede obrar justicia. Este concepto también encierra el carácter propio de Dios, el cual rechaza todo lo que es injusto (pecado). Dios al manifestar su justicia condena el pecado; la justicia divina está en contraposición a la justicia del hombre (Rom 3:5), es una justicia que realmente nos hace amigos o aceptos delante de Dios. Podemos decir que Pablo lo que dice es esto: la justicia de Dios es la que nos aprueba delante de él y no nuestra justicia. Notamos que esta justicia que viene de Dios es manifestada en el evangelio, es decir, Jesús que es la buena noticia para todos revela (presenta) la justicia de Dios (Rom 1:17). 
    ·        Justificación (dikaiosune): Habiendo entendido lo que es justicia, es fácil notar que cuando Pablo habla de justificación se refiere a la aceptación que tenemos ahora delante de Dios. Si la justicia del hombre es considerada escasa para lograr ser declarados aceptos, entonces es la justicia de Dios la que obra esto en nosotros. Pablo deja claro que el hombre es inmerecible de ser declarado libre delante de Dios (Rom 3:24). Es notable que ninguna obra del hombre puede alcanzar la aceptación de Dios y es por eso que Pablo nos dice que es una cuestión de fe (Rom 3:17). La obra de Jesús en la cruz es la justicia de Dios para el hombre, es la que nos hace ser aceptados delante de Dios. La justificación es un cambio de estado, si antes estábamos muertos y lejos de Dios, entonces ahora estamos con vida y somos aceptados por Dios.
    ·        Ley: El término ley es usado en Romanos como:
    o       Ley Mosaica (2:14,18,20,23,26,27; 5:13), Los judíos eran conocedores de la ley mosaica y por eso Pablo habla respecto a esta ley.
    o       Ley como un mandamiento específico (7:2-3), Pablo toma lo que dice la ley acerca del matrimonio y lo compara con el concepto de muerte al pecado y unión con Cristo.
    o       Ley como principio general (7:21,23,25; 8:2), Pablo usa este término para indicar un patrón de conducta que se convierte en un principio o regla.
    o       Ley para referirse al Pentateuco (3:21), Pablo hace referencia al A.T. en dos formas, respecto al Pentateuco y respecto a los profetas.
    “Pablo enseña en Romanos los siguientes aspectos de la ley de Dios: 1) Todos tenemos un conocimiento básico de los preceptos morales de Dios (2:12-15;9:4); 2) La ley identifica al pecado como pecado (3:20; 7:7); 3) Revela el pecado (7:5,7-9); 4) Condena al pecador (7:9-11); 5) No justifica al pecador (3:20); 6) Señala la justicia de Dios, es decir, la justicia dada por Dios por la fe (3:19-31; 9:30-32; 10:3); 7) Cristo es la meta de la ley (10:4); 8) una vez unido con Cristo por fe, el creyente ya no está bajo la ley, sino bajo la gracia (6:14); y 9) estar bajo la gracia no da libertad para pecar (6:15-23)” [6] .
    ·        Fe (pistis): Este término parece indicar un solo sentido dentro de la carta y es el de confiar, aceptar (1:17). Pablo presenta su argumento en cuanto a la justicia de Dios y deja claro que el ser justificado no es obra de hombre (3:10ss), sino que la justicia de Dios se manifiesta a nosotros y es una cuestión de fe. La justificación es algo dado por Dios que recibimos por fe (3:22-25).
    Con todo lo anterior podemos ver que estos términos en sus diferentes campos semánticos cobran importancia dentro del libro porque nos permite entender lo que el autor quiere decir en un determinado pasaje.
     
    4.       EL ANTIGUO TESTAMENTO EN ROMANOS
    Pablo al iniciar su carta muestra la familiaridad que tiene con el A.T. (Rom. 1:2). Esta carta posee aproximadamente sesenta citas explícitas del A.T. y referencias parafraseadas [7] que sirven para apoyar sus ideas en un momento de su argumento. A continuación presentamos algunas de ellas.

    Rom.
    A.T.
    Aplicación
    1:7
    Hab 2:4
    Relaciona la vida con la fe, y dice que la vida sólo se alcanza por creer en Jesús y no está en la obra del hombre.
    2:6
    Sal 62:12
    Esta cita nos habla del pago o juicio de Dios sobre todo aquel que no reconocer su condición de pecador.
    2:24
    Is 52:7; Ez 36:20
    Con esta cita Pablo argumenta a los judíos (conocedores de la ley) acerca de la deshonra que ellos dan al nombre de Dios y que es por esta razón que los gentiles blasfeman.
    3:4
    Sal 51:4
    Pablo dice que el juicio de Dios es justo.
    3:10-18
    Sal 14:1-3; 5:9-10 Is 59:7-8; Sal 36:1
    Estos textos del A.T. muestran la condición pecaminosa del hombre y Pablo los usa para dejar en claro que el hombre no es justo en sí mismo.
    3:25
    No hay cita
    Aunque no hay una cita a la que Pablo hace referencia, si hay una relación con el acto de Propiciación y con el propiciatorio en el A.T.
    4
    Abraham:          Gen 15:5-6; 17:5
    Abraham es tomado como ejemplo de la justificación por fe.
    5:12ss
    Adán: Gen 3
    Esta es una tipología que Pablo muestra para dejar ver en que consiste la liberación del pecado por Jesús. Es un contraste entre Adán y Cristo.
    7
    La Ley
    En este capítulo aunque solo hay una mención directa de la ley (7:7), el asunto que Pablo trata es referente a la obra de la ley en el hombre.
    8:36
    Sal 44:22
    Esta cita alude al oprobio que sufre el pueblo de Dios.
    9
    Gen 18:10; 21:12; Ex 33:19; Is 1:9
    Este capítulo es la argumentación de Pablo acerca de la elección soberana de Israel y es una argumentación basada en textos del A.T.
    10:6-8
    Dt 30:12-14
    La cita es parafraseada y lo que Pablo muestra es la importancia de la confesión de Jesús como Señor.
    11:4, 9-10
    1 Rey 19:18; Sal 68:23-24
    Pablo cita al antiguo testamento para dar a entender la idea de que Dios no ha desechado a Israel.
    11:34-35
    Is 40:13; Job 11:6
    Este texto es un canto de exaltación y Pablo se basa en citas del A.T.
    12:19-20
    Dt 32:35; Prov 25:21ss
    Pablo quiere dar pautas de vida cristiana y toma las citas del antiguo testamento y da la idea del no pagar mal a nadie.
    13:9
    Ex 20; Lev 19:18
    El énfasis de pablo en esta sección es sobre las relaciones y cita al decálogo dejando en claro el amor al prójimo como resumen de toda la ley.
    15:12
    Is 11:10
    Pablo habla de la promesa del Mesías para los gentiles.

     
    4.       TIPOLOGÍA, ANALOGÍAS
    ·        La tipología (impresión de sello, imagen, sombra) "es un modo de dar a conocer la historia bíblica de la salvación de manera que algunas de sus primeras fases se vean como anticipos de fases posteriores" [8] . Por ejemplo Abraham es tipo de los creyentes que serán justificados por la fe, .El siguiente cuadro resume la tipología en Romanos 5: 12-21 en donde por  un hombre (Adán) entra el pecado al mundo y por un hombre (Cristo) se da  la salvación a la humanidad.
     
    ADÁN
    CRISTO
    12-14 Entra el pecado y la muerte.
    18 Entra la justificación y la vida.
    15 Por su transgresión murieron los muchos.
    15 La gracia de Dios abunda para todos.
    16 El juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación.
    16 La dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.
    17-19 Por su transgresión reinó la muerte, la condenación y el pecado.
    17 Por su obediencia y acto de justicia resultó la justificación para los hombres.
    20 Donde el pecado abundó.
    19 Sobreabundó la gracia
    21 El pecado reinó en la muerte.
    21 La gracia reine en justicia para vida eterna.
    Adán fue cabeza de la humanidad caída.
    Cristo es cabeza de la humanidad redimida por su obediencia.
     
    ·        La Analogía es la relación de semejanza entre dos o más cosas distintas.
    ·        En Romanos 6:1-14 Pablo usa la analogía del bautismo para mostrar que el creyente en Cristo no está bajo el dominio del pecado, y usa el bautismo en Cristo Jesús como un comparación de la muerte en la cual somos sepultados con Él por medio del bautismo. Los que han muerto al pecado ya no están bajo esclavitud, el pecado ya no tiene poder sobre ellos, pues no están bajo la ley sino bajo la gracia.
    ·        En Romanos 6:15-23, Pablo usa la analogía de la esclavitud y la libertad para mostrar a los creyentes que ya no estamos bajo la ley sino bajo el favor de Dios y explica que los que se entregan a un amo para obedecerlo, entonces tienen que obedecerlo y los que obedecen al pecado como su amo, les trae la muerte, cuando se es esclavo del pecado, no se puede servir a Dios, y lo único que el pecado da como pago es la muerte. Y hace un llamado a los que antes eran esclavos del pecado, a los que obedecen de corazón a la forma de enseñanza a la cuál fueron entregados, una vez libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de una vida en rectitud. Esto si les trae provecho pues el resultado es una vida consagrada a Dios, finalmente la vida eterna que es la unión en Cristo Jesús.
    ·        Romanos 7:1-6 Pablo usa la analogía del matrimonio para explicar como la ley tiene poder sobre una persona mientras vive, y la compara con una mujer casada esta ligada a su esposo mientras vive y cuando su esposo muere ella queda libre.
    Así habla Pablo a los creyentes que pertenecen al cuerpo de Cristo, a los que han muerto en cuanto a la ley, y así estamos libres para servir a Dios en la nueva vida del Espíritu y no bajo la vieja ley escrita.
     
    BIBLIOGRAFÍA
    DOUGLAS, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Barcelona : Certeza 2000.
    FEE, Gordon. Como leer la Biblia libro por Libro. Colombia : Mundo Hispano, 2005.
    HENDRIKSEN, Guillermo. Comentario del Nuevo Testamento. Exposición de Romanos. Gran Rapids : Libros Desafío, 1994.
    LA BIBLIA DE LAS AMERICAS. Copyright. 1997.Lockman Foundation.
    MARTÍNEZ, José M. Hermenéutica Bíblica. Barcelona : Clie. 1984. 
    ROBERTSON, A. El Antiguo Testamento en el Nuevo. Grand Rapids: Nueva Creación. 1996.
    VIDAL, Senén. Las cartas originales de Pablo. Madrid : Trotta, 1996.

    [1] VIDAL, Senén. Las cartas originales de Pablo. Madrid : Trotta, 1996. p. 379-489.
    [2] MARTÍNEZ, José M. Hermenéutica Bíblica. Barcelona : Clie. 1984.  p. 483-484
    [3] DOUGLAS, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Barcelona : Certeza 2000. p.1982.
    [4] FEE, Gordon. Como leer La Biblia libro por Libro. Colombia : Mundo Hispano, 2005. p. 335.
    [5] HENDRIKSEN, Guillermo. Comentario del Nuevo Testamento. Exposición de Romanos. Gran Rapids : Libros Desafío, 1994. p. 273.
    [6] LA BIBLIA DE LAS AMERICAS. Copyright. 1997.Lockman Foundation. p. 1556.
    [7] ROBERTSON, A. El Antiguo Testamento en el Nuevo. Grand Rapids: Nueva Creación. 1996. p. 142
    [8] Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Barcelona : Certeza 2000. p.1982.
     
     
     
    CARTA A LOS ROMANOS

     
    (C O M E N T A R I O )

    Introducción

     
                La Carta a los Romanos es el compendio de la doctrina cristiana, un “evangelio” más; dirigido ahora a los Romanos, al centro cultural y de poder de todo el imperio donde existía un núcleo cristiano que necesitaba ser confirmado por el apóstol para dar razón de su identidad y de la novedad ofertada a la sociedad de entonces.
     
                Pablo plantea una tesis, la situación real del hombre en general (1, 17) a la que contrapone una antítesis (1, 18), la novedad de los acontecimientos a raíz de la Pascua de Jesús. Deshace, de paso, otro nudo gordiano al colocar tanto a judios como a paganos bajo la bandera de la injusticia; los paganos pecan de una manera (1, 19-32) y los judíos de otra (2,1-19), precisamente estos últimos por el prurito de considerarse los “justos” en virtud de una elección y de una Ley; con ello hecha por tierra la tradicional división entre judios, los justos, y paganos, los pecadores; planteando una nueva tesis según la cual todos, en realidad, están bajo el signo de la injusticia o pecado (3, 9)
     
                Desmitifica la Ley, dada en el Monte Sinaí, concibiéndola como control de los factores que inducen a la injusticia o pecado, pero no los elimina radicalmente; esto será obra de la Gracia. Por tanto, hasta Cristo Jesús el orbe entero permanecía bajo la injusticia y, en consecuencia, bajo la “Ira y la Cólera” de Yahveh, términos bíblicos que manifiestan la ausencia de una Reconciliación absoluta entre Dios y el hombre.
     
                En contra de la concepción tradicional, esta “Ira” de Yahveh no sólo afecta al extranjero por el hecho de no pertenecer al pueblo de Israel, sino también al judío, que se cree “automáticamente” salvado y justificado por una observancia que le distingue del resto de la humanidad. La situación de injusticia empaña, pues, a todo hombre (1, 18); todos son iguales incluso en este terreno, porque ser pecador o no, nada tiene que ver con el lugar de nacimiento y la idiosincrasia (2, 12-16); en consecuencia, la circuncisión y la Ley, por sí mismas, no ponen al judío al cubierto de nada; incluso afirma que la misma Ley condena al que presume de ella, pero no hace lo que enseña (2, 17-24) La circuncisión, entonces, es inútil (2, 25-29)
     
                Con estos presupuestos aborda un nuevo capítulo (3, 1-8), insistiendo en la permanencia de la elección por parte de Dios, siempre fiel; en contraste con la infidelidad del hombre, que disuelve dicha elección.
     
                La injusticia es, pues, universal afectando no sólo a los que no pertenecen a Israel sino a todos, quedando igualados y englobados en un mismo ámbito. Pero a ésta situación, que sería la consagración de la fatalidad, se opone la Plenitud de la Revelación en el hombre Cristo Jesús, y su acontecimiento. Con él y su muerte, la Pascua, tiene lugar la  Justificación universal del “injusto”, es decir, del “no-conocido”, del “pecador” en resumen, de todo hombre cualquiera que sea su circunstancia (3, 21-5,21) En consecuencia, la virtualidad de la Pascua ha dejado absoleta la antigua revelación de la “Ira de Yahveh” sobre todos los hombres, retenidos en el ámbito de la injusticia o pecado; e implantada la Revelación de la “Justicia de salvación” para todo el que cree (1, 17) sin distinción; lo afirma categóricamente en 3, 21-26 y se hace valer en 3, 27-31.
     
    Comentario al encabezamiento (1, 1-7)
     
                En el versículo 2 subraya que el Evangelio es la Revelación de la Promesa que atraviesa todo el A.T., asi que existe una correspondencia total entre acontecimiento de Crísto y Escrituras. La misma idea se refleja en otras cartas y autores del N.T.; por tanto las Escrituras constituyen el sustrato del N.T., y éste aparece a raíz del acontecimiento fundamental y decisivo de su Muerte y Resurrección. El versículo 3 hace referencia al “motivo” que origina el N.T.; esencialmente cristológico, centro y punto de partida, presentación de la identidad de aquél que es el protagonista del mismo.
     
                Pablo parte de la experiencia y de la historia, de la realidad fáctica de un tal Jesús de Nazaret, para remontarse y culminar en el acontecimiento, a la vez histórico y de fe, de su Resurrección; responsable de una nueva visión de la realidad, y que descubre y corrobora otra faceta decisiva de la personalidad del hombre Jesús como Hijo de Dios. Tal acontecimiento constituye el núcleo,- el Kerigma-, de una tradición de pocos años, recogida y desplegada muy inteligentemente por Pablo, hasta el punto de conocerse como “inspirada”.
     
     
    Acción de gracias, petición y enunciado del contenido de la carta.
     
    El acontecimiento induce una actitud de agradecimiento, que terminará institucionalizándose; es la gratitud apropiada al don recibido de la fe, que posteriormente ilustrará. Un don que no se posee, si no que se recibe, y de ahí el gesto de petición para, posteriormente, introducirse de lleno en el meollo de la Nueva Doctrina.
     
                Acontecimiento y Evangelio dignifican a todos los hombres sin distinción, haciendo desaparecer las diferencias, sobretodo en el nuevo estado de Justicia Universal. La razón no es otra que, en Cristo Jesús y por él, el hombre ha triunfado sobre la fatalidad y las fuerzas oscuras; gran Noticia para todos sin excepción, de ahí que Pablo quiera llevarla a Roma, el centro del mundo, la cuna del poder y la cultura, la confluencia de todas las filosofías, para dar a conocer su contenido novedoso: la Revelación de la Justicia de Dios, y sin calcular consecuencias; sencillamente es Apóstol del Resucitado (1, 5) y es consciente de que anunciar la Resurrección en un entorno filosófico y cultural como el de entonces es como para echarse a reir. Sabe que está representando algo que no se ajusta a los intereses y criterios utilizados en tal entorno (12, 2), de ahí las descalificaciones de locura o escándalo (Cf. 1 Cor 1, 22) hasta llegar a la persecución (¡ Tes 2, 14-16) porque, a diferencia del concepto helenista (véase la Mitologia) donde los dioses y los héroes se manifiestan a través de su fuerza y prodigios, fruto de la imaginación, la Fuerza de Yahveh se demuestra a lo largo de la historia a través de sus acciones que culminan con la Resurrección. Por eso, enfrentándose a la opinión pública, Pablo habla de no avergonzarse del Evangelio como fuerza de Dios que arrastra a la salvación. Por ésta se entiende repercusión, no sólo presente, sino también escatológica, del poder de la Resurrección que, por otra parte, condensa y culmina el cumplimiento de todas las promesas (1 Cor 6, 14, etc.) y así, la Fuerza creadora de Dios que en su momento se manifestó llamando de la nada al ser (Cf. Gn 1,1 ss.), ahora se manifiesta sacando de la muerte la Vida:
     
     
                “Resucita a los muertos y llama al ser a los que no son” (Rm 4, 17)
     
     
                De este modo la fuerza convincente del Evangelio no se basa en retórica sino en la eficaz Palabra de Dios, aquella misma que, a través de los profetas, nunca quedaba baldía. Las filosofías también buscaban la salvación, pero por sí mismas y en función del pensamiento e influencias: epicúreos, platónicos, peripatéticos, etc; en cualquier caso autosalvación, (¡y esto ha influido en no pocos ambientes cristianos¡);el “rescate” por la inteligencia humana es uno de los sucedáneos de la salvación escatológica. El ambiente, pues, era propicio para escuchar la novedad de Pablo pero no para asimilarla.
     
     

    Concepto de salvación para el cristiano

     
                En el Evangelio se revela la Justicia de Dios, de fe en fe. Quiere decir que la actuación salvífica-escatológica de Dios a través de su fuerza, es la Justificación al alcance de todo el que cree; y la Justificación procede de Cristo Jesús, que murió por los impíos, es decir, los injustos, es decir, todos. Así, frente a la justificación por las obras (= justo según el limitado criterio humano) se erige la fe pascual que, a modo de oferta, alcanza a todo hombre en la condición que sea (Rm 4, 5)
     
     
    “En esto hemos conocido el amor de Dios, en que Cristo murió por los injustos, de los cuales yo soy el primero.”
     
     
     
     
    Cuerpo de la carta (1,18-5,21)
     
                Aquí desarrolla el contenido de esa Justicia, para lo cual hace el planteamiento ya mencionado de que todo el mundo se encuentra en situación de in-justicia, es decir, bajo la antigua “cólera” de Yahveh manifestada como abandono a las fuerzas oscuras y a la fatalidad, siendo ésta la situación real de todos los hombres ante Dios, la de no- conocidos, que afecta incluso al cosmos. Esta realidad ha sido eliminada por la iniciativa salvífica de la Justicia que procede de la muerte expiatoria de Cristo por la cual, frente al juicio de la Ley, que señala a todos como pecadores y bajo el régimen de “Ira” de Yahveh, sin ninguna otra virtualidad, se levanta la Justificación, y su repercusión escatológica, en virtud de la fe en Jesucristo (Rm 5, 1-11). La historia de perdición, por fin, se troca en historia de salvación.
     
     
     
    Descripción de la “Cólera” de Dios en cuanto a los paganos
     
     
                Una vez planteada la cuestión en forma de tesis, antítesis y síntesis, Pablo comienza a describir las consecuencias de dicha historia de perdición, primero en lo que se refiere a los gentiles o paganos. En realidad denuncia la corrupción de un imperio y su correspondiente decadencia; abandonados a sus propios criterios según los cuales, ni siquiera por analogía han querido conocer a Dios, esto es por revelación natural, remontándose del mundo creado al Creador, han optado por el uso desordenado de los bienes creados desencadenando una in-justicia caracterizada por la perversión de las posibilidades abiertas por el Creador; y naturalmente recurre a su sustrato cultural bíblico:
     
     
     
    “Vanos son por naturaleza los hombres que ignoran a Dios, e incapaces de conocerle a partir de las cosas visibles hicieron dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto les aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza, y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía al que les dio el ser.” (Sap 13, 1-6)
     
     
     
                Con cierto alarde retórico enumera las consecuencias de dicha in-justicia, que revierte en el hombre, ignorante de sí e ignorante de la “Cólera” de Dios operante en forma de abandono a sus propias solicitudes; toda una crítica a la exacerbada cultura helenística del cuerpo con su postura libre frente al desnudismo, la pederastía, etc., que al revertir sobre sí mismo, la experimenta como fracaso, y termina por convertirse en animal desdichado.
     
     
     
    La Cólera de Dios en cuanto a los judíos
     
     
                Pablo ha descrito el pecado de los hombres al estilo de un judío más, acostumbrado a inculpar al pagano mientras él se cree a salvo en virtud del privilegio de Israel. Pero a continuación demuestra que también el judío se encuentra bajo el mismo juicio, pues la posesión de la Ley no es privilegio sino servidumbre. Por eso, a pesar de la Ley, de la circuncisión y de las promesas, el judío peca “por arriba”, es decir, refiriendo a otros lo que a sí mismo no se atribuye, desautorizando con sus actitudes aquello que pretende defender como privilegio.
     
     
     
    Conclusión a la primera parte (3, 9-20)
     
                Pablo concluye el largo desarrollo de la tesis inicial. En efecto, el mundo y el hombre en su conjunto, quien quiera que sea, está encerrado en el estrecho marco del pecado, abocado a la autodestrucción y al sin sentido, sin remedio, con lo que aparecen los síntomas de desesperación y de muerte; ni siquiera la Ley salva pues no tiene el poder de rehabilitación, sólo se limita a la denuncia y control, en lo posible, de las fuerzas oscuras que domeñan al hombre.
     
                    “L`etre et le neànt”, la obra de J. P. Sartre, dentro del existencialismo más rabiosamente ateo, puede ilustrar este estado de cosas cuando no hay nada más; el hombre es sólo un ser para la muerte.
     
     

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