viernes, 17 de mayo de 2013

Libro de la Sabiduría.

 

           
Libro de la Sabiduría
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Página iluminada de una antigua biblia italiana.
Libros sapienciales
Cantar de los CantaresLibro de la SabiduríaEclesiástico
El Libro de la Sabiduría, o Sabiduría de Salomón, es un libro bíblico del Antiguo Testamento. No está incluido en el Tanaj judío hebreo-arameo,[1] pero distintas facciones y expresiones del Cristianismo Histórico lo incluyen en sus Biblias entre los llamados deuterocanónicos, en tanto que los grupos protestantes,[2] y otros grupos cristianos con ideas diferentes de los antes citados,[3] lo excluyen de sus Biblias, así como a los otros deuterocanónicos, a los cuáles dieron en dar por "apócrifos". En las Biblias Católicas aparece después del Cantar de los Cantares, y antes del Eclesiástico, dentro de la sección de los llamados "Libros Sapienciales".[4]

Datos generales

Autor

Debido a una antigua tradición piadosa, durante muchos Siglos, el llamado Cantar de los Cantares, así como los Libros de los Proverbios, del Eclesiastés, de la Sabiduría, y otros Libros de Salmos y de Odas, fueron atribuidos a la autoría de Salomón, personaje a quien cita la Biblia como hijo y sucesor del rey David,[5] dotado de una gran sabiduría,[6] así como de una gran habilidad para las relaciones diplomáticas,[7] constructor del primer gran templo de Yahvé en Jerusalén,[8] y también como el último rey en común de todas las tribus israelitas.[9] Sin embargo, en el caso de todas estas obras, los estudiosos bíblicos ya han determinado que esta atribución, casi seguramente, no es ninguna otra cosa sino un artificio literario, destinado a exaltar, por una parte, la gran inteligencia legendaria del mencionado rey, y, por otra, a tratar de aumentar la autoridad de los escritos, al atribuirlos a un autor conocido, ilustre en razón de su realeza, y, por añadidura, notable y destacado en el campo del conocimiento.
El autor de este libro ha sido un convencido israelita piadoso, profundo conocedor de los textos sagrados, la historia y las costumbres propios de su pueblo.[10] Reproduce de forma muy fiel y minuciosa los usos y costumbres propios de la liturgia de los cultos paganos de la cultura egipcia, a los cuáles reprueba y considera no actos religiosos, sino tan sólo prácticas idolátricas supersticiosas.[11]
Está versado en la cultura alejandrina, y parece ser, por consiguiente, un israelita de la Diáspora, avecindado o residente en Alejandría.[10] Y, como tal, escribe en una lengua griega muy fluida, provista de algún cierto grado de elegancia.[12]

Fecha de composición

De lo anterior se desprende que, si el autor era alejandrino, la fecha del manuscrito no puede remontarse a ninguna fecha anterior a la fundación de la ciudad por el conquistador Alejandro Magno, en 330 a. C. Desde allí en adelante, la fecha exacta permanece sumida en el misterio, y no hay evidencia de que haya existido algún original hebreo o arameo que pudiese brindarnos mayores precisiones, sino tan solamente el texto griego.
Los estudiosos han determinado que el libro fue escrito en pleno período helenístico, principalmente por la armonía que el autor evidencia entre la espiritualidad judía y la mentalidad griega. Aunque el autor del Libro de la Sabiduría da muestras fehacientes de no haber asimilado de manera alguna profunda o substancial algún tipo de doctrina filosófica griega, sí se lo observa, en cambio, utilizar en numerosas ocasiones términos habituales entre los estoicos y platónicos.
El autor de este libro utilizó como fuentes para sus convicciones los textos de la Biblia griega de los LXX. Y, si bien no lo afirma de una manera expresa, parece sugerir en algunos pasajes que los alejandrinos se encontraban —en el momento en que él escribe— llevando a cabo alguna forma de campaña de discriminación contra los israelitas. De forma tal que no sugiere una acción de genocidio, o de limpieza étnica, sino más bien algunas expresiones sutiles de animadversión o de desprecio, que pudieron haber estado en boga durante aquellos tiempos.
Problemas de este tipo en la Alejandría helénica, realmente comenzaron durante el reinado de Tolomeo VIII. Y algunos historiadores manifiestan que pudieron haberse prolongado hasta los reinados de Tolomeo XII, o de Cleopatra VII. Si aceptamos esto, el libro fue compuesto en algún momento de los 140 años que van del año 170 a. C. al año 30 a. C. Exégetas católicos calculan que el período más probable para fechar el Libro de la Sabiduría se extiende entre los años 80 y 50 a. C.
Sabiduría fue añadido al Antiguo Testamento por las comunidades de israelitas piadosos de Alejandría, llegando, de esta forma, a convertirse en el más reciente y último de los libros canónicos de la Biblia Septuaginta, misma que representa la base y fundamento para el Antiguo Testamento de las Biblias usadas por la inmensa mayoría de las Iglesias Cristianas Históricas.

Canonicidad

Forma parte integrante del Canon Amplio Oriental y Occidental, sustento de las Biblias propias de las iglesias cristianas ortodoxas, las iglesias cristianas orientales, y también de la iglesia católica latina occidental. Ésta última lo incluye entre los textos comúnmente tenidos por "deuterocanónicos", o sea, de la "Segunda Colección".
Al no existir algún original hebreo o arameo conocido de este libro, y por el hecho mismo de hallarse solamente en la Biblia griega, los judíos rabínicos, así como los grupos protestantes,[2] y otros grupos cristianos con ideas diferentes de los antes citados,[3] por defecto dieron en dar por "apócrifo" éste, así como los otros deuterocanónicos, aunque algunas de ellas lo ven como lectura provechosa, y algunas importantes Biblias protestantes, tales como la Biblia de Lutero, la Biblia de Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra (la famosa King James Version inglesa), de 1611, así como las Biblias de Casiodoro de Reina, de 1569, y de Cipriano de Valera, de 1602, recientemente reeditadas bajo el título de 'La Biblia del Siglo de Oro', incluyen este libro, así como los otros deuterocanónicos.
En esta situación de interdicción se encuentran otros libros y escritos de la Biblia, tales como Tobit, Judit, el Resto de Ester, Baruc, la Epístola de Jeremías, la Historia de Susana, la Historia de Bel y el Dragón, la Oración de Azarías y el Himno de los 3 Jóvenes del Libro de Daniel, Eclesiástico, y I y II Macabeos. (Las Iglesias Cristianas Ortodoxas y Orientales, además de estos libros, incluyen el Salmo 151, la Oración de Manasés, y los Libros III —y a veces IV— de Esdras, y III —y a veces IV— de los Macabeos, así como también ciertos Epígrafes y Epílogos a algunos de los libros comúnmente aceptados.)
Las Iglesias Cristianas Ortodoxas, Cristianas Orientales, y Católica Romana, reconocen al menos algunos de estos libros, como textos sagrados divinamente inspirados, y los han incluido en todas sus versiones de la Biblia, de manera oficial, al menos desde el Sínodo de Roma, en el año 380 d. C., siendo ratificada su reivindicación durante los trabajos del Concilio de Trento, en plena efervescencia de las impugnaciones esgrimidas contra ellos por Martín Lutero, y por sus seguidores.

Contenido

El libro se dirige a los hermanos de raza de su autor, judíos e israelitas avecindados en Alejandría, para alertarlos de la devastación y la ruina moral a los que se verían reducidos en caso de dejarse seducir por los cultos paganos, o por el ateísmo o la falta de piedad hacia el Dios de sus padres. El objetivo último de Sabiduría es, pues, llevar a los compatriotas del redactor de nuevo al redil de la verdadera religión.
En tiempos alejandrinos, los judíos e israelitas piadosos solían enfrentarse, de manera continua, a la gran seducción del paganismo griego, y de su relajada conducta moral, su estilo de vida hedonista, y sus maneras amplias y libres de pensar. El autor del libro considera aberrante todo esto sin ambages, y constantemente lanza mordaces invectivas contra los griegos y su forma de vida. Trata de crear polémica y de convertir prosélitos para su causa, sin desdeñar siquiera a los griegos que quieran convertirse. Si puede conseguir simpatizantes entre los impíos y convertirlos al culto de Yahvéh, Dios de los israelitas, pues considerará que su tarea se cumple de esta forma.
El Libro de Sabiduría es único en el Antiguo Testamento por la profundidad y amplitud de su exposición doctrinal: puede considerárselo un libro pleno de esperanza y de fe, así como el epítome, culmen y conclusión de todo el pensamiento religioso israelita justamente anterior a Jesucristo.
La exposición de índole doctrinaria de Sabiduría se centra en tres temas principales:

Destino del ser humano

Sabiduría es simple y directo a este respecto. A la pregunta de cuál es el sentido de la vida responde: buscar la obra y la voluntad de Dios en las cosas terrenas. Esto es: alcanzar el conocimiento de Dios, rendirle culto y ofrecerle los servicios adecuados. Quien cumple todo esto no es otra cosa que un hombre justo, hijo, amigo y amante de la divinidad, mientras que quien se aparta de la doctrina es pecador e impío y se encamina a la perdición. El justo, por el contrario, es incorruptible e inmortal (Sab. 2:23).
Este libro perfecciona, en cierto modo, la doctrina de Daniel y II Macabeos. En ellos Dios esbozaba por primera vez la promesa de premios y castigos en la vida ultraterrena, primera concepción intelectual del más allá que antes no existía para la mentalidad judía. Esta prefiguración de la eternidad cristiana se encuentra descrita en Sb 3, 1-6.

Dios

El Dios de Sabiduría es, a grandes rasgos, el mismo de todo el resto del Antiguo Testamento. La particularidad de este libro es que expone por primera vez la prueba de la existencia del Creador mediante el método de la analogía: la existencia de Dios puede deducirse fácilmente de la existencia del mundo y de la contemplación de la naturaleza. Si existen estos y han sido creados, es porque existe un Creador que los ha hecho. Este sencillo y elegante concepto es la base de la demostración que de Dios hace San Pablo en una de sus epístolas (Romanos 1:19-20). La definición moderna de Dios (omnisciente, omnipotente, ubicuo y eterno, creador de todo y que todo lo ve) proviene también de Sabiduría. Es tan perfecto que tiende al bien de todos, y no solo de los hebreos como mostraban algunos libros más antiguos. Sabiduría demuestra que Dios es el Dios de todo ser humano.

Sabiduría

Por sabiduría (en hebreo hokmah) se entiende un hábito intelectivo que permite vivir moralmente dentro de un grupo.[13]
Dado que se trata de un saber práctico moral (cuál es el bien moral a realizar para alcanzar la felicidad o el éxito) presupone los conocimientos y elementos de juicio que se requieren para tomar una decisión acertada. Más que de inducción o de estudio, la sabiduría se adquiere por la contemplación de la realidad que permite descubrir máximas de vida.
El libro de Sabiduría entiende este concepto como sinónimo de "Espíritu", "Palabra" y, a menudo, simplemente de "persona", porque todo ser humano tiene un fragmento de Dios mismo oculto en su interior, y de él dimana todo conocimiento y sabiduría.
Varios de estos conceptos son retomados luego por el apóstol Pablo (Colosenses 1:15; Romanos 1:19-20 y Hebreos 1:3), así como el Evangelio de Juan 1:1-14.
La Sabiduría es un libro de consuelo y esperanza eterna, que preanuncia el Evangelio como el Eclesiastés expresaba los anhelos del judaísmo. Intenta enseñar la existencia del Dios eterno y ser heraldo de la justicia y moral que constituye el norte y el motivo de ser de toda la teología judeocristiana.

Notas

  1. La Biblia Judía. Tanakh: Las Santas Escrituras -- Nueva traducción de la JPS conforme al texto tradicional hebreo, editado por la Jewish Publication Society (Nov 1, 1985). Ver también el artículo Tanaj.
  2. a b La expresión protestantes incluye a las iglesias protestantes históricas, angloepiscopalianas, evangélicas, sabáticas bautistas y adventistas, pentecostales, neopentecostales, etc.
  3. a b Citamos, como ejemplos, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (comúnmente llamada la Iglesia “de Mormón”, o la Iglesia “Mormona”), o la Federación de Familias por la Paz y la Unificación Mundial (comúnmente llamada la Iglesia de la Unificación, o la Iglesia “de Moon”), o el grupo religioso La Familia (comúnmente llamado los “Niños de Dios”), así como la Sociedad Bíblica y Tratadística de la Torre Vigía (comúnmente llamada “Testigos de Jehová”).
  4. Este orden se sigue en la Biblia Vulgata Latina, así como la Biblia Sinodal Rusa y en muchas de las Biblias, versiones y ediciones católicas actuales. También aparece en la Biblia protestante Biblia del Oso, de Casiodoro de Reina, de 1569, así como en la revisión realizada por Cipriano de Valera en 1602, pero fue suprimido, junto con el resto de deuterocanónicos, en las sucesivas ediciones y revisiones. (Cfr.)
  5. (Cfr. I Reyes 2:12.)
  6. (Cfr. I Reyes 4:29-34.)
  7. (Cfr. I Reyes 10:1-10.)
  8. (Cfr. I Reyes 8:20.)
  9. (Cfr. I Reyes 11:42.)
  10. a b Escuela Bíblica de Jerusalén, Biblia de Jerusalén, Introducción al Libro de la Sabiduría.
  11. (Cfr. Sabiduría 13:10-19, 14:1.31.)
  12. (Cfr. el texto griego del Antiguo Testamento, comúnmente llamado Biblia de los LXX.)
  13. Cazelles al analizar también algunos escritos de culturas cercanas a la judía ofrece la siguiente definición: “la sabiduría es una disposición de orden intelectual, ordenada a la conducta práctica de la vida individual, familiar y social” (véase obra citada en la bibliografía, pág. 579).

Bibliografía

  • CAZELLES, HENRY (1981). Introducción crítica al Antiguo Testamento. Barcelona: Herder. ISBN 84-254-1085-1. 
  • DE JERUSALÉN, ESCUELA BÍBLICA (1975). Biblia de Jerusalén. Bilbao: Desclée de Brouwer. ISBN 84-330-0022-5. 

Enlaces externos

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