lunes, 27 de mayo de 2013

Eleuterio Papa, Santo


Mártir y Papa, Mayo 26
 
Eleuterio, Santo
Eleuterio, Santo

XIII Papa

Martirologio Romano: En Roma, san Eleuterio, papa, al que los famosos mártires de Lyon, apresados entonces, escribieron una célebre carta para que mantuviera la paz en la Iglesia (189).

Etimológicamente: Eleuterio = Aquel que se comporta con generosidad y libertad, es de origen griego.

San Eleuterio, natural de Nicópolis, ciudad de Grecia, diácono y discípulo del Santo Pontífice Aniceto, sucedió a San Sotero en el pontificado el año 175.Tuvo en su tiempo alguna paz y tranquilidad la Iglesia, y con esta quietud se iba multiplicando maravillosamente, y en Roma muchos caballeros y señores, cansados ya de la superstición de sus vanos dioses y de la crueldad y abominaciones de sus emperadores, por la doctrina y predicación del Santo Pontífice Eleuterio, recibían la luz del Evangelio y se convertían al Señor.

Y no menos en las otras provincias y reinos descubría sus claros rayos y resplandores nuestra Santa Religión; particularmente se vio esto en Britannia, que ahora llamamos Inglaterra, porque Lucio su rey, habiendo entendido la santa vida y milagros de los cristianos, y, que poco antes Marco Aurelio emperador había alcanzado por oración de ellos una gran victoria contra los marcomanos, y que por esto permitían que viviesen en su ley y que algunos caballeros y senadores romanos se habían bautizado y seguido al estandarte de Cristo, movido del mismo Señor, envió solemne embajada con Elvano y Meduino, criados suyos, a San Eleuterio, suplicándole que le enviase algunos ministros suyos, para que a él y a toda su casa y reino hiciese cristianos y los reconociese como a ovejas suyas y del rebaño del Señor.

No se puede creer la alegría que el Santo Pontífice Eleuterio recibió con esta embajada; y para cumplimiento de lo que por ella se pedía, envió a Fugacio y Donacio, que otros llaman Damiano, varones dignos de tan grande empresa, a Britannia, para que enseñasen los misterios de nuestra San Fe a Lucio y a su reino, y con el agua del santo bautismo los reengendrasen en Cristo. Ellos fueron, y lo hicieron, y todo conforme al deseo y orden de Eleuterio; y el rey se bautizó y fue Santo, y como de tal hace mención de él el Martirologio romano a los 3 de diciembre, y su reino públicamente aceptó la fe de Jesús, y fue el primero del mundo que por público decreto y común parecer de los moradores de él recibió y profesó la religión cristiana; puesto caso que en España y Francia, y en los otros reinos y provincias, ya había en este tiempo muchos cristianos. Esta conversión de Lucio fue en el año de 183, según el cardenal Baronio.

Con la paz que tuvo la Iglesia en este tiempo, se levantaron algunos herejes que la turbaron, como los Valentinianos, Marcionistas, Severianos, y otros más; a los cuales el Pontífice Eleuterio resistió valerosamente, y fue ayudado de San Ireneo, discípulo de San Policarpo, y de Papías, que habían enviado de la Iglesia de Lyon de Francia, y en el tiempo que estuvo en ella escribió contra los herejes, y les hizo la guerra como varón doctísimo, confutando los disparates que ellos enseñaban, con la doctrina y tradiciones apostólica que él había aprendido; y después volvió a Lyon, de donde fue obispo y mártir gloriosísimo.

Y porque algunos herejes enseñaban que Dios había creado muchas cosas malas, y que no se había de comer algunos manjares, por ser tales, Eleuterio mandó que nadie desechara por superstición género alguno de manjar de las creaturas que Dios hizo para servicio del hombre; no porque no sea lícito y loable de abstenerse de manjares regalados y gustosos para mortificar y refrenar la carne y sus apetitos, o porque no se deba obedecer a la Iglesia cuando nos manda abstenernos de ellos en los días de ayuno, que esto es necesario, sino porque no se han de desechar, por pensar que son malos de su naturaleza.

Ordenó asimismo que ningún sacerdote fuera depuesto, sin que primero fuese legítimamente convencido de algún grave delito, y que ningún ausente fuese condenado antes de ser oído; pues Cristo no condenó, ni dejó de comulgar a Judas, con saber quién era, porque aún no era notorio su pecado. Dió tres veces órdenes en el mes de diciembre, y en ellas ordenó 12 presbíteros, 8 diáconos y 15 obispos; y después de haber gobernado santamente la Iglesia romana, fue martirizado, dando su vida por Cristo, siendo Cómodo emperador, aunque los Martirológios romanos antiguos no declaran con que género de muerte fue coronado. Su cuerpo fue sepultado en el Vaticano.


San Eleuterio, papa
fecha: 26 de mayo
†: 189 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
También en Roma, san Eleuterio, papa, a quien los famosos mártires de Lyon, en aquel tiempo prisioneros, escribieron una célebre carta sobre el mantenimiento de la paz en la Iglesia.
refieren a este santo: San Ireneo de Lyon, San Lucio

Fue Obispo de Roma desde cerca del 174 al 189. El «Liber Pontificalis», una colección de biografías de los papas de muy desigual valor histórico, escrita a lo largo del siglo VI, dice que él era natural de Nicópolis, Grecia; y efectivamente su nombre es griego, ya que «eleuthería» significa libertad. Por su contemporáneo Hegesipo nos llega que era diácono de la Iglesia Romana bajo el papa san Aniceto (c. 154-164), y evidentemente permaneció como tal bajo el papa san Sotero, al cual sucedió cerca del año 174. En parte del pontificado fue emperador Marco Aurelio (161-180), que a pesar de su sabiduría filosófica, no ahorró persecusiones a nuestra fe, aunque la situación de los cristianos en Roma no parece haber revestido especial gravedad. Y bajo el sucesor de Marco Aurelio, su hijo Cómodo (180-192), los cristianos gozaron de paz.

Hacia la época de Eleuterio surgió en Frigia una herejía que turbó internamente la paz cristiana, se trataba del Montanismo, movimiento fundado por Montano, y que se difundió durante décadas, hasta entrado el siglo III; a él perteneció, más tarde que los años que nos ocupan, el conocido Tertuliano. El Montanismo invocaba el liderazgo carismático del Espíritu Santo, y acentuaba el escatologismo inminente, es decir, la llegada muy proxima del fin de este mundo, con la consiguiente venida de la Jerusalén Celestial. De a poco fue separándose más y más de la doctrina católica, cambiando la Eucaristía, prohibiendo el matrimonio, etc. Pero no era fácil en los inicios de la herejía darse cuenta de que se trataba de una nueva desviación, porque no negaba claramente puntos de doctrina. Sin embargo, los aspectos «antisistema» de este movimiento, pusieron en alerta al Imperio y, no en Roma pero sí en la Galia y en el Oriente, muchos cristianos fueron martirizados por este motivo, aunque no fueran montanistas (en definitiva, al Imperio le daba lo mismo un acento teológico que otro). Ese es el contexto de la carta que menciona el «elogio», que los mártires de Lyon de la persecusión en la Galia del 177 envían a los fieles de Frigia, y también al Papa, pidiéndoles tolerancia y pacificación para solucionar la crisis montanista. La carta a Roma fue llevada por san Ireneo de Lyon, que aun no era obispo. Estas cartas no se conservan, pero sí las referencias en la Historia de Eusebio de Cesarea.

Según se deduce de Tertuliano, un obispo de Roma les envió a los montanistas unas cartas de conciliación, que fueron luego dejadas sin efecto. Es posible que esa actitud conciliadora se refiera al papa Eleuterio, ya que, estando él al inicio de la crisis, es posible que haya agotado todos los medios para mantener la comunión. El «Liber Pontificalis» le atribuye al papa Eleuterio un decreto de que los cristianos no debían despreciar ninguna clase de comida («Y además afirmó que ningún alimento sea repudiado por los cristianos, ya que han sido creados por Dios»). No es facil saber el contexto de esta afirmación; en algunas hagiografías se atribuye a la abolición de prácticas alimentarias judaizantes, pero es poco probable, más bien es posible que se refiriera a las prohibiciones alimentarias de los montanistas y gnósticos, o que el autor del «Liber» haya proyectado hacia la época de Eleuterio un decreto que en realidad se refería a las costumbres alimentarias de los priscilianistas, más en consonancia con la fecha del «Liber Pontificalis».

No hay más datos ciertos, auténticos o probables sobre Eleuterio. No hay constancia de que haya muerto mártir, ni hay persecusión a la que referir su legendario martirio. Durante algunos siglos circuló la leyenda de que él había enviado misioneros a Inglaterra, con lo que habría comenzado la primera evangelización de la Isla a petición de un tal rey Lucio, desconocido por otras referencias. Sin embargo ya no se sostiene hoy esa posibilidad histórica, por las insalvables dificultades para encajar los datos discordantes que transmite el «Liber Pontificalis» y que se han revestido de autoridad porque los repite varias veces Beda el Venerable. Posiblemente la confusión sobre este envío de misioneros haya venido de una mala lectura de algún copista del nombre de Lucio «Britio rege», que haría alusión a Agbar IX (uno de cuyos nombres era Lucio), rey de Edessa («Britium Edessenorum»), tomándolo por «Brittanio rege»; ésta es, según parece, la hipótesis más plausible para explicar la alusión a esa inexistente primera evangelización de Inglaterra.

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