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Dioniiso de Milán, Santo |
Obisopo y Mártir
Martirologio Romano: En Milán, de la Liguria, Italia, conmemoración de san Dionisio, obispo, el cual, habiendo sido desterrado a Armenia por el emperador arriano Constancio a causa de su fe católica, murió allí, por lo que mereció el título propio de los mártires. († c.361)
Entre los pocos obispos que sostuvieron a san Atanasio cuando todo el mundo estaba contra él, ocupa un sitio de honor san Dionisio, quien sucedió a Protasio en la sede de Milán, en 351.
San Dionisio, gran paladín de la fe católica, asistió en el año 355, en el palacio de su ciudad episcopal, a un sínodo que el emperador Constancio, favorecedor de los arrianos, había reunido para que condenase a Atanasio. San Dionisio, san Eusebio de Vercelli y san Lucifer de Cagliari, formaron parte del reducido grupo de los que se negaron a firmar el decreto. El emperador los desterró por ello.
San Dionisio se retiró a Capadocia, donde murió hacia el año 360, probablemente poco antes de que el emperador Juliano restituyese a los obispos desterrados a sus diócesis. Hay que hacer notar que san Basilio envió, desde Capadocia a Milán, los despojos mortales de san Dionisio. Todavía se conserva la carta en que san Basilio cuenta a san Ambrosio las medidas que tomó para asegurarse de la autenticidad de las reliquias.
San Dionisio de Milán, obispo y mártir
fecha: 25 de mayo n.: c. 300 - †: c. 361 - país: Italia canonización: pre-congregación hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Milán, de la Liguria, conmemoración de san Dionisio, obispo, el cual, habiendo sido desterrado a Armenia por el emperador arriano Constancio a causa de su fe católica, murió allí, por lo que mereció el título propio de los mártires.
Entre los pocos obispos que sostuvieron a san Atanasio cuando todo el mundo estaba contra él, ocupa un sitio de honor san Dionisio, quien sucedió a Protasio en la sede de Milán, en 351. San Dionisio, gran paladín de la fe católica, asistió en el año 355, en el palacio de su ciudad episcopal, a un sínodo que el emperador Constancio, favorecedor de los arrianos, había reunido para que condenase a Atanasio. San Dionisio, san Eusebio de Vercelli y san Lucifer de Cagliari, formaron parte del reducido grupo de los que se negaron a firmar el decreto. El emperador los desterró por ello. San Dionisio se retiró a Capadocia, donde murió hacia el año 360, probablemente poco antes de que el emperador Juliano restituyese a los obispos desterrados a sus diócesis. Hay que hacer notar que san Basilio envió, desde Capadocia a Milán, los despojos mortales de san Dionisio. Todavía se conserva la carta en que san Basilio cuenta a san Ambrosio las medidas que tomó para asegurarse de la autenticidad de las reliquias.
Véase P. Savio, Gli Antichi Vescovi d'Italia, La Lombardia, pp. 114 ss. y 753 ss. También Lanzoni, Le Diócesi d'Italia, vol. II (1927), p. 1014. Acerca de la carta de san Basilio, véase Migne, PG., vol. XXXII, cc. 712-713.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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