viernes, 18 de noviembre de 2016

El Pronóstico

Una jovén madre a quien le habían diagnosticado una forma de cáncer tratable regresó a casa del hospital, sintiéndose incómoda por su apariencia física y la pérdida del cabello ocasionada por las radiaciones. Cuando se instaló en una de las sillas de la cocina, su hijo apareció silenciosamente en el umbral, estudiándola con curiosidad.
refle-pronostico08refle-pronostico08                               Cuando su madre comenzó el discurso que había preparado para ayudarle a comprender lo que veía, el niño vino corriendo, se acomodó en su regazo, puso su cabeza contra su pecho y se aferró a ella. Su madre decía en ese momento: “Y dentro de un tiempo, ojalá pronto, luciré como antes y entonces estaré mejor”.
El niño se enderezó pensativo. Con la franqueza de sus seis años, respondió sencillamente: “Diferente cabello, el mismo corazón”.
Su madre ya no tuvo que esperar un tiempo para sentirse mejor. Ya estaba mejor.

Proverbios 31:28
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;  Y su marido también la alaba.
1 Tesalonicenses 2:7
Antes bien, nos portamos con ternura entre vosotros, como cuida una madre con amor a sus propios hijos.

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